Capitulo Uno
LA ELECCION
Después de la asignación de Emma a la Sección Cuatro, una nueva asignación fue hecha. Seis meses después de su llegada, un día después de su único intento de escapar, Madeleine, segunda al mando de la Sección Uno, tomo posesión como Prior, la cabeza de la sección Cuatro. Susurros en su cuello, pequeñas historias jamás acalladas. Hado.
- Emma te solicitan en COM.
- Voy en camino- finalizo sus notas y las guardo.
Mientras caminaba observo a los nuevos reclutas que estaban siendo entrenados por Cole, a lo lejos vio a Prior, quien le sonrió, solo un movimiento de cabeza en retorno, Madeleine sonrió internamente.
Entro a COM, Cole se acerco con ordenes en su panel y se las adoso al suyo, no hablo. Se le acerco después de la misión.
- Revisaran tu estatus físico, repórtate en el gimnasio.
- ¿Quien me analizara?- pregunto. Silencio.
- Yo... Como siempre- la miro inexpresivamente pero ella sabía que trataba de ver alguna anomalía en su comportamiento. Apatía.
Se vistió para ir a su cita, él ya la esperaba. Top negro Prada, con dos tiras gruesas por detrás. Pantalones de cuero y spandex. Bototos Diesel. Un Flash back vino a su mente mientras se alistaba, él noto algo raro en sus ojos y la taladro con los suyos, azules y profundos, ella se mantuvo firme. Costumbres
- Lista.
- Sí.
Al recibir un golpe en el brazo y recuperarse en lo que a Cole le pareció un segundo, se vio a los 18 años sola en esa calle de Francfort huyendo de la lluvia, de la Sección Cuatro y de si misma. Flash back
Había huido antes, sí. Había huido toda su vida, de su colegio exclusivo en Inglaterra, de la esquina, de su futuro tan lleno de privilegios, del terror de la espera y el clic a media noche, del Brandy. Porque ya en ese entonces, sentía ese vació, ese desaliento que le cercenaba todo y no sabia porque. Tal vez porque estaba cansada de existir, (casi sonrió al pensar en eso) tal vez porque ya se había perdido a sí misma hace mucho tiempo, cortada entre el jardín y la humedad de su cara, de sus piernas, entre sus piernas; tal vez porque ya estaba acostumbrada a vivir así, entre la luz y la penumbra (esta vez si sonrió un segundo, Cole esquivo un golpe, cuando se enfoco en ella, todo destello se había ido).
- Tu golpe derecho mejoro- la miro y le respondió con un golpe en su costado derecho- no así tu balance- ella lo golpeo de vuelta en las costillas.
¿Quieres un oír un cuento de hadas?. Sección Cuatro. 18 años. Corriendo por los laberintos de su mente. Desmoronándote frente al sol.
Corriendo por las calles de Francfort, se topo con un hombre en la oscuridad.
- Hola cariño ¿estas perdida?.
-No- siguió caminado. Quiso sacar su arma. Recordó que no le gustaban las armas.
-Bueno- ella miro algún lugar a donde ir y no vio ninguno. Se pregunto si no había cierta ironía en morir allí, en esa pequeña calle mugrosa, ella nacida y criada entre los mas privilegiados. Recordó a sus amigos cuando la lluvia la golpeo por décima vez. Ellos también eran privilegiados y estaban muertos. Deja vu Emma- tal vez te ayude a encontrar algo en que entretenerte- empezó a correr.
- Mantén tu cabeza en alto- Cole le tomo la barbilla para ponerla en posición. Absorbente. Se miraron por un segundo y luego ella se alejo, Cole confirmo sus sospechas, algo le pasaba, ella siempre se mantenía firme, empezaron a luchar de nuevo.
Francfort, 14 años.
Mientras el hombre se colocaba encima de ella tuvo recuerdos de su niñez, de cuando era inocente, de cuando estaba sola pero aun era libre para soñar. Se vio en el jardín de su abuela cogiendo flores y escuchándola hablar sobre como cuidarlas, hablaba como si fueran humanas. La veía hablándole y sentía como si lo que le decía fuera muy importante. ¿Discursos?, ¿instantes de absorción de tu destino?.
Vio un vidrio por el rabillo de su ojo, y el resto fue como en cámara lenta, recordaba a aquel hombre golpeándola después de haber terminado. Horas. Dos horas y la lluvia en la noche ensuciándola. Su aliento en la cara. *Dios no te ama *.
El aliento extrañamente fresco. Intentando matarla, tomo el vidrio y en un ultimo intento lo hirió dos veces, una vez en el rostro, luego le cerceno el cuello. Y se quedo ahí viendo como la sangre le manaba sin parar. Aun hoy se preguntaba porque le dolió él haberlo matado. Ahora, ya no había mas dolor.
