Capítulo 1
(Diez años antes)
Lena comenzaba a abrirse paso en la compañía familiar, su hermano siempre la había opacado y sus padres poco interés le habían demostrado. Pero a partir de hoy todo cambiaría, su nuevo lugar como la CEO de Lexcorp abriría paso a su futuro, un futuro sin errores, ahora que Lex se encontraba en prisión debido a la obsesión que le profesaba al hombre de acero, ya no había espacio para errores.
Lena, la morena alta y la menor de los hermanos Luthor, estaba finalmente al frente de la empresa familiar, esa noche después de su fiesta de bienvenida se quedaría hasta tarde y para ponerse al día con todos los asuntos, la empresa jamás volvería a sufrir por los delirios de sus predecesores.
-Señorita Luthor, se acercó la joven asistente de Lena. - No debería trabajar hasta tan tarde, debe tener algo mejor en su agenda que revisar todo ese papeleo.
-No te preocupes Selena, es un gusto, pero por favor ya no puedo retenerte, debes ir con tu familia.
-No se moleste señorita Luthor, es un placer acompañarla.
Selena, era una mujer dulce y brillante, entregada a su trabajo y la admiraba, esa noche ambas mujeres trabajaron juntas hasta que fueron interrumpidas por una alarma de atmósfera. Esa clase de alerta era poco común pues sólo se activaba cuando un objeto traspasaba la capa de la atmósfera a velocidades extrañas.
-Señorita Luthor, tenemos un objeto dirigiéndose a una zona de impacto dentro de nuestra jurisdicción, dijo Selena.
-¿Podemos identificar de qué se trata?
-Por ahora no podemos, viaja demasiado rápido, quizás golpee la tierra en menos de 15 minutos.
-¿Qué daños puede causar?
-Por el tamaño del objeto, solo un cráter de varios metros, consideramos que las lesiones humanas serán pocas.
-Pocas no es lo mismo que ninguna, iremos para allá y evitaremos ese desastre.
Decidida como siempre la morena, hizo que toda la unidad de desastres de Lexcorp comenzará a desplazarse hacia dónde caería en menos de 15 minutos un objeto que cambiaría la vida de todos en el planeta.
-Señorita Luthor, nos acercamos al objetivo.
-¿La ciudad ha sido evacuada por completo?
-Si señorita , todo está controlado. Llegaremos en 10 minutos.
La tormenta que se había producido era algo más que relámpagos y viento, Lena lo sentía, era algo que no podía explicar solo estaba inquieta.
A medida que se acercaban al lugar de la caída los relámpagos se intensificaban, cada uno golpeaba la tierra con más fuerza, muchos se sentían temerosos, otros curiosos, solo Lena se encontraba impaciente.
Al llegar al lugar donde podían observar la caída del objeto desde un lugar seguro, la morena alertó para que todos estuvieran preparados, entonces la vio, en medio de la tormenta una figura descendía, Lena podría jurar que vio sus ojos derramar una lágrima incluso a la sorprendente distancia que las separaba.
Finalmente el cuerpo impacto, causando menos estragos de lo esperado, Lena rápidamente y sin ninguna seguridad corrió hasta allí, la curiosidad la invadía.
En medio del cráter estaba una hermosa mujer, quizás un poco mayor que Lena, su piel de un tono pálido, hacía perfecto juego con su cabello entre rubio y rojizo, su traje era azul con una capa y botas rojas, el símbolo en su pecho era algo ya famoso para todos.
Con un poco de miedo, la morena tocó el brazo de aquella otra mujer, quiso asegurarse de que se encontraba bien.
-Aún estás con vida, susurró Lena para si misma.
Instintivamente siguió subiendo su mano hasta que la morena se encontró acariciando el cabello de la otra.
-Rápido, traigan un equipo médico. Grito Lena.
Eso fue suficiente para que todos los hombres que habían permanecido alejados corrieran a la acción.
Los médicos fueron los primeros, rápidamente colocaron a la rubia en una camilla y sobre su rostro un respirador.
-¿Estará bien? Preguntó Lena.
-Tiene heridas un poco graves en la cabeza y las manos, pero si es tan fuerte como el otro kriptoniano, estará bien, respondió uno de los hombres.
-¿Como sabes que es un kriptoniano?
-Nadie con ese símbolo y el poder para resistir esa caída, es humano.
La CEO sonrió y asintió con la cabeza, la respuesta del hombre era más que cierta.
La rubia ya estaba estable, le habían colocado algo para la deshidratación y unos sedantes para el dolor. Solo quedaba subirla a la camioneta pero nadie se atrevía sin una orden directa de Lena.
-Señorita Luthor, ¿que debemos hacer?, dijo Selena. - No creo que puedan atender a alguien como ella en un hospital común, la DEO es la mejor opción en estos casos.
-La DEO solo busca encerrar en una jaula a estos seres. La llevaremos a mi laboratorio.
