Titulo: Esperanza
Disclaimer: Aun no llegó al nivel de Jk... ni poseo sus personajes
Resumen: El quitaría la esperanza de su mirada, aun si tuviera que arrancarla a pedazos.
Palabras: 373
Frase: Nadie va a venir a por ti y lo sabes
Personaje: Lucius Malfoy
N/A: no se si cuente como WI pero para mi esto pudo haber pasado si Lucius hubiese sido un tanto mas sadico
Este fic participa en el minijuego de diciembre para "La Copa de las Casas 2014-15" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.
Esperanza.
Profunda y reluciente esperanza tiñendo la esencia misma de su magia.
Sintió como la ira iba embargando sus venas, como las ansias de someter a esos relucientes zafiros empezaron a invadir cada uno de sus pensamientos.
Esa chiquilla no tenía la menor idea de lo que era la vida si aún podía albergar algo tan absurdo, inútil y patético como lo era ese sentimiento. Y Lucius Malfoy definitivamente detestaba cualquier cosa que entrara en dichas categorías.
Con pasos lentos y deliberados bajó los escalones que lo separaban de ella, de sus cabellos rubios y piel blanca.
Impecable.
Sin marcas.
Oh, pero no por mucho tiempo, de eso se aseguraría él mismo.
La puerta chirrió, con un pase de varita encendió las luces y, sobretodo, disfrutó con la visión de sus ojos trasparentes e inocentes. Pronto serian oscurecidos por el dolor, se prometió. Sin darle tiempo a nada más, alzó su varita y pronunció el primero de muchos hechizos. No tendría piedad.
—¡Crucio! —
El quitaría la esperanza de su mirada, aun si tuviera que arrancarla a pedazos.
….
— Nadie va a venir a por ti y lo sabes — susurró directamente en su oído tan solo un par de semanas después. Empezaba a desesperarse, la boba niña aun no daba su brazo a torcer y la idea de romper su voluntad cada vez resultaba menos atractiva.
Soltó la cenicienta mata de cabello que aferraba en su mano izquierda y la dejo caer bruscamente en el suelo. La chica dejó salir un gemido de dolor y permaneció desmadejada ante sus pies, al parecer había logrado su objetivo. Sonrió satisfecho
—Vendrán— el hilo de voz, tan tenue y frágil, lo detuvo a solo unos pasos de la puerta. Fijó su helada mirada en ella. —Mis amigos vendrán— allí estaba de nuevo, esa irritante mirada llena de confianza en algo que no podía asegurar.
—Idiota —Escupió antes de salir y dejarla sumida en la oscuridad. Siempre podía volver a intentar romperla después.
No habían pasado ni siquiera tres días cuando la chica escapó. Cuando Potter y su insufrible grupo la liberó.
Y pensó, no por primera vez desde que se encontrara con la mirada de Luna Lovegood, que quizás no estaría tan mal tener algo de esperanza.
