Rin se encontraba corriendo hacia la casa de Haru. La razón ni siquiera el la sabia. Momentos atrás, se encontraba en su habitación haciendo algunos estiramientos cuando recibió una llamada justo a las 4 de la tarde donde el mencionado le pedía: "Ven a mi casa, ahora" y se corto la llamada enseguida. Lo que nos lleva a la escena inicial. El pelirrojo más extrañado que exhausto terminaba de subir los escalones para llegar a dicha casa.

¿Qué le habría pasado a Haruka para hacer tal llamada?.

Generalmente ambos mensajeaban durante todo el día, pasaban tiempo juntos con amigos o solos ya sea saliendo algún lugar, nadando juntos o quedándose a dormir en la casa del otro. Si , su relación había mejorado mucho con el tiempo aunque existía un poco de rivalidad sana quizás pronto alguno de los dos daría "el siguiente paso".

Justo enfrente de la puerta de entrada a la casa, Rin se encontraba preparándose mentalmente para cualquier situación que hubiera detrás de esta.

¿Acaso la dotación casi ilimitada de saba se había acabado y ahora Haru entro en locura? No importaba el estaba listo para algo así, llevaba saba en una mochila ligera que tomo antes de salir al igual que una muda de ropa. ¿Podría haberse acabado el agua en todo Japón y ahora Haru atravesaba por una fuerte crisis existencial? ¿O peor aun podría haber pasado ambas situaciones?.

No importaba el ahí para apoyar al pelinegro lo quería demasiado para evitar abandonarlo.

La casa se escuchaba muy silenciosa asi es que temiendo lo peor, empujo la puerta con el hombro fuertemente abriéndola mientras gritaba: No hagas ninguna loc..!

Hazte cargo… fue lo que escucho Rin mientras veía al pelinegro con su calma habitual pero eso no fue lo que lo sorprendió sino que este sostenía un pequeño bebe pelinegro de ojos verdes justo hacia el.

Que? –fue lo único que pudo decir el pelirrojo con un ligero tic en el ojo mientras intentaba calmarse.

Tu fuiste quien me pidió que lo hiciera así es que tu también tienes la responsabilidad -reclamo el pelinegro con voz ligeramente nerviosa mientras tomaba asiento en un sofá y acomodaba al bebe en su regazo.

Yo jamás haría algo así, no sin antes avanzar mas en nuestra relación! –gritaba con la cara sonrojada mas por la vergüenza que por la molestia

Acaso no lo recuerdas?, fue el viernes de la semana pasada cuando dormimos juntos- reclamo Haru mientras acariciaba la cabeza del pequeño

Esto no puede ser posible! – Rin no podía creer nada de lo que decía el pelinegro, EL NO PUDO HABER HECHO ESO, ahora lo único que podía hacer era caminar neurótico por la sala.

Tranquilo, manten la calma, Espera Haru puede estar pasando por algo peor que tu, es tu deber tomar la responsabilidad—este pensamiento logro calmar por completo al pelirrojo asi es que en un movimiento rápido se hinco de rodillas frente al pelinegro y tomo sus manos.

Haru, yo te ayudare, me hare cargo no importa lo que tenga que hacer, te prometo que este bebe tendrá el mejor futuro—solto muy orgulloso mirando al otro quien estaba completamente shockeado.

Que bueno que tengas esa actitud, Rin… gracias por ayudarme a cuidar a Kotaru , es el hijo de mi tía—menciono Haru algo nervioso por anterior.

El hijo de tu tia…?- era seguro a Rin le iba a dar un ataque.

Si, tu me sugeristes que conviviera mas con mi familia, lo hice y por esa razón mi tia me pidió cuidar a Kotaru mientras salía este dia—era lo mas obvio del mundo para Haru.

No pudo mas y se desmayo en la sala, el pequeño Kotaru reia alegremente… fue demasiado para Rin.