Bueno...es mi primera historia, nunca había intentado hacer algo como esto, pero al leer las demás quede profundamente hipnotizada, supongo que todas tenemos cierta fantasía con el personaje de Daryl Dixon así que bueno...esta es la mía. Disfrútenlo. :D

Rick y los demás habían salido en busca del gobernador, sabían que se encontraba cerca nuevamente a pesar de que no había intentado atacarlos, se acercaron lentamente al campamento, se encontraban en una iglesia, apenas si era protegida por unos cuantos guardias y no se veían caminantes a la redonda, se escuchaba ruido en exceso, la voz de una mujer resonaba con fuerza, al parecer cantaba

-¿Se dan el lujo de tener una fiesta? – Preguntó Michonne molesta, la voz de la mujer se detuvo y rompieron el silencio disparos continuos, los guardias dejaron su lugar

- Otra vez está molesto con la chica- susurró uno de ellos, era un regordete de tez clara, que sonrió con vulgaridad mientras llenaba su boca de comida

-Es su trofeo, ahora la hará bailar desnuda como la ultima vez – mencionó riéndose

-Si, no me lo voy a perder – comentó mientras sorbía un trago de whisky, ambos entraron riéndose, el grupo se acerco cautelosamente, sabía que los disparos atraerían a los caminantes, Daryl se asomo por la ventana, una chica de aprox 27 años se encontraba parada sobre en el altar, tenia un vestido plateado con un amplio escote en la espalda y el busto, mostrando su piel blanca y tersa, su cabello castaño caía delicadamente sobre uno de sus hombros y sus labios rojos temblaban mientras intentaba cantar sin gritar mientras le disparaban a los pies, lagrimas silenciosas resbalaban de sus enormes ojos aceituna, deslavando el delineador negro, Michonne miro con molestia al notar que el gobernador estaba ahí, una niña de 13 años miraba suplicante, su brazos se encontraban atados a la silla del gobernador

-¿Eso es todo?...lo ves Karen..tu hermana desea que te matemos..no se esfuerza por salvarte – comentó el gobernador mientras la arremetía contra el suelo, la chica gritó con fuerza – ¡Desnúdate Marian! – ordenó, ella obedeció mientras lloraba con desesperación por intentar salvar a su hermana, bajo su vestido dejando su torso desnudo..cubrió sus senos, tapándolos con su larga cabellera castaña, los demás ayudantes comenzaron a acercarse

-¡Basta! Por favor…Déjanos ir, te daré lo que quieras – suplicó Marian, el gobernador rió a carcajadas, soltó a Karen y se aproximo a ella

- Lo que quiero, es a ti – le susurró al oído

-Entonces…déjala ir...yo hare lo que desees pero por favor…déjala ir – suplicó

- Los chicos necesitan..con que entretenerse..mm..tu entiendes – respondió mientras le daba palmadas en las mejillas, un tipo ebrio se acercó a Karen e intentó tocarla pero Marian corrió hacia ella interponiéndose en el camino

- Es solo una niña…por favor – rogó, el ebrio la miró perversamente, jalo de ella para intentar descubrir su pecho pero Karen lo pateo fuertemente tirándolo al suelo, se levantó molestó y mordió el brazo de Marian haciendo que sangrara y chillara de dolor, la abofeteó fuertemente haciendo que Karen intentara zafarse de la silla, el ebrio se sentó sobre su torso y continuo con la golpiza

-¡Basta!…no podemos dejarla ahí – pidió Daryl enfadado, Rick lo calmó

-No podemos…debemos esperar o moriremos todos...incluyéndola – respondió estresado por lo que observaba, Marian quedo aturdida en el piso, mientras el ebrio se dirigía a Karen, Marian se levantó sangrando, ofreciéndole el espectáculo que el gobernador deseaba, sacó una de sus zapatillas y se la clavó en la cabeza al ebrio

-¡Te dije que la soltaras imbécil! – exclamó mientras éste caía inconsciente aun lado de Karen, otros tipos se aproximaron a ella para detenerla, los retuvo lo mas que pudo hasta que el gobernador disparo al techo

-Mala niña..muy mala, te damos alimento..refugio ¿Y así nos pagas? – preguntó, Marian sostenía fuertemente su zapatilla como si se aferrara a una espada

-¡¿Refugio? ¿Alimento?! – gritó llorando – Desde cuándo..robar, matar, humillar y golpear es algo que debería agradecerse, te dije que no quería que dañaran a Karen, lo suplique..fue lo único que pedí – agregó molesta – Ahora..si tengo que morir aquí, así será, lo prefiero a vivir con ustedes malditos cerdos – comentó mientras corría hacia una jaula que cubrían con sabanas rotas, con el dificultad zafó las cadenas dejando salir a los caminantes

-Esta es nuestra oportunidad – dijo Michonne mientras se lanzaba por la ventana mientras todos estaban distraídos con los caminantes, el gobernador disparó hacia Marian que solo esquivaba las balas en busca de su hermana que aun seguía atada, Daryl y los demás salieron de su escondite, al notar su presencia el Gobernador huyo por la puerta trasera junto a su teniente Martínez, Daryl se acercó a Karen para liberarla, rompió las cuerdas con su cuchillo pero antes de que pudiera decir algo, Marian le dio un fuerte puñetazo en la cara dejándolo aturdido

-Vaya, golpeas fuerte – comentó Daryl, mientras escupía un poco de sangre, Marian lo miró con furia, este intentó calmarla – Solo queremos ayudar, somos buenos, tenemos refugió en una cárcel cercana – agregó, Marian tomó la mano de Karen

-Vámonos – ordenó mientras la jalaba pero uno de los ayudantes del gobernador la detuvo, Daryl lo atacó pero los caminantes se acercaban cada vez más, Marian le señaló a Karen la mesa de ofrendas – Escóndete ahí. Necesito un arma – pidió

-No Marian, vámonos..no me abandones – suplicó con lagrimas en los ojos

-Eres todo lo que tengo, jamás te dejare, ¿Entiendes? Jamás – explicó, Karen corrió a donde le ordeno, Marian tomó un pedazo de tabla del suelo y golpeo la cabeza de un caminante que estaba por atacar a Daryl mientras estaba distraído hasta partirla por la mitad - Ahora estamos a mano – dijo, Daryl la miró sin poder evitar bajar la mirada a su hermoso torso, Marian lo notó sonrojándose cubriendo sus senos con el vestido, lo miró por última vez con sus enormes ojos aceituna y continuo con la búsqueda de sus armas pero los caminantes no dejaban de entrar a la iglesia

Karen estaba escondida en donde le habían indicado Marian pero uno de los recién mordidos se arrastró hacia ella, salió corriendo de su escondite y fue salvada por el sable de Michonne

-No te preocupes estas a salvo. Ven con nosotros – pidió, Karen tomó su mano aterrada, buscando con la mirada a Marian, pero solo veía caminantes – Tenemos que irnos – gritó Michonne al notar que el numero de caminantes era incontrolable

-Falta mi hermana, no puedo irme sin ella – pidió Karen llorando pero no veía nada

-Lo siento, no podemos quedarnos, debemos irnos..si esta viva nos buscara – comentó mientras salían a los vehículos que habían escondido entre la maleza

Marian encontró sus machetes y su arco, tomó todo y lo colgó de su espalda, le cortó la cabeza a un par de caminantes para abrirse paso al altar pero no encontró a Karen, la buscó por todas partes, no había ni rastro de sangre – Debe estar viva, ellos se la llevaron – pensó para si misma mientras corría hacia el bosque.

