Fandoms: InuYasha y Ranma ½
Pareja: Ranma x Akane
Disclaimer: Los personajes utilizados a continuación no me pertenecen. Son de autoría de Rumiko Takahashi.
Del otro lado.
El pozo de la familia Tendo se ubica en el rincón más olvidado del jardín. Está repleto de matas silvestres y enredaderas con espinas que dificultan el paso y dando un aspecto salvaje y misterioso a la excavación donde alguna vez hubo agua.
Cuando Ranma Saotome cruzó el pozo no pensó encontrar todo un universo del otro lado, a decir verdad solo fue un momento de curiosidad después de ver a la colegiala de uniforme verde metiéndose en el pozo día tras día. ¿Y ahora? ahora que se encuentra en el Sengoku Jidai no sabe muy bien cómo salir de allí.
—¡Sen-ta-do!
Un sonido sordo y posteriormente una marca con forma casi humana en el suelo, al muchacho de la trenza esos constantes impactos le provocaban una especie de miedo haciéndolo temer por su vida, casi sintiendo el dolor como propio.
—¡InuYasha! Te he dicho miles de veces que no pelees con Ranma Saotome-san —gritó molesta por la reciente desobediencia.
—¡Keh! Kagome ¿Por qué tenías que traer a esta persona aquí?
No hubo respuesta. La chica miró alrededor aparentemente examinando.
Ranma suspiró. Un par de días en esa época era realmente un fastidio, al menos su mundo se encontraba a quinientos años en el futuro y había un poco de tecnología con la cual distraerse, ahí por el contrario estaba completamente vació —sin contar con el hanyou que le amenazaba con la espada en cada oportunidad— era una lástima que no hubiera forma de regresar hasta encontrar unos cuantos fragmentos más de la perla de shikon como le había explicado Kagome.
—¿Qué les parece si descansamos aquí? —Pregunto la chica estirándose perezosamente —mañana podemos continuar con la búsqueda de los fragmentos de la perla. El sol esta metiéndose y no es conveniente viajar de noche por el bosque, además la presencia aún se encuentra lejana y aquí es un buen lugar donde Miroku y Sango nos puedan localizar.
—¡Me rehusó! Kagome, entre más rápido se valla este es mejor, solo ha estado interfiriendo en la búsqueda, además…
—No es como si quisiera estar aquí conviviendo contigo. —terminó el otro.
Kagome observó cómo se miraban envenenada-mente. En realidad la chica no había tardado mucho en llegar a la conclusión de que eran demasiado parecidos como para estar juntos, pero tener que soportarlos era en definitiva muy cansado.
—Me voy a dormir.
Nadie la escuchó. InuYasha permanecía tieso mirando a su contrincante, manteniendo sus cinco sentidos en él; por el otro lado Ranma siempre parecía más relajado, aunque realmente también estaba a la defensiva y era capaz de esquivar cualquier ataque del hanyou con una habilidad increíble.
Kagome extendió su bolsa de dormir y se metió en ella, el claro permaneció en silencio hasta unos minutos después cuando a InuYasha se le ocurrió sacar la espada y comenzó el escándalo conformado por golpes, gritos, insultos y caras plantadas en el suelo.
Era definitivo, otra vez la chica no podría gozar de una noche tranquila.
— — — — —
Abrió sus parpados sin saber quién era. La habitación en la que se encontraba era grande, la única fuente de luz provenía de una pequeña vela que cargaba una mujer a unos metros de distancia.
—Despertaste Akane. —dijo ella.
La joven parpadeo confundida y le dirigió una mirada desorientada a la mujer de la vela, llevaba el cabello negro recogido en una coleta corta y vestía con un atractivo kimono de tonos morados.
—Cargaras con ese nombre de ahora en adelante, fuiste creada por el señor Naraku y estas destinada a servir a él.