Recordaba una camioneta, Unos hombres llevándola de vuelta, observándola casi con lastima lo cual era todo un mérito en aquel mundo. Y entonces vio hacia atrás por última vez, y noto a un lado del cuerpo un micrófono, del mismo tipo de los de la camioneta. Cerro los ojos. Cole los abrió. Pero no pudo ver.
Recordó a su abuela hablándole de una flor en particular: "esta es especial, requiere de mucho cuidado antes de madurar pero cuando lo hace es la mas bella de todas, y la mas fuerte aunque no lo parezca. Es apetecida por otros, hombres, insectos ....y como se deshace de ellos preguntas...tiene el poder de destruirlos a todos...detrás de sus pétalos, en el centro, posee un veneno, que destruye, el corazón de quien la toca. El veneno o su belleza, querida, el veneno o su belleza". Risas y un mensaje que no deseaba vislumbrar.
Sección Cuatro
- Para que quede claro, y no haya más inconvenientes como este…para que no aceptes pero entiendas…- la rodeo y luego se puso frente a ella de nuevo levanto su rostro, un rostro muy hermoso le susurraron voces conocidas. Sangre en sus manos- durante los próximos años serás entrenada y aprenderás todo lo que se te indique... ya no existes haya afuera Emma, sombras de un ser humano... pero tú lo sabes. Eres especial por eso estas aquí... Cole será tu instructor ya lo conocerás... Tu decides quieres morir o quieres vivir no habrá otro momento como este, otra oportunidad- sabes que no hay elección pensó y subió sus delicados ojos celestes para posarlos en ella, entonces Madeleine vio que el esfuerzo y la perdida de un operativo especial había valido la pena por retenerla. No por nada había accedido... desecho el presentimiento.
- Elijo vivir- golpeo a Cole con mas fuerza y él lo noto, la tiro contra el piso y la retuvo por un segundo mas del necesario, taladrándola con la mirada.
- Bien. Mi nombre es Madeleine- sonrió ante lo absurdamente burdo de su humor- bienvenida a la Sección Cuatro.
Camino por el pasillo. Entro en su oficina, celeste azul y plomo. Espero por él, *16 días *.
- Emma, Cole te necesita.
- voy en camino. - no es necesario- él entro, todo de negro, pantalones, sweater, chaqueta hasta la rodilla perfectamente entallada. Ojos furiosamente azules. Se sentó- hola. ¿Como va todo?- acento ingles. Obscenamente sedoso.
- bien.
- se revisara a los nuevos prospectos dentro de una hora. Los datos ya están en tu computadora. Los revisaras- asintió. Él se levanto y se acerco a su escritorio, pulso unas teclas y luego se sentó frente a ella -. Silencio- ¿donde haz estado?.
- sección 6. Me enviaste ahí- él sonríe. Emma no. Hermética…* ¿no te hace sentir bien eso Madeleine? *, penso uno de los dos- ¿que quieres?.
- hablar contigo- su mano pasa por encima de la mesa, y roza la suya brevemente. Inquietante. No otorgado. Nada. Cole no sonríe.
- Prior te envía.
- Sí.
-¿que desea?- Silencio.
- cena conmigo hoy.
- órdenes de Prior- él sonríe, la mira, y sus ojos se dirigen a sus labios. Con un poco de esfuerzo, ella no hizo lo mismo. Penetrante. Absoluto. Recuerdos de la calle Emma, recuerdos de la esquina. Acento francés.
- no. Ordenes mías...
-¿tengo ordenes de complacerte?- lo mira. Furiosamente celestes. Él sonríe peligroso. Ella luce aburrida.
- hoy, a las diez de la noche.
-¿cuales son las ordenes de Prior?.
- dos de tus reclutas, un material, y una agente nivel dos, han tenido bajas en su desempeño y un intercambio verbal. Evalúalas, cancela a la más indispensable.
- ¿quienes?- pregunto por preguntar.
- la recluta es Juliet, clase dos, Anna, material.
-¿quien lo inicio?.
-Anna- salió y fue donde Madeleine.
El Eje
-¿Cómo lo tomo?.
- pareció algo sorprendida, pero no mucho.
- ella sabe lo que es esto.
- ha demostrado con anterioridad que puede cancelar a inocentes- A Madeleine le pareció escuchar cierto deje de defensa. Lo estudio por un segundo, pero él ya se había recuperado.
- su mano no tiembla, de eso no hay duda. No hay duda sobre su capacidad... pero nunca significaron nada para ella.
-¿y ellas lo hacen?.
- creo que sí. No lo suficiente claro, pero eso es ineludible. Ha trabajado con Juliet por dos años sabe que ella siente… no la ha aceptado pero tampoco rechazado. Tampoco a Anna.
- Anna es material, bueno aunque inestable, no era conveniente.