La mañana siguiente Karen abrió lentamente los ojos, vio a Hershel sentado a su lado

-¡Buenos días! – saludó este con una sonrisa, Karen se arrastró hasta un borde la cama, mirándolo aterrada – Tranquila, no somos como el gobernador, estas a salvo – comentó ofreciéndole un plato de comida, ella comió desesperadamente, tenia 4 dias que no probaba bocado, desde que se habían topado con el Gobernador – No encontramos a tu hermana, lo siento – agregó, Karen sonrió, Daryl la miraba desde la puerta de la celda

-Ella es muy fuerte, me buscara, sé que está viva – respondió segura de sí misma, Daryl quería pensar lo mismo, algo en ella le había sorprendido

-¿Cómo sobrevivieron? ¿Donde está su grupo? – preguntó Daryl de manera sería, la pequeña negó con la cabeza

-Solo hemos sido ella y yo desde hace dos años cuando me encontró, si no fuera por Marian yo estaría muerta, tenía un grupo en el aeropuerto, todos murieron y ella llegó y me salvo como un ángel - comentó agradecida

-Es decir…que ¿No son hermanas biológicas? – preguntó confundido

-No, nunca nos conocimos hasta ese día, pero ella me ha cuidado como una hermana..tal vez hasta como una madre, lo que hizo por mi mientras estábamos con el Gobernador..me salvó y yo… y yo… la abandone – respondió llorando

-Tranquila, tienes razón, ella es muy fuerte, sabe donde estas..vendrá – comentó Daryl para calmarla. Hershel le dio unas leves palmadas de aliento en la espalda

Rick y Gleen hacían guardia, cuando notaron que una figura de una mujer con vestido plateado se aproximaba a la puerta, estaban por dispararle cuando notaron que jalaba una especie de carretilla de madera, los caminantes se acercaron a ella y esta se defendió con un par de machetes, Rick llamó a Daryl y ambos corrieron hacia la puerta, se veía terriblemente pálida, entre manchas de sangre y su vestido formal, atacaba con lo último que le quedaba de fuerzas, cayó al suelo agotada, esperando su muerte por un caminante cuando Daryl lo atravesó con una flecha, la llevaron adentró con sus cosas, Rick notó la mordida en su brazo

-La mordieron – dijo Glenn mientras señalaba la herida, y se alejaba de ella, Marian se levantó tambaleándose

-No quiero problemas…sé que la tienen, tomen lo que quieran..solo déjenos ir – comentó mientras quitaba la manta que cubría la carretilla, había frutos, comida enlatada y cajas de medicamentos – Es todo lo que tengo, solo quiero a Karen y nadie saldrá herido – agregó mientras tomaba un machete y se tambaleaba de un lado a otro por el agotamiento

-Está infectada..Rick, debemos matarla antes de que se transforme – pidió Glenn, Daryl intentó acercarse a ella pero esta sacudió el machete con fuerza para ahuyentarlo

-No estoy infectada par de idiotas, es una mordida de humano…- dijo casi delirando por la fiebre

-Tiene razón, ayer la mordieron, pudo infectarse por las condiciones en las que esta, solo necesita antibióticos – recordó Daryl, Rick se acercó a los tres

-No podemos arriesgarnos, pero podrías tener razón..debemos revisarla y aislarla – propuso Rick - Debemos revisarte Marian, tu hermana está bien..pero no podemos exponer a todos..Debemos estar seguros – pidió intentando calmarla, Karen corrió por el patio en busca de Marian

-Lo sabía, tu lo prometiste – exclamó con alegría acercándose a ella pero Rick se lo impidió

- Así es hermanita, regrese por ti, es hora de irnos – comentó Marian

-No, ellos son buenos, nos ayudaran..ya no tenemos que estar solas…Daryl se acercó a Marian y le quitó el machete, esta lo golpeó fuertemente en defensa, él la sujetó para tranquilizarla, pero a pesar de estar tan mal era bastante fuerte, Daryl tuvo que golpearla, estaba ardiendo, sin mas se desmayó, Karen luchó contra Rick para zafarse pero fue inútil, llevaron a Marian a un celda de aislamiento, nadie quería acercarse a ella por lo que Daryl se ofreció a cuidarla y con Hershel hicieron una inspección minuciosa

-Tiene desnutrición, fiebre muy alta pero solo esa mordida y muchos golpes, me sorprende que este viva – diagnosticó Hershel, Daryl limpió sus heridas y su rostro, – Debemos esperar, si deja de respirar..no lo duden, terminen con su sufrimiento, use los antibióticos de su caja, trajo cosas muy importantes, no sé donde pudo conseguirlas- agregó mirándola con tristeza.

Daryl la observó en silencio, en su cuello portaba una cadena con un dije de corazón con zirconias y aun lado un anillo de diamantes, limpió sus delicados hombros, era realmente bella, agitó su cabeza con fuerza para despertar de sus pensamientos " No digas tonterías Dixon, es solo una chica, da igual si muere…una boca menos que alimentar" pensó molesto, su respiración agitada y superficial comenzó a preocuparle, la fiebre estaba aumentando, no podía dejarla morir así, la cargó y la llevó al baño, dejó caer su pequeño cuerpo en el tambo de agua helada, la chica lanzó un fuerte gemido y después un prolongado suspiro, Daryl la dejó ahí unos minutos hasta asegurase de que la fiebre había disminuido, aun seguía inconsciente, su vestido estaba completamente adherido a su cuerpo como una segunda piel, pudo ver sus pezones sobre la tela, sonrojándose " Maldita sea, Merle se burlaría de ti por temerle a una chica" maldijo entre dientes, la fiebre cedió y volvió a llevarla a la celda, recostándola aun mojada pero no se atrevió a cambiarla, ella abrió los ojos lentamente, mirando a Daryl aun dormitando

-Sebastián – susurró débilmente haciendo que Daryl se acercara más a su rostro, ella posó una de sus manos en la cara de Daryl, apenas haciendo una mueca que parecía sonrisa, besó sus labios con ternura – Me salvaste Sebastián – aseguró volviendo a repetir el beso, Daryl no se atrevió a quitarla solo se sonrojo, sus labios eran dulces y suaves

-Shhh..tienes que dormir – dijo suavemente, Marian asintió con la cabeza y tomó su mano con fuerza para posarla en su pecho, Daryl estaba más nervioso que nunca, solo podía pensar en quien era el afortunado Sebastián y el besó que le había dado, esperó a que estuviera completamente dormida para soltar su mano.

-¿Todo bien? – preguntó Hershel, Daryl asintió apenado mientras se levantaba de su siento y se retiraba.

Al dia siguiente Daryl fue a verla, pero no la vio en la celda, entró angustiado y esta lo atacó saliendo debajo de la cama, pero él se alegró al notar que no era un caminante, la fiebre había cedido por completo, Marian lo miro como un animal enfadado y vaya que Daryl conocía esa mirada

-¿Así recibes a tus visitantes? – preguntó sonriendo, Marian lo soltó al reconocerlo

-Solo a los que me golpean para dejarme inconsciente. ¿Qué quieren de mi? – preguntó sin bajar la guardia, Daryl la miró de pies a cabeza

-Lo siento, tú me amenazaste con un machete. No queremos nada, que te unas a nuestro grupo..puedes tener un lugar con Karen – respondió

-Estamos mejor solas, pasamos dos años sin incidentes hasta el dia que se nos ocurrió ayudar, el Gobernador, saqueó nuestro refugió, intentaron violarme y fui su diversión y ahora llegan ustedes como si fueran buenos samaritanos, si claro, y tu eres …mmm el sacerdote de la congregación – expresó con sarcasmo

-Siento mucho lo que pasaste pero..deberían intentarlo, solo queremos ayudar..pero si deciden irse también es su decisión..y pueden hacerlo en el momento que deseen – dijo con sinceridad

-¿Y cuanto tiempo estaré encerrada? No tengo fiebre, si fuera una mordida de caminante ya hubiera muerto

-Lo sé, Rick te hará unas preguntas para estar seguro..él es el líder del grupo – agregó mientras dejaba pasar a Rick

-Por lo visto ya estas mejor, solo son un par de preguntas ¿A cuántos caminantes has matado?

-No lo sé, perdí la cuenta hace mucho

-¿Has matado alguna persona?

-Si, a 4 hombres del gobernador y no me arrepiento de ello, merecían morir, intentaron tocar a Karen – respondió enfadada, Rick sonrió

-Puedes quedarte el tiempo que desees, solo intenta calmarte, Karen nos contó todo lo que pasaron, están a salvo, solo coopera con las actividades del grupo – comentó mientras salía de la celda, Daryl le dio ropa limpia y zapatos, aun portaba el vestido plateado, no pudo evitar detenerse para mirar su tersa piel de su pecho y su respiración aun agitada, sus delicados pies descalzos tenían ampollas por haber caminando en el bosque, su rostro dulce aun estaba enfurecido

-Gracias – dijo enfadada, Daryl la miró confundido, despertando de su sueño – De verdad Gracias, si ustedes no hubieran llegado, Karen habría muerto, no pude defenderla sola – agradeció mientras rompía en llanto, Daryl no era bueno en esas situaciones, puso fuertemente su palma contra su espalda haciendo que casi se callera de la cama

-Tranquila, eso no sucedió, Karen esta aquí, ambas están a salvo, no es necesario culparse, además lo lograron solas durante dos años, lo hiciste demasiado bien, no sabías que ellos eran malos, tranquila, todo estará bien – consoló, el era mayor po años pero se sentía atraído por ella, algo extraño porque no lo había sentido en años, pero alguien como ella nunca se fijaría en él, ni antes..ni ahora, Marian besó su mejilla agradecida aun con lagrimas en los ojos haciendo que él se sonrojara, se detuvo a pensar si debía decirle lo de la noche pero se obligó a guardarlo, aun estaba en shock por lo sucedido, ambos salieron de la celda en busca de Karen.

