Caigo. Lo único que estoy viendo es que estoy cayendo, grito e intento agarrar algo pero mis manos no logran atrapar nada, estoy en un túnel intermitente, lo único que veo es un vacio y grito, lloro pero nadie me escucha, cierro los ojos y veo que están nublados, por lagrimas, cuando me limpio con mi brazo está manchado, de lagrimas de oro.
-¡Edeline Joy Miller despierta! – Oigo los gritos de mi madre, hoy es el primer día de escuela y como es de costumbre mi madre está nerviosa. Más que yo.
-Ya estoy despierta madre. – Digo bajando las escaleras aun en pijamas. - ¿Qué sucede?
-Que no sucede. – murmura ella mientras hace un rodete con su cabello, siempre he creído que es mucho más bonito su color que el mío, es un rojo intenso mientras que el mío es rojo marrón. – Es tu primer día y sigues en pijamas, ve a cambiarte por favor.
-Cotorra, deja a nuestra niña tranquila. – Dice mi padre entrando a la sala, se porque dice eso, el aun esta en pijamas. –Aun es temprano.
-Eddie por favor vístete, y tu. – Me señala molesta. – También y es una orden.
-Claro que lo es. – murmuro y empiezo a caminar hacia mi habitación.
No se que vestir realmente, no siento que es necesario verme bien de todas formas seguiré siendo la misma impopular de siempre, aun así tomo una blusa blanca, mis vaqueros y una chaqueta de cuero que era de mamá. Me miro en el espejo y no siento que sea terriblemente bonita, no soy fea, pero tampoco llamo la atención. Me pregunto si es porque mis ojos no son más verdes o mi cabello más rojo, o simplemente por mi personalidad.
-Apúrate hermanita no quiero llegar tarde. – La voz de mi hermano mayor Patrick me saca de mis pensamientos, miro hacia la puerta y lo veo parado con una sonrisa hipócrita. No lo odio, pero simplemente a veces es insoportable.
-Bien, ya estoy lista. –Murmuro y empiezo a caminar hacia afuera de mi habitación, con su presencia siguiéndome.
-Miren que hermosos se ven Eddie, ven a sacar una foto. – Grita mi madre al vernos bajar de las escaleras.
-Bien ahí voy. –Mi padre se acerca molesto con la cámara en sus manos. – Sonrían. – Dice y empiezo a sentir el flash en mis ojos.
-Mama ¿Puedo irme ya? - Pregunto molesta.
-Casi. - suspiro mi madre tomando la ultima foto. - Te ves hermosa, como mama claro.
-Son del padre en realidad sus dotes. - murmuro Eddie preparando el desayuno para Patrick.
-Ya en serio, Mick llegara y no quiero que vea esto. – murmuro, Mick es mi mejor amigo y sé que no le molestara ver cómo me están avergonzando, pero necesitaba una escusa para salir de ahí lo más rápido posible.
-¿Te gusta ese tarado? - Pregunto Patrick sonriendo mientras mamá le tomaba fotos, amaba ser el centro de atención. - Si así es le romperé la cara.
-No me gusta es mi amigo. - miro molesta a mi hermano mayor. - Siempre lo será.
-Dudo que él se sienta así. - murmuro mi madre mientras guardaba la cámara, a veces pienso que en esta familia no entienden el significado de amistad.
Me encuentro recostado sobre el sillón familiar, estoy seguro que si mi madre me ve me regañara porque supuestamente es nuevo, claro que no lo es, pero Isabelle Lightwood es la reina del drama, y yo tengo la suerte de tenerla como madre, claro que la amo pero a veces es demasiado dramática.
-Hola Maxi. – murmura mi hermana acercándose a mí. - ¿Por qué no estás feliz, hoy es tu primer día de escuela?
-Molly, hermana, cuando eres mayor como yo, ir a la escuela es una mierda. – Suspiro mirando fijamente a mi hermana, ella es una versión de 6 años de mi madre, tiene el cabello largo y negro, y ojos oscuros y lo suficientemente adorables para lograr que yo siempre haga lo que me pide, como llevarla a comprar juguetes o ir al parque con ella.
-No uses ese vocabulario con tu hermana Maxwell Lewis. – Murmura mamá entrando a la cocina con su típico humor. –Ni con nadie, debes ser respetuoso.
-Solo dije mierda no es tan malo. – Me encojo de hombros y al ver su expresión de enojo suspiro y me siento en la mesa familiar, solo deseaba que papa llegara, él era el único que podía calmar el humor de mi madre, supongo que por algo se casaron.
-Buenos días familia– Sonríe mi padre entrando a la sala, veo como se acerca a mamá y le da un beso en la mejilla, ella sonríe, no puedo evitar no hacer una mueca al ver a mis padres así, mi hermanita solo se ríe.
