Mamá era una mujer maravillosa, amable y cálida o eso sentía cuando me abrazaba. siempre intento recordarla aunque su recuerdo es borroso, pero decían que se parecía mucho a mi, algo más baja, su cabello negro era más corto que el mio pero sus ojos, ojos verdes tales como los míos. Ella no era una gran maga, la verdad era algo torpe con la magia y débil de cuerpo, aun así era miembro de Sabertooth; me pregunto que vio en mi padre o viceversa, la verdad no se la historia solo se que se enamoraron y nací yo, Minerva Orland.

Jemma era maestro en esa época así que mi nacimiento fue muy benevolente y sorprendete, cada dia agradezco parecerme más físicamente a mi madre, bueno supongo que es obvia la razón. Crecí como una niña normal en los brazos de mi madre, ella siempre estaba conmigo y me enseñaba todo lo necesario, su sonrisa era hermosa a pesar de que papá no le hablaba, la verdad ni si quiera nos tomaba atención, tampoco nos dejaba salir...aunque madre como toda maga del gremio debía realizar misiones pero yo debia quedarme sola en aquella habitación hasta su llegada, nunca entendí porque nos trataba así pero mientras mi madre estuviera conmigo nada importaba.

Su muerte, Su muerte fue el fin de mis días felices, ella falleció en una misión cuando yo tenia apenas 8 años. Verla tendida en aquel ataúd era incomprendido a mi edad ¿Por que se fue? ¿porque me abandono? a mi edad no lo entendía. su altar era hermoso adornado con un tigre blanco, ella se veía hermosa aun cuando su cuerpo era lo único que quedaba. recuerdo que todo el gremio estaba presente en el entierro aun asi no habia lagrimas ni si quiera del maestro, no lo entendia, estaba muerta, estaba muerta aun asi a nadie le importaba... asi fue como ella se fue.

Los años pasaron y yo seguía atrapada en aquella habitación en la cima de Sabertooth, salia solo a comer y leer libros en ocasiones, normalmente cuando los demás del gremio salian a misión aprovechaba de recorrer los alrededores aunque a veces me topaba con uno que otro miembro los cuales me llamaban señorita, un apodo que quedo marcado en mi. (de seguro nadie sabia mi nombre) La anciana de la cocina era como una abuela, me enseño a cocinar los platillos más esquistos del lugar, aunque obviamente lo hacia a escondidas de los demas, que diria el maestro si viera a su heredera en la cocina jejeje.

Al cumplir los 10 padre empezó a entrenarme, me trataba de débil y cosas así, bueno que más podía esperar de ese hombre, me hacia luchar con magos del gremio y por más que intentaba jamas podia ganar. No sabia hacer magia, era débil y él lo sabia, odiaba a los débiles tal vez por eso ignoraba a mamá, no podía ser débil, no debía ser débil, debía ser fuerte por él...por día en que me abandono desnuda en el bosque entendí, si no era fuerte jamas saldría de esa habitación, jamas. Al cumplir los 11 mi magia emergió en media batalla, magia de territorio, podía jugar con mi entorno a voluntad, pensé que el maestro lo aprobaría pero no parecía conforme, eso significaba que seguiría en la habitación o escondida en la cocina. Los años pasaron y mejore totalmente, hasta estaba aprendiendo una magia ancestral que me volvería muy poderosa, por fin demostraría que era fuerte y haria misiones como los demás.

— Pa...quiero decir, Maestro, mi magia es poderosa y he aprendido el combate cuerpo a cuerpo, estoy lista para demostrar a todos lo fuerte que soy, tengo 13 y se que puedo contra lo que sea.— Estaba decidida en ser la mejor maga, ser poderosa. Padre se giro y me miro unos segundos, podía sentir su ira contra mi con solo verle los ojos.

— Fuerte, crees que ser fuerte sirve debes ser la más fuerte, invencible, indomable, debes ser una reina.— cada vez se acercaba más a mi, su aura se oscurecía y mi cuerpo empezaba a temblar.— Seras la maestra de este lugar, el gremio más fuerte, no me avergüences con tu estupidez. No saldrás hasta que yo diga que eres digna de ser mi hija, Minerva... haz que el simple echo de oír tu nombre haga temblar. — Sin nada mas que decir se alejo, dejándome ahí quieta sin saber que hacer.

"Una reina" "fuerte" "Que mi nombre haga temblar" lo haría, seria la mas poderosa y haría temblar a mis enemigos.—también temblaras...Jemma...