-¿Te encanta esa chica verdad? – preguntó Michonne dándole unos leves codazos en las costillas a Daryl que la miraba desde lejos

-No..claro que no..bueno es guapa..pero..nada mas, otra mas que alimentar

-No engañas a nadie, la cuidaste toda la noche, suplicando que no muriera- Daryl se sonrojo

-Lo sé, pero fue solo porque nadie quería hacerlo, haz visto como golpea mintió entristecido mientras continuaba sacándole punta a sus flechas

-Por Dios, el mundo se fue a la mierda y te das el lujo de pensar de que te puede rechazar una mujer, ella solo ve al chico que salvó a su hermana, no quiere saber mas, solo inténtalo tonto – exclamó mientras se alejaba, Daryl sonrió, Michonne tenia razón, se acercó a Karen y a Marian que revisaban la carretilla sacando las provisiones, dentro había un arco de madera tallada

-¿Así que también cazabas? – preguntó de manera cortante, haciendo que ella brincara sorprendida

-Es la mejor – halagó Karen imitándola con el arco

-Y si prestaras atención tal vez tu serias la mejor – reprendió Marian mientras le mostraba la lengua, Marian sacó de la carretilla una caja de cigarrillos – Un pequeño presente, de nuevo gracias, si no fuera por ti Karen estaría muerta – agradeció aun con todo orgulloso

-Mmm…supongo que gracias – dijo sonrojado, – Para ser una chica, golpeas bastante fuerte – halagó, Marian se sonrojo mientras él le ofrecía un cigarrillo, ella normalmente no fumaba, lo odiaba pero no quería que el la viera como una niña, casi se ahoga con el primer jalón de humo, Daryl rió levemente

-Lo siento, la adrenalina me hizo golpearte, pensé que querían lastimarnos – comentó mientras sacudía el cabello negro de Karen, sus ojos azules relucían de felicidad por estar nuevamente con Marian, se sentaron a comer, las hermanas comieron con desesperación, olvidando los modales, sacándole una sonrisa a Daryl que las observaba a lo lejos.

Marian fue incorporada rápidamente a las tareas del hogar, la limpieza del lugar, la ropa y el cuidado de los niños, realmente le agradaba este grupo, aunque no quería confiar del todo en ellos, aun se despertaba por las noches con la respiración agitada, se levantaba del piso y veía a Karen dormir tan pacíficamente que ella se calmaba. Había hecho gran amistad con Carol, Maggie y Sasha pasaban horas recordando los buenos tiempos

-Vamos….ya..confiesa Carol… - pidió Maggie mientras se secaba el sudor de la frente, Carol se encontraba sonrojada mientras negaba con la cabeza – Bueno, yo primero…mi primera vez fue con mi novio Richard, realmente me gustaba íbamos en la secundaria…me llevó a ver un partido de futbol, no estaba planeado…empezamos besándonos y terminamos haciéndolo detrás del tablero de marcaciones – confesó, todas echaron a reír – Si mi padre lo supiera, mataría a Richard en este momento – agregó, Carol le lanzó un poco de agua, estaban divirtiéndose tanto que no notaron que Daryl las escuchaba – Ahora tu Marian – pidió

-Mmmm…era mi instructor en la universidad…era mayor que yo…pero Dios! Tenía un cuerpo para pecar – comentó mordiéndose el labio – Fuimos a hacer un trabajo en mi casa, yo vivía sola..asi que terminamos teniendo sexo en la cocina – declaró riendo, un chico de 27 años se pasó frente a ellas, tenía una complexión musculosa, cabello negro y ojos azules, un rostro digno de admirar, con facciones delicadas pero sin parecer afeminado, él sonrió levemente sonrojándolas y se retiró sin apartar los ojos de encima de Marian

-Uhh…él esta como para darle una buena noche – dijo Sasha mirando cómo se alejaba – Y ese trasero, por dios – agregó sin dejar de mirarlo, Daryl salió de su escondite y las miró de manera seria, posando sus ojos en Marian, ella no pudo sostener su mirada

-Muy bien…juguemos, te retó darle un beso – sugirió Maggie mientras señalaba a Sasha y a Marian, ambas negaron con la cabeza, Maggie sonrió con malicia mientras sacaba de su pantalón un gran trozo de chocolate – Vamos…un trozo de chocolate a la que lo haga primero, solo será rápido, contacto en los labios y ya – ambas se miraron confundidas, Marian quería ese trozo de chocolate – Muy bien…Marian..te toca a nuestro flamante Dixon y Sasha…Oliver el chico nuevo - agregó

-¿Daryl? La va a desollar como a una ardilla – comentó Carol riendo, Marian suspiró

-Será rápido, Dios me voy a arrepentir por esto – se dijo así misma mientras soltaba su cabellera, bajó un poco su tank top y mojó sus labios – Muy niñas, les enseñare a seducir – declaró confiada, caminó balanceando las caderas hacía donde estaba Daryl, todas la siguieron escondiéndose lo más que podían para no ser detectadas por el cazador, Marian se paró frente a él, éste tallaba sus flechas

-Estorbas – gruño sin mirarla, Marian intentó sonreír

-Oh, lo siento…yo…solo quería agradecerte por la comida – dijo de manera inocente mientras se sentaba junto a él, Daryl la miró de reojo y asintió con la cabeza, ella no se movió de su lugar

-¿Y ahora qué demonios quieres? – preguntó comenzando a molestarse, ella lo tomó con ambas manos del rostro y junto sus labios suaves a los labios resecos de Daryl, se separó con rapidez, haciendo que se cayera de la banca, Marian se levantó sonrojada y huyó rápidamente sin dejar de Daryl dijera algo, solo se quedo tirado mirando cómo se alejaba.

La hora de la cena llegó, Marian había intentado evitar todo el día a Daryl, solo recordar que lo había besado la estremecía, pero no tenía el valor para enfrentarlo, miró a ambos lados del comedor y cuando se aseguró de que no estaba cerca corrió a un asiento, Oliver se sentó a su lado

-¿De quién te escondes? – preguntó suavemente, Marian fingió una sonrisa

- De nadie ¿Por qué debería esconderme? – respondió mirando de reojo a su alrededor, Oliver sonrió

- Te me haces demasiado conocida…

- No lo creo, no soy de por aquí – exclamó avergonzada, Oliver rió levemente

-Por eso siempre digo "Las heridas emocionales son el precio que todos tenemos que pagar para ser independientes" – comentó, Daryl se sentó junto a ellos sin decir nada, Marian frunció el entrecejo

-Eso es de Murakami – replicó confundida, Oliver rió a carcajadas

-Una chica sin duda muy inteligente – confirmó, entonó la voz y comenzó a cantar:

El amor es un pájaro rebelde
que nadie puede domesticar,
y no vale de nada que uno lo llame
si él prefiere rehusarse.

Marian completo el resto sin dificultad, cantando mientras movía sus dedos dirigiendo la orquesta

De nada sirven amenazas ni plegarias.
Este habla bien, el otro es callado;
y yo prefiero al otro.
No dijo nada, pero me gusta.
El amor es un niño gitano,
que jamás conoció la ley.

- Mi obra favorita, amaba cuando cantaban la Habanera, fui con mi madre a verla mil veces – comentó Marian sonriendo, Oliver la miró sorprendido

- ¿En serio? También es mi favorita, vaya…extraño el teatro, el cine, las librerías, las cenas elegantes – explicó él

- Si..comprar un vestido de diseñador y unos tacones altos, comer sushi en el restaurant de moda – declaró extasiada.

- Vaya, los dos niños ricachones se encontraron – gruñó Daryl molesto, Marian volteó a verlo sin importancia – Solo mas bocas que alimentar – se quejó

- Bueno, pues esto no es sushi – replicó Oliver retándolo – Pídele una disculpa a la señorita – exigió, Daryl tenia la boca llena de comida

- Uhhmm – dijo entre dientes molestando aun mas a Oliver, Marian lo detuvo suavemente con su mano, había visto pelear a Daryl era realmente bueno y le daría una buena paliza a Oliver en un santiamén –¿ Y ahora que me ves perra rica? – preguntó enfadado, Marian frunció el entrecejo

- ¡Jodete!, ¿O quieres ver como pateo tu trasero campesino? – preguntó ella levantándose de su lugar, Daryl se levantó tomándola de la quijada

- Eso lo quiero ver princesita – retó él mirándola con rencor, Oliver lo empujó con fuerza haciendo que Daryl le devolviera un puñetazo en la cara, Marian corrió a ayudarlo mirando con enojo a Daryl

- ¿Qué demonios te pasa? Tienes que comportarte como un idiota todo el tiempo – reclamó ella mientras se levantaba y le daba una fuerte bofetada, él frunció la boca en una extraña sonrisa

- Eres solo una zorra tonta – exclamó mientras se alejaba sin la mayor preocupación, Marian ayudo a Oliver a levantarse sin apartarle la vista, Rick se aproximo a ellos, realmente había pasado mucho tiempo desde ese comportamiento por parte de Daryl, no quiso discutirlo en ese momento.

