-Necesitamos creditos urgente.- comentó Hera al resto de la tripulación, que todos les prestaban atención, todos menos Ezra, quien estaba viendo hacia la ventana, de la cual se podían ver los pastizales dorados de Lothal, pero el no prestaba especificaba atención al pasto en sí, sino a la posición del sol, para así saber la hora.
-Ezra,¿estás oyendo?-
-Lo siento, me tengo que ir.-contestó Ezra saliendo de la cabina hacia la rampa, donde ahí se colgó su mochila.
-¿Adonde vas?- preguntó Kanan deteniendo a Ezra por el hombro.
-Iré a hacer un trabajo. Ocupamos créditos,¿No?-
-Si, pero no nos dijiste nada.-
-Es que es un viejo conocido, no se preocupen volveré mañana.-contestó Ezra con una sonrisa. Después salió de la nave, y caminó hacia el área poblada más cercana. Kanan lo observó hasta el punto en que ya no lo podía ver realmente estaba preocupado, el inquisitor no estaba, pero los eventos en Mustafar llamaron más la atención del imperio, y con eso venían más riesgos. Ahsoka se lo advirtió a Kanan, le dijo que debería ser más cuidadoso con como enseñaba a Ezra, aunque le mencionó que no estaba haciendo un mal trabajo, ya que el no había terminado sus estudios Jedi, ni siquiera ella para ese caso. Pero el imperio podría capturar a Ezra o alguno de la tripulación y hacerles algún daño, o ponerlos en contra de sus camaradas. Eso era lo que más temía.
-¿A dónde va Ezra?- preguntó Hera sacando a Kanan de sus pensamientos.
-No sé, el me dijo que iba a realizar un trabajo, pero nunca especificó qué. Solo sé que fue a una aldea cercana y regresará mañana.-
-Bueno, supongo que esperaremos hasta mañana, aunque no debite dejarlo ir tan fácil.-
-El se sabe cuidar solo.- respondió Kanan, hasta que recordó que vio a Ezra salir de la nave sin su sable de luz, lo que le pareció un poco curioso.
-¿No llevó su sable, ni su mochila? Qué raro.- comentó Hera dejando una pequeña inquietud en Kanan.
La noche se hizo muy lenta para Kanan, por alguna razón que no comprendía bien, tenía una inquietud que no podía quitarse de encima, pero en tanto pensar y pensar, quedó dormido. Así la mañana llegó, Kanan despertó creyó que encontraría a Ezra como siempre en el comedor con una enorme sonrisa, ya que al chico por alguna razón le gustaba madrugar, pero al entrar al comedor no se lo encontró. Pero encontró al resto de la tripulación, quienes preguntaron por el paradero de Ezra, pero Kanan no pudo contestar, ya que el no sabía nada.
-Bueno, no queda más que esperar a Ezra.-comentó Sabine.- No puedo creer que el haya conseguido un trabajo más rápido que nosotros juntos.-
-De seguro le pagarán poco, digo es un chico, no es como si pudiera hacer muchos trabajos.-
-Con tal de que no exponga sus habilidades de fuerza, y no se meta en problemas el estará bien.-
Las horas pasaban, y ya casi eran las 3 de la tarde, y aún no había noticia de Ezra. Kanan decidió esperar por el en la rampa, y después de unos cuantos minutos, este pudo ver que su padawan se acercaba a la nave, pero se sorprendió ue este llegó con toda la cara manchada de negro, como si acabara de salir de un campo de batalla, además de que llevaba los pies arrastrando.
-Hola, oye. ¿Sabes donde esta Hera?-preguntó Ezra con una voz cansada.-Es que le daré los créditos que recibí.-
-Aquí estoy.-dijo Hera recibiendo una bolsa de tela, que era más pesada de lo que aparentaba, lo que sorprendió bastante bastante a Sabine y Zeb, así como Chopper que también estaban ahí. Per antes de que pudieran decir algo, Ezra se desmayó de un solo y cayó inconsciente al piso.
-¿Qué tipo de trabajo habrá tomado?- preguntó Sabine.
