PRÍNCIPE CRIMINAL, LADRÓN GENEROSO

Cuando estas ante la tiranía, muchos actos que creemos reprobables pasan de largo, es decir, cuando controlan el camino que tu vida sigue mecánicamente, lo mundano no es prioridad.

Sin embargo, los mismos tampoco suelen ser elección, solo siguen una senda trazada o alterada de diversas formas, este fue el destino de un alma real.

Nacido dentro del honor, la riqueza y el privilegio. Su familia, fue despojada del nombre y de aquello que correspondía a su derecho de siglos, a manos de un déspota; en ese instante, su rumbo fue decidido.

Retirado del seno de un hogar por su protección y en nombre de una profecía de esperanza para su gente. Un giro inesperado de acontecimientos lo puso en manos de Farrel Greenwirth, líder de la "Cofradía de ladrones" dentro de la fría Robotropolis.

Al ser criminales, podría pensarse que su único interés es el dinero, y no se equivocan...

Sin embargo, en la cofradía, todo miembro es "Familia" y los rincones donde se refugian podrían llamarse "Hogar", al menos simbólicamente.

Farrel, sintió un irremediable afecto por el pequeño bebe erizo. Dándose a la tarea de criarlo en todas las artes del buen ladrón y artimañas conocidas en su experiencia para así sobrevivir ¿Su objetivo?

Convertirlo en el más hábil de todos, un as, un rey dentro del grupo, ya que sin explicárselo, vio en sus ojos un destello especial: una luz que lo ponía por encima de cualquiera...era ajeno a su lógica, pero en ese instante, lo amo tanto o más que si hubiera sido su verdadero padre.

Y él bebe creció, para convertirse en un orgullo, en esos días, alguien más se había unido. Una pequeña zorrita, al igual que el erizo huérfana y encontrada huyendo de la fuerzas de Robotnik, quienes habían capturado a sus padres como miembros de la resistencia, aunque se trataba de simples mercaderes a los que el dictador acuso de traición, para así apoderarse de su fortuna.

Viendo en ella potencial similar al del joven Manic, Naty fue acogida y entrenada para de igual modo ser la mejor, así fue que una amistad y hermandad muy singular se dio entre estos niños, junto a otros, criados en la delincuencia.

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-Mis estrellas, ¿Que me cuentan hoy?

-Fue un gran día en la plaza- Manic inicio la conversación-, ¿No?

-Sí, nos fue muy bien- Naty, con un pequeño saco en sus manos, vacío el contenido en el suelo a la vista de Farrel.

- Vaya que si- se inclinó e inspecciono el botín-, mejoran cada día pequeños.

El viejo ladrón, cargo a los niños en sus brazos.

-No podría estar más contento. Y tú, mi sol, seguro pronto te unirás a las patrullas.

-¿Tú crees?- el erizo pregunto un poco reacio.

-Claro. Cuento contigo para que la ayudes Manic, después de todo, es nuestro solecito- le guiño un ojo un poco pícaro.

Después de una buena y animada cena, los chicos se dirigieron a su sitio de descanso, justo debajo del alcantarillado de la ciudad:

-¿Naty?- Manic pregunto, consciente de lo que las palabras de Farrel la habían afectado.

-No quiero hacerlo...

-Lo sé.

-Les debo tanto a Farrel y a ti, pero...

-Tranquila, todo saldrá bien ya verás.

Sin embargo, no fue así.

Sabía que Naty no tenía el deseo o la voluntad para convertirse en lo que mi padre deseaba. A diferencia mía, conoció lo que era dormir en una cama, comer 3 veces, el calor de una familia.

No me malentiendan...

Farrel es maravilloso, Como todo ladrón y líder, severo y exigente cuando de negocios se trata.

Pero, solo Naty y yo hemos conocido su verdadera cara: Un paciente maestro, un amigo incondicional y otras tantas cosas.

La más importante lección que he recibido fue esta.

"Debes tomar la mejor decisión"

Ojala la hubiera escuchado. Parecía solo otra "Patrulla de Ratones", Naty, yo y unos cuantos chicos más habíamos sido asignados a asaltar el laboratorio de la base principal; en mi prepotencia y siendo el de mayor experiencia asegure que si tomábamos un atajo en lugar de la ruta trazada previamente por los mayores tendríamos un mayor botín.