Marian revisaba la despensa tenían realmente pocas cosas, necesitaban salir por provisiones, apenas llevaban dos semanas ahí, deseaba que la dejaran apoyar en algo mas que los quehaceres del hogar, Rick entró despistado

-No hay mucho verdad . afirmó mientras se tomaba con una mano el cabello, Marian sonrió para calmarlo, siempre lo hacia..como si dijera que demonios, es un dia mas vivos, agradece

-Sé que es precipitado, pero…yo podría ayudar, déjame salir…puedo traer comida, sé cómo hacerlo – pidió suplicante, Rick negó con la cabeza – Vamos, si no estás seguro…pueden acompañarme – agregó sin remedio, aunque preferiría salir sola

-Muy bien… lo necesitamos, Daryl irá contigo..es el mejor, entrar y salir..- explicó Rick, Marian lo miró consternada, no deseaba ir con él después de lo mal que se había portado con Oliver, apenas si cruzaba palabras con él, aunque de vez en cuando notaba que la miraba o la llamaba "perra rica" o su favorito "princesita inútil", ella lo llamaba paleto sureño o cazador de pacotilla

-No sé, Tyreese es bueno, podría acompañarme – mintió, Rick volvió a negar

-Necesito que estén aquí, Daryl equivale a 3 de mis mejores hombres, él caza podría ayudarte bastante, si no encuentran nada, regresen, no sé arriesguen – reprochó, Marian aceptó algo incomoda, no tenían mucho de qué hablar.

A la mañana siguiente Marian tomó su mochila, solo llevaba sus machetes atados a la cadera y su arco de madera en la espalda, Daryl la esperaba en la moto, tenía dos rifles y muchas municiones, la miró molesto mientras se acercaba, ella prefirió no hablar o terminaría golpeándolo

-Rick, las motos no son muy seguras..podrían atacarnos, prefiero caminar – susurró pero Daryl la escuchó

-¿Y que prefieres princesa? Tu limosina y tus mayordomos – comentó Daryl enfadado, Marian lo miró llena de rabia, respiro profundo para calmarse, pero él siguió provocándola – ¿Que? Tus novios ricachones nunca te subieron a una – agregó

-No me llames como a tus zorras, maldito cazador de pacotilla, solo no confío en tu manera de manejar – respondió, Rick detuvo la pelea

-¡Basta! Son dos adultos..ahora..vayan y regresen a salvo por favor, nada de peleas..nada de insultos, y Daryl cuídala – reprendió, ambos se callaron como dos niños regañados por el profesor, Marian subió a la moto a regañadientes

-Vamos princesa, es mejor que sientas algo duro entre las piernas – dijo entre dientes Daryl

-No te preocupes cazador, he tenido cosas más grandes – respondió con una sonrisa sarcástica, Daryl rió no pudo evitarlo a pesar de su enojo – Eres un cerdo – afirmó con asco, pero solo provocando la diversión de Daryl, él tomó su mano y la jaló hasta su pecho, Marian la retiró sonrojada

-No te emociones nena, es solo para que no te caigas – confesó Daryl con una sonrisa picara, Marian no tuvo opción que tomarse de él, después de todo le tenia un poco de pánico a las motos, Daryl sonrió satisfecho mientras salían de la prisión, aunque disfrutaba el contacto de su piel, debía admitir que Marian tenía un carácter muy terco, jamás se había quedado con la boca callada.

-Debemos ir al pueblo, sacaremos las conservas del restaurant y luego vamos al centro comercial – comentó Marian cerca de su rostro haciendo que se le erizara la piel

-Solo no pidas tus zapatillas y abrigos de Ming – pidió con sarcasmo, Marian sonrió

-Cazador, si quieres tener una chica como yo en la parte trasera de tu moto debes saber que tu tarjeta de crédito quebrara – comentó riéndose, Daryl negó con la cabeza asomando una pequeña sonrisa – Lo sabía, no eres tan amargado como te ves – agregó

-Claro que no princesa, soy peor, además…de que me serviría una nena consentida como tu, solo me hablaría de la mierda de sociedad en turno, de sus nuevas zapatillas y las bodas de sus amigas ricachonas – comentó, Marian frunció el entrecejo molesta, pero el viento le impedía respirar a su gusto, era demasiado helado y ella solo había traído un suéter de lana que era atravesado con facilidad, instintivamente se cubrió con la espalda de Daryl y pegó aun mas su cuerpo al de él, haciéndolo sentir incomodo pero sin atreverse a alejarla, sentía su cuerpo temblar por el frio, la brisa comenzó haciendo que empeorara, Daryl se detuvo en la orilla de la carretera – Soy un cabrón, pero no un maldito cabrón de mierda – aseguró mientras sacaba de su bolsa lateral un poncho y la cubría con él, Marian sonrió agradecida, no podía creer que ese hombre fuera tan complicado, nuevamente retomo el camino – Y no lo llenes de tus piojos de princesa – advirtió, Marian hizo una mueca

-¿Estás seguro que no eres un maldito cabrón de mierda? – preguntó con sarcasmo, siguieron por la carretera hasta llegar al restaurant que Marian había revisado hace unas semanas antes de encontrarlos, señalo el lugar, había un par de camionetas aun estacionadas – Muy bien cazador, es momento de que demuestres lo que aprendiste, necesito que arregles una camioneta, yo saco las conservas – ordenó, Daryl la miró con fastidio

-¿Ahora vienes a mandarme? – preguntó molesto, Marian lo ignoro mientras sacaba los machetes de sus caderas

-No, solo te hago la observación de para que me sirves mas – respondió caminando sin escucharlo, no había caminantes a la redonda, entró al restaurant y tomó unas pequeñas cajas de madera, no había nadie en el lugar, se dirigió al almacén secreto y comenzó a llenar la caja de conservas, había por lo menos 100 frascos de diferentes tipos, frutas, verduras, encurtidos, amaba la comida casera, cuando comenzó a salir con las cajas Daryl la miraba enfurecido, había logrado arreglar una camioneta sin capota, lo cual era bueno pues habría más espacio para lo que pensaba traer – ¿No me ayudaras? – preguntó molesta, Daryl negó con la cabeza

-Yo vigilo nena, además no soy tu maldito mayordomo – respondió enfadado, Marian lo miró con rabia pero no iba a gastar sus fuerzas en él, ahora lo que importaba era llevar alimento y esto les vendría bien, ahora solo faltaba el gran golpe pero ya estaba por oscurecer – Debemos buscar refugio – comentó, Marian señaló la parte de arriba del restaurant, se había quedado ahí un par de veces, era seguro y si los caminantes atacaban podían salir por la azotea, Daryl afirmó mientras escondía la moto y disimulaba que la camioneta estaba cargada, cruzo los cables para
evitar que la arrancaran, Marian tomó un par de frascos y una botella de vino – Uhh…cosecha de platino – comentó extasiada mientras subía las escaleras, Daryl la seguía sigiloso pero no pudo evitar mirarle el trasero mientras caminaba, Marian jaló una cuerda escondida y una par de escaleras aparecieron con la puerta, al estar arriba Daryl la cerró y se aseguró de sellarla con una tabla, en la habitación había un colchón matrimonial en el suelo, con un par de sabanas y cobijas, Marian encendió unas velas y cubrió la única ventana con las gruesas cortinas, para evitar que diera a la calle, abrió los frascos y le dio a Daryl el suyo, era raro estar sentados uno al otro sin insultarse, Marian abrió el vino, siempre quiso tomarlo pero saber que Karen la miraba se lo había impedido, respiró profundamente para absorber el olor, Daryl la miro sorprendido, no era de las que pareciera alcohólica o lo sabia aparentar muy bien

-No deberías beberlo, tienes que descansar – sugirió Daryl regresando a su frasco de conservas, Marian metió sus dedos y le robo un trozo de pepinillos haciendo que éste la mirara desconcertado, tomó un largo trago de la botella sin derramar una sola gota

