Katekyo Hitman Reborn! No me pertenece.


"Sueños de amor"


Era ya más de media noche y los residentes de la casa Sawada dormían plácidamente en sus respetivos cuartos y camas.

Todos, a excepción del castaño de ojos miel conocido como Tsunayoshi, al cual le era imposible conciliar el sueño y se revolcaba entre las sabanas de su cama, acción que tenía más que irritado al mejor Hitman del mundo.

— ¿Podrías dejar de moverte y dormirte de una vez por todas, Dame-Tsuna?—. Hablo mordaz el ex Arcobaleno que pocos meses antes hubiese recuperado su apariencia adulta.

Tsunayoshi se paralizo, ¡Demonios! había olvidado por completo que su espartano tutor se encontraba durmiendo justo al lado suyo.

—Lo siento mucho Reborn—. Se disculpó en un susurro enterrando su cabeza en la almohada, tratando con todas sus fuerzas de detener el temblor de su cuerpo ante el frío y la amenazante voz del mayor.

Reborn, dándose cuenta del ligero temblor en el cuerpo de su alumno soltó un suspiro, y con una delicadeza impropia, estrechó el cuerpo contrario entre sus brazos, llenando de una calidez embriagante al menor que sonrió con dulzura antes de devolver el cálido abrazo.

—Te amo, Reborn…— Susurro Tsunayoshi medio dormido.

El aludido abrió los ojos como platos y se tensó de manera leve, despertando al menor entre sus brazos que, al darse cuenta de sus anteriores palabras, trato de zafarse del abrazo y salir corriendo, acción que fue detenida por el mayor.

—Tsuna, eso que acabas de decir…— Susurro bajando la vista, observando directamente a los grandes e inocentes ojos del castaño, acción que le hizo sonrojar.

Tsunayoshi trago duro. —E-Es ve-verdad…

Reborn sonrió con sinceridad —acción que sorprendió francamente al menor— antes de unir su boca con el contrario en un agradable beso suave lleno de cariño.

El pelinegro de graciosas patillas rizadas y rasgados ojos carbón simplemente sonrió mientras estrechaba a un sonrojado Tsunayoshi en su pecho en un arranque cariñoso para con él.

—Quiero que sepas algo, y que me prestes mucha atención Tsunayoshi, ya que no lo volveré a decir…— Hablo con seriedad, llamando al castaño de aquella manera para que este entendiese que estaba siendo extra serio, indirecta que el otro rápidamente capto. —Te amo Tsunayoshi.

Los ojos del Vongola se llenaron de lágrimas, asustando un poco al pelinegro.

—Eso me hace feliz, muy feliz Reborn. — Aclaro mientras se daba la vuelta y se sentaba en las caderas del Arcobaleno, uniendo sus bocas en un vaivén lento, disfrutando del sabor de la cavidad contraria.

Ambos se separaron con la respiración agitada y una fina sonrisa pintada en sus rostros.

—Te amo—. Susurraron al unísono mientras entrelazaban sus manos, cayendo así, en los brazos de Morfeo.


*Una Gattina medio muerta con ojeras aparece junto a una sonriente Reikan*

Gatt: *comienza a reír como psicópata y a llorar al mismo tiempo*

Rei-chan: "Esta ya se enloqueció…" ¡Bueno, Holaaas gentee! *le pica con una vara* ¡Saluda Baka-Nero!

Gatt: *Sollozando* Hola…

Rei-chan: *suspira* "Al grano" ¡Perdón por la tardanza! Eh aquí el segundo escrito de ¡Drabble Project! Esperamos de todo corazón que les guste~

Gatt: *sonándose la nariz* ¡Hasta mañanaa~! *pizarrón salvaje aparece (?)* Recuerden queridos lectores que en sus manos está el elegir la siguiente pareja o el siguiente personaje en el que se centrara el próximo Drabble.

Y sin más que decir, ¡Adiós~!

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