La noche había caído sobre Nerima hace un par de horas, sin embargo la mas pequeña de las Tendo no podía conciliar el sueño, no podía creer que ya había pasado casi un mes desde que todo había acabado, pero lo que mas dolía era haber dejado partir a su prometido, pero sabia que era lo correcto, no era justo para el, por lo que hace un mes había decidido romper el compromiso y hace tres semanas los padres del joven habían decidido mudarse a la casa de Ukyo, quien era ahora su prometida oficial, no había vuelto a hablar con Ranma desde el día que en se marcharon, en la escuela no se hablaban, el ni siquiera la miraba de lo molesto que estaba, esto había causado un completo distanciamiento de la familia Tendo, puesto que Soun no aprobaba la manera de actual del señor Saotome.

Akane subió al techo para observar las estrellas, saber que en alguna parte de Nerima un chico de ojos azules podía estar observándolas le hizo sentir acompañada, al menos aun compartían el mismo cielo, observo como por el lado oeste del cielo caia una estrella fugaz y solo pudo desear que el joven de la trenza fuera feliz. En otra parte de Nerima, una joven pelirroja miraba el cielo desde el tejado del Uchan y al igual que la joven Tendo le pidió un deseo a aquella estrella que había surcado el cielo como un pincelada del mas experto pintor, se reprendía mentalmente por no haber intentado nada por cambiar las cosas, se sentía derrotado y rechazado, aunque no lo admitiera sabia que amaba a Akane, le había costado de una manera increíble verla a diario y no acercarse a ella una vez que el compromiso fue roto, en un principio había decidido irse a entrenar a las montañas, pero su madre lo detuvo y le dijo que huir no era de hombres.

Lo que empeoraba las cosas era que Akane no le había dicho la razón de su decisión.

Flash back .

Ranma y Akane se encontraban sentados en la cama de la ultima y esta se encontraba llorando, el joven deseaba abrazarla y pedirle que dejara de llorar, pero el mismo no se encontraba bien, las palabras "romper el compromiso" le calaban hasta el alma.

¿Por que?, no soy lo suficiente hombre para ti, estas enamorada de otro – dijo Ranma sintiendo que si se quedaba mas tiempo ahí no podría soportar las lagrimas que se agolpaban en sus ojos, pasaron minutos que a el le parecieron horas y la joven no fue capaz de contestar a su pregunta, Ranma solo pudo salir de la habitación y correr, no supo durante cuanto tiempo no paro, solo supo que cuando se detuvo estaba nuevamente frente a la casa de la familia Tendo, se sintió cansado y se fue a dormir, al pasar por la habitación de su ex prometida la sintió llorar, pero no tuvo fuerzas para entrar a consolarla, al contrario fue al baño y se dejo caer sujetando su cabeza con sus manos.

Fin flash back.

Se paso horas y horas en el techo, en cuanto amaneció siguió la tortuosa rutina de cada día y se dirigió a la escuela, caminaba a paso lento, puesto que fuera de todo pronostico iba temprano, quería evitar a Ukyo, no se sentía cómodo con la presencia de su ahora prometida oficial, irónicamente sentía que traicionaba a Akane.

¡Ranma! – le llamaban, sabia a quien pertenecía aquella voz, pero no quería voltearse, tenia dos opciones o perdía dinero o se enteraba de algo que no quería saber, pero inconcientemente camino mas lento, esperando que la dueña de la voz le alcanzara.

¿Que quieres Nabiki? – pregunto cuando la chica de cortos cabellos castaños le alcanzo.

¿Sabes que le sucede a Akane? – le contesto sin rodeos y directa como solo ella podía ser, pero al ver la mirada de odio del joven decidió continuar – no esta bien, no come, hoy no viene a clases, esta muy deprimida y no le quiere contar a nadie que le pasa, pensé que quizás a ti te contara.

Al ver que el no le respondía decidió continuar su camino, con la mirada baja, dejando a Ranma en su lugar, el quería ver a la joven, no podía negárselo y el hecho de que incluso Nabiki, la chica de corazón de hielo se preocupara, no hacia mas que preocuparlo aun mas. Durante todo el día se debatió la petición de su ex cuñada, por mucha rabia que sintiera hacia Akane en esos momentos, no deseaba que algo malo le pasara, por lo que tras mucho pensarlo decidió ir y si era necesario obligarla a que se lo contara.

Contra todo pronostico las clases se le hicieron demasiado cortas, y durante todo momento se cuestiono la manera en la que le hablaría a su ex prometida, ya por la tarde se dirigío a la casa Tendo, caminaba por la reja cuando en un callejón noto a una pareja hablando, al acercarse se percato de que se trataba de Shampoo y un joven chino muy parecido a el, la curiosidad era grande, pero antes debía hablar con la joven Tendo, por lo que decidió ignorarlos.

Akane se encontraba sentada en la cabecera de su cama, sin quitar su mirada de un trozo de plástico rectangular que había a los pies de la cama, no quería saber el resultado, ya había sido demasiado difícil enfrentar todo, si el resultado era positivo solo complicaría aun mas la situación.

