Silencio. Toda la casa rebosaba un incómodo silencio.
Tifa estaba terminando de limpiar unas copas en el Séptimo Cielo, el bar que ella regentaba. Había sido una larga jornada de trabajo, pero debido a cierta razón, se le había hecho más larga de lo normal: Ese día hacía ya dos semanas que Cloud se había ido y aún no sabía nada de su paradero.
Durante todo el día, Tifa tuvo la vana esperanza de que oiría el ruido de la puerta trasera del bar y que, finalmente, llegaría Cloud con una amplia sonrisa y la abrazaría, diciéndole lo mucho que la había echado de menos. Toda espera fue infructuosa, Cloud no apareció en todo el día.
Desde que Cloud se fue, todo había cambiado. La familia que Tifa había intentado formar había empezado a decaer. Aunque seguía teniendo a Marlene y Denzel, la niña y el niño huérfanos de los que cuidaban, la soledad inundó el corazón de Tifa. Notaba que faltaba algo en esa familia y empezaba a temer que no volviera nunca.
Tal vez Cloud sintió que no quería vivir así, que su vida no era una vida sedentaria, que no quería empezar una vida normal. Tal vez no quería estar conmigo. Tal vez amaba a Aerith en vez de a mi.
Estos pensamientos rondaban por la mente de Tifa, incapaz de quitárselos de encima. La perseguían. Era por eso que se decidió a reabrir el bar después de su destrucción en el Sector 7. Durante el día, estaba lo suficientemente ocupada como para no pensar en nada más. Su mente se concentraba en la atención que daba al bar. Aún y así, cuando llegaba la noche, esos pensamientos volvían a su mente y no le dejaban dormir.
Ya van dos semanas, dos semanas sin saber nada de él... ¿Porqué tardará tanto en volver? O, tal vez debería preguntarme... ¿Volverá...?
Entonces, Tifa recordó el día de su partida, intentando encontrar algún pequeño indicio en el que agarrarse, algún pequeño gesto que le indicara que esperara, porque el volvería.
Esa mañana, me desperté sobresaltada al oír un ruido provinente de abajo. Me levanté de la cama de un salto y abrí con cuidado la puerta de mi habitación. Asome la cabeza al pasillo pero no vi nada, todo seguía silencioso como cualquier mañana. Despacio para no hacer ruido, me acerqué a las escaleras que daban al piso de abajo y las bajé descalza y de puntillas. Al llegar abajo oí de nuevo ese ruido. Venía de la puerta de atrás. Entonces, adopté mi posición de Zangan-Ryu, arte marcial de la cual soy especialista, preparada para saltar de un momento a otro encima del ladrón que se había atrevido a entrar. En ese momento, vi como el pomo de la puerta se movía lentamente y, instintivamente, tensé los músculos preparándome para el inminente combate. Justo cuando la puerta se abrió, salté encima del contrincante derribándolo de un solo golpe y situándome encima de su pecho para evitar que se levantara de nuevo. Fue entonces cuando me di cuenta que el presunto agresor era Cloud.
"Tifa, ¿Qué significa esto?" – Me preguntó Cloud impresionado por el veloz placaje que acababa de recibir.
"Cloud, esto... Ehm... Lo siento, pensaba que eras un asaltante o un ladrón..."
"Pues no, simplemente soy yo, y si me disculpas, estoy en una posición un tanto incómoda tirado al suelo contigo encima..."
"Ui si, lo siento..."
En ese momento me ruboricé muchísimo. Estábamos en una posición un tanto vergonzosa, pero me di cuenta que no era la única en percatar-me, pues aunque intentaba ocultarlo, Cloud también se coloreó levemente. Entonces, me levanté y ayudé a Cloud a hacer lo mismo.
Un solo vistazo me hizo falta para ver que detrás de Cloud estaba Fenrir, su moto, con todo lo necesario para acampar al aire libre. De aquí que me hubiera despertado tanto ruido, Cloud había estado preparándose para partir.
"Así que te vas... ¿De dónde proviene el encargo esta vez? ¿Viene de lejos? Nunca antes te habías preparado tan bien para un encargo." – Le dije.
"Esta vez no es un encargo, pero tengo que irme."
"¿Cómo? ¿Dónde vas? ¿Durante cuanto tiem---?"
"Tifa, no puedo explicártelo ahora, pero necesito hacer este viaje. Necesito irme unos días."
"Pero... ¿Porqué? ¿Porqué de repente tienes que irte sin más ni más?"
"Tifa yo---"
"Cloud, ¿Porqué no me habías dicho nada de que te ibas? Acaso... ¿no crees que podamos formar una familia?"
"No es lo que te piensas Tifa... No tiene nada que ver con "nosotros"... Y no te había dicho nada porque no puedo explicártelo ahora, así que prefería no tener que despedirme de vosotros. Las despedidas me hacen sentir mal conmigo mismo."
"Entonces no te entretendré más, solo espero que cuando sea el momento, me expliques lo que te está pasando y sobretodo... que vuelvas pronto."
"Lo haré, confía en mi"
En ese momento, Cloud esbozó una sonrisa mientras subía a Fenrir y se ponía las gafas de protección. Instantes después, solo quedaba la marca de humo marcando el trayecto por donde Cloud se había ido. No entendí el porqué de esa sonrisa, pero me reconfortó. En ese momento, me dio fuerza y esperanza. Esperanza de que él volvería.
Dos semanas habían pasado ya, y esa esperanza empezó a hacer mella. El recuerdo de esa última sonrisa animó un poco a Tifa que, aunque continuaba sintiéndose sola, se obligó a creer en que no todo estaba perdido. Cloud volvería.
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