Barlovento.
Disclaimer: Ni Dragon Ball o sus personajes me pertenecen.
Pensar que empezaron como rivales, o eso es lo que ella consideró desde un principio. Aquel joven de nuevo ingreso llamó mucho su atención desde la primera vez que lo vio, en aquel banco y después en su salón de clases. Desde un inicio sospechó que él era nada más y nada menos que el nuevo superhéroe de la ciudad: El Gran Saiyaman. Por ello la rivalidad nació entre ambos justicieros, ella insistió en que no necesitaba su ayuda.
Lo que no llegó a pensar es que, luego de desenmascararlo, nació una amistad entre ambos. Es verdad que aprovechó para chantajearlo, tanto en el entrenamiento de vuelo como su participación en el Torneo de Artes Marciales. Al irlo conociendo más y más, se dio cuenta que quería seguir conociendo lo que sus ojos no eran capaces de ver, lo que su mente ni siquiera había imaginado.
Se transformó en su compañero de lucha contra el crimen y, a su vez, su confidente. Todavía recuerda las largas conversaciones en lo alto de un edificio o volando a casa, con el crepúsculo arrebolado, el aire golpearles el rostro, las risas, lágrimas. Sobre todo el día en que compartieron su primer beso.
Entonces y sólo entonces comprendió que algo iba surgiendo poco a poco entre ellos, como una corriente que se desborda y que ninguno desea contener. Ya sus compañeros lo habían notado, incluso antes que ellos mismos, pues cuando estaban juntos no prestaban atención a nada de su alrededor, como si sólo existieran ellos en un espacio en blanco.
Ambos ya nadaban en las cálidas aguas del amor.
—Videl, ¿quieres casarte conmigo?
Sus ojos azules brillaron como las estrellas en el vasto universo. La felicidad que en ellos se reflejó fue inmensa. En ese momento, a ella poco le importó que su noviazgo no durara tanto como el de los demás, en lo que muchos podrían llegar a pensar que uniera su vida a la de Gohan tan pronto. El sentimiento del amor predomina en su mente y en su corazón.
—Sí, sí quiero.
Por su vida, promete que lo sigue hasta el fin del mundo. Al igual que sí aquello no llegase a funcionar y él la olvida, también ella lo haría. Pero no tenía por qué pensar de forma negativa, estaba muy segura de que cualquier problema que surgiera, ambos iban a luchar por salir adelante. Como siempre. Porque ellos se atreven a eso y más.
Ahora está segura de que daría lo que fuera por Gohan, el muchacho que le arrebató el corazón hace mucho. Por él renunciaría al mismísimo paraíso. Se atreve a amar con él, a soñarlo, provocar que sueñe con ella. Al fin y al cabo, se aman mas que nadie, desbordan tanta pasión con una sola mirada.
Y eso no cambiaría.
Fin.