-Vaya que es bueno, deberías probarlo, tal vez asi te relajes y dejes de comportarte como mi padre – sugirió pasándole la botella, Daryl no pensaba hacerlo – Oh, olvide que los cazadores están acostumbrados a licor barato – retó, Daryl le quito la botella molesto y dio un gran sorbo, y vaya que tenía razón, era bastante bueno y con sabor fuerte, Marian sonrió complacida

-Eres sola una princesita tonta – comentó dando otro sorbo, Marian subió los hombros

-Tal vez…pero aun sigo viva y te toque de desagradable compañía, asi que no tienes otra – reprochó pero no sonaba enfadada, estaba agotada por el acarreo de la tarde, Daryl comenzó a sentirse mal pero no dejaría que una chica caprichuda lo manejara a su antojo, bebió mas vino, no sabia si porque le había agradado el sabor o deseaba apagar su cerebro por unas horas – No hablas mucho cazador, pero te recomendaría no beber mucho vino, es mas fuerte que las cervezas que estas acostumbrado a beber – agregó, Daryl hizo una especie de gruñido y siguió bebiendo, Marian se asomó por la ventana, había unos pocos caminantes pero ninguno cercano al restaurant, parecía que dormirían tranquilos, se acercó da Daryl y le quitó con fuerza la botella, bebió con rapidez pero Daryl intentó quitársela logrando que la tiraran, solo salieron unas gotas, se había terminado, él comenzó a reírse

-Eres una maldita ebria – comentó ruborizado por el vino que comenzaba a hacerle efecto, Marian tampoco está muy sobria por lo que su comentario solo le genero risas – ¿Te burlas? – preguntó sonriente, Marian se dejó caer en el colchon

-No, solo me rio de tu estúpido rostro – respondió carcajeándose, Daryl se poso sobre ella sintiendo su respiración excitada sobre su rostro, sintió el deseo de besarla pero al notar su cercanía de dejó caer a un lado

-Vaya, tenias razón..es fuerte – comentó mas tranquilo, Marian estaba confundida

-Me estas coqueteando – afirmó sorprendida, Daryl se sonrojo

-Buu..que te hace pensar que eres tan especial, además tu me besaste, ¿Recuerdas? – comentó enfadado, Marian se atrevió a abrazarlo, solo pegó su pecho su espalda, uniendo su respiración, Daryl podía sentir sus senos firmes apretados contra su espalda, no supo si era el calor del vino o el hecho de que no había estado con una mujer en mucho tiempo, se sintió excitado y un poco mareado

-Si, cazador, tienes razón..soy como cualquier otra maldita zorra – lo imitó intentando gruñir, Daryl giró hacia ella quedando de frente – ¿Que te hace pensar que eres tan lindo? Solo eres un perverso gruñón, te besa una chica linda y solo puedes llamarla "Perra rica" – comentó acariciando su barba – Aunque te daré puntos extras por la ballesta y esos brazos..uhh si y tu lindo trasero – agregó sonriente, Daryl se sonrojó, era la primera vez que una chica le hablaba asi, no sabía que hacer, solo se encontraba callado, Marian beso la comisura de sus labios sin obtener respuesta, asi que se dedico a tocar suavemente sus brazos, sin esperar algún movimiento, Daryl solo mirada sus ojos aceituna y en la sinceridad de su mirada

-Estas más loca de lo que pensé – afirmó riéndose, Marian se carcajeo

-Eres divertido cazador, pero muy muy tonto – confirmó dándole la espalda, Daryl sintió que el alcohol subía un poco mas, tenía la necesidad de tocarla, algo extraño pues no había deseado estar con una mujer en bastante tiempo, Marian estaba dormitando cuando sintió unas manos ásperas tocando su cintura, giró sorprendida haciendo que Daryl se sonrojara retirando sus manos, ella las tomo y las puso sobre sus caderas, pero volvió a quedarse pasmado – Creo que necesitábamos otra botella de vino – comentó divertida, sin dejarlo hablar comenzó a besarlo suavemente hasta que el comenzó a recorrer su cuerpo, paso bruscamente las manos debajo de su blusa, haciendo que Marian gimiera de placer, Daryl estaba realmente excitado y comenzaba a notarse en su pantalón, no sabía si podría detenerse – Por favor, no seas tan blando – pidió mientras comenzaba a desabrochar su camisa, pero él la detuvo

-No deberíamos – confesó agitado, aunque moría de ganas por poseerla, pero conocía a las de su tipo, chicas adineradas que se embriagaban por diversión, para hacer locuras que después no recordarían, no deseaba aprovecharse de la situación. Marian se bajó la blusa avergonzada y ofendida

-Lo siento – se disculpó girándose para evitar que la mirara

-Oye…no es lo que piensas

-No, tienes razón, solo soy la mas zorra de las princesas que hayas conocido y borracha, lo siento, no quería incomodarte

-No..no, no eres una zorra, soy yo el que está mal, si deseas hacerlo….será cuando no tengamos unas copas encima – afirmó arrepintiéndose de decirlo, ella se acostó boca arriba

-Lo sé cazador, no te sientas mal… al final, todos somos un trozo de carne en este mundo - comentó suspirando, se veía tan tranquila que Daryl comenzó a sentirse incomodo, Marian tomó su brazo con delicadeza y lo uso de almohada, jugando con los botones de su camisa, él no se atrevió a quitarla – Maldita la bebida de los dioses que nos hace realizar incoherencias – comentó sonriente – Aprovechando tu pequeño lapsus de sinceridad. ¿Porque me odias? – preguntó despreocupada sin voltearlo a mirar, con una voz apenas clara, el cansancio comenzaba a vencerla y el vino aportaba mas

- Eres la maldita mujer mas loca que conozco pero no te odio, solo me fastidias – menciono riéndose, Marian no pudo evitar reir sin dejar de jugar con los botones

-Y tu el cazador con la boca mas sucia de país, si no estas maldiciéndome tienes un puño contra mi cara – menciono recordando cuando la golpeo para calmarla

-Mierda, admite que te encanta que te hable sucio …

-Já, te mentiría si dijera que no, eres el primero que tiene el valor de mandarme al demonio – confesó, Daryl se levantó sorprendido – Vamos, es la verdad…no tienes miedo de hacerlo, odio que todos me den siempre la razón, puedo equivocarme..puedo ser ofensiva..puedo ser molesta – agregó

-Si, eres la mas molesta del grupo, no paras de hablar ni un segundo – comentó tomándola por la barbilla – Pero a veces no lo eres tanto – halagó o al menos eso parecía. Marian se quitó la blusa dejando ver su sosten y la tersa piel de sus senos, Daryl la miró sorprendido no podía resistirlo y menos ante la "sutil insistencia" de ella, beso instintivamente sus labios con sabor a vino, bajo por su cuello estremeciéndola, succionando su delicada piel y dejando una huella, esta metió las manos por debajo de su camisa para sentir su espalda haciéndolo sentir incomodo, Marian sintió las cicatrices pero no quería arruinar el momento con palabrerías así que continuo como si no existieran, el beso sus senos sin atreverse a quitar el sostén, Marian luchaba contra el sueño y el cansancio hasta que quedo profundamente dormida, cuando Daryl lo notó se tiro en el colchón enfadado. La cubrió con las cobijas y se dejo vencer por el vino.

Marian se estiró en el colchón, cruzando las piernas hacia un lado topándose con un bulto, solo recibió un gruñido por respuesta

-No puede ser – se dijo así misma apenada al notar que no tenia blusa, instintivamente se tocó la cadera para saber si tenia pantalón, suspiró de alivió al encontrarlo

-No te emociones, no caí en tu trampa – gruñó Daryl al notar que se había despertado, Marian cubrió su pecho con las sabanas – Eh visto mejores – mencionó

-Si, me imagino…en los bares que frecuentabas supongo que había muchas bailarinas con bastante silicón- se defendió indignada mientras se ponía la blusa – Debemos irnos, el centro comercial no esta muy lejos – mencionó mientras se levantaba y miraba por la ventana sonrojada, Daryl apenas si contesto, aun seguía molesto por lo de anoche, pero prefirió fingir que no había pasado nada, Marian condujo sin decir una palabra de lo sucedido, al llegar al centro comercial Daryl se detuvo, estaba lleno de caminantes, las puertas se veían intactas pero la reja estaba completamente abierta, Marian se bajo de la camioneta y se acercó a él

-Es una maldita trampa – aseguró molesto, Marian sonrió

-Tranquilo Cazador, ahora te mostrare como hacen las cosas las princesas – dijo mientras comenzaba a caminar hacia la reja