La joven se pusó de pie y examino. Akane Traía puesto un kimono turquesa con decorados claros y rojos en forma de flores, el cabello corto y de un color obscuro con luces azules, era también de piel clara y un cuerpo femenino bien marcado.
—Sígueme. —dijo la otra mujer.
Kagura la condujo fuera de la habitación y después por un pasillo angosto iluminado con cirios a los costados, el pasaje giraba en varios puntos y llevaba a habitaciones, no se detuvieron hasta llegar a una estancia alejada, casi oculta. La mujer de ojos escarlatas corrió el shoji y entró en la habitación mientras Akane permanecía afuera.
—Ya despertó.
—Hazla pasar y déjanos solos.
—De acuerdo —dijo Kagura con una voz acida.
Kagura salió del cuarto y se retiró después de dirigirle a Akane un movimiento de cabeza que indicaba que pasara.
Ella tembló un poco, no sabía porque pero ya odiaba ese lugar. Con un nudo en la garganta la joven dio un paso adelante entrando en la habitación.
—Akane —sonrió el hombre frente a ella. —No es necesario que sepas mucho de nada. Solo tendrás que encargarte de matar a alguien.
Matar
Las palabras adquirieron significado para ella, uno fúnebre y repulsivo.
— — — — —
Cuando lo vio caer al agua, en definitiva no esperaba que saliera eso en lugar del atractivo hombre que había entrado.
Él monje rió divertido.
—Me parecía raro que buscara Jusenkyo, nadie procura ese lugar por los problemas que causa. Al parecer el ya tiene el problema —comentó Miroku
—Cuando le dije que se fuera derecho no pensé que lo tomara tan literal.
—Nadie lo pensó Sango. Ahora ¿de dónde sacamos agua caliente?
Ella suspiró y ambos observaron a la luz de la luna llena al pequeño cerdo obscuro que se ahogaba en el agua al tiempo que chillaba desesperado.
—Supongo que hay que sacarlo.
*****
—Mi nombre es Ryoga Hibiki y caí en la fosa del pequeño cerdo ahogado hace mucho tiempo.
El joven exprimió su pañoleta amarilla en un esfuerzo por secarla. Tenía el cabello negro mojado, los ojos obscuros y vestía con una yukata masculina de color amarillo con toques negros.
—Quiero regresar a Jusenkyo a buscar la solución a mi problema, pero por desgracia no he conseguido llegar hasta ahí.
Permanecieron en silencio un momento, el único sonido era el canto del río en el que anteriormente el chico había caído y el suave ronroneo de Kirara en las piernas de la exterminadora.
—¿Y la perla de shikon no servirá? —preguntó el monje.— Es decir, es capaz de hacer muchas cosas, quizá solucione tu problema con los cerdos.
—¿La perla de qué?
—De shikon ¿no has oído hablar de ella? Es una joya muy codiciada entre los youkais y humanos ya que incrementa el poder, sin embargo se dice que también es capaz de cumplir deseos. —terminó Sango.
—¿En serio? —una sonrisa de júbilo se dibujo en el rostro de Ryoga. —¿Y donde encuentro esa cosa?
—Ahora la mayoría se encuentra en manos de Naraku, un hanyou muy fuerte capaz de muchas cosas, nosotros y otros dos estamos buscándolo.
—¿Y puedo ir con ustedes?
El monje y la exterminadora se dirigieron una mirada y se encogieron de hombros. No parecía un mal hombre.
D'x Realmente no espero que nadie lea esto, pero se puede hacer el intentó. (?)
Este fue creado para un concurso en un tal foro Cz [Entremezclando Realidades] Por desgracia para el concurso soy media inútil y me excedí con las palabras, además de que no está completamente terminado debido a ciertos imprevistos. De cualquier manera esperó poder actualizarlo pronto, no es una gran carga porque no contará con muchos capítulos [Inicialmente iba a ser un one-shot].
Si estas leyendo esto, por favor comenta y te lo agradeceré.
