A pesar de que amo el Yaoi, este OS es Heterosexual.

Aone Takanobu x Hinata Natsu

He visto tantos fan arts de ellos dos, que no podía seguir frenando mí imaginación.

Espero les guste.

...

...

...

-¿Vendrás a casa cierto?

-Claro. ¿Estará Natsu ?

-Si. ¿Por qué ?

-Extraño ver a esa pequeña.

...

...

Llegar a Miyagi luego de varios meses trabajando fuera, era sentirse en el paraíso.

Vivía con un amigo de la adolescencia en Tokio, y últimamente nuestros viajes al pueblo coincidían.

O más bien, yo los hacia coincidir.

Y como no tenía parientes en Miyagi. Me queda un par de noche en casa de Hinata.

Donde tenía la oportunidad de encontrarme con su dulce hermana.

...

Shouyou abrió la puerta de la casa de sus padres y exclamó un ruidoso "Tadaima"

Y se escucho fuerte el tropel de alguien bajando con rapidez la escalera.

Natsu saludo efusivamente a su hermano.

Me miró algo avergonzada -Nobu-san no sabía que venías.

-Sorpresa...

-Oi nee-chan. Ten más respeto. Es Aone-san.

-Hinata tranquilo. Ella puede llamarme como quiera.

Lo miro a su hermano triunfante y me dió un sonoro beso en la mejilla.

Verla esforzarse por llegar a mi rostro era divertido.

Hinata arrastró sus bolsos y me dejó un momento a solas con ella.

Baje un poco y plante un suave beso en sus labios - Te quería sorprender. Esta noche me quedare aquí ¿quieres ?

Su rostro se volvió más rojo y me respondió con un fuerte abrazo.

-Te veo en la cena entonces. Iré con tu hermano.

-Esta bien.

...

Hacía tiempo que teníamos una especie de relación secreta. Pero nuestras edades impedía que habláramos sobre ello con sus padres o siquiera su hermano.

...

Me bañé antes de cenar. Si tenía suerte, y ella estaba dispuesta como en los últimos mensajes, pasaría la noche con ella.

Al menos, la madre de Hinata me había preparado un cuarto para mí.

...

La última vez que nos habíamos visto, me había quedado con ganas de tener sexo, pero solo me había limitado a tocarla. Habíamos Sido interrumpidos. .

Solía verla seguido , donde teníamos esos encuentros furtivos, en los cuales me dejaba tocarla.

En los últimos habían sido muy escasos de tiempo, un saludo y una despedida donde terminaba con mis dedos dentro de su pantalon.

Pero noches así, donde se me daba la oportunidad de pasarlo en su casa, no eran muchas. La última vez había Sido casi un año atrás. Natsu tenía 14. Y estuve cerca de cogerle , sino es porque Hinata salió a buscarme al no encontrarme.

...

Por temas de trabajo , no solía estar en la ciudad. Pero cuando volvia, al menos le pedía a Hinata ir a casa a saludar a sus padres, y tener la excusa perfecta para verla.

Claro que le escribía a diario, y trataba de complacerla a la distancia.

Debía esperar al menos hasta sus 17 para decirle a sus padres.

La niña me gustaba, me calentaba, y me correspondía. Solo me faltaba cogerla. Hacerla mía. Que nadie más se metiera, y solo lo lograría marcando el territorio.

Me encantaba Natsu, la quería, y la amaba. Al punto de tener casi 30 años y conformarme solamente con los mensajes que podía sacarle, cuando lograba calentarla a altas horas de la noche. Y prefería mil veces masturbarme que buscar otra mujer que la reemplazare. Yo la quería a ella. A esa niña tierna y dulce.

...

No habíamos hablado aún al respecto, pero queria hacerle saber que tenía que ser mi novia. Ya estaba grande para entender eso. Ningún otro hombre podía acercarsele y robarme el trabajo de tantos años.

...

Habíamos empezado con esto, cerca de sus 13 años.

Al principio solo había Sido una calentura de verla en ropa interior.

Pero me di cuenta que era algo más, cuando solo quería estar con ella. Y que cualquier otra mujer no me resultaba.

