Autor Original: Punk Rock Kitsune

ID: 2278978

Notas de la traductora:

¡Aloha~!

¡Nuevo fanfic y de nueva serie! En esta ocasión voy a por Hetalia de cabeza~ Debo de decir que mi OTP predilecta es el USUK y seguidamente el Spamano, así que, si queréis fanfics de otras parejas o si tenéis alguno en mente que os haya gustado, decídmelo. Lo primero por lo dicho y lo segundo porque yo tengo una lista enoooooorme de futuros fanfics para traducir de Hetaliay, si me decís alguno y lo tengo apuntado, le doy preferencia. Para que nos entendamos~ Y bueno, como siempre, comentarios y todo eso para saber que os parece~

Y sin más dilación, ¡que lo disfrutéis~!

Datos importantes: Algunas traducciones son fragmentos, y eso es porque hay ciertas palabras para las que no se pudo encontrar traducción, como "son", "es", "tú eres", etc.

Tsis – conejo

Waya – zorro

Agatanai – sabio

Agawela – mujer mayor

Ahyoka – nombre Cherokee femenino que significa "Ella trajo la felicidad"

Etsi – mamá

Agasga – nombre Cherokee femenino que significa "Lluvia"

Gago nehi? - ¿Quién eres?

Gadono nehi hayani? - ¿Por qué estás aquí?

Nehi nasgi ani tsalagi! - ¡No eres un Indio Cherokee!

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Capitulo 1

Un grito atravesó el cielo nocturno mientras la tribu Cherokee de Virigina acababa de levantar las tiendas de su nuevo hogar.

"¿Qué fue eso?" preguntó una niña, asustada.

"Debe de ser un tsis siendo comido por un waya" se burló un niño pequeño.

"Shhh, callaos" les dijo una voz.

"Si, agatanai agawela Ahyoka" dijo tranquilamente el niño.

La susodicha mujer mayor se levantó de su asiento. Otro grito se escuchó y era obvio que no venía de un animal. Una brisa fría llevaba el sonido, el viento azotó el largo pelo grisáceo de Ahyoka. La mujer caminó hacia los gritos, ignorando la preocupación del resto de la tribu.

"Etsi,, ¿a dónde vas?" preguntó la hija de Agasga.

"Algo está llamándome" explicó Ahyoka, sonriéndole a su hija mayor "Y siempre he seguido mis llamadas. No fui bendecida con mis poderes por nada. Descansa, querida. Volveré pronto"

Agasga se veía impotente mientras veía a su madre caminar a lo profundo del bosque…

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Ahyoka siguió el sonido durante horas. Su fuerza se estaba acabando, pero se presionó para seguir de todos modos.

"Tengo que encontrar la fuente de esto…"

Los llantos subieron más y más de volumen, y una nebulosa luz verde iluminó el área. Ahyoka jadeó con sorpresa. En medio de la luz había un bebé, totalmente solo en el suelo. Tenía los ojos de azul hielo, pelo claro y piel clara. Ahyoka se vio sacudida por su apariencia, al no haber visto nunca un humano que se viese así antes.

"Qué eres tú…" susurró Ahyoka, recogiendo al lloroso niño.

En ese instante, la luz verde desapareció, y la fuerza de Ahyoka regresó. Ahoyka estudió al lloroso bebé.

"A pesar de que no te pareces a mí, eres una vida que me ha llamado para que la cuide" susurró "Estás a salvo ahora…"

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"¡Tierra a la vista!" gritó un compañero de la tripulación desde el mástil principal de la nave.

Los gritos de júbilo sonaban mientras los rumores del Nuevo Mundo llegaban a la vista. Después de navegar desde Inglaterra hasta el Nuevo Mundo, América, el alivio era difícil de contener.

"Capitán Kirkland, ¡América está justo en frente!" gritó otro compañero de la tripulación al hombre sin emociones.

El Arthur Kirkland de veintitrés años, bajó la mirada al timón de la nave.

"Lo sé, imbécil. Soy yo el que dirige este jodido barco" dijo Arthur fríamente "Id a hacer algo útil como preparar las anclas"

"¡Si, señor!" saludó dicho miembro.

"Oh, Arthur, no eres divertido" se quejó una voz tras él "Me pregunto qué ocurriría si tu tripulación descubriese que crees que las hadas existen"

El navegante británico cerró los ojos con irritación ante el acento francés.