Un ruido en el pasillo la hizo prestar atención a la puerta justo en el momento en que esta se abría y entraba una joven pelirroja de ojos azules, Ranma chica al entrar posiciono su mirada en la joven sobre la cama, la noto mas delgada, pálida y unas ojeras enorme, algo en su interior se quebraba al verla tan devastada, pero luego su atención se dirigió a la cosa pequeña y rectangular que había a los pies de la cama.

¿Tiene una o dos rayas? – le pregunto Akane, Ranma se acerco y observo que en el centro del trozo de plástico había una pequeña pantallita con dos rayas.

Dos – dijo el sin saber que sentido tenia, hasta que vio una caja tirada en el piso al acercarse vio que esta decía "test de Embarazo", sintió un frío escalofrío recorrer su cuerpo, que el alma se le partía en dos, que el corazón le dejaba de latir, se sintió traicionado, ahora comprendía por que ella le había dejado, sintió las lagrimas caer por su rostro , pero por primera vez no le importo, se giro para retirarse, pero no pudo ya que un par de brazos lo retuvieron y sintió el rostro de la chica apoyarse en su espalda y llorar amargamente.

Durante varios minutos se quedaron en esa posición, el de pie dándole la espalda mientras rebeldes lagrimas caían por sus mejillas, mientras ella reposaba su rostro en su espalda y lloraba amargamente.

No es lo que crees – dijo después de un rato, necesitaba hablar con alguien y sabia que si existía alguien que no la juzgaría ni la lapidaria moralmente seria el, además sentía la necesidad de explicarse, de que el la entendiera, podía enfrentar que de ahora en adelante todo el mundo le recriminara, pero no soportaba la mirada de decepción en esos preciosos ojos azules.

Tu eres libre de hacer lo que quieras, no me debes explicaciones, solo espero que el padre se haga cargo – el orgullo del joven hablo.

No hay padre, yo no quería…. El me forzó – logro decir Akane, sentía que al decir eso por primera vez se sacaba un peso de encima, no había conversado con nadie sobre el tema, se sentía sucia y humillada. Pero nada de lo que sentía se comparaba con la idea de que había perdido a Ranma para siempre, el no se merecía casarse con una mujer cuyo honor había sido mancillado, además y mas importante aun para ella era que había fallado como artista marcial, no había sido capaz de defenderse.

Al escuchar lo que ella le decía el joven se quedo de piedra, no podía reaccionar, sintió como la ira comenzó a recorrer todo su cuerpo, la habían lastimado, quería ir y matar al que había cometido tal osadía, pero no podía, sentía un par de brazos que se aferraban a el, y sin ser lo brazos mas fuertes que habia visto, eran capaces de evitar su escape, por primera vez se olvido de todo tipo de timidez, y se volteo para abrazar a su ex prometida que lloraba amargamente, la cargo y la recostó sobre la cama.

Espero durante casi una hora a que la chica parara de llorar, en ningún momento se alejo de ella y cuando noto que se tranquilizaba lo suficiente como para responder algo le pregunto.

¿Quién fue? – el sabia que tenían enemigos, pero no creía que alguno fuera lo suficiente malvado como para dañar de esa manera a Akane.

No lo se, al principio creí que eras tu quien me seguía, me sentía mareada y apenas me mantenía en pie, por lo que a la distancia solo podía distinguir una camisa roja y un pantalón negro; en cuanto me dio alcance me di cuenta de que no eras tu, era un chico que no había visto nunca en mi vida – le explico la joven Tendo una vez que se sintió capaz de hablar sin lanzarse a llorar nuevamente.

¿No recuerdas nada mas? –volvió a insistir.

Recuerdo sus manos sudorosas, recuerdo la punta de un cuchillo en mi cuello todo el tiempo … - el llanto volvió a hacerse presente y esta vez de forma completamente desesperada, Ranma se sintió culpable al querer hacerla recordar y sintió como la furia recorría su cuerpo nuevamente, esta vez fue mucho mas fuerte y se separo de su ex prometida, salio por la ventana para bajar al dojo, hace tres semanas que no estaba en ese lugar, pero al entrar volvió a sentir el calor del hogar, practico un par de katas con furia y rabia , los movimientos mucho mas bruscos que lo normal, pero finalmente cumplían su objetivo, contener la furia el tiempo suficiente para poder volver con Akane.

No se que voy a hacer - la voz de Akane inundo el Dojo.

Yo creo que lo primero será que veas un medico – dijo Ranma posicionándose al lado de ella en un par de zancadas.

No se si este preparada para tener este bebe sola – ella se había dejado caer apoyada en la pared mientras miraba el techo del Dojo.

No quieres tener el bebe – el nunca imagino que ella no pudiera querer a un ser vivo, mucho menos un ser humano que saldría de sus entrañas, pero también entendía a lo que se refería ella, el mismo no se sentía preparado para ser padre.

Pensé que quizás la vieja Cologne podría tener algún remedio casero – la voz de Akane se escuchaba monótona y vacía como si estuviera dictando un discurso repetido mil veces antes.

Mañana vamos a verla – Ranma sabia que fuera lo que fuera que decidiera ella, la apoyaría, después de todo aunque ya no fuera su prometida, seguía siendo su mejor amiga y aunque no lo reconociera ni siquiera a si mismo era la mujer por la que daría su propia vida y mas.