-¿Estás loca? Vámonos, son demasiados

-No, el local está completamente cerrado, solo necesito distraerlos…solo debes cubrirme, cuando entren al estacionamiento solo cierra la puerta – mencionó comenzando a correr – Hey malditos caminantes, quieren un poco de carne! – gritó, continuo haciendo ruido para que la siguieran, Daryl maldijo entre dientes en lo que se escondía bajo la camioneta, los caminantes la siguieron de vez en cuando de atravesaba alguno en su camino pero con empujarlos con fuerza bastaba, cuando entró al estacionamiento, Daryl cerró las puertas de acero, apenas si tuvieron tiempo de darse cuenta por lo que no tuvo ni siquiera que gastar sus flechas pero Marian no aparecía

-Maldita loca, está encerrada ahí, no debí dejarla – maldijo enfadado golpeando la puerta con fuerza, de repente una mano tocó su hombro haciendo que apuntara con su ballesta pero Marian lo veía divertida, Daryl suspiró de alivio

-Te dije que sabía lo que hacía. reprochó sonriente, metieron la camioneta y la moto y cerraron la reja para impedir que volvieran a entrar más, Marian tomó un carrito y se subió empujándose con las piernas, Daryl la miraba enfadado – Vamos cazador, fue muy fácil, si te decía lo que haría no me ibas a dejar – agregó, el solo hizo una especie de gruñido, abrieron la puerta del centro comercial y con cautela comenzaron a llenar los carritos con alimentos, Marian lleno el suyo con pastas, harinas, y productos de higiene personal, vaciando los estantes

-Siempre supe que eras una maldita compradora compulsiva – afirmó Daryl vigilando con su ballesta

-Tal vez, pero esto es realmente divertido – aseguró, dándole el carrito para que subiera las cosas a la camioneta – Por favor – agregó sonriente. Daryl miró las cosas de carrito

-Para que tanto jabón y shampoo – reprocho

-No te vendría mal – aseguró riéndose, Marian siguió a los enlatados, y la farmacia vaciándola por completo, se detuvo en la sección de libros, por un momento recordó lo que era el pasado, tomó uno de cocina entre sus manos, ciertamente aunque no se dedicaba a eso, amaba cocinar, Daryl la sorprendió haciendo que soltara el libro – Ya es lo último – confirmó mientras miraba la lista con tristeza, él le lanzo una lata de coca cola al aire, apenas si pudo cacharla, sonrió agradecida mientras la abría, ciertamente no era lo mejor tomarla a temperatura ambiente pero habían pasado tantos años desde la última ocasión que la bebió con avidez, sin preocuparse por la fecha de caducidad, aunque sospechaba que Daryl ya lo había hecho porque también bebía una, había tanta tranquilidad que apenas podían creer que no fuera un día normal

-Hey…amigo, ¿Que hacen aquí? – preguntó una voz áspera, Marian camino hacia Daryl sin voltear, él levantó la ballesta pero Marian la bajo lentamente al notar que detrás de él habían dos hombres más con armas

- Hola, nosotros ya nos íbamos – respondió Marian con una sonrisa amplia, un tipo de 30 años de edad, la miraba desde el pasillo, ella sabía que significaba esa mirada, se sentía completamente desnuda

-¿A dónde? Apenas comenzara la fiesta – mencionó otro, mientras jugaba con su rifle

-Que amables…pero mi esposo y yo..solo pasábamos por aquí, vimos que estaba limpio de caminantes y decidimos entrar – mintió ella de manera tranquila mientras pasaba su mano por la cintura de Daryl para que no hiciera ningún movimiento brusco

-Así que tu esposo…vaya…y ¿Que tuviste que hacer para conseguir a una mujer así? – preguntó mientras escupía tabaco en el piso

-Tengo una gran personalidad – respondió con sarcasmo

-Solo…nos iremos, un gusto verlos – se despidió Marian jalando a Daryl de la mano, después de todo ya habían subido todo lo que necesitaban en la camioneta, era una pena por lo medicamentos…pero no se arriesgaría a que los lastimaran

-Vamos, nena…no hay muchas mujeres hoy en día, podrías…quedarte con nosotros…dudo que a tu esposo le moleste - comentó uno de ellos, que tenía manchas de sangre en la camisa, Daryl lo miro con molestia

-Ella es mi esposa..y se va conmigo – aclaró mientras lo retaba con el cuerpo pero el primer tipo le apuntó a la cabeza con la escopeta

-Nena, si amas a tu esposo…harás lo que te digamos, solo será un polvo o dos, todo depende de ti – mencionó mientras la tomaban de la cintura pero Daryl se portó a la defensiva para impedir que se la llevaran recibiendo un fuerte golpe en la cabeza, perdiendo la conciencia. Abrió los ojos con una fuerte jaqueca, el sabor metálico de la sangre le llenaba la boca, tardo unos minutos en ubicar donde estaba, seguía en el centro comercial, atado en el piso

-La maldita perra me mordió George – se quejó uno de ellos hablándole al que parecía el jefe, se apretaba con fuerza la oreja de la cual emanaba sangre a chorros, Marian tenia la boca manchada y yacía a su lado, tenía los ojos hinchados por llorar

-¿Estás bien? ¿Qué te hicieron esos malditos? – preguntó encolerizado, Marian negó con la cabeza

-Nada, tranquilo..no paso nada – respondió casi susurrando – los voy a distraer, no quiero que te maten, están muy enojados – masculló

-Levántate zorra – ordenó uno de ellos tomándola por el cabello – Si no es por las buenas, será por las malas – dijo mientras la lanzaba a un estante e intentaba bajarle el pantalón, Daryl se sacudió con fuerza e intento levantarse pero está muy bien atado, George miraba el espectáculo excitado mientras metía las manos a su cremallera

-Asi que vas a dejar que tus gatos disfruten primero el banquete – mencionó Marian intentando calmarse, George frunció el entrecejo mientras observaba como el tipo luchaba contra sus pantalones – Vaya, supongo que no la debes mantener lo suficientemente dura – agrego riéndose, George empujo a su compañero hacia la pared para que no la tocara, Marian se dio la vuelta y se sentó con las piernas abiertas en el estante – ¿Me equivoco George? No quería decirlo frente a mi esposo…pero debo saber cuál es el mejor lugar…me atraes, me gustas, no creo que esos cerdos merezcan este cuerpo más que tu Georgy – mintió mientras lo atraía con las piernas, él le apuntó a la cara con la escopeta

-¿Acaso quieres morir maldita zorra? O ¿Quieres que tu esposo muera? – preguntó, Marian sonrió de manera coqueta mientras introducía la punta de la escopeta a su boca, dio unos leves lengüetazos y miro a Daryl con lastima

-Lo siento amor, tendrás que morir hoy – dijo con tristeza, cuando estaban por dispararle los detuvo – Espera, quiero que vea esto, que vea como otro hombre es capaz de darme placer, por favor – pidió ella estresada, George sonrió excitado mientras ponía sus asquerosas manos sobre sus senos, Marian sonrió mientras le mostraba las manos atadas, éste saco su cuchillo y corto las cuerdas, Marian comenzó a besarlo intentado no vomitarse por el asco que le causaba, los otros dos tipos se acercaron a ellos como moscas intentando tocar a Marian, destrozando su blusa, ella apenas si los toqueteo haciendo que dejaran sus rifles en el estante, cuando se aseguró que estaban suficientemente distraídos toco el bulto sobre su pantalón, sacó el cuchillo y lo pateó con fuerza en el miembro dejándolo tirado, con el cuchillo atacó a los otros dos, tomando los rifles, y apuntándoles con determinación.

