Capitulo 1
-Lily no puedes comerte el paquete entero de chocolates. Te vas a indigestar.-dijo Ginny Weasley desde la puerta de la habitación.
-Grrr…-salio una voz gutural de entre la oscuridad del cuarto.
-Muy bien pero te quiero abajo para la cena.-y bajo las escaleras soltando suspiros y palabras en voz baja. ¿Su hija no podía contener su malhumor ni siquiera en Navidad?
De debajo de las sabanas emano una criatura pelirroja que, efectivamente, llevaba una "pequeñas" bolsa de los mencionados dulces medio llena. La otra mitad ya deben saber donde estaba. La criatura dejo dicho paquete sobre una mesa junto a la cama y se echo sobre esta en toda su extensión de dos plazas. A veces era lindo ser la consentida de la familia Potter.
Tapo su rostro con una almohada para ahogar un grito. No podía creer su suerte. En especial porque no pensó que pasaría pero ahí estaba la maldita carta sobre su escritorio recordándole que tenia que cumplir su palabra. Maldijo a Claire mientras arrojaba el almohadón al suelo y se salía de su habitación con destino al comedor. Su madre era como ella cuando se enojaba.
Y todo había pasado por, creía ella, los heroicos genes Potter – Weasley. Los recuerdos simplemente la llevaban a ese "hermoso" día.
Recordaba que ya había terminado felizmente el primer semestre de su primer año de universidad y andaba por los pasillos con una sonrisa de oreja a oreja. Fue entonces escucho unos llantos que venían de un aula vacía y entro a husmear quien podía ser. Si, era demasiado curiosa, lo que son los genes. En fin, entro y se encontró con su mejor amiga, Claire Longbottom, llorando desconsoladamente. Cuando por fin pudo sacar su cabeza de entre sus piernas le dieron ganas de llorar al ver la mirada de su amiga.
-Claire… ¿Qué rayos pasó?
-Ay Lily…-y la rubia volvió a llorar pero ahora sobre el pecho de su amiga. Lily miraba al cielo. Le desesperaba un poco cuando le gente lloraba y no le explicaba por que.
-Anda, ya para.-le dijo mientras la separaba de su húmedo pecho.-Dime que paso.
Entre sollozos la chica le contó que iba a perder su beca. La cabeza de la pelirroja se quedo en blanco por unos momentos. Le costaba volver a funcionar o si quiera creer lo que le decían. ¿Claire, perdiendo su beca? ¿Estaban hablando de la misma Claire cuyo promedio no bajaba del 9? No, no podían hablar de la misma persona. Seguramente Claire tenía un clon o una gemela malvada que había hecho algo para que esta perdiese su beca. ¡Sencillamente no podía ser!
-Pero… ¿Cómo?-pregunto cuando su cerebro volvió a mover los engranajes.
-Reprobé pociones orgánicas II.-dijo antes de volver a llorar como loca. Lily se alejo un poco para pensar más claramente.
Pociones orgánicas II era terriblemente complicada. Es decir, ella no la cursaba porque no iba con su carrera pero los rumores siempre rondan por ahí. Si a Claire le había ido mal ni se quería imaginar al resto del alumnado que la rendía. Se pregunto como no había un suicidio en masa en esos momentos pero dejo ese pensamiento para más tarde. De repente su mente se ilumino y salio corriendo como alma que lleva el diablo. Apenas si Claire la vio salir por la puerta.
"Por favor, por favor…" repetía una y otra vez en su cabeza mientras bajaba a toda velocidad las escaleras. Hacia unos minutos que las últimas clases del semestre habían terminado y la mayoría del alumnado ya se había ido a festejar las merecidas vacaciones de invierno. Pero lo tenía que encontrar. Debía hacerlo fuese como fuese. Era ahora o nunca.
Salio de la institución abriendo la puerta de par en par, haciendo que el frío calase hasta sus huesos. El ejercicio la estaba matando pero siguió buscando a esa maldita persona. Nadie le prestaba atención a sus locuras ya como para hacerlo en esos momentos. Entonces lo encontró. ¿Cómo no se imagino que estaría con la copia de Harry Potter, es decir, su hermano Albus?
-¡Tu!-grito señalando a la persona que había estado buscando, causante del sufrimiento de su amiga y una de las personas más desagradable del mundo.
Scorpius Malfoy se volteo al escuchar una voz familiar viniendo de su espalda. Observo como la hermana menor de Albus se acercaba echa básicamente una fiera. Levanto una ceja en señal de no entender la actitud de la chica. Busco en su amigo alguna respuesta pero este estaba más desorientado que él. Planto su típico semblante aristocrático y se preparo para la batalla. Si no conocía el temperamento de Lily Potter…
-Devuélvesela.-sintió la fulminante mirada castaña en sus ojos.
-¿Devolver que a quien?-pregunto completamente desorientado.
-Ya sabes de que hablo, no te hagas el tonto Malfoy.
-No tengo idea de lo que dices Potter.-dijo tranquilo aunque por dentro estaba completamente descolocado. ¡No tenia idea de que estaba hablando!
-A Claire Longbottom le van a quitar su beca por reprobar una insignificante materia y tú.-volvió a señalarlo con el dedo. ¿Qué no sabia que era de mala educación?-Tu eres el único que puede devolvérsela.-sentencio un poco cabizbaja. Odiaba verse vulnerable frente a Malfoy.
-Albus, ¿puede dejarnos solos unos minutos?-el morocho los dejo con pocas ganas.-A ver Potter, ¿Qué te hace pensar que yo puedo hacer eso?
