Harry y Sirius se encontraban a orillas del lago viendo con espanto en sus rostros como cualquier vía de escape era cubierta por aquellos espectros chupa almas los cuales se le acercaban peligrosamente y despacio y tortuosamente les iban quitando el aliento, la alegría, la esperanza y las ganas de vivir
El ojiverde estaba seguro de que moriría pues ya retumbaban en su mente las suplicas y los gritos de su madre, sin contar que además sudaba frio por cada folículo de su piel a borbotones. Fue entonces que giro su cabeza hacia su padrino esperando ver su flacucho cuerpo tendido en el suelo, pero se sorprendió mucho al todavía verlo erguido sobre sus rodillas frente a un dementor que lentamente le chupaba el alma entonces el hombre rebusco entre sus ropas y saco un anillo de plata grabado con la "B" por todo su contorno para luego entregárselo al chico y con sus últimas fuerzas decir para luego caer exhausto:
-Ahora es tiempo de que conozcas tu verdad, y que todo sea como debió haber sido
Ante esto el chico supo que nunca olvidaría esas palabras por lo que en un desesperado intento por vivir apretó ese anillo aferrándose a él como si fuere su vida provocando que este emitiera una luz que se propago por todo su cuerpo para luego extinguirse y dejarlo en penumbras tras eso y dando por sentado su muerte él no se percato como una ráfaga de airee lo empujaba para abajo para luego recibir un impacto en su nuca tan pronto pudo abrir los ojos lo primer que sintió fue como sus sienes le palpitaban y su cuello estaba dolido como si le hubieran pegado un garrotazo, mas no sabía si estaba vivo o muerto pro de algo estaba seguro Sirius no estaba junto a el sino aquella persona que él siempre quiso conocer aunque claro más joven de lo que recordaba por fotos su primera persona más importante su madre quien lo miraba inquisitivamente por lo que dudoso pregunto:
-¿Mama?
Causando que la joven arrugara la nariz y frunciendo el seño lo mirara extrañada
