Ya sé que no termino la historia anterior, pero era mi deber publicar esto. Y lo siento si aún no actualizo.
Es una historia corta, va a tener como tres capítulos, pero me parece apropiado.
Seguía de rodillas, esperando órdenes. Se sorprendió al sentir su mano posarse en su hombro.
- Mande.
- Hemos capturado un prisionero. Uno muy especial, la verdad. Quiero que te presentes ante él y después lo ignores. Al menos hasta que yo te de señal de que puedes hablar.
- Sí, amo.
El hombre sonrió.
- Levántate y vamos.
Falta aclarar cosas acerca de esta decisión. La noche pasada, el grupo anarquista en defensa de la naturaleza fue interceptado en uno de sus actos terroristas. Sólo capturaron al jefe de la banda, al cual tuvieron que coger de a varios. Lo encerraron en una celda y el rey mismo lo fue a visitar, ofreciéndole algo que fue rotundamente rechazado.
Pero el rey no acepta un "no" como respuesta. Pusieron un dispositivo en su pierna que medía ciertos parámetros. Entre ellos, hablar de más, o salir de un área seleccionada para su estadía. Él no podía rondar donde quisiera.
Él no podía hablar de más con el subordinado del rey.
- Aquí está. Él es.- Señaló el hombre mayor, sonriendo de satisfacción al ver el estupor del líder anarquista.- Lucas, quiero presentarte a alguien muy especial.
El comandante dio un paso al frente. Su voz sonó clara y pronunciada.
- …Buenas tardes. Debes ser el "otro" que puede sacar las agujas además de mí.
El comandante se sacó el casco y se lo quedó mirando, curioso.
El corazón de Lucas se quebró como hielo.
- Él es mi mano derecha, Lucas. De eso te hablaba.
- Tú eres…- Un sudor frío recorrió su espalda. El pelirrojo lo miró curiosamente.
- ¿Te decides ahora? Si no quieres trabajar para mí, no importa. Pero no podrás saber nada. Seguirá siendo un misterio.- El comandante miró al rey, sin comprender, pero se mantuvo callado. El otro niño no podía quitar la mirada del subordinado de Porky. Quería preguntarle, de todo, porqué no volvió, cómo fueron esos años, porqué trabajaba para Porky, porqué lo miraba así. Lucas se preguntaba porqué no le miraba y guiñaba un ojo, nada más necesitaba una señal de que todo estaba bien.
Pero en realidad todo se le venía abajo.
- ¿Las quimeras te comieron la audacia?- Porky rió, los puercaretos también. El comandante lo miró a los ojos, pero esto sólo ayudó a Lucas a sentirse más incómodo.
- Quiero hablarlo a solas. Sin él. Sin los soldados.
Porky indicó al resto que saliera. El comandante dejó el casco encima de la mesa y salió a paso tranquilo.
- Habla, te escucho.
- Dime qué ocurre aquí.
- Hahaha.- el rey tomó el casco y lo revisó.- Él no es lo que fue, Lucas. Está vacío. Es una quimera mecánica. Fue de los primeros proyectos; cuando aún no avanzaba tanto este tema y no salían las quimeras biológicas. Está bien contruido, ¿Verdad?
- No es obra humana. Recuerda que es un mecha, no un robot.
- ¿Qué más da? No te recuerda, ni a sus amigos ni a su familia.
Lucas quería llorar a gritos, pero aguantó por no demostrar debilidad.
- Haré lo que pidas.
Porky sonrió al notar la reticencia en la voz del otro.
- Aceptas. Pero no te dicho mis reglas.
Lucas quedó mudo. ¿Reglas?
- No sé de qué me hablas.
- Punto uno. NO hablarás con él de cosas de tu pasado. Dos. NO lo llamarás por su nombre, lo que sea su nombre o apodo. Si lo haces, destruyo tu casa. Y olvida a tu padre. Se le sumirá en un profundo dolor, y él sabrá que fuiste tú.
- Chantaje.
- Reglas. Tres. Olvida que él te conoció. Cuatro. No te pongas con él frente a un espejo. Recuerda que no sólo haré lo que te dije, sino que también serás encerrado una semana sin verlo. Si no desobedeces esto, no tendrás problemas.
El niño reflexionó unos segundos, y luego soltó.
- Acepto. Pero sigo creyendo que es chantaje.
- Tú eres chantaje.
Cuando el rey se fue, Lucas dejó que lágrimas cayeran por su rostro. Un mecha, eso quedaba de su hermano. Una máquina sin alma.
El primer día fue especial. No porque fuera bueno, fue especialmente vacío. El comandante estaba revisando el trabajo de los demás, y Lucas hacía su trabajo de enseñar tácticas a los puercaretos. El soldado de Porky echó un vistazo y continuó su camino. Lucas quedó desorientado un par de segundos.
