Lo habían logrado. Habían logrado parar el plan de Norman, y de paso, salvar a este.
Justamente cuando Geelan se dirigía a atacar a Norman y su séquito.
Emma estaba con los demás, mientras que Norman se había quedado atrás, apoyando su espalda en una roca. Seguía sin poder creer todo lo ocurrido.
Ray llegó a su lado, mirándolo un momento, para luego posar su mirada en la chica pelirroja.
— ¿Y qué piensas, Norman? — ya sabía lo que podría estar pasando por la mente del rubio platinado, pero incluso así, quería escuchar su respuesta.
Norman sonrió levemente, mirando a Emma.
— Los subestimé.
— Corrección, la subestimaste. — Norman lo miró, a lo que Ray sólo sonrió. — Yo también lo hice en el pasado. La subestimé cuando ella quería escapar con todos nosotros de Grace Field, mientras tú confiabas en ella... Ahora tú la subestimaste y yo confié en ella.
— Tienes razón. Ella siempre hace lo imposible, posible.
Ray asintió.
Se quedaron un momento en silencio, para luego ser roto cuando Ray habló nuevamente.
— Lo siento Norman, pero, — ambos se miraron, uno sin comprender y el otro serio. — yo también quiero a Emma. También la amo, y no pienso rendirme.
Norman lo miró con sorpresa, más luego sonrió.
— No te preocupes. Yo todavía la sigo queriendo, y tampoco me pienso rendir.
Ambos se sonrieron cómplices.
— Demos lo mejor.
— Lo mismo digo.
— ¡Ray, Norman! — los llamó Emma, con una sonrisa.
Ambos la miraron, y fueron hacia ella con sus características sonrisas, como en los viejos tiempos.
Y sin importar lo que pasará de aquí en más, ellos siempre serían los mejores amigos. El trío REN.
