¿Qué mierda?
La mente de Zack preguntaba al despertar y encontrarse con los ojos azules de Ray al momento de abrirlos. Realizando contacto visual fijo. Y -para el individuo- perturbador al no comprender ni una porquería porque lo estaba mirando de esa forma.
—¿Ray?
—Tienes heterocromia.
—Sí, supongo... —dijo sin entender de qué carajo estaba hablando. Bostezó, y mucho menos lo que estaba pasando— ¿De qué demonios hablas?—preguntó al rato sin aguantarse la curiosidad, espabilándose un poco.
—Es decir, tienes ojos de diferente color.
—Ah...
—Me gustan tus ojos.
A Zack se le puso la piel de gallina. De inmediato se levantó, sentándose ¿Se los quería sacar?
—Espero que no salgas que te gustan tanto que piensas sacármelo —espetó— No necesito lidiar con otro enfermo por los ojos.
Ella negó velozmente con la cabeza.
—Nop.
Le gustaba que él la mirara.
—Son lindos.
Al oír eso, el ojo negro y el ojo dorado del joven se dilataron y emitieron un brillo.
Ray sonrió. Las mejillas de Zack enrojecieron.