"No llamé su atención. Pasé desapercibido."
Siendo hermanos, ellos siempre se miraban. Lógico.
Pero ya no lo recordaba. O no lo sabía.
"Ni siquiera me miró."
El segundo día fue un gran salto de progresos. No todos buenos.
El comandante pasó frente a la sala de tácticas. Escuchó a los puercaretos murmurar. Eso era raro. Se asomó y echó un vistazo.
Lucas estaba haciendo una torre de lápices.
- Es un estúpido ejemplo, pero presten atención. Deben rodear el objetivo como una torre. Como ésta. No vayan a despares. No vayan solos. Es mejor si…
El niño se detuvo y miró a la puerta. El comandante lo miraba fijamente.
- ¿Qué me ves?- Escupió, los puercaretos no pudieron evitar prorrumpir en exclamaciones de asombro.
- Eres poco serio en tu trabajo.
- Serio no significa mejor.
- Tu ejemplo es mediocre. No sabes nada.
Lucas sonrió.
- Tú no sabes ni siquiera como te llamas.
El comandante abrió sus ojos en asombro. Luego se puso rojo. De un alita sacó a Lucas, y en el pasillo lo puso contra la pared.
- ¿Quién te crees? ¿Me desafías?
- Me creo yo mismo.
El soldado sintió la mano del otro obligarlo a soltarlo. Lo hizo inconscientemente, sin saber por qué accedió.
- No te desafío. Perot ú no me cuestiones. Yo haré mi trabajo a mi aire.
El dispositivo del pie del niño empezó a pitar.
- ¿Qué es eso? - El comandante miró hacia donde provenía el sonido.
- Me has sacado de la sala en un horario inadecuado.- en el rostro de Lucas se esbozó una sonrisa burlona.- El jefe se enfadará conmigo.
- Te está bien empleado.
Sonó por el parlante una voz zumbona de mujer.
- Piso 20, Pasillo 11, zona A, llamando a Lucas y al comandante. Se les solicita su asistencia inmediata en la sala P del piso 100.
El soldado miró desconcertado a Lucas. Éste sonrió acomplejado.
- ¿Mencionan nuestra ubicación para hacernos sentir observados y controlados?
- Para no evadir. Es protocolo.
- Protocolo. Qué bosta.
El niño emprendió camino hacia el ascensor. Muy de cerca, el comandante lo siguió, sintiendo curiosidad por el nuevo. No le resultaba tan antipático. Su mordaz habla le hacía cavilar sobre cosas en que nunca había pensado.
Él no sabía que se podían hacer torres con los lápices, o la razón de que mencionaran la ubicación precisa de los llamados por el altoparlante.
El rey reprendió a ambos. Lucas vio que Porky dejaba ir al comandante solamente, indicando que había algo más que decir.
- ¿Algo más?
El amo fue y se puso frente a él.
- Sé a lo que juegas. Creí que te había quedado claro el tema de las reglas.
Lucas se sorprendió al recibir una palmada.
- No he roto ninguna regla de las que me dijo.
- La falta de respeto es una regla de convivencia. Pero insinuaste el tema de identidad. Te la has llevado bastante pelada, pero sólo por esta vez. No más juegos. ¿Entendido?
Lucas gruñó.
- Vale.
El tercer día fue más cómodo para el prisionero. Estaba sentado en una banca, disfrutando el descanso. Y se fijó en algo. El comandante, pese a estar lejos, lo miraba fijamente.
Así fue por tres días más. Sólo le observaba.
"O me analiza como enemigo…o soy sólo el bicho raro de estudio de curiosidad".
El séptimo día ocurrió lo inesperado. Lucas ya tenía un par de amigos puercaretos que tenían interés en saber sobre sus cualidades y su pasado. Él era reticente a hablar, pero algo se enteraron. Que venía de Tazmilly. Que podía hacer PSI. Que tenía ovejas y un perro. Cosas así, pero nada más profundo.
Lo más superficial que pudiese.
Ese día fue diferente porque fueron interrumpidos por el parlante.
- Hoy es el control de tácticas. Se llama a todos los jefes de sección al piso 48.
Lucas se excusó de sus compañeros. Vio a tres coroneles levantarse además de él. Uno de ellos era amigo suyo, por suerte.
- ¿De qué va esto?- le preguntó el niño.
- Debes exponer tu idea de táctica en equipo ante un grupo de soldados. Ellos, el rey y el comandante te evaluarán.
Su espalda se heló, no tenía pensado que los "evaluaran".
- ¿Lo hacen a menudo?
- Cada mes.
