Nota del autor :

Hola de nuevo. Este es mi tercer fic que estoy escribiendo ahora. Después de ver como fue mi primer fic (genial) me he animado a escribir esta historia, que llevaba un tiempo pensándola.

Esta historia, al igual que mi primer fic, puede contener escenas de contenido violento.

Los personajes ya tienen mas similitudes a como aparecen en sus series originales (al contrario que mi primer fic).

Los personajes de la serie Digimon, así como los de la película Alien, y la idea del mundo de Gantz no son idea mia, solo juego con ellos para crear este fic. Es recomendable saber o leer que es Gantz y saber algo de Alien y Digimon para entender mejor el fic.

Bueno, después de aclarar esto, espero que disfruten con mi tercer fic.

Lo dedico a todos aquellos que me apoyaron con mi primer fic leyéndolo.

Espero que lo disfruten…y no olvidéis comentar.

Un saludo.

Izdy-kun

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Gantz : Digimon VS Aliens

1 : Accidente

Un despejado cielo había dado paso a la mañana en aquella transcurrida ciudad de Japon. Como cada mañana, las principales calles se llenaban de una inmersa marea de coches, que con el ensordecedor ruido de sus motores, no dejaban oír el canto de los pocos pájaros de la mañana, que sin árboles donde estar, volaban de un lado para otro en aquella ciudad. Como cada día semana, las aceras estaban repletas de gente que apresuradamente iban hacia sus puestos de trabajo y de niños y adolescentes que, perezosos y sin ganas, marchaban hacia sus clases.

-"Como odio los Lunes" – pensaba un chico de abultado pelo mientras se llevaba las manos a los bolsillos.

Yagami Taichi, Tai para los amigos, caminaba a lo largo de una acera paralela a un gran atasco de vehículos con su mochila colgada en un solo hombro. Con su verde uniforme, partía con pereza hacia su clase. Se iba haciendo mayor, y eso se notaba en que todo, cada vez era mas duro todo lo que le rodeaba. Han pasado ya algunos años desde que se convirtió en un niño elegido y, junto a otros compañeros, tuvieron su primera gran en el digimundo, incluso también recuerda con cariño la aventura que vivió hace dos años con la nueva generación de niños elegidos. Deseaba con todas sus fuerzas poder tener otra aventura con todos sus amigos.

-"Menudo rollo, ¿porque tiene que haber clase tan pronto? – pensaba Tai – y encima tengo un examen del que apenas he estudiado, pero bueno…confío en mi suerte. ¿Me pregunto si también estará aburrido Agumon y los otros?"

Tai vio a un par de pasos de él el paso de cebra que debía cruzar para atravesar la gran carretera para poder continuar con su camino, así que apresuró sus pasos. Cuando el resto de la gente había cruzado ya y solo quedaban un par de personas en medio de la carretera, Tai divisó a una chica, una amiga que también iba inmersa en sus pensamientos.

-¡¿Eh?!, esa es…Sora Takenouchi – dijo en voz alta al verla - ¡Eh, Sora!¡Sora!.

Sora, la amiga de Tai, también llevaba su uniforme verde de la escuela, pero sin ningun gorro de los que solia llevar. Esta se giró al oír su nombre y vio a Tai acercarse corriendo al paso de cebra donde se encontraba. De repente, Tai se paró en seco al oír un fuerte pitido que provenía de su digivice que siempre llevaba colgado en el pantalón. Tai, al igual que Sora (que también llevaba su digivice), agacho la vista hacia el dispositivo, pero justo antes de que ambos lo cogiesen se oyó un gran chirrido.

Al otro extremo de la calle, un furgón negro apareció en la calle haciendo un gran derrape, y justo detrás aparecieron dos coches de policía intentando darle caza disparando contra él. Tai se sorprendió con la situación mientras que Sora se quedó paralizada en mitad del paso de cebra contemplando todo. Justo cuando aquel furgón se fue a introducir en el monumental atasco, los semáforos se pusieron en verde para él tráfico.

-¡Mierda, Soraaaa!- gritó Tai mientras tiraba su mochila y empezaba a correr hacia donde estaba su amiga.

Los vehículos se apresuraron en arranca sin importarles aquella persecución, ni que ese furgón iba a meterse en sentido contrario, justo en dirección hacia donde estaba Sora. Tai pegó un gran saltó hacia delante y se lanzó sobre Sora, cayendo ambos al suelo para apartarse de la trayectoria del furgón. Una de las balas de la policía impactó en una rueda del furgón haciendo que este perdiese el control y se estrellase contra otro vehículo, haciendo que se elevase por los aires por encima de los dos amigos. Uno de los dos coches de policía intentó frenar pero no lo logró a tiempo y el impacto hizo que también volase un poco y cayese sobre otro coche. El otro coche patrulla se metió apresuradamente en le otro carril y perdiendo el control se estrello violentamente contra otra serie de vehículos que intentaban escabullirse de aquella situación por el carril contrario.

Como un autobús escolar, que intentando a salir de allí por el carril contrario cuando, de repente, la negra furgoneta impactó de lleno en el lateral del autobús, haciendo que este perdiese el control y cayese hacia un lado bloqueando todo el carril. Tai, en medio de todos los choques, ayudo a Sora a levantarse del suelo. Pero estando los dos de rodillas, justo antes de levantarse, giraron la cabeza al oír una fuerte bocina. Un camión de carga, que iba a gran velocidad presa del pánico, se estrelló contra el autobús y volcó, haciendo que la cabina del conductor chocase contra más vehículos y, lo peor de todo, desenganchándose el gran contenedor de metal donde llevaba la carga. Tai y Sora paralizados ante aquella escena, contemplaban como ese gran contenedor, que se deslizaba hacia ellos, estaba a punto de arrollarlos.

A Tai en ese momento, que estaba paralizado por el terror, miro a Sora, que estaba en la misma situación que él. Ambos sabían que no le daba tiempo a esquivar ese contenedor, que estaba ya a un paso de ellos. Como un acto reflejo, en los últimos segundos, ambos se abrazaron y cerraron los ojos, esperando el golpe mientras por la mente de ambos se paseaban rápidos recuerdos de los mejores momentos de su vida. Tai sintió un fuerte golpe en su cuerpo, tubo la sensación de estar rompiéndose todos sus huesos y sintiéndose como un muñeco al que el están estrujando hasta partirlo en dos, viendo como todo se tornaba oscuro bruscamente, cortándosele la respiración…sintiendo su muerte.

Hasta que abrió los ojos.

No hubo palabras ni reacción cuando Tai abrió los ojos. Aún estaba abrazando a Sora, sintiendo como ella le apretaba con sus manos por su espalda. Tai no supo reaccionar ante lo que había pasado…ni tampoco saber donde estaban ahora.

Tai y Sora se encontraban en una sala de una casa, ambos de rodillas aun en el suelo, justo como habían estado hace un segundo antes de…¿morir?.