Disclaimer: El mundo y los personajes de este fanfic le pertenecen a J.K Rowling.

Esta historia participa en el II Fest del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black y el prompt en el que está basado AK#001: En el que Ginny desaparece y Malfoy es el principal sospechoso.

Punto de quiebre

"El momento más espantoso es siempre justo antes de empezar." —Stephen King.

Le gustaba mucho ese instante, justo antes de despertar cuando no sabes dónde estás, quien eres o lo que eres… y entonces lo recuerda, los cabellos rubios entre sus dedos, el sabor del vino blanco de sus labios, la suavidad de su piel y aquellos ojos grises que se derretían de placer… abre los ojos asustado de que los sentimientos sigan avanzando, la luz del sol le hizo gruñir obligándolo a levantarse notando que estaba solo, apartó un poco las cortinas para iluminar la oscuridad de aquel cuarto, Ginny y él habían escogido una habitación de Grimmauld Place para adecuarla a sus necesidades , miro a su alrededor, ahí estaba el piyama intacto debajo de la almohada lo que le indicaba que su prometida no había llegado a dormir esa noche, se encogió de hombros restándole importancia, esa no era la primera vez que la pelirroja iba a dormir a otro lugar debido a sus peleas.

Harry Potter el héroe del mundo mágico y el mejor auror de Inglaterra, se puso los pantalones y llamo a Kreacher para que le preparara el desayuno, mientras comía llego desde su ventana El profeta, en la primera plana como era de esperarse había una gran fotografía en movimiento de Ginny Weasley la buscadora de las Arpías de Holyhead, se veía preciosa en el periódico con su característico cabello atado en una cola de caballo ondeando en el aire montada en la escoba como si fuera una extensión más de su cuerpo.

—Ganaron —dijo en voz baja el moreno mientras masticaba una tostada.

Se alegró sinceramente por ella, con esa victoria se cerraba oficialmente la temporada de quidditch. Cuando Harry termino de desayunar se cambió y por red Flu llego hasta su trabajo en el ministerio de magia.

oOo

Una tos infantil y torturada hizo que Hermione corriera hasta la habitación de su pequeña Rose quien abrigada en un montón de mantas y la cara sonrojada se debatía en un sueño intranquilo, la noche anterior había tenido que ir hasta la mansión Malfoy por poción pimentónica lo que no le había hecho ninguna gracia a su esposo Ron pero eran los vecinos más cercanos a su pequeña casa en Wiltshire además ella y Astoria habían entablado una relación muy parecida a la amistad cuando Hermione trabajo en un caso de derecho mágico para la familia Malfoy.

—¿Cómo está? —pregunto Ron desde la puerta.

—Sigue mal, no creo que sea un simple resfriado, habrá que llevarla a San Mungo —contesto la castaña preocupada.

—Cuando regrese del ministerio vamos juntos, es una pena que nos hayamos perdido el partido de Ginny pero no se puede hacer nada, espero que Harry y ella se hayan divertido con la celebración —dijo Ron entrando en la habitación.

Hermione se mordió el labio, no quería hablarle a Ron sobre los problemas que tenían Harry y su hermana pues sabia el poco tacto que se cargaba cuando se trataba de ellos dos, así que no menciono nada acerca de la carta que le había llegado la noche anterior.

—Claro, te esperaremos —dijo Herms.

Ron beso a Rose en la frente y a su esposa en los labios para después salir por las llamas verdes de la chimenea.

Hermione saco el pergamino que llevaba en la bata y lo leyó una vez más:

"Está engañándome y creo saber con quién, esta noche después del partido los atrapare"

—Mami —dijo con voz ronca Rose.

Hermione salió de sus pensamientos para concentrarse en su pequeña.

oOo

Harry estaba llenando algunos papeles de rutina cuando la puerta se abrió y entro por ella Ron.

—Hola colega —saludo el pelirrojo.

El moreno lo recibió con una sonrisa.

—¿Qué tal su noche? Ayer no pudimos siquiera llamarlos para felicitarlos porque Rose se enfermó.

Harry lo miro desconcertado.

—¿Llamarnos?

—A ti y a Ginny.

—¿Ginny no estaba con ustedes ayer? —pregunto Harry.

—No, ¿no estaba contigo?

—No.

—Tal vez fue con mamá, le preguntare más tarde —dijo Ron extrañado.

Pero no fue necesario que preguntara pues un avión de color morado aterrizo en el escritorio de Harry.

"Felicidades por la victoria, espero que ambos puedan venir a comer con nosotros esta tarde. Arthur Weasley"

Harry le paso la nota a Ron quien frunció el ceño.

—¿Dónde está Ginny? —pregunto Ron.

Una sensación de pánico atenazo la garganta de Harry.

—Probablemente este con alguien de su equipo —dijo Harry.

¡Voy a dejarte! ¡Voy a dejarte! ¿Me oyes? Pero antes le diré a todo el mundo mágico que su héroe es un…

—¿No fuiste al partido de Ginny? —inquirió Ron mirándolo.

—Claro que fui —se defendió el moreno.

Ron suspiro aliviado.

—Entonces está bien, después del trabajo ve a verla.

—Claro.

Después de esa conversación se olvidaron del asunto y se concentraron en su próxima misión.

oOo

Una semana después el periódico El Profeta tenía un encabezado que alerto a toda la comunidad mágica: Ginebra Weasley, buscadora de las Arpías de Holyhead desaparecida.