"Francias, ¿cuántas veces tengo que decirte que te calles?" espetó Arthur, mirando a un Francis Bonnefoy de veintiséis años "La única razón por la que dejo a una rana subir a mi barco es porque has estado en Jamestown, Virginia, antes y sabes dónde está la ruta en el bosque para conseguir pieles. En el momento en que este barco llegue a Inglaterra, te voy a patear al Atlántico"

Francis simplemente chasqueó la lengua hasta el malhumor inglés "Lo dicho, tienes la actitud de una virgen mojigata, lo cual es lo que eres. Necesitas aprender a soltarte, mon ami. Con suerte, habrá algunas mujeres de tu gusto en Jamestown"

"Si me 'soltase' como tú, acabaría con una sucia prostituta" replicó Arthur.

Francis movió parte de su largo pelo rubio hacia la parte de atrás de su hombro, sonriendo "¿Cuándo dejarás ir este frío exterior que estás manteniendo? Toda la tripulación aquí cree que eres un monstruo algunas veces"

"Bien. Eso es lo que mantiene a mi tripulación en orden. Sin embargo, hay uno del que estoy un poco preocupado" respondió Arthur, estrechando sus ojos "Dejé a un hombre prusiano unirse a nuestra tripulación. Tiene experiencia en caza y vela como yo. Sin embargo, es un poco demasiado radical para mi gusto. Tengo que tenerle vigilado"

El ceño de Arthur se frunció mientras dicho prusiano de pelo plateado y ojos rojos, Gilbert Beilschmidt, apareció a la vista en la cubierta.

"¿Cómo duermes por las noches con toda esta estúpida paranoia?" bostezó Francis.

"Llámalo como quieras, rana. Hay una razón por la que Gran Bretaña es la fuerza más poderosa del mundo" replicó Arthur, girándose hacia la parte delantera del barco "Sólo asegúrate de que nos conduces a los campos"

Francis se echó hacia atrás en su asiento, una sonrisa en el rostro.

Arthur siempre intenta actuar como si fuesemos completos extraños. No creo que alguna vez haya dicho que somos amigos de la infancia. Reflexionó.

El barco de Arthur atracó en el puerto de Jamestown con otros ingleses y mujeres esperándoles. Una vez que Arthur bajó del barco, fue recibido con elogios de hombros y gritos de las mujeres.

"¡Es tan guapo!" "¡mi mente puede perderse en esas cejas suyas~!" "Me pregunta si tiene esposa…"

Arthur ignoró los cotilleos de las mujeres y siguió andando. Francis, por otro lado, se paró a flirtear con cada mujer que podía encontrar.

"Mon belle fleur, sus tojos son tan brillantes como el sol, pero tan misteriosos como la luna" le dijo Francis a una niña de dieciséis años, de manera seductora.

Esta se rio "¿De verdad lo crees?"

"Pero por supuesto, mon amour"

"Hey, pedófilo, te estamos dejando atrás" interrumpió Arthur, irritado "Tienes suerte de que ninguno de los compañeros ingleses de aquí tenga idea de donde están los bosques, o de lo contrario estarías atrapado aquí para siempre"

"¡Qué cruel!" se quejó Francis, dejando a la sonrojada chica atrás.

Arthur se giró sobre sus talones y caminó con el resto de su tripulación.

Por lo pronto, esta América no me ha impresionado en absoluto. Las historias que he escuchado sobre esta en casa son una mierda. Vamos a ver cuán asombroso es este "Nuevo Mundo".

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Para el momento en que empezaron a montar el campamento, la noche estaba cayendo a tres kilómetros del bosque y un lago.

"De acuerdo, vamos a empezar con esta primera ruta por la mañana" ordenó Arthur al grupo "Necesitamos terminar esto en una semana, así que no esperéis ningún tipo de vacaciones. ¿Entendido?"

"¡Si, señor!" gritaron los hombres.

El prusiano, Gilbert, rodó los ojos "No vine aquí solo para seguir las ordenes de un rarito de cejas gruesas. Tengo la intención de ver todo lo que esté a mi alcance por mi cuenta" murmuró.

En la cena, los miembros de la tripulación estaban riendo y hablando en voz alta. Uno estaba contando una historia.

"¿Sabéis? Antes de que saliésemos de los muelles, un hombre me dijo que tuviese cuidado con el Guerrero Fantasma" Edward, uno de los miembros, estaba explicando "Dijo que un niño llamado Simon se acercó demasiado a los bosques y fue atacado con un arma de la nada. No pudo ver a nadie"

"¡Eso es un montón de basura!" otro miembro, Martin, se rio.

