Este es un fanfic de Alicia en el país de las maravillas en el mundo real, en una epoca actual. Universo alternativo si así lo quieres llamar.
El domingo pasado, si no mal recuerdo fue 26 de mayo, la película de Alicia en el país de las maravillas estuvo en el canal 7, junto con la de Alicia a través del espejo. Si bien hace 9 años me aburrió la primera, ahora no puedo creer en que pensaba. Es increíble, me disculpan.
Y, ya saben, Alicia en el país de las maravillas no me pertenece.
Un nuevo lugar en el que debía sobrevivir. No tardó mucho en conseguir un taxi en el cual partir.
Alicia miró por la ventana el trayecto de la estación al departamento en el que pronto estaría viviendo. No era nada muy grande, era de una sola habitación. Realmente, no creía necesitar más.
Hace unos meses sus estudios como fotógrafa habían concluido, y solo se fijó un objetivo cuando atravesó la puerta de su universidad por última vez: Triunfar. Triunfar, como se lo había prometido a su padre alguna vez.
Un suspiro tembloroso escapó de sus labios mientras se tragaba toda la tristeza acumulada, pues no sentía que fuera momento de dejarla salir.
── Señorita. ──Escuchó al taxista llamarla, para después frenar frente un edificio.── Hemos llegado. ──Avisó.
── Oh... ──Fue lo único que salió de sus labios en aquellos momentos. Agradeció por el viaje antes de bajar con sus maletas.
Se encogió de hombros haciendo cierta fuerza, tronando su espalda con la esperanza de espantar el dolor en su cuello. Dolor que, por cierto, se negó a marcharse.
Tomó sus maletas nuevamente y acomodó la mochila que colgaba de su hombro, finalmente se adentró al edificio.
Miró a su alrededor, no sabiendo muy bien que hacer hasta que la única mujer presente y uniformada ofreció su ayuda.
── Disculpe, soy nueva en el condominio, ¿sabe donde puedo recoger mis llaves? Avisé que vendría hoy. ──Preguntó, intentando sonreír, pero sólo logró hacer una mueca nerviosa.
── Oh, entonces tu debes ser Alicia Kingsleigh. ──Afirmó la mujer con una sonrisa.── El dueño está esperando por ti en el departamento.
Alicia solo pudo asentir y dar las gracias antes de marcharse al ascensor al final del pasillo. Presionó donde se suponía debía estar y esperó hasta que las puertas se abrieron.
Después de dar unos cuantos pasos y verificar en su celular que estaba en el piso correcto, se decidió por tocar. Una, dos, tres veces. La puerta fue abierta al terminar.
El hombre dio unas cuantas instrucciones y finalmente entregó sus llaves. Alicia deseaba haberle prestado atención, pero solo podía pensar en que se sentía cansada.
Después de despedir a su arrendador, cerró la puerta usando su nueva llave y miró a su alrededor.
Los muebles incluidos en la renta llevaban un poco de polvo, pero no era nada que no pudiera arreglar.
La cama que había comprado estaba a un costado, aún así, ella podría colocarla.
Sintió la necesidad de hacerlo rápido para finalmente recostarse y dormir, pero al observar su reloj notó que era demasiado temprano. No quería alterar su horario de sueño.
Dejó escapar un suspiro mientras se decía a sí misma que lo haría después. Sus maletas fueron dejadas junto al colchón con la promesa de ser desempacadas en un par de horas.
«La Alicia del futuro se encargará de eso», pensó.
Después de dar vueltas en su cabeza el pensamiento de que no conocía nada del lugar la invadió, y de cierta forma eso la aterraba. Llegó a la conclusión de que dar un recorrido de reconocimiento sería una buena idea.
Salió, haciendo crujir su espalda antes de cerrar la puerta. Las calles cercanas no tenían más que grandes edificios o pequeñas casas, en un momento dado llegó a una pequeña calle, muy colorida con varios negocios, desde tiendas pequeñas a algunas más grandes. No prestó tanta atención como debió hacerlo. Su cerebro no estaba presente más que para hacerla caminar.
Giró su cabeza al costado, sin poder dejar de ver el gran reloj completamente funcional en la parte superior de uno de los locales. «El hombre tiempo» era su nombre.
Alicia examinó el lugar con la mirada, más específicamente el letrero de «Se busca personal» en la entrada. No decía características que se debían cumplir, por lo que decidió entrar y preguntar por información.
El único hombre que pudo localizar estaba dando vueltas, completamente apurado. Se vio en el reflejo de uno de los relojes más brillantes e intentó acomodar su cabello. Sus ojos eran de un tono azul brillante, esto llamó la atención de Alicia. Se decidió por no preguntar, al menos por el momento.
── Disculpe. ──Lo intentó llamar. Recibió un sonido con los labios cerrados como respuesta, supuso que debía continuar.── Soy Alicia Kingsleigh. Vengo por el letrero de la entrada. ¿Cuál sería el trabajo y que necesitaría para obtenerlo?
── ¿Tienes antecedentes penales? ──Preguntó el hombre, bastante apurado rebuscando entre sus cosas. Hizo una seña para que Alicia lo siguiera, abrió una puerta detrás del mostrador que daba paso a su oficina.
── No, no los tengo. ──Alicia sentía curiosidad del por qué el hombre estaba tan apurado, pero la mantuvo oculta.
── ¿Sabes usar una caja registradora?
── Un poco, si. ──El hombre frente a ella iba a decir algo más, sin embargo fue interrumpido por una voz ajena.
── ¡Tic toc!~ ──Alicia pudo escuchar una nueva voz en la puerta de la entrada, el hombre de ojos azúl brillante formó una gran sonrisa, parecía emocionado.
── Empiezas mañana, ¿Bien? Te necesito aquí a las 6:00 a.m. ──Después de un par de firmas rápidas, su ahora jefe salió corriendo. Supuso que para atender a la persona dueña de aquella voz.
Y aunque Alicia no pudo entender del todo cómo había ocurrido, se dio por servida. Dio media vuelta antes de decidirse por volver. Salió de la oficina y próximamente de su nuevo lugar de trabajo.
Se dispuso a volver a su departamento, sin saber cuanto tiempo tuvo que caminar como para que el sol ya estuviera volviendo a esconderse. Sus ojos querían cerrarse, pero aún la esperaba una maleta por desempacar y un colchón que acomodar. Dejó escapar un suspiro mientras sus hombros se caían. Probablemente su madre le reprocharía por no estar caminando recta como debería hacerlo una señorita, pero estaba muy cansada como para mantener esa posición.
En su mente, maldijo a la Alicia del pasado, por dejarle todo el trabajo a ella.
No hay una explicación en sí para esto. Bueno, quizás si. Una vez leí un fanfic donde Alicia era una fotógrafa.
Gracias por haberme leído. Deja un review si tienes tiempo.
Y, por favor, disculpa mis horrores ortográficos.
