1.- Introducción.

Este es mi primer relato fanfiction, un humilde intento de profundizar en los personajes creados, por pura intención lúdica, sin ningún otro interés y respetando en todo momento los derechos legales correspondientes.

Mi pareja favorita no es muy imaginativa. La autora conoce a sus personajes y decidió que era la mejor.

Este fic empezó como un song fic con la canción "La chica de ayer" Una canción que podría ilustrar algunas situaciones que se plantean entre los libros sexto y séptimo.

Siguió con la idea de crear un personaje colectivo. Un equipo de quidditch español y su choque con el mundo de Harry. Vulture Squadron era un personaje colectivo de dibujos animados que pretendían perseguir una paloma mensajera y todo les salía mal. En este relato intentó que todo les salga bien. Sus miembros están inspirados en deportistas reales.

Después una poción mágica verdaderamente sorprendente. Ojalá existiera de verdad.

Encontré después algunas canciones para Harry y otra que quizá le gustaría a Ginevra Weasley.

Finalmente decidí incorporarme al relato. Soy Richard, el monstruo. El que no se calla nunca si no le dan lo que quiere. Soy culpable de todo lo que diga o haga.

El nombre de RichardGeros es en homenaje a Richard Sorge el espía.

Este fic está escrito en español de España, por lo que pido disculpas a mis hermanos de lengua americanos si algunas expresiones les suenan distinto o extraño.

Para el final no quiero olvidar dos cosas que no me han gustado de los libros de Rowling

- Ignorancia del mundo hispano. Por la razón que sea no existimos en sus libros.

- Ignorancia del mar como objeto mágico. Algo extraño si se piensa que la autora vive en una isla.

Además de agradecer el trabajo de la autora, debo hacer mención a los grupos musicales Nacha Pop y Amaral.

2.-Me asomo a la ventana, eres la chica de ayer, jugando con las flores en mi jardín.

Todo había terminado. El que no debía ser nombrado se había ido para siempre. Hasta los pájaros parecían saberlo y alegraban con sus canciones la tranquilidad de Ottery St. Catchpole,

Un chico de pelo azabache se asomó a la ventana de la habitación.

Bajo la ventana, en el jardín, dos chicas recogían flores. La chica pelirroja levantó la cabeza y le sonrió. Él le lanzó un beso.

- Dame tiempo a vestirme. Ahora mismo bajo.

El joven quedó absorto hasta que recordó algo y sonrió. Se acercó al baúl, sacó una bludger y sonrió de nuevo al ver la inscripción. "Gracias, Harry" y unas firmas "Samu", "Charly", "Rafa", Martha", "Rudy", "Marga" y "Giorgio". "Gracias a vosotros" murmuró.

Su memoria le llevó a la forma en que llegó a sus manos esa pelota. Con ella, algo más.

Todo empezó así...

3.- Un día cualquiera no sabes qué hora es, te acuestas a mi lado sin saber por qué.

Dos años atrás, había pasado casi todo el verano en la Madriguera. Molly le adoraba. Siempre se había sentido muy unido a aquella bondadosa mujer que lo recogió perdido y solo en King's Cross. Hermione también había venido unos días.

Durante las vacaciones, su diversión favorita (no tanto para Hermione) era el quidditch. Un prado disimulado entre los árboles permitía que practicaran lejos de ojos muggles. Por parejas. Otro día mas, Ron y Hermione empezaron a discutir.

Se alejó unos pasos. No quería ser indiscreto. Sospechaba que bajo esa coraza aspera, sus dos amigos escondían algo más y bastaría una leve chispita para que pasara algo. Ese momento especial tenia que ser para ellos solos, como así fue. Estaba cansado, el sol apretaba y se dejó caer sobre la hierba, a la sombra de un árbol, con las manos bajo la cabeza. A los pocos momentos, la hermana de Ron se acercó y también se estiró sobre la hierba cerca de él.

Dejaron de incomodarle el calor, el sudor y sus zapatos. Aspiraba aroma de flores silvestres. Las voces airadas de Hermione y Ron se convirtieron en un lejano murmullo. Dejó de sentir cansancio. El mundo era un lugar maravilloso. Sonrió con timidez a la chica. "Gracias" le dijó sin saber porque. Ginny le observó sorprendida y una pequeña luz se encendió en su interior.

- ¿Qué hacemos esta tarde, Harry?

4.- Las calles mojadas te han visto crecer...

Ginny y Hermione. Las amigas estaban juntas en la sala común de Gryffindor. Los chicos habían salido. La pelirroja lloraba desconsoladamente. "No existo para él." "Nunca se fijará en mí." "No me quiere. ""Esa zorra que quiere mandarle elixires amorosos." "Y la otra lagarta, que todavía le hace miraditas." "Las odio." "¿Por qué no las despacha?" "Si él no lo hace voy a tener que hacerlo yo." "Si no hace nada es que está jugando con las dos."

Hermione la miró enfadada, pensando que se había pasado de la raya. NADIE podía meterse con Harry. "¿Qué has hecho para que se fije en tí como algo más? "¿Se lo has puesto comodo?" "¿Cuánto tiempo estuviste escondiendote de él, sonrojandote o sin dirigirle la palabra." "Tienes que ser tu misma, Ginevra Weasley, no la sombra de Harry." "No dejes que absorba tu vida."

Había seguido los consejos de Hermione. Estudió más. Trabajó más. Intentó una relación con Michael. La relación fracasó cuando ése tuvo la pésima idea de hablar mal de Harry.

Después vino Dean. Parecía sentir algo muy intenso por ella. Un día la había llevado a ese pasillo, para decirle no sé qué. En lugar de eso, la estaba besando. No le disgustó. Pero no era él. Cerró los ojos pensando "¿Qué tengo que hacer para que me bese el chico que yo quiero?" Dejándose llevar, siguió besando a Dean cuando...

- ¿Qué haces con mi hermana?

La había visto. Por un momento deseó que la Tierra la tragara. Ella conocía sus reacciones. El tiempo de observarle en silencio servía por fin para algo. Contenido y concentrando su odio sobre Dean, su amigo y ahora... Notó esa rivalidad. Pero el objeto de sus sentimientos seguía sin enterarse. Algo se rebeló dentro de ella. No iba a hundirse. Este idiota que creía que se había despertado por fin el verano ahora se había vuelto a apagar. No quiero ser la hermanita de Ron nunca mas. He crecido. Te vas a enterar ...

- ¿...Exactamente qué parezco, ...?

...y con tu corazón estás llorando otra vez.

Cuando terminó con Ron, se sentía algo mejor por haber dejado destrozado a su protector hermanito. Alguien tenía que pagar por la vergüenza que la devoraba por dentro. Vergüenza y temor que estallaron en la soledad de su dormitorio. Hermione tuvo que consolarla.