Prólogo
El hombre nunca ha encontrado una definición para la palabra libertad. Pero en esos momentos en los que el mundo que te rodea desaparece, en los que puedes correr hasta no sentir las piernas, reírte hasta quedarte sin aire, vivir sin preocuparte por nada.
La existencia humana se basa en eso, la libertad, por ella han luchado miles de personas durante años, aun así el ser humano no logra comprender la inmensidad de la palabra libertas. A veces esta, está privada, y aunque sea triste por personas cercanas a ti, en esos momentos ¿qué puedes hacer?¿cómo puedes huir de algo que ya había sido arraigado antes de tu nacimiento? ¿Puedes cambiar tu destino? En mi caso no, no puedes. Es algo impensable, por lo menos para mis padres, ya que si no lo hago perderan todo lo que tienen. Para ellos es un precio justo, pero para mí no. Lo único que les importa es el dinero y la fama, yo soy algo secundario, algo que como veis se puede traficar con ello , para su propio beneficio.
Estarás pensando que es el siglo XVII, pero no estamos en el año 2009. Ahora estoy en un avión de camino a Forks, Washington.
En menos de 24 horas mi vida ha dado un giro de 180 grados, en menos de 8 horas abandoné mi casa para siempre. Mi nombre es Isabella Marie Swan, tengo 16, y en una hora conoceré a mi prometido.
Esto es algo que se me a ocurrido y para que no se me olvidará lo he escrito, me ha parecido una buena idea para comenzar otra historia
¿Os gusta?
* Miry *