Entraron a la sala. Ahí habían cinco soldados de rango capitán, el comandante estaba sentado al lado del rey. Porky les indicó sentarse en unas sillas y mirar una pizarra.
"Expliquen en breve su tipo de ataque y defensa a los soldados." Rezaba el escrito de la pizarra.
- Hyugan, vas primero.
El hombre se levantó y expuso su modo de pelea. Al final, los capitanes hicieron preguntas respecto a la ofensiva individual. Respondió vagamente, dejando elementos que desear. Porky miró al comandante, y éste asintió, indicando que era suficiente.
-Gracias, soldado. Tú, levántate.
Se puso de pie un soldado que expuso defensa. Sabía mucho, casi no preguntaron los capitanes, pero cuando el comandante pidió su explicación de la ofensa, su discurso falló. Porky resopló e hizo pasar al siguiente. Lucas captó que él sería el último.
Cuando le tocó, se puso frente a los soldados.
- Uno debe armar un equipo en base a las habilidades de sus integrantes.
Los soldados lo miraban y escuchaban con atención.
- Un equipo debe tener un luchador de cuerpo, un healer u organizador, alguien que sepa hacer magia de ofensa y alguien que sepa hacer magia de curación. Con esos elementos tienes un equipo fuerte. Deben entender el ritmo de los demás para atacar en grupo. Si no, no lograrán ganar. El healer es necesario que lo protejan con escudos desde el inicio, y subir la ofensa del luchador. Después, uno de los que hacen magia debe romper el escudo del contrario, en caso de que lo tenga…
Lucas notó la aprobación de los capitanes, lo cual lo animó bastante. Explicó las tácticas de ofensa y defensa con o sin magia, hasta que ya nadie quiso preguntar más.
- El contraataque se basa en-
- Suficiente.- interrumpió Porky.- Muy bien. Quiero demostración de la evasión. Tú evadirás los ataques del comandante.
Lucas se quedó de pie. El otro se acercó y se puso frente suyo.
- Enséñanos cómo lo harías.
Lucas echó un vistazo al comandante. Éste lo miraba con agudeza. Sacó su espada.
- Hey, sin armas.- protestó Lucas.
Porky sonrió.
- No. Es una pelea real. Inicien.
Un pk llegó inesperadamente. Alzó el brazo y bloqueó con un escudo, mirando sorprendido al comandante. Éste ya había alzado la espada.
- ¿Qué haces?- Porky increpó a Lucas.- Pelea ya o morirás.
El niño se agachó, esquivando el ataque. Esperó el siguiente, y también lo bloqueó. El comandante no expresó nada al hacer una barrida y derribarlo. El activista se apartó justo a tiempo de recibir el espadazo de su vida.
- ¿Significa algo para ti "batalla a muerte"? ¡Contraataca!
El aludido miró a su contrincante.
"No quiero devolver nada."
Se dedicó a tomar una defensa apropiada. Esquivó bien todo, usando empujones de vez en cuando. Pero sucedió lo esperable. En un momento determinado, el comandante quebró su escudo y lanzó una estocada más que precisa. Lucas sintió cómo entraba en su piel, de su brazo comenzó a chorrear sangre, y el dolor apareció segundos después.
El comandante esperó a ver su reacción. El niño se sujetó el brazo, realizando un pk de curación.
El soldado no se movió al verlo acercarse.
- Creí que lo entendías.- murmuró Lucas. El otro notó que su defensa estaba baja, pero ya era tarde para eso. Lucas le asestó una palmada en la cara. Los presentes no reprimieron un "ohhh" de asombro.
- …
Lucas notó el silencio de su contrincante. Entonces él no reaccionó al puñetazo que venía. Lo derribó. Lucas se limpió la cara, su mano quedó llena de sangre.
- "Sección de pelea a mano." Útil si ya no tienes magia.- Explicó Porky.
Efectivamente, Lucas no tenía suficiente y el otro comprendió que debía emplear otro tipo de pelea. El soldado se acercó a Lucas y asestó el primer golpe. El niño lo bloqueó vagamente, sin hacer ningún contraataque. El siguiente golpe lo esquivó, luego hizo una barrida que el soldado esquivó, pero que lo alejó un poco.
- ¡Pelea! - Gritaba Porky.- ¡No terminará si no peleas!
Un golpe lo hizo despertar. Lucas gruñó de dolor.
"Lo siento".
Contraatacó, dándole un puñetazo el el rostro. El comandante retrocedió un paso.
Estaba desorientado. Lucas lo empujó al suelo y se puso encima. Veía en rojo, estaba enfadado de veras. Le golpeó con rabia, el comandante lo dio vuelta y se puso encima. Ambos sangraban de nariz. El soldado le asestó un golpe, Lucas lo agarró de la chaqueta y se lo sacó de encima. Se puso de pie, y lo embistió, gritando de ira.