- la ha puesto en su lugar antes, a las dos, y aun así... las dos tienen sentimientos hacia ella. Las dos confían en ella. Y ella no las ha rechazado… puede ser para mantener el control,- un breve retazo de memoria la cegó por un segundo- puede que no. Es por eso que eso que las elegí- Cole la miro inexpresivo y asintió- quiero que la vigiles, de cerca- asintió de nuevo- pero no interfieras mas de lo necesario, un operativo debe definirse por momentos como esto aun un operativo de su valor. Supe que la invitaste a cenar.
-si- ella le sonrió ligeramente.
- que te diviertas- él asintió y se encamino hacia la puerta.
-¿será necesario la vigilancia?.
-¿crees que necesitaran privacidad?- él sonrió. Tentador. Triste. Madeleine lo miro intensamente, él le sostuvo la mirada y ella sonrió de nuevo.
- no.
- eso es todo- él se fue, y la sonrisa de su rostro desapareció. Reviso su panel, y respondió la pregunta en él: "sí".
Uzbekistán 3 AM.
- ¡retiren los equipos, ¿Carl?!.
- tres minutos, retira a tu equipo- Juliet se ajusto las gafas infrarrojas y escaneo la zona. Anna le envió una señal. Un, dos, tres respiros y se coló en el ferrocarril.
- esta en la mira.
- dispara- oyó a Emma por el intercomunicador y obedeció de inmediato- que todos los equipos se retiren- vio hacia Anna- ayuda a Juliet con la restauración del sistema. Tres minutos- salió.
La vio acercarse, y suspiro internamente, si no supiera que Emma no tenia sentido del humor, juraría que ella se estaba divirtiendo ahora. Por otro lado la diversión no era una palabra que se pudiera aplicar a ella. Reina de Hielo si, sin corazón, muerta en vida... sonrió, Anna llego y se enfoco en la restauración de sistema.
- tenemos 5 minutos, - Juliet no contesto. Terminaron el trabajo en dos minutos- llevare esto primero vendré a ayudarte con el resto- se encamino a la camioneta y Juliet tuvo un mal presentimiento. Miro su reloj. Dos minutos y medio. Sintió mas que vio al grupo de hombres acercándose por el oeste. Maldijo interiormente y comenzó a correr.
-¿Juliet?.
- estaba rodeada- le dijo con candidez. Mucha candidez. Normal. Le dijo al chofer que se moviera.
Juliet respiro. Llevaba algún tiempo en la Sección, no mucho pero el suficiente como para saber, para entender. Si lo lograba, si sobrevivía, una de las dos no lo haría y no importara lo que los códigos de conducta, o Prior o Emma tuvieran que decir. Alisto su arma, y una luz blanca la cegó.
- detén la camioneta- dijo de pronto.
-¿que?- el chofer se detuvo.
- espérenme en el punto de salida. Salió rápido y Anna dejo de respirar.
Tres horas después. Salón Blanco.
- pensé que eran tres- tomo su rostro sin ceremonia.
- mientes- la taladro por un segundo. Apático- vuelve a tu posición.
-¿que?.
- ya oíste.
Se levanto y la miro con confusión.
- Emma.
-vete- bajo la vista y se dirigió a la puerta-... ya veremos como saldremos de esto- Anna dejo de respirar.
MedLab
La enfermera se retiro y ella suspiro mentalmente, lo mas que se permitía ahora. Lo mas que se permitió siempre. Un Mississipi, dos Mississipi. Emma. La rodeo con cuidado. Toco uno de los monitores. La miro. Tres Mississipi, cuatro Mississipi.
-¿Cómo estas?- sin precedentes.
- bien... - diez Mississipi, once Mississipi- ¿donde esta ella?.
- en receso.
-¡¡receso!!. ¡¡Trato de matarme!!.
- lo sé.
-¿y eso en que me ayuda?.
- no lo hubiera logrado de todas maneras.
- dame una buena razón por la cual no lo hará de nuevo.
- se le advirtió.
- eso no ayudara.
- lo se- ella suspiro.
-¿no sé que esperan de todo esto?.
- no es seguro cancelarla ahora.
-¿seguro para quien?.
- para ti- silencio... semillas, todo consistía en las semillas adecuadas.
-¿de que hablas?.
- deja todo en mis manos- pensó no haber oído bien.
- ¿Emma?- la miro dubitativa.
- me encargare de todo- volteo y ella le hablo despacio.
-¿porque?.
- creí que era obvio- la miro y Juliet vio lo que siempre quiso ver. Y tuvo miedo. La fe provocaba ese efecto en ella.
-¿porque haces esto?- *¿que es lo que quieres?* no reconoció esa voz como propia. No respondió. Salió de MedLab.
Si, porque haces esto, se pregunto Emma, pero su pregunta no tenía nada que ver con la de Juliet.