Claro que eso, no resulto muy bien.

De no ser por la Resistencia y la inesperada ayuda de un chico azul...

-Manic...

-¡Fue mi culpa!

-Cálmate muchacho. No podías saberlo...

-¡De no ser por esto, Naty seguiría con nosotros!

Después de ese día, abandono la cofradía. Sabíamos el destino de los que dejaban el grupo y ni Farrel con toda su influencia podría cambiar la sentencia: Aquel miembro que la encontrara, recibiría una recompensa si la entregaba al imperio.

Entre los delincuentes, la traición se paga caro.

La sola idea de perderla, de verla transformada en una maquina sin voluntad al servicio de Robotnik, compartir el mismo final que sus padres...

Decidí buscarla.

No importaba lo que tuviera que hacer...ella volvería conmigo.

Con esta determinación, deje a Farrel a escondidas y me dispuse a rastrearla por los sitios que solía frecuentar en su antigua vida.

Existía uno en particular, del cual me hablaba con mucho entusiasmo: La abadía de Saturnia.

Según lo que escuche, era un albergue creado en días anteriores para los necesitados. Sus padres, junto a otras personas de posición mantenían el lugar secretamente para ofrecer ayuda y auxilio a aquellos dejados en la miseria por los altos impuestos; dándoles un lugar caliente, comida y demás.

El problema, se ubicaba en el borde exterior de la frontera de Robotropolis. Para llegar, era necesario pasar las enormes patrullas y solo los que conocían el territorio lo lograban sin ser capturados.

¿Eso me detendría?

Espere una oportunidad. Pude infiltrarme en un grupo de nuevos refugiados que gracias a sus contactos, seria guiados.

Fue un camino difícil, manteniendo la cautela cada metro, caminando entre los desperdicios y chatarra arrojados en la zona.

Pero, finalmente lo logramos.

El lugar no era lo que esperaba...

Una enorme cueva, acondicionada como una especie de cafetería comunitaria. En sus paredes cientos de cubículos como madrigueras eran lo que se les daba por habitación, enormes mesas de madera donde familias enteras probaban una comida sencilla de sopa y vegetales, alimentos que solo se veían en las mesas de la aristocracia o de aquellos con solvencia.

A pesar de lo rudimentario, era caliente y confortable. El agua se encontraba dentro de enormes tanques, que era una odisea llenar sin ser detectados.

Busque entre la multitud, en las filas para recibir comida, en cada cubículo...

No había rastro.

Estaba a punto de resignarme, cuando escuche a un hombre mayor decir:

-Naty, necesito antibióticos, alcohol y vendas.

Casi de inmediato, vi salir a mi amiga de un cubículo diferente rotulado como "Enfermería"

-Naty- se interpuso en su camino.

-¿Manic?- pregunto sorprendida y temerosa.

-¿Qué haces?, regresemos a Robotropolis ahora- la tomo del hombro para ir a la salida.

-¡Naty, deprisa!- el hombre grito.

-Hablamos después, quédate aquí- la chica se soltó y corrió hacia donde la voz llamaba.

Pasada media hora...

-¿Usted cree que se salve?- Naty, junto al hombre, un mapache anciano y con bata medica salían del cubículo del paciente, pregunto.

-Hicimos lo necesario, solo podemos esperar.

-¿Terminaste?, ahora vámonos- El erizo verde interrumpió molesto.

-¿Quién es el nuevo pequeña?

-Manic... Naty ya, salgamos de aquí.

-Doctor Conray, ¿me daría tiempo a solas?- Naty solicito.

-Muy bien, no te demores. No sabemos cuándo haya otra emergencia.

-Gracias. Manic, vamos a mi habitación.

Una vez en su cubículo...

-¿Porque viniste?

-¿Todavía preguntas?, ¿Sabes lo preocupado que Farrel se encuentra?, ¿Lo que pasara por abandonar la Cofradía?

-Sí.

-Entonces, deja de ser absurda y regresemos.

-No.

-¿Qué?

-Manic, este es mi hogar ahora. Aquí soy necesaria, pensé que lo entendías.

