Historia de un sueño
El manto oscuro de la noche cubre el cielo por completo, es mi capa, mi abrigo y mi escondite secreto, gracias a la noche y escondida entre las sombras, oculta entre los sueños puedo alcanzar lo que tanto deseo. No es el momento ni el tiempo de mi visita tan sólo quiero susurrarte unas palabras mientras duermes, para que no me olvides, aunque en tu recuerdo se mantenga como un sueño, tan sólo una fantasía a la que tal vez ni siquiera logres darle un sentido real.
Estás tendido sobre la cama y tu rostro refleja la calma, acunado bajo el calido abrigo que el sueño te da, tal vez yo esté en tu sueño o tal vez simplemente estés disfrutando de la paz y la calma de tu respiración acompasada. Te observo durante minutos, ojalá pudiera disfrutar de tus ojos es lo que más echaré de menos, esas miradas pícaras de niño pequeño, y la dulzura escondida tras la barrera del hielo que has creado en ellos. No puedo apartar mi vista, nada es tan bello como tú, tienes el pelo revuelto y las canas cada vez son más numerosas, nunca te dije cuanto me gustaba verte despeinado y con la barba de un par de días. Cada vez estoy más cerca de ti, he terminado por sentarme en tú cama y no puedo dejar de observarte, quiero recordar cada milímetro de tu piel, cada grieta de tus labios, cada arruga de tu rostro, me muero por tocarte.
Ahí está tendida sobre las sabanas, abandonada como si no fuera nada y yo hubiera dado mi vida por poder curártela y arrebatarte tantas horas de amargura, nunca llegaré a saber si te salve la vida o tal vez te la arruiné, quizás ahora encuentre respuestas. Si pudiera volver a llorar empaparía tu almohada, me tumbaría a tu lado y te seguiría mirando, si pudiera volver a tocar acariciaría tu rostro y estrecharía tus manos, si pudiera volver a sentir tan sólo desearía sentir el amargo sabor de tus labios.
Tan sólo me han concedido unos minutos para verte, quisiera hablar por todas las veces que he callado, quisiera abrazarte por todas las veces que te he gritado, quisiera besarte por todas las veces que me lo he negado, pero ya es tarde, mi tiempo está apunto de acabar. Necesito que despiertes y me veas necesito saber que me perdonas por no haberte amado, que seguirás tu camino sin mí, que trataras de ser feliz por mí y que algún día te volveré a ver, prométeme que me buscarás en tus sueños y revivirás cada segundo a mi lado.
Si pudiera llorar te habrían despertado mis sollozos, seguiré cuidando de ti te lo prometo, no puedo ir a un lugar mejor, pues el mejor lugar es a tu lado, por eso quiero que me lleves dentro de ti y que hagas que siga siendo parte de tu vida, jamás te sientas solo porque yo siempre estaré ahí.
Si pudiera hablar tan sólo diría dos palabras… "Te quiero".
El sonido de un teléfono le despierta, se siente extraño como si le faltará algo y no sabe muy bien por qué pero no le duele la pierna.
House: ¿Qué pasa?
Wilson: Ven ya, es Cuddy, ha tenido un accidente de coche.