-¿Que harás nena? Dispararnos – bromeó uno de ellos, Marian sonrió quitando el seguro de los rifles haciendo que su rostro mostrara preocupación

-Seria más divertido arrancarles el maldito pene y dárselo a los caminantes pero ni ellos comen esas porquerías – respondió con seriedad – Ahora si no les molesta, suelten a mi amado esposo antes de que esparza sus sesos en el piso- George se levantó enfadado tomando otro cuchillo

-Maldita perra, los rifles no tienen munición. Mintió mientras se acercaba con el cuchillo, Marian le disparo a la pierna dejándolo tirado

-Lo siento Georgy mi amor, lo nuestro…no funcionara – afirmó volviendo apuntarle a los otros dos – Di una orden malditos cerdos, suéltenlo – gritó, ellos obedecieron, daryl estaba sorprendido ante la actuación de Marian y lo que había hecho por él, golpeo a uno con fuerza en la cara para cobrarse el golpe, los ató con las mismas cuerdas

-¿Estás bien? ¿No te hicieron daño? – volvió a preguntar preocupado, pateó con fuerza el estomago de uno de ellos – Malditos bastardos, debería matarlos – afirmó, Marian le dio el rifle intentando limpiar con sus manos el asco que le causaba recordarlos sobre ella, Daryl la abrazo – Tranquila, todo está bien – consoló, la cubrió con su pecho – Ahora podre comprarte tu abrigo de Ming – bromeó, Marian hizo una pequeña mueca parecida a una sonrisa, la llevo a la sección de ropa y le paso una camisa, se quitó la blusa sin pudor y comenzó a llorar – Lo siento Marian, no pude defenderte – se disculpó con sinceridad mientras la abrazaba

-No lloro por mi, eh pasado peores situaciones, solo…pensaba que si te hacían daño..yo no podría vivir con eso…Daryl eso fue solo una actuación, no significa nada haberlos besado o dejar que me tocaran…pero el realmente te iba a matar, te iba a matar….y y …explicó ante la mirada expectante de Daryl, él la beso en la frente

-Calma nena, yo prefería morir a ver que esos cerdos te dañaran, hubiera dado la vida para que no pasaras por esto – dijo estresado, Marian lo beso apasionadamente en los labios, recorriendo con sus manos su rostro sorprendido, Daryl solo se dejo llevar, sentirla a su lado borraba por completo la escena que acaba de pasar, ni siquiera quiso recordar las ganas de matar a esos malditos, solo pensaba en lo que ella era capaz de hacer por él – Bueno, mi bella esposa, debemos cargar el resto e irnos – bromeó dejándola que se terminara de vestir, sin que se diera cuenta tomó el libro que ella tenia en sus manos antes de que todo pasara. Subieron unas cajas de ropa, y mas productos de limpieza, Daryl los golpeaba cada ocasión que pasaba

-¿Y que hacemos con ellos? – Preguntó ella mientras los miraba con asco

-Debería matarlos….pero… los dejaremos aquí, toma sus rifles y dejémoslos atados…los caminantes tendrán una buena cena esta noche – respondió mientras les escupía, Marian clavo un cuchillo en un estante

-Nos vemos, solo déjenme advertirles que si los vuelvo a ver.. no tendré ni un poco de piedad, les cortare el miembro y hare que se lo traguen entero – advirtió molesta. Antes de salir encontró lámparas solares y lámparas de campismo, Daryl la ayudo a subirlas a la camioneta

-Gracias, ahora cálmate y vayamos casa – sugirió Daryl mientras la besaba nuevamente, tendrían que manejar parte de la noche pero eso no era problema solo quería salir de ahí, antes de irse Daryl abrió la puerta del estacionamiento para que salieran los caminantes, asi evitaría que los siguieran.

Cuando Marian vio la prisión sintió un gran alivio, no quería recordar lo que había pasado ni porque se preocupaba tanto por Daryl, al ver a Karen abriendo la puerta con Carl los subió a la camioneta

-Me alegra que estés bien – dijo Karen abrazándola no muy fuerte para dejarla conducir, Marian sonrió mientras sacaba de su chamarra dos chocolates sniker, dándole una a cada quien – Solo no digan que son mis favoritos – menciono riéndose, Carl se sonrojo

-Vaya…no tenia ni idea que era tanto….bueno pensé que traerían provisiones pero no tantas – mencionó Rick agradecido, Marian sonrió mientras sacaba de la camioneta un shampo y una barra de jabón

-Si me disculpan, deseo tomar un baño – se excuso mientras se dirigía a las regaderas

-¿Que fue lo que paso? – preguntó a Daryl, él lo miro cabizbajo

-Nos atacaron unos sujetos, ella me salvo la vida – respondió – Pero está todo bien, solo debe asimilar las cosas – agregó al notar la cara de preocupación de Rick, Daryl la siguió a las regaderas, cuando llego ella se encontraba debajo del chorro helado de agua, apenas si podía distinguir su cuerpo semi desnudo en la oscuridad, tomó una toalla y la cubrió

-Solo estoy tomando un baño – aseguró intentando sonreír, cubriéndose con rapidez con la toalla, Daryl vio moretones en sus brazos y muslos

-Por dios, vamos con Hershel el te ayudara – pidió pero ella se negó

-No, estoy muy cansada, solo quiero dormir, no es nada Daryl, el tipo solo se acerco demasiado, estoy bien – aseguró, Daryl la abrazo con delicadeza intentando brindarle un poco de calor – Solo quiero quitarme la sensación de suciedad, solo eso – agregó para no preocuparlo, regreso al chorro de agua helada, dejando caer su toalla aun lado, sus nalgas firmes resaltaban en sus bragas húmedas, su espalda brillaban con el agua y la leve luz que entraba con las escotillas, Daryl no pudo resistirse, entró al agua para abrazarla, Marian giro sobre sus brazos para tenerlo de frente

-Eres demasiado provocativa – aseguró él mientras quitaba un mechón de cabello de su rostro, Marian sonrió agradecida

-Tu tampoco te ves mal cazador – halagó Marian desabrochando la camisa

-Está bien, una ducha no nos vendría mal – aceptó él, no sabía en que momento había surgido ese deseo de tenerla en sus manos y recorrer cada centímetro de su cuerpo con besos pero quería hacerlo, termino de quitarse la camisa, mostrando sus firmes pectorales, Marian los toco excitada, recorriendo con los dedos su tatuaje como si volviera a escribirlo sobre su piel, Daryl la tomo de las caderas y la apoyo sobre la barda par poder besarla, a pesar del agua fría, sentía que las manos de Daryl le quemaban la piel, gimió excitada atrayéndolo con las caderas, sintiendo su miembro duro contra sus bragas, él la besaba con desesperación pasando de sus labios a su cuello, mientras ella recorría, sus brazos, su pecho y espalda, Daryl se detuvo mirando sus profundos ojos – Deberíamos terminar de ducharnos – sugirió besando su frente, Marian asintió sin quejas. También estaba cansada, tallo con delicadeza su espalda y beso suavemente sus cicatrices – Podrías dormir conmigo esta noche…solo dormir – insinuó asustado y con dolor en la entrepierna, odiaba dejar las cosas así, pero ella era especial y no pensaba arruinarlo, Marian acepto, necesitaba un poco de compañía, y sabia que él no diría ni haría nada, solo le proporcionaría su tímida presencia, aun no podía creer que estuviera tan equivocada sobre él, pensó que en la primera oportunidad se abalanzaría sobre ella. Daryl la llevó a la parte alta de las celdas donde no dormía nadie, acomodo un colchón y ambos se recostaron, Marian paso unos minutos jugando con la barba de Daryl antes de quedarse dormida. Él la beso en la frente, que le estaba pasando con esta chica, porque lo volvía tan loco, la abrazo pegando lo mas que pudo su cuerpo.

Cuando Marian abrió los ojos no había nadie con ella. Termino de vestirse y salió a buscar a Karen, ella jugaba con Carl que era lo más cercano que había estado a un chico, ya había olvidado que ahora era una adolescente. Ella solo había pensando en entrenarla para cuando no estuviera ahí, y ahora que la veía sonriendo todo cambiaba…tal vez si había una oportunidad de estar tranquilos, Rick la interrumpió en sus pensamientos

.Gracias por los alimentos – dijo agradecido mientras se paraba junto a ella – Daryl…me conto lo que paso ayer – agrego despreocupado, Marian se sonrojo, a que se refería con eso

-Yo..mm..no…bueno – tartamudeo

-Sé que lo salvaste de esos tipos, no ha querido hablar más del tema, él…es diferente a nosotros, no le es tan fácil expresarse…pero es un buen hombre, de los mejores – comentó, Marian sonrió

-Si, ahora lo sé, y estoy tan avergonzada por juzgarlo pero él también tenía ideas muy equivocadas de mi, espero todo esto cambie con el viaje – comento tranquila, Rick puso su mano sobre su hombro, Marian saco de la camioneta dos lámparas de campismo – Por cierto, te traje esto, para las noches en las que Judith quiera leche y no sepas a dónde vas – menciono riéndose mientras le mostraba cómo funcionaba, giro una palanca un par de veces y al presionar el botón prendió instantáneamente, Rick agradeció – Rick, de verdad quiero colaborar con ustedes….pero debes saber que..voy a irme – mencionó entristecida, lo había pensado varias noches y no había mejor momento para decirlo

-¿A qué te refieres? Mira a Karen, ella es feliz…están a salvo,¿ a donde irán?

