Cortito, pero me gusta. Espero que le guste al que lo lea también :)


Sirius es un perro pulguiento, y no en sentido figurado. De verdad que es un perro, porque Canuto lo es. Porque Sirius es Canuto y Sirius Black babea, da lamidas y mueve la cola (en este caso, el trasero) cuando algo le gusta mucho.

Y Remus le gusta mucho.

Entonces, Remus debe aguantar manoseos (porque en el caso de Sirius son manoseos, no son cariños ni abrazos), saliva en las mejillas (muestras de amistad, según cierto chico de ojos grises que no quiere nombrar) y guiños (y a Remus se le enciende el rostro) y otro tipo de cosas así, porque a Sirius le encanta ponerle nervioso. Le encanta cuando Lunático se sobajea las palmas de las manos en las rodilleras del pantalón, y con ojos desorbitados intenta mirar hacia otro lado. Porque es así. En esos "casos extremos", como Remus les llama, debe intentar no gritar. O mejor dicho, no aullar. Aunque si Sirius lo abraza torpemente y de improviso (de manera casual, o eso supone él) y le pasa a rozar cierta parte posterior de su anatomía, Remus se pondría a maullar…

Sí, como gatito, y uno con cinta rosada alrededor del cuello; el lobo se le va a la mierda y gime como gatito (¡por dios!). Pero Remus trata de controlarse (como con todas las cosas, porque a él nunca se le pierde el control de alguna situación) y a veces no puede… muchas veces no puede… de hecho, nunca puede.

Y a Sirius le gusta que sea así, porque es un perro seductor y sonríe ásperamente de medio lado. Porque se da cuenta de todo lo que le pasa a su Moony, porque los perritos fieles y atentos saben todo lo que les pasa a sus amos. Porque necesita un amo y Remus es perfecto para él…

En todo el sentido de la palabra.