Cierro los ojos. Con fuerza. No permito que mis ojos vean algo. No quiero. No. Si. No sé. Mis deseos son como una mezcla de varias comidas, muy diferentes, en mi estómago.
Isaac está a mi lado. Puedo sentirlo. Las gruesas y espesas lágrimas caen por mis mejillas, como cataratas silenciosas, sin que yo tenga el menor control de ellas.
Lloro. Estoy llorando. ¿Porqué? Porque AMO a Augustis Waters y me duele no tenerlo a mi lado. Duele no ver sus sonrisas torcidas, sus metáforas, su absurda comparación de Natalie Portman, la de V de Vendetta, con mi persona. Su ánimo por la vida. Duele no sentir sus brazos envolverme en un caluroso abrazo. Duele. Demasiado.
Sujeto con fuerza la foto. NUESTRA foto. La única que tenemos juntos. Un hombre me la entregó en Holanda. La he conservado. El no sabe su existencia. No. No lo sabe, aunque, si crees en la vida después de la muerte, el quizás me haya observado todo este tiempo, como un ángel guardián al que se le asigna una persona a la cual cuidar.
Tomo a Isaac de la mano y le doy un suave apretón. Le susurro un 'Te quiero. Gracias por todo'. Me observa con dolor en los ojos.
¡¿PORQUÉ?! ¡¿PORQUE LA VIDA ME ODIA?! ¡PRIMERO GUS Y AHORA TÚ! ¡NO ME DEJES, HAZEL! Por favor, no me dejes.-Susurra lo último con dolor.
Lo siento.-Susurro, adolorida.
Volteo a ver a mis padres, que me observan con los ojos llenos de lágrimas.
Hazel..., cariño. Déjate ir ¿De acuerdo? Te amo, mi cielo.-Dice mi madre con la voz rota.
Los amo. Mucho. Lamento no poder quedarme con ustedes.-Les digo triste, con un nudo en la garganta.
Cuidate, Hazel. Te amo. Recuérdalo, siempre.-Dijo ahora mi padre.
Sonreí, mis ojos se cerraron despacio. Mi corazón dejó de latir. Se escuchó el pitido de la máquina. (N/A: Hazel estaba internada en un hospital, habia tenido una recaída, su última recaída.)
Siento una brisa envolverme en un frío abrazo, todo se apaga y se vuelve oscuro. No hay luz...solo...oscuridad.
Siento que floto, en el aire, como si no pesara, liviana como una pluma.
Despierto. Abro mis ojos. Ante mi, se ve la figura de Augustus Waters, quien viste un elegante traje blanco.
Hola de nuevo, Hazel Grace.-Saluda con una sonrisa torcida.
Gus...¡Gus!.-Sonrio-. ¡Eres tú!
Asi es, Hazel Grace. Soy yo.-Sonrie-. Estás aqui. Conmigo.
Eso quiere decir...me dejé llevar, por la corriente.-Sonrio mientras susurro.
Te dejaste llevar. Y aquí llevaste.-Sonrie- Hazel Grace, ¿Sabes algo? No me fuí, no del todo. Mi alma perduró a tu lado todo este tiempo. Un año exacto. (N/A: Aquí, en esta mini historia, Hazel muere el mismo dia que Augustus, al año siguiente).
¿Estuviste ahí? ¿Siempre?.-Susurro acercándome.
Siempre, Hazel Grace.-Sonrie-. Ahora, estás conmigo, no necesito comportarme como un espía encubierto.-Suelta una risita-.
Me acerco, lo suficiente para verlo a los ojos.
No te he olvidado, Hazel Grace.-Sonrie-.
Yo tampoco, Augustus.-Sonrio.
Tú y yo. Juntos para siempre. ¿Okay?-Se acerca rozando mis labios.
Okay.-Sonrio.
Me besó, dulcemente, sellando nuestro pacto silencioso. Juntos. Solo él y yo. Para siempre. Juntos para siempre.