-¿Entender?, Te vas, sin despedirte, después de que prácticamente nos criamos juntos, abandonaste a Farrel a pesar de lo que hizo por ti, a pesar de que tu cabeza tiene precio... ¿Eso es lo que debo entender?

-Vete- contesto serena-, Lo siento por Farrel pero no volveré a ser ladrona...

-Tu regresas conmigo y se acabó- el erizo cruzo los brazos y la miro decidido.

-Como quieras niño torpe...no me iré- La zorrita salió, para volver con el Doctor Conray.

Fueros semanas de esperar. Por algún motivo que no comprendía, Naty no me alejo a pesar que era obvio que le era molesta e incómoda mi presencia.

Fue lastimero ver la condición de algunos al llegar. Familias enteras en total desastre, algunos gravemente enfermos, lo que me hizo reconsiderar un poco las palabras e intenciones de mi amiga.

Como ladrones, se nos había enseñado que los demás, solo son un bien más, un escalón para tener aquello que nos garantizaría la felicidad: poseer la mayor riqueza.

Cuando lo pensé más detenidamente: Naty tenía derecho a escapar de un mundo tan egoísta, de labrarse un camino más limpio, ¿Quiénes éramos Farrel, yo o todo nuestro grupo para interponernos?

Me dolía, pero tuve que aceptar que tenía razón. Este era un mejor sitio para ella, aquí podía ser útil realmente y no solo una rata callejera más...aquí, podía ser más feliz que con Farrel...o conmigo.

Pero, todo empeoro de un modo que ni en sueños me imagine.

-Oye Graff, este sitio es una basura- el vicioso murmuro despectivo.

-Ya lo sé, solo será hasta que podamos regresar a salvo hasta la frontera.

-Pueden comer todo lo que gusten, deben recuperar fuerzas después de tan duro viaje.

-Gracias buen hombre...es gratificante encontrar almas generosas en este mundo tan duro- explico con toda la faceta de un actor.

Tras de recibir su ración y tomar de mala gana un lugar en las mesas, los 2 ladrones, observaron un rostro conocido.

-Vaya, vaya...mira quien esta ahí- Graff codeo a su compañero.

-¿La rata Manic?, ¿Que hace el hijo prodigo lejos de Farrel?

-No sé, pero creo que el viejo idiota pagaría mucho por la información.

-Oye...esa también, ¿No es?- Graff, mostro una lasciva sonrisa-, Ya veo...así que es por eso.

Poco después...

"Vuelves a ser, mis sueños, mi dulce sirena

Vuelves a ser, el sol que quema a las estrellas..."

El erizo, tarareaba esta pequeña letra mientras movía sus baquetas, uno de sus tesoros, en el aire simulando tocar.

-Pero mira nada más...el ladrón número uno, ¿En un hoyo de refugiados?

-¿Graff, Osvald?- Manic se volteo y los observo con temor.

-¿Acaso no sabes lo preocupado que tu "Papi" ha estado?

-¿Que hacen aquí?

-Una pequeña escala. ¿Sabes?, jamás entendí que vio en ti ese pobre anciano. Cuando tome tu canasta, pensé que algo bueno podría darme por ella...pero solo obtuve una moneda y una piedrecilla en mi camino, no soy bueno con la competencia.

La rata, tomo al niño por el cuello de su camisa y lo levanto a su altura.

-Siempre me ha gustado ese collar que tienes, debiste sacarle una buena tajada pero si no, yo lo hare.

Cuando trato de arrebatárselo, el mismo brillo de manera intensa y quemo su mano.

-¡Ahh!- Graff soltó al erizo y retrocedió, sosteniendo la extremidad herida-, Porquería... pero no importa, también vi a la mocosa...como sea, recupero mi inversión.

Osvald, golpeo por detrás la cabeza de Manic y después, inconsciente, los ladrones lo arrastraron.

Cuando desperté, dentro de una caja en la bodega, Graff y su amenaza era bastante real. Conociéndolo, no solo se conformaría con lo que obtendría por delatar a Naty...los refugiados...

Sin perder tiempo, fue por la chica.

-Debemos salir de aquí, Graff y Osvald nos vieron.

-Oh...

-Rápido, vámonos.

-Manic no puedo irme. Los que están en la abadía...

-¡Olvídalos! hay que huir mientras podamos.

-¡No!- se soltó de su mano bruscamente-, tenemos que advertirles, sacarlos.

