Melody
Se preguntaba porque seguía observando aquella pantalla, aquellas imágenes que más lo molestaban, y aun pese a todo eso, ¿por qué el teléfono tenía que pagar por todo? ¿Por qué era tan egoísta y orgulloso? Bueno, más que nada, orgulloso.
Chistó a saber por cuanta vez, en esta ocasión simplemente el teléfono terminó por caer sobre el colchón, dio media vuelta y observaba aquella pared sin chiste alguno. Lo odiaba, debía admitirlo, él era el mejor candidato para Eros, él debió ganar, él se debió de quedar con Viktor, él debía ser el único Yuri, pero no… No era ese "Yuri".
Llevó sus manos a su cara, pequeños sollozos comenzaron a escucharse, tan tenues, tan tristes, tan faltos de aquel orgullo; pero no debía dar marcha atrás, demostraría que él era el mejor, que él debió quedarse con el albino, que aquel chico no valía a pena. Claro, él era el mejor, después de todo. Sin embargo, ¿por qué las lágrimas no dejaban de salir? ¿Por qué le dolía tanto el pecho?
El celular vibró una vez más, se talló los ojos y miró la pantalla… ¡Maldita era su suerte! Y una vez más, el celular pagaba lo que una imagen podía hacer sentir a Yuri, ira, molestia, desilusión, frustración, todos los sinónimos posibles e incluso, posiblemente dolor. Agarró el cojín más cercano y lo puso sobre su cara, para ahogar así los sollozos, y entre eso, la pregunta de la que más deseaba conocer la respuesta: ¿Por qué?
No había momento junto al chico que no quisiera mostrar al mundo, él había sido un gran descubrimiento, él era como un pequeño diamante que debía ser pulido, él era la mejor melodía inventada, aquella que pocos podrían llegar a comprender, aquella que era tan exquisita que ni el mejor músico del planeta podría llegar a completar. Esa melodía que había llago a hacerle sentir de nuevo una pasión desbordante, lo supo desde el inicio y simplemente quería llegar a saber una última cosa.
¿Bajo qué compás y que ingredientes podría hacerlo el mejor Katsudon del mundo? Aunque para Viktor eso ya no era un misterio, pues con sólo poder verlo era más que satisfactorio, ¿pero debía ser eso lo correcto? ¿Debía mostrar al mundo la perfección de Yuri? ¡Qué más da! Los demás nunca podrían a llegar a comprender, y seria simplemente algo efímero. Pero para él, eso que sería como una estrella fugaz, eso, para él, sería algo más eterno. Una melodía tan común para algunos, una danza que no llegaría a ser tan relevante, un sabor tan fácil de olvidar…
Eso no era Yuri para él, debía conocer hasta el último compás, el último sabor, la última melodía mejor inventada, aquella que con la que se unirían, con la cual, deseaba desde lo más profundo de su ser, poder bailar a su lado y así terminar juntos con un último paso y llegar así a ser uno mismo. Llegar a ser juntos el mejor Katsudon del mundo.
Mi debut en este Fandom, yey~.
Bien, este Drabble entra en el reto de #EsDeFanfics. Consistía en seleccionar la categoría conforme mi fecha de cumpleaños... Es el 15, por lo tanto me correspondía el Desamor y Amor. O sea, KHÀ? ¿Eso era posible? Y como resultado, fue esto, ¿se sintió el desamor de Yuri? ¿Y el amor de Viktor? Espero que sí. Jamás en mi vida he escrito un drabble, hasta hoy. O:
¡Muchas gracias por darle la oportunidad a este Drabble! ¡Espero que les gustara! Bien, sin más, ¡nos vemos!