-A eso me refiero, solo me iré yo, pase años cuidando a Karen, entrenándola para sobrevivir, ahora que está bien y sé que son buenas personas puedo seguir mi búsqueda, debo encontrar a mi familia – respondió triste

-Sé lo que piensas, yo también busque a mi familia…gracias a Dios la encontré, pero eran situaciones diferentes – comento para hacerla cambiar de opinión

-Sé que si están vivos también me están buscando, solo debo salir…hablar con otros sobrevivientes – pidió, Rick negó con la cabeza

-No podre detenerte si es lo que deseas, pero…piensa en Karen, piensa que pasara si te vuelves a encontrar a tipos como el gobernador o los de ayer, Marian es muy arriesgado, solo te pido que lo pienses – explicó, ella agradeció su consejo, Rick era un buen hombre y agradecía su preocupación – Vamos a desayunar, solo piénsalo, por favor – agrego, ella asintió con la cabeza, cuando llegaron al comedor Oliver le apartaba un lugar en la mesa, busco a Daryl con la mirada sin encontrarlo, decepcionada se sentó a lado de Oliver

-Te ves muy hermosa. halagó Oliver mientras le pasaba un plato de avena con fruta en almibar. Marian sonrió agradecida

-Si, gracias…es bueno que te digan eso después de una guardia – dijo sonriendo, Oliver agrando su sonrisa

-Ahora recuerdo, llegaste a dar una ponencia hace 4 años, sobre los efectos del tabaco en las bronquiolitis infantiles – comentó, Marian lo silencio – Si, ahí te vi, con razón no podía olvidar tu bello rostro

-Yo pensé que mi ponencia, era toda una emprendedora en ese entonces – dijo ella sin importancia

-Por Dios, no seas modesta, eras la doctora más joven en el congreso, la primera ponente de tu edad en 20 años continuos, tenias potencial, yo fui a completar mi doctorado en farmacobiologia – halagó Oliver, Marian se sonrojo – Yo pensaba invitarte una copa esa noche, cuando Salí al pasillo ya te habías ido – agregó, Daryl llegó lanzando una ardilla en la mesa, justo enfrente de ellos

-Vaya, la cena será deliciosa – argumento Marian mirando con tristeza a la ardilla, Daryl miró con enfado a Oliver

-Oye amigo, cálmate..solo estamos platicando – comentó él mientras empujaba con asco la ardilla

-¿Conversando? O sigues diciendo pura maldita mierda – exclamó furioso, Marian se levantó de la mesa mientras tomaba su plato, ambos la miraron despistados pero sin atreverse a detenerla, camino unos cuantos lugares hasta sentarse junto a Carol

-Dios, los hombres son unos trogloditas – comentó sonriendo mientras sorbía un poco de leche, ambas contuvieron la risa, Daryl levantó las ardillas enfadado y se dirigió al patio para destriparlas, entró a la pequeña terraza que habían hecho

-Malditas mujeres, todas son iguales – dijo este mientras imitaba como caminaban, colgó a las ardillas por los patas, estaba tan enfadado que ni siquiera notó cuando ella entró

-¿No piensas desayunar? – preguntó Marian mientras le ofrecía un plato de avena, Daryl maldijo entre dientes – Vamos, la avena es buena para el colesterol, la carne de ardilla no es muy magra – comentó sonriente

-Me caga ese tipo, se mofa de mi trabajo – explicó al fin mientras escupía enfadado, Marian se aproximo a él y beso su mejilla a pesar de la cara de desagrado que ponía

-Mi padre decía que todos tienen un papel en el tablero…y el rey no es nadie sin su peón – recordó, él frunció el entrecejo sin comprender – Daryl, eres demasiado importante en esta comunidad, sin ti..esto nunca hubiera sido posible, vamos..Oliver es nuevo, solo es un tonto agradable que aun piensa que por ser doctor debes lamerle el culo, pero tu..eres algo especial – explicó con sinceridad volviendo a ofrecer la avena, él la tomó más tranquilo pero prefería no recordarlo o iría directamente a partirle la cara, notaba como miraba a Marian y buscaba cualquier pretexto para estar cerca de ella

-Aun así, más le vale que no se te acerque o le partiré la cara – advirtió haciendo que Marian contuviera la risa, se acercó a las ardillas y tomó un cuchillo – Deja eso nena, cuando termine de desayunar lo hare – pidió pero Marian lo ignoro, clavo el cuchillo y realizo el procedimiento a la perfección ante los ojos sorprendidos de Daryl. Separó la piel y la puso a un lado

-Mi padre me enseño, cuando cazaba liebres, es casi lo mismo…y pensar que detestaba hacerlo, Solo pensaba en los padres de las liebres…sus hijos que no llegaban a casa, insistí tanto que mi padre dejo de cazar…y solo practicaba sus tiros, y pensar que esto me salvaría la vida muchas veces – explicó

-Era un buen padre, cierto. Me hubiera gustado tener algo así, el mío solo bebía y llevaba zorras a la casa que después de una semana querían tratarte como sus hijos, el único momento familiar era cuando salíamos a cazar..Unidos para matar decía Merle, mientras bebíamos un par de cervezas en el patio mientras la zorra en turno preparaba la cena – dijo un poco molesto pero no con ella, si no con su padre, Marian enjaguo sus manos y atrajo a Daryl a su pecho, como niño desprotegido volviendo a su seno materno

-Pero tu no eres asi, Carl y los demás chicos te admiran, quieren ser como tu – consoló mientras revolvía su cabello, lo beso con ternura en la frente y luego en los labios – Mmm.. y donde esta el típico gruñido "Uhh…eres solo una princesa consentida¨- imitó, Daryl sonrió

-No lo sé, cada día pienso mas que eras como la princesa del mundo perdido pero con tacones – se burló

-Claro que no cazador, era la princesa del mundo perdido con tacones y bolso Prada, deberías besar mi noble trasero – sugirió, Daryl la tomó de la quijada y la comenzó a besar

-Con todo gusto su alteza – dijo entre dientes, él la sentó en la mesa de los utensilios y abrió sus piernas para aproximarse más – No sé cuánto tiempo pueda prolongar esto – confesó apretando el bulto de sus pantalones contra la entrepierna de ella, soltó un leve gemido de placer, odiaba que la llevara a ese punto y que la abandonara en cualquier momento, pero era la primera vez que un hombre se ponía tan difícil, nunca había tenido que esforzarse tanto para seducir a alguien.

-No entiendo por qué deberíamos prolongarlo – comentó besándolo apasionadamente mientras acariciaba su pecho, para provocarlo aun mas, él paso sus manos por debajo de la blusa, la sensación de sus manos ásperas recorriéndola la excitaron aun mas ante los ojos complacientes de Daryl, jugó con su lengua explorando su cálida boca

-Ya…debemos parar- sugirió tartamudeando, Marian respiro profundo, odiaba que tuviera la razón, lo separo con suavidad y cerro las piernas – Mujer, es más difícil para mí que para ti, créeme – confesó, Marian se rio despreocupada

-Muy bien, no te presionare…pero debes cubrir una cuota de besos diaria – dijo, Daryl la beso en la frente

- Eso no será problema, nos vemos esta noche? – preguntó mientras volvía a su trabajo con las ardillas, Marian asintió con la cabeza mientras le daba unas leves palmadas en la espalda, Carl entro sin avisar – Maldición, nadie te enseño a tocar – exclamó molesto, Marian camino hacia él sonriendo

- Déjalo, ya sabes que es un amargado – comentó imitándolo, Carl se echo a reir

- Ahora estas de su lado?- preguntó

- Cazador, él siempre ha estado de mi lado – respondió Marian mientras abrazaba al ya no tan pequeño Carl, éste se sonrojo – Por cierto, te ves monísimo con tu sombrero, sheriff – halagó mientras le tocaba la punta de la nariz, tomo los platos y se retiro dejándolos solos

- Daryl….deberías hacerla tu novia – sugirió Carl suspirando mientras la veía alejarse, Daryl gruño

- Para que quiero a una princesa consentida – respondió sin voltear a verlo, Carl levantó los hombros

- No lo sé, ella es genial..me está enseñando a hacer mi propio arco y la próxima semana a usarlo – comentó emocionado, Daryl lo miro serio – Pero pronto tu me enseñaras a usar la ballesta cierto? – agregó

- No, hasta que la puedas sostener – respondió riéndose, Carl lo ayudo con las cubetas de tripas

- Si tu no te animas, no faltara quien .- se atrevió a decir

- Como quien?

- No sé, tal vez yo dentro de unos años…solo debo cumplir 18 – respondió divertido, Daryl le bajo el sombrero

- Pequeño conquistador eh, ya veremos, aun te falta mucho – sugirió riéndose.

Es mi primer capitulo, espero lo disfrutaran tanto como yo, realmente es difícil captar el personaje pero espero hacerlo cada vez mejor. Agradecería sus comentarios