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Shane Mcmahon, no era el tipo de hombre que la gente creía.
En los combates y en sus salidas a los escenarios, la gente lo conocía como un niño mal criado y arrogante. Pero en realidad no era nada de eso.
Solía ser callado, tímido y bastante cariñoso.
Aunque no tenía a quién dar cariño. Y su perro, no contaba.
Se había divorciado de su mujer cuatro años atrás, solo había estado casado apena 3 meses.
No es que se llevara mal con su ex-mujer, simplemente no podía quererla como un marido quiere a su mujer.
Eso solo tenía un motivo, y era fácil de imaginar. Era gay, y nadie era partícipe de ello, y mucho menos su padre.
No quería contárselo a él, no sabía como reaccionar y no quería que le rechazara, así que se callaba y ocultaba sus verdaderos sentimientos hacia la gente.
El desde siempre había echo todo lo posible para agradar a su padre, había sido luchador y trabaja para la empresa de su padre, y lo hacía todo lo posible por agradarle.
Además de todo eso, le había estado engañando. Shane, nunca había estado nunca con una mujer a lo que se refiere sexualmente hablando. Aunque eso no era lo que le había contado a su padre.
Para su padre, era un mujeriego. Que se había divorciado por no pasar más de dos días con la misma mujer.
Podía sonar un poco machista, pero su padre no le había comentado nada al respecto y el seguía con su mentira.
Aunque no se hubiera yacido con una mujer, no es que fuera vírgen. Había estado saliendo con hombres, pero lo bastante a escondidas, para que solo él y la persona con la que había yacido lo supieran.
Sus sentimientos, no estaban completamente ocultos. O sea, no es que lo diera a la luz pero aparte de el y sus amantes, solo lo sabía su hermana.
Ella siempre le había apoyado en todo. Y había intentado animarle, y convencerle para que se lo contara a sus padres, ella creía que no le iba a rechazar, pero su padre era bastante raro, nunca se sabe.
Shane, soñaba con enamorarse, dar cariños y recibirlos, pero aún, no se había enamorado realmente, y deseaba hacerlo pronto.
No sabía que aquel momento estaba por llegar.