Los hombres y Selena asintieron, y subieron a la rubia a la camioneta, el camino de regreso al laboratorio fue silencioso, tanto que Lena pudo perderse en sus pensamientos, mejor dicho en un antiguo recuerdo, donde ella pasaba largas horas perfeccionando sus aparatos.
Deseaba tanto ser perfecta y deseaba tanto merecer el apellido Luthor, que no dejaba que nadie viera sus inventos hasta que fueran perfectos, hermosos y funcionales.
"Son bonitos, deberías hacerlos en rosa" era lo que solía decir su hermano Lex, quizás nunca sería tan buena como el.
Finalmente interrumpió ese recuerdo, en el fondo le molestaba, giro entonces su atención a la kriptoniana que aún seguía inconsciente, su traje era idéntico al de Superman, solo que más desgastado, la rubia no debía de tener más de 30 años, un poco mayor que ella, tenía varios golpes y moretones, cosa extraña debido a la fuerza que poseía esa raza.
-¿Qué te ha pasado? Murmuró la morena.
-Estamos llegando al laboratorio, interrumpió Selena.
-Debemos llevarla rápido, necesito saber que le sucede.
Selena corrió para ayudar a Lena, ambas acompañadas de un par de guardias de confianza, descendieron al laboratorio, estando allí, la morena ordenó que todos se retiraran, quería trabajar a solas.
Lo primero fue una prueba de sangre, la aguja que trató de usar se rompió sobre la piel de la rubia, por suerte para Lena ya sabía cómo lidiar con los kriptonianos, después de todo eran la obsesión de Lex.
Luego de extraer un poco de sangre, con una pequeña aguja de kriptonita, las pruebas confirmaron no sólo que se trabajaba realmente de una hija de Kripton, sino que necesitaba luz del sol para poder sanar rápidamente. Así que no espero para colocar a la rubia bajó un prototipo de energía solar, si su teoría estaba en lo correcto, pronto la chica estaría de pie.
No durmió esa noche, solo se sentó junto a la chica para monitorear su estado, durante toda la noche no hubo cambios, pero acercándose ya el mediodía, cuando Lena perdía las fuerzas y cedía al sueño, los dedos de la rubia comenzaron a moverse.
Primero el índice, daba pequeños saltos, luego los ojos aunque aún cerrados se movían intensamente, Lena noto la situación y se alertó, acercándose rápidamente a la mesa, la rubia se inquietaba cada vez más, susurraba en un idioma que Lena no podía entender, pero la morena decidió igualmente tomar su mano para tratar de calmarla.
Y con ese gesto, la rubia se tranquilizó, abriendo lentamente sus ojos, que se cruzaron instantáneamente con los de Lena.
-Gracias. Dijo la rubia.
-¿Puedes hablar mi idioma? Respondió Lena.
-Puedo hablar muchos idiomas. ¿Dime, donde me encuentro?
-Estás en los laboratorios de Lexcorp, no te preocupes estas bien. No te lastimare, aunque no creo que pueda.
-¿Cómo te llamas?, dijo sonriente la rubia.
-Soy Lena, Lena Luthor.
-Recuerdo un nombre como ese,¿ acaso conoces a Lex Luthor?
-Si, es mi hermano.
-No recuerdo que ese idiota tuviera una hermana.
Lena rio un poco, realmente su hermano era un idiota. La rubia entonces trató de levantarse y Lena casi por instinto trató de sostenerla para que no se fuera abajo.
-Eres realmente amable, segura que eres una Luthor. Dijo sonriente la rubia.
-Si lo soy, aunque no lo creas. Y creo que tienes mucha confianza de hablar, cuando nisiquiera se tu nombre.
-Kara, Kara Zor-El.
-Entonces eres familia de Superman.
-El, era mi primo.
-¿Era?
-Mi primo falleció hace un tiempo, por eso tuve que hacerme cargo de todo. ¿Acaso no lo sabía Señorita Luthor?
La expresión en el rostro de Lena dijo todo, así que sin decir nada, encendió el televisor que se encontraba en el laboratorio, para colocar las noticias, que como cada noche eran protagonizadas por las hazañas del hombre de acero.
Kara, se levantó y se acercó lentamente hacia la imagen que se proyectaba, tocó con sus dedos la imagen de su primo y comenzó a llorar.
-Superman está vivo. Dijo Lena.
-¿Cómo es posible? Lo vi morir en mis brazos.
-No tengo una respuesta para ti Kara.
Kara, quedó en silencio por un largo rato, llorando. Luego de secar sus lágrimas, se acercó a la computadora más cercana y busco varias coordenadas en el planeta.
-¿Lena, que año es este?
-Es 2009, enero de 2009. Respondió Lena.
Una energía poco usual comenzó a emanar de Kara, y sin decir palabra alguna voló destruyendo el laboratorio, y dejando a Lena con una expresión de sorpresa.
Ya estando muy lejos, lo más lejos que pudo llegar, Kara gritó con fuerza, grito tan ferozmente que se pudo oír en cada rincón del mundo.