-Son demasiados y seguramente todas las patrullas de la frontera vendrán aquí.

-Entonces me quedare...no los dejare solos enfrentar a los Robots.

-¡Naty por favor...regresa conmigo, si te quedas, jamás volveré a verte!

-No puedo...te lo dije, este es mi hogar. Huye mientras tengas oportunidad...Farrel sufrirá si algo pasara.

La zorrita, regreso por el pasillo para advertir a los mayores de la amenaza al refugio.

Cuando la escucharon, los presentes entraron en pánico:

-¡Huyamos!

-Dios mío...

-¡¿Escapamos de morir de hambre, solo para hacerlo en manos de Robotnik?!

-¡Por favor señores!- El doctor Conray intentaba calmarlos-, ¡Antes que nada, serenémonos y pensemos la forma de salir!

-¡¿Y cómo?, con todas las fuerzas de la frontera no habrá lugar seguro. Además ¿A dónde iremos mi familia y yo?!

-¡Hay un modo!- de entre la multitud, la voz de Manic se escuchó-, Por los túneles de abastecimiento de agua. Los llevarían de regreso a Robotropolis, estarán a su suerte, pero vivos.

Murmullos. Era un plan brillante, la única opción pero a la vez, arriesgada si los robots los descubrían antes de salir.

En poco tiempo, los refugiados, organizados por los dirigentes de la abadía entraban al túnel.

-Manic, gracias- la pequeña lo observaba admirada y agradecida.

-Vete. Me toca montar una distracción para darles tiempo.

-Eso significa...

El erizo, caminaba hacia la salida.

-¡Espera!- Naty lo tomo de la mano- ¡Ven!

-Esta vez no...- hablo sin mirarla a los ojos-, Tú lo dijiste: ellos te necesitan más que yo.

-¡No es cierto!- grito fuera de si- ¡Huye con nosotros, quédate conmigo!

-Farrel me espera. Naty, quiero que seas fuerte y feliz, ¿lo prometes?

-¿Señorita Naty?, vamos el doctor Conray nos llama- El paciente a quien ayudaran aquella ocasión: Un enorme oso solicito.

-Manic...escapemos- Naty se aferraba desesperada.

-Llévatela- el erizo dijo firme.

Entendiendo el mensaje, el oso cargo con la niña en contra de su voluntad.

-¡Gus, suéltame!- intento zafarse de su agarre-, ¡Manic!

Perdóname...tenías razón: Mi mundo, no es para ti.

Tal como temí, las unidades de Robots que antes, con tantas dificultades logramos evadir se acercaban.

Tuve que pensar rápido. Justo antes de llegar a la entrada de la cueva, existía un enorme montículo de desperdicios; tomando un palo, comencé a golpear la base para que los ruidos los atrajeran.

Funciono.

Con lo que no conté, es que dispararían antes. Uno de esos rayos rozo mi hombro, pero también acabo con la base del montículo. Toneladas de chatarra robótica cayeron sobre nosotros.

Salí del desastre, con mi brazo sangrante y maltrecho. No tenía tiempo, el lugar estaría intestado de más robots pronto.

Observe por última vez a la cueva, deseando que Naty y los demás hubieran salido...era momento de decir adiós definitivamente y volver con mi padre.

-Naty...buena suerte.

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*9 años después*

-¡Rápido! ¡Es por aquí!- el pequeño gritaba a su guardián, un erizo verde, miembro de los "Defensores de la libertad"

-Vamos chico, el lugar no se ira...

-Pero estoy retrasado, debía llevar estos suministros hace días- señalo a las bolsas de papel que cargaba consigo.

Es preciso señalar, que el joven había sido salvado por el grupo conocido como "Sonic Underground" de las tropas cobradoras de impuestos, siendo Manic, el menor de los tres hermanos miembros "casi" obligado a escoltarlo de regreso a su casa; un sitio un poco extravagante conocido como "WALLS", un lugar clandestino en la zona de vendedores de Robotropolis.

Cuando llegaron a lo que parecía una bodega abandonada, solo como señal, el nombre escrito con pintura en aerosol y caracteres grandes. El niño toco tres veces a manera de código, en ese momento, la enorme puerta de metal se abrió, mostrando al miembro de la seguridad...un Oso.

