King of life in a world of dead
Prólogo-
Luffy intentó ignorar la agresiva discusión que se formaba a su espalda, concentrándose en la morada y extraña fruta delante suyo. Una fruta cubierta de extraños remolinos, morada, con las hojas levantadas y de color turquesa, con la forma de un durazno. Le gustaban los duraznos, así que a pesar del aspecto de la fruta, y posteriormente el desagradable sabor, se la comió.
Desagradable, como cabía esperar, pero la comida siempre le ayudaba a ignorar las cosas, y en ese momento era lo que quería hacer, no quería meterse en la disputa puesto que solo empeoraría las cosas.
Igualmente, eso no significaba que estuviese bien con como transcurría, no le gustaba nada. Al levantar la cabeza de su comida para ver a Makino, rápidamente la bajó, asustado. La peli-verde apenas se dio cuenta de eso, pues iba a ayudar a Shanks, que estaba empapado de alcohol.
Luffy se quedó callado, asustado en su sitio pensando en lo que acababa de ver. ¿Esos eran los padres de Makino? Sabía que el padre de Makino, Mitsuo Makoto, murió de enfermedad, y su madre, Mitsuo Misaki, murió en el parto. También que tenían según el azabache unos nombres graciosos, porque todos empezaban por 'M'.
Habían dos personas, un hombre y una mujer, la mujer con barriga de embarazada y ensangrentado vestido azul, pelo negro y ojos oscuros, el hombre iba vestido en un pijama sudoroso, y parecía tener alta fiebre por su cara roja, a pesar de la palidez en la piel de ambos, con un desordenado cabello verde. Luffy sabía que eran ellos, Makino le enseñó una foto de antes del embarazo de la mujer, pero aún así, estaba aún más seguro de dos cosas: 1- Ellos estaban muertos, 2- Antes ahí no había nadie más que Makino.
- Hey, Luffy -le llamó el pelirrojo de nombre Shanks- ¿te pasa algo que estás tan callado? -el tono de broma y gracia era evidente, pero no dejaba enterrada la preocupación-.
El azabache no dijo nada, se mantuvo en silencio, continuando con el deber auto-impuesto de acabar de comer la fruta. El sonido de las aves de primavera y el suave viento del exterior llenó el lugar ante el completo silencio. Ni el sonido de masticar y tragar del pequeño era audible.
Shanks se levantó, más preocupado, con todas las miradas puestas en él y en Luffy, expectantes por lo que podría estar ocurriendo. Ajeno a todo esto estaba el azabache, que se mantuvo pensando en las palabras que su abuelo le dijo una vez. 'Los muertos están muertos, si ves a alguno que se supuso estaba muerto estar vivo, es que estaba vivo y no muerto'. Pero no encajaba con eso, los padres de Makino sí o sí estaban muertos, y desde hacía tiempo.
Mientras en su pequeña cabeza pensaba en las posibilidades de que en verdad estuviesen vivos, Shanks se puso detrás suyo, mirando desde arriba de él, aguantando el grito de pánico dentro suyo.
- Luffy -le llamó, tocando el hombro, el niño dejó de comer pero no hizo o dijo nada-. ¿Te has comido la fruta del cofre? -el pequeño asintió-. ¿Has visto algo malo? -volvió a asentir-. ¿Quieres decirme el qué? -esta vez negó-.
Compartió una mirada con todos, este no era momento para gritarle al niño por comer algo que no debía, sabían de los poderes de la fruta, y que un niño de siete años se la hubiese comido era un problema.
- ¿Quieres que vayamos a la playa? -el niño asintió-.
Nadie dijo nada mientras el pelirrojo cargaba al niño en brazos y le ponía la cabeza en su pecho, abrazándolo, saliendo en silencio del lugar. Makino, en silencio y sentada en el suelo miró la escena sin entender muy bien lo que pasaba.
- ¿Qué...? -apenas antes de acabar la frase dejada en un principio al aire, Benn le respondió-.
- La fruta que se ha comido era una fruta del diablo, la Yūrei Yūrei No Mi, está relacionada con fantasmas, sabemos que puede verlos, pero no sabemos más aparte de eso, puede que haya visto algo desagradable o que no entienda porqué los ve -explicó, con preocupación palpable-.
Makino tapó su boca con la mano, horrorizada por lo que un niño de tan solo siete años pudiese haber visto. El bar se quedó con aire pesado por poco tiempo, pues al rato hubieron gritos de '¡Ancla es fuerte!' o '¡El capitán se encarga!' entre más parecidos, y la fiesta que nunca parecía tener fin, empezó nuevamente.
En la playa, el agua era cristalina y limpia, con la arena suave y ardiendo debajo de sus pies, sentados en la sombra de los árboles que llevaban al lugar. El sol de primavera calentaba el sitio, mientras varios insectos se ocupaban de las flores de los arbustos.
El niño, con Shanks a su derecha y el tronco de un árbol a la izquierda, enterró su cabeza entre las piernas. No le gustaba ser débil, odiaba ser débil. Lo odiaba con toda su alma, y más odiaba que otros lo notasen.
- Luffy, dime, ¿qué has visto? -preguntó tranquilamente el hombre a su derecha-.
- ...Los papás de Makino -explicó-.
- ¿Sabes porqué?-el menor negó con la cabeza-. Bueno, es por la fruta que te has comido, te ha dado poderes -el niño volvió a negar-.
- No, los poderes molan, esto no mola -levantó la cabeza ligeramente, para mirar molesto al pelirrojo, que le sonrió-.
- Bueno, puede que ahora no mole, pero piensa que eres el único que tiene ese poder, el único en el mundo que puede hablar con fantasmas, pero esto por ahora, a lo mejor puedes hacer mucho más que eso -explicó, animando al niño, que ahora tenía una gran alegría y expectación-.
- ¿En serio? ¿Cómo cuál? -exclamó, totalmente fuera de su burbuja anterior-.
- Ah-ah, eso lo tendrás que descubrir tú, no querrás hacer trampas, ¿verdad? -advirtió con gran diversión al pequeño, que negó con euforia-.
Y a continuación, pasó a explicarle sobre las frutas del diablo. Cuando él y su tripulación se fue esa vez, dejando al pequeño como siempre atrás, Shanks le prometió que volvería con un regalo para él. La próxima vez, llegó con el regalo para Luffy, unas gafas rojas, tanto la montura como el cristal.
Pensó que eso ayudaría con la visión de los muertos, ya que nadie quería que Luffy tuviese que mirar permanentemente al suelo.
Bueno, este es el primer fanfic que subo aquí, que lo subo como 'celebración' por el cumpleaños de Luffy (porque creo recordar era hoy). Hace unos días leí una historia llamada 'Let the dead crown him' (o algo así), del usuario loosingletters. Realmente me gustó, pero no hay continuación, así que decidí hacer yo mi propia versión. No es una continuación directa ni nada, es más un escrito en inspiración al suyo.