Los capitanes primero veían con atención la pelea, pero cuando se dieron cuenta que más que una pelea técnica parecía una pelea de calle, se taparon la boca de asombro. Uno de ellos sacó su teléfono y comenzó a grabar.
El comandante estaba furioso. Lucas lo agarró del pelo, y el otro empezó a arañarlo, el rubio gritaba insultos de pueblo contra él.
- Sepárenlos.- Porky murmuró a un capitán.- Parecen dos gatos peleando por territorio. Y dile a ése idiota que deje de grabar.
Tres capitanes se dedicaron a separarlos, mientras el otro trataba de que el que restaba dejara de grabar.
Fue difícil separarlos. Estaban realmente agarrados de las mechas. El comandante se soltó más fácil, pero Lucas aún gritaba de rabia.
- ¡Maldición! ¡Putañero! ¡Suéltame, so puto!- Miró al comandante. Éste lo miraba con ojos como platos. Lucas quería zafarse.- ¡No lo ves! ¡¿No sabes?! ¡Puto! ¡Suéltame!
Dejó de luchar en algún momento. Quedó colgando en brazos de los soldados.
- ¿Ya terminaron? Demos gracias a ambos por su presentación tan…real.- Porky aplaudió, y el resto de los capitanes también.
Lucas miró al comandante. Él lo miraba tan frío que se le helaron las ideas.
Se miró al espejo. La nariz estaba bien, pero llena de sangre. No estaba quebrada. Un arañazo surcaba su mejilla, y bajo el ojo izquierdo estaba oscura la piel. Le dolía todo, incluso la espalda, debe ser porque cayó al suelo repetidas veces.
La gasa estaba roja. Se limpió la nariz y fue al camarín a cambiarse.
Entró. El comandante estaba ahí, cerró el locker y lo miró fijamente. Lucas hizo como si nada.
Abrió su locker y cogió una polera blanca. Cuando lo cerró, el otro lo estaba mirando del otro lado.
- ¡Ah! - Soltó un respingo.- ¿Qué quieres?
El comandante le pasó una botella de líquido opalino. La miró con recelo.
- ¿Qué es eso?
- Restaura la fuente de energía.
- Gracias, pero no lo necesito.
Lucas fue y se sentó en la banca. Se sacó la polera, haciendo una mueca de dolor.
- ¿Sigues aquí? Dime qué quieres.- Bufó Lucas al notar que el cyborg seguía de pie ahí.
Sintió las manos del comandante posarse en su espalda. Dio un respingo, la derecha del soldado estaba helada como un metal.
- Heal.- murmuró, y la magia hizo su efecto sobre Lucas. La espalda dejó de dolerle.
Se dio vuelta, poniéndose la polera. El comandante observó velozmente las facciones dañadas.
- No quise arañarte así. Pero no me agrada que me jalen el pelo.
- …no jodas, Sherlock.
El soldado hizo gesto de usar magia curativa, pero el otro lo detuvo.
- No, no lo hagas. Baja las manos. Me curaré solo. Sin magia.
Lucas observó que el mecha bajaba las manos con reticencia. Luego se sentó en la banca junto a él.
- El amo dice que aprobaste.
- ¡Wuuu!- exclamó Lucas con cinismo.
- No suenas alegre.
- Fue a propósito. Por supuesto que no me alegro.
El otro no preguntó cómo era eso de decir una idea y que significara lo contrario.
- Ya no serás el entrenador de tácticas de los coroneles. Serás…
Lucas esperó que terminara de hablar. Pero no lo hizo.
- ¿Qué ocurre? - Preguntó.
El soldado lo miró, girándose un poco.
- Porky quiere que me enseñes a pelear como tú lo haces.
Lucas se puso la mano en la frente.
- De ningún modo. No voy a pelear contigo.
- No es una opción, es una obligación.
El niño suspiró hondamente.
- Ya sabes pelear. ¿Por qué necesitas aprender más pelea?
- Porky me vio débil.
Lucas se puso de pie.
- Supongo que no tengo opción.
Iba a salir por la puerta, pero el comandante lo detuvo.
- Espera.
- ¿Qué?
- Tú no querías pelear conmigo. ¿Porqué?
El rubio sonrió un poco.
- Si te lo digo, Porky me castigará.
Después de decirlo, salió por la puerta, sonriendo victorioso. Digo victorioso porque el comandante quedó con una duda terrible. La duda siempre guía a la búsqueda de conocimento.
Ja, Lucas se va a enterar pronto de lo que significa estar en la armada y tener problemas con Porky y el Comandante.
Significa que (inserte idea aquí, porque no te voy a hacer spoiler).