-Hola Gus, siento llegar tarde.

¿Gus? ...un momento, ¿No lo he visto antes?

-Herman, estábamos preocupados...la doctora ya iba a buscarte.

-Lo siento, tuve problemas al regresar y la Resistencia ayudo.

-Sabes que no nos relacionamos con los miembros de las guerrillas...no queremos líos por aquí.

-¡Oye!, la resistencia lucha para salvar Mobius, no somos el enemigo- El erizo encaro al oso, harto del mismo argumento que escuchaba cada vez que se referían al grupo.

-Gus... ¿Qué pasa?

Esa voz...

Detrás del oso, apareció una joven, una zorrita de hermosos ojos verdes y bata médica.

-¡Herman!- se acercó y abrazo al chico con dulzura.

-Doctora Naty, disculpe la tardanza.

-No importa, me da gusto verte a salvo.

-Fue gracias a él y sus hermanos- respondió señalando a su acompañante.

Cuando se observaron fijamente, apenas reaccionaron.

-Manic...

-Naty...

Gus, al fin reconociendo al muchacho, dijo a Herman:

-Vayamos a distribuir esto, dejemos a la doctora atender al invitado.

-Bien, te veo luego Manic.

-Adiós chico- señalo para despedirse.

-¿Así que Doctora? ...gran cambio- retomo la conversación.

-El doctor Conray me enseño bien, murió hace unos meses.

-¿Y que es este lugar?

-En lo que se convirtió la abadía. Algunos de los miembros originales la establecieron después de huir de la frontera; hacemos lo de siempre...auxiliar a quien lo necesite.

-Parece más una discoteca...- dijo mientras entraban.

-Y lo es, un disfraz para ocultarla a los ojos del regimen...lo que se recauda se usa en el centro de ayuda.

Después de observarse un poco más, Naty rompió la compostura.

-Manic...- lo abrazo de golpe-, temí lo peor.

-Yo también- correspondió-, espero que no me odies...por lo que hice.

-Jamás...y he esperado mucho para agradecerte, por mí y los demás aquel día.

Dio al erizo un dulce beso, uno que reservo por mucho, mucho tiempo.

Estaba atónito.

-¿Y tú? ¿Defensor de la Libertad? ...eso si no lo esperaba- continúo con calma.

-Pasaron muchas cosas- el erizo se recompuso y respondió.

-Cuéntame.

-¿Tiene tiempo Doctora?-dijo burlón mientras tomaba su mano.

-Para ti...siempre.

"Hijo mío...

Hace mucho, estuviste ante una decisión difícil: aferrarte o renunciar a lo más amado.

Protegiste a los inocentes, a pesar de tu naturaleza...

Ahora, luchas por nuestra libertad e intentas cambiar.

Aprendiste, que la generosidad ofrece más recompensas que lo material: con ella, tu espíritu es libre.

Mi pequeño Manic...te amo"

Así fue, que nuestro Príncipe, sin darse cuenta vio dentro de sí la luz, a pesar de crecer en tinieblas.

Un ladrón, puede cambiar su pecaminoso andar y convertirse en un digno noble.


Notas del Autor:

Y asi, despues de tanto tiempo (alrededor de 4 años XD) doy a conocer "CRONICAS DE LA REALEZA": una serie de One-Shots donde la famila Hedgehog, los legitimos gobernantes del planeta Mobius nos cuentan algunas de las historias que forjaron su camino antes del reencuentro.

Anteriormente, tuvieron la oportunidad de conocer una de ellas: "PRINCIPE VALEROSO, HEROE LLAMEANTE" que forma parte del recopilatorio "El Templo de Angel Island" dentro del foro "Esmeralda Madre" (Razon por la que fui la primera en publicar durante esa actividad :9)

Ahora, tenemos el relato del hermano menor: Manic, junto a su amiga Naty, nos cuentan una historia llena de dificultades, resaltando ante todo la "Generosidad", una de las 4 virtudes que dentro de la familia, son el simbolo de un verdadero Hedgehog.

"Valor, Generosidad"...

¿Cuales seran las otras 2 marcas?... aun faltan historias que contar.

Sin mas, les deseo una buena lectura

BUENAS TARDES A TODOS...DISFRUTEN =D