"Nunca te has encontrado a nadie en batalla antes, ¿verdad?" preguntó Gilbert, sonriendo con malicia "Puedo creer ese tipo de cuentos. ¡Este 'Guerrero Fantasma' me suena intrigante!"

Arthur suspiró y se puso en pie. Queriendo alejarse de ese ruidoso sin sentido, se fue a dar un paseo por el lago. Una vez llegó, se sentó y miró su reflejo.

¿Qué haré cuando vuelva a Londres? Conseguiré un pago considerable por mi trabajo pero, ¿entonces qué? No tengo familia con la que ir, y tampoco amigos. Francis es el único amigo con el que he crecido, y con todas las tensiones crecientes entre nosotros y su casa en Francia, no podré verle sin una estricta razón. ¿Qué debería hacer…?

Arthur salió de sus pensamientos cuando vio algo por el rabillo del ojo siendo lanzado hacia él. Rápidamente rodó hacia la derecha, esquivando el objeto.

"¡¿Qué cojones…?!"

Arthur alzó la mirada para ver que una flecha era disparada hacia él. Pudo ver una silueta humana huyendo.

"¡Ahá!" sin pensar, Arthur sacó la pistola de la funda y corrió hacia el bosque.

Enfadado, Arthur buscó alrededor a su atacante.

"¡Sal de ahí, cobarde!" gritó Arthur "¡Nadie ataca a un inglés y se sale con la suya!"

Arthur podía sentir el viento de algo que corría rápidamente tras él, así que Arthur se alejó en esa dirección también. Sin embargo, Arthur estaba de repente cara a cara con un arco y una flecha apuntándole. Detrás del arma, había un hombre un par de centímetros más alto que él con el pelo rubio, enfadados ojos azules y plumas en el pelo. Dos líneas rojas estaban pintadas bajo sus llamativos ojos, y un trazo de pintura amarilla bajaba por en la mitad de su nariz.

"Gago nehi?" espetó el hombre en una lengua que Arthur no entendía.

"¿Qué diablos estás diciendo?" gritó Arthur, apuntando con su pistola al hombre.

"Gadono nehi hayani? Nehi nasgi ani tsalagi!" gritó el hombre de nuevo.

"¡Intenta hablar en inglés, estúpido salvaje!" replicó Arthur.

Los dos se miraron el uno al otro, no teniendo ni idea de lo que el otro estaba diciendo. El hombre pintado miró a Arthur antes de dejar caer su arma. Arthur pensó que su intención era rendirse pero estaba equivocado. El hombre agarró los hombros de Arthur, tirando de él para acercarle, y presionó su boca contra la de este en un beso. Sorprendido, la pistola se deslizó de las manos de Arthur.

Después de unos pocos segundos, el atacante alejó a Arthur, recogiendo su arco y flechas, y apuntándole.

"¿Quién eres? ¿Y qué estás haciendo aquí?" gritó.

Los ojos se Arthur se abrieron ampliamente.

"¡¿Qué?! ¿Me atacas con un puto arco, me gritas en una lengua extraña, me besas, y entonces hablas inglés perfectamente? ¿Y te atreves a preguntarme?"

"¡Debes irte ahora! ¡Los hombres pálidos están invadiendo nuestro hogar!" le dijo el hombre a Arthur.

"¡Tú también tienes la piel pálida! ¿Y tú que eres?" replicó Arthur.

"Soy un Cherokee. Tu no. Ahora te lo advierto, aléjate de aquí o nunca se te olvidaré el nombre de Amelige, o en tu extraña lengua, ¡América!"

Con eso, el hombre desapareció.

"¿Qué cojones…?" Arthur se quedó allí, con los ojos abiertos "¡Este 'Amelige' está obviamente loco! ¡Le mataré antes de que me amenace de nuevo!"

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Era tarde cuando Arthur finalmente regresó al campamento.

"¿Dónde has estado, capitán? Estábamos a punto de enviar un grupo de búsqueda" dijo Edward al agotado inglés.

"He estado en el lago, y me quedé dormido" mintió Arthur "Pero estoy bien"

Esa noche, todo en lo que Arthur podía pensar era en el hombre que se llamaba a sí mismo América.

¿Quién se nombraba a sí mismo como un continente? ¿Y cómo es que no podía hablar inglés hasta que… me besó? Arthur se estremeció ante el recuerdo. Bueno, sea quien sea, tengo el presentimiento de que va a ser mucho más preocupante que Gilbert y Francis juntos.