-Oh, no lo se Malfoy.-se burlo sarcástica mientras ponía su puño bajo su barbilla.-Quizás sea porque tu familia es la que entregas las becas Malfoy Potions para los estudiantes de pociones que tengan un promedio mínimo de 8 y sin reprobar ninguna materia en los dos primeros años.
-Como tu lo dijiste no deben reprobar ninguna materia los dos primeros años. Por lo tanto no hay nada que yo pueda hacer.-se estaba congelando y lo que menos quería en esos momentos era hablar con Potter enojada.
-Vamos Malfoy tu sabes que puedes hacer algo.-la voz de Lily comenzaba a suavizarse o ¿a sonar mas desesperada? Por Merlín no sabia que decir ya, el chico no quería ceder.
-No, no puedo.-se encaminaba hacia donde estaba Al para irse de esa maldito congelador cuando la voz de Potter, o mejor dicho sus palabras, llamaron su atención.
-Por favor.-patética. Total y absolutamente patética.-Haré lo que sea.
Malfoy no podía dar crédito a lo que escuchaban sus oidios. ¿Potter suplicando? Ese era un recuerdo que nunca se borraría de su mente. Era increíble escuchar la voz de esa chica tan dulce y tranquila… además de patética y lastimosa por supuesto.
-¿Lo que sea, eh Potter?
A Lily no le gustaba la mirada en los ojos de Malfoy. Estaba a punto de echarse para atrás. Es decir, se había dado cuenta del sentido pervertido de lo que había dicho. ¡No se iba a entregar a Malfoy, por todos los santos!
-No tengas miedo Potter.-dijo luego de soltar una estrepitosa risa. La mirada de la pelirroja había sido épica. Como si él, Scorpius Malfoy, se fuese a acostar con ella, ni en sus sueños.-Hay solo una cosa que quiero pero debes darme tu palabra.
-Esta bien.-soltó un suspiro completamente derrotada.-Te doy mi palabra.
-Deberás enseñarme todo lo que sepas sobre el mundo muggle.-dijo rápidamente mientras se alejaba de la chica.-Y ni una palabra de esto a nadie. Espera mi carta.-soltó otra risa al recordar lo divertido de la situación.-Nos vemos Potter.
Lily se quedo con la boca abierta. ¿Malfoy quería saber sobre el mundo muggle? Eso era más raro que… pues que un perro verde o quien sabe. Solamente sabía que era raro. Vio como Albus la miraba para pedirle una explicación. Frunció el ceño y se alejo a buscar a su amiga.
Voló el recuerdo de su cabeza con un movimiento de su mano, como quien aleja a una mosca y volvió a poner cara de perro malo. Estaba sentada ya en la mesa esperando la suculenta cena de noche buena de su madre. No quería estar de mal humor esa noche y mucho menos mañana cuando toda la familia Weasley se reuniera en la Madriguera. Pero no podía evitar que la carta que le había llegado hacia unas horas rondara en su cabeza.
Potter,
Te espero el 26 en el Callejón Diagon a las 10 a.m. en punto. No llegues tarde.
S. Malfoy
Arrugo la nariz pensando en todas las formas posibles en las que haría que Claire pagase tamaño sufrimiento. Malfoy era tan insufrible y pensó que nunca mas tendría que cruzarse con el en su vida, excepto por contadas ocasiones cortesía de Albus Potter, pero no le molestaba. Ahora le molestaba porque era contra su voluntad pero en fin había dado su palabra. "Debo dejar de quejarme tanto" se dijo mientras se tomaba la cabeza entre las manos.
-Lily Luna, ¿quieres dejar de ser un Grinch y disfrutar un poco la Navidad?-le dijo su madre mientras llegaba con varios platos de diferentes comidas.
-Si mama, lo siento.-no quería quejarse pero su suerte era tan injusta. ¿Qué había hecho para merecer estar de nuevo cerca de Malfoy?
La familia Potter reunida en mucho tiempo. James vivía prácticamente viajando gracias a su gran pasión: el quidditch por supuesto. Era cazador en el Blackburn Rovers y eso mantenía gran parte de su tiempo ocupado. Mientras que Albus y ella ahora estaban en la universidad. Se preguntaba si sus padres no se aburrían estando tanto tiempo solos pero supuso que algo debían de hacer. Se golpeo la cabeza pensando en lo estupido de su pensamiento. Por supuesto que algo hacían, no eran vegetales.
-¿Cómo esta mi hermanita favorita?-James había ido directo a abrazarla como un loco.
-Soy tu única hermana…
-No importa. Te quiero más que a Albus.-bromeo llevándose una mirada reprobadora de su madre. James siempre el bromista.
-¡Digan Whisky!-grito su padre desde la otra punta de la sala. Sonreía mientras sostenía la cámara de Lily en sus manos. Intento sacar una foto pero nada sucedió. Lily no pudo más que reírse. ¿Cuándo entendería su padre que primero tenia que encenderla?
-Dame, ve sientate papa.-dijo entre risas la joven mientras tomaba la cámara y la programaba para que poder salir ella también.
Nadie se hubiese imaginado que la pequeña Lily Potter, la hija menor del mismísimo salvador del mundo mágico, terminaría dedicandose a los Estudios Muggles.
Y bueno, el vicio me puede y he vuelto a escribir. La verdad es que no se muy bien que hare con esta historia pero me dieron ganas de escribir un poco sobre esta pareja, la cual yo veo como la reencarnación de Draco y Ginny. Si, lo aclaro desde ya: soy fanatica de esa pareja desde que habian solamente unas 25 historias de ellos en esta página. Lamentablemente con ellos no me sale la inspiración así que voy a ver como me va con sus hijos jaja. Espero que guste.
Una ultima cosa! Soy de escribir historias lentas pero hare lo posible para que esta no sobrepase los 15 capitulos. Ahora si, adios!