Claro que sentirme así sexualmente, con esa niña, por entonces de casi 12 años, me asustaba un poco. No creia que fuera posible, que ella, pudiera despertar en mi a una nueva persona, dispuesta a estar con alguien prohibido en más de un aspecto.

La conocía desde los 4. Y la vi crecer frente a mí.

...

Una tarde perdí el miedo y comencé a escribirle.

Y nuestro posterior encuentro, ya eran diferente.

Al principio, solo besos por demás castos, un abrazo fuerte y tal vez su cuello recibía atención.

Hasta que lograbamos estar más tiempo, donde mis manos buscaban el límite que ella imponía.

A raíz de eso, nuestros mensajes se volvía más intensos.

Y un año atrás, a punto de hacerlo, tuve que retirarme.

Aún lo recuerdo, la tenía a punto de acabar, me había dejado lamer su vagina y al momento de ponerme el condón, Hinata me buscaba por toda la casa.

Tuve que salir por la ventana de Natsu. Y hacer de cuenta que me había ido a fumar afuera.

La única forma de saciarme fue con los mensajes que me envió hasta alta horas de la noche.

Natsu sabía ponerme caliente con sus palabras inocentes y torpes.

Y ella también había quedado con ganas.

A parte, su virginidad no me dejaba dormir. Queria cuanto antes hacerle conocer esa parte del mundo.

...

Días antes había comprado una caja de preservativos esperando ansioso el poder usarlos con ese niña tan dulce.

Sabía por ella misma que aún era virgen y eso me estimulaba mucho más.

...

Natsu se había cambiado para cenar, y no pude evitar sentirme aturtido cuando le vi, con aquella falda un tanto corta que se movía a su paso y una blusa que marcaba sus pequeños senos.

En uno de nuestros últimos mensajes, me había comentado que viendo un poco de pornografía, había una escena donde el hombre tocaba a la mujer por debajo de su falda y la cogía de esa forma.

Le comenté que yo también podía hacerle eso, y esa noche me había esperado así.

No es que fuera coqueta o descarada, era inocente en un estado que me fascinaba, porque esos mensajes le costaba escribirmelos y lo sabía. Entonces me encantaba el hecho de que de a poco perdiera el miedo y me dijera sus fantasías.

Trate de sentarme a su lado y mientras su madre servía la cena y su padre hablaba con Hinata, me dispuse a estimularla como tanto le gustaba.

Deslice mi mano derecha y acaricie su rodilla, subiendo despacio hacia sus muslos.

Donde gentilmente abrió un poco sus piernas.

Trate en vano de comer con mi mano izquierda, pero no quería dejar de tocarla. Sabía cuánto le gustaba y cuando me había extrañado.

Natsu se movió inquieta y cerró sus piernas de repente, dejando mi mano dentro , así que la movi con fuerza, queriendo hacerla mojar.

Aún no quería tocar por dentro de su ropa interior. Hasta más tarde.

Volvió a abrir sus piernas y respiro algo agitada.

-¿Natsu estás bien ?

-Si mamá. Solo crei que estordunaria.

Esbocé una media sonrisa y prosegui con mis caricias, hasta sentir como la tela se mojaba.

Natsu torpemente intento tocarme, pero quedaba demasiado obvio, por lo que retire su mano y entendió mi mirada.

Cuando note que podía llegar a acabar en aquella cena, la dejé de estimular.

...

Claramente toda la comida y charla, se me hizo muy pesado. Yo solo quería comer una cosa, y no era el plato que la señora Hinata había preparado.

...

La sobremesa se hizo eterna y creí que moriría, quería meterme cuanto antes en el cuarto de la niña.

...

Una vez finalizado, a lo sumo dos horas después. Natsu ayudó a su madre a recoger la mesa y se excuso diciendo que estaba cansada.

Por fin mi oportunidad estaba a unos minutos.

...

Antes de ir cada uno a su habitación, la vi entrar al baño y me metí detrás de ella.

-Nobu-san...

-Shh no hables fuerte.

Me habia vuelto