- -Bien me voy a trabajar, portense bien. - Nos dice mi madre sonriendo, le da un beso a papà, abraza a Molly y me mira. - Y tu intenta ser feliz.
-Bien ¿Ya puedo irme? - Pregunto molesto, no por ellos si no porque quiero quedarme aqui en mi habitacion escuchando musica o siendo solo un tipico adolescente que ir a la escuela y ver toda esas personas que no conozco.
-Si puedes irte y suerte. - Mi padre toma a Molly en sus brazos y abre la puerta. - Suerte hijo.
-Si la necesitare. - Murmuro mientras tomo mi carpeta y salgo de mi casa.
-¿Que esperas en este 2013 Lin? -Me pregunta sonriente Mick mientras caminamos hasta la escuela, cuando me giro para mirarlo veo que a cambiando un poco desde la ultima vez que lo vi, su cabello rubio le llega tapando sus ojos azules y esta un poco mas alto.
-No lo se, no estoy segura ¿Y Tu? - Sonrió.
-Quiero un tatuaje que diga 'El Super Mick' - Dice y no puedo evitar no tirar una carcajada, el me mira serio y levanta una ceja. - ¿Que tiene de malo?
-Nada Mick solo. - Muevo la cabeza. - Nada, bien si vamos al caso yo quiero un amor de película.
-¿Un amor que dure tres horas? - Pregunta el sonriendo, maldigo por debajo porque el tiene razón.
-Me refiero a algo real, algo que dure mas de un mes. - Me encojo de hombros, Mick me sonríe de nuevo y luego mira hacia adelante. Llegamos.
Lo primero que veo es el grupo de animadoras en el centro de el edificio, sus gritos alegres hacen que quiera taparme los oídos, también puedo ver a un grupo de chicos sonriendo entre ellos y observando detenidamente a cada persona que pasa por la gran entrada principal.
-Lin, vamos camina o llegaremos tarde a física. - Siento que Mick mueve mi brazo y salgo de mis pensamientos. - ¿Estas bien?
-Si, solo estaba pensando.
-Si no pensaras creería que te cambiaron. - Sonríe y empieza a caminar, lo sigo y puedo sentir el sonido de mis botas en el suelo, es insoportable.
-Hoy tuve una pesadilla. - No quería contárselo a nadie, pero Mick no es nadie, el es mi mejor amigo desde que tengo memoria, sabe todo de mi. - Me quede pensando en eso.
-¿Habían zombies? - Me mira entusiasmado, lo golpeo con mi carpeta y el tira una carcajada. - Venga, cuéntame que sucedía en tu sueño.
-Bueno yo estaba cayendo a un lugar, un pozo tal vez, y estaba llorando. - Intento seguir pensando que pasaba luego en mi sueño pero con todos los ruidos de el pasillo mi mente esta bloqueada. - Y luego no se, creo que despertaba.
-Tranquila si te caes de un pozo yo llamo a mi primo que es bombero y te salvamos juntos. - Dice mientras abre la puerta del salón de física.
-¿Tu primo es bombero? - Levanto una ceja y el asiente con la cabeza. - Como sea Mick, ¿Te sientas conmigo cierto?
-Obvio Lin. - sonríe y me indica que nos sentemos en uno de los bancos que se encuentra en medio del salón, perfecto pensé, no estaré adelante como los inteligentes ni atrás como los populares.
-Bueno todos callados por favor. - Nuestro profesor empieza a golpear la mesa con un libro como un loco, no entiendo la necesidad. - Hoy tenemos con nosotros un nuevo compañero, denle la bienvenida a Maxwell Lewis.
Un chico entro en la clase, en medio de todo ese ruido de voces, risas y demás. Entro el en silencio. Era dificlil identificar su rostro, su cabello marrón lo tapaba, era alto mas que yo probablemente.
-Siéntate donde gustes Maxwell. - Veo que el hace una mueca y murmura 'Llamame Max' y empieza a mirar un lugar, su vista se fija en el banco junto al mio, giro mi cabeza y veo a Megan Wefferson, estoy segura de haberla visto unas tres veces en el pasillo pero no se mucho sobre ella, solo que no es popular y que es una de las mas inteligentes de la clase. Ella le sonrie y empiezan a hablar.
-Hey tierra llamando a Edeline. - me grita en mi oído Mick. - ¿Que tanto miras?
-Solo estaba recordando quien era Megan. - murmuro y intento dejar de pensar en el chico nuevo o en Megan pero es como si la imagen de el estuviera en mi mente reproduciéndose una y otra vez. - ¿Tu la recuerdas?
-Claro. - sonríe. - Ella gano mejor promedio el año pasado, ¿No recuerdas cuando fuimos a la fiesta? Un chico tiro soda en tu remera.
-Oh, si lo recuerdo. - Desearía no hacerlo pienso y luego dejo que mis manos empiecen a copiar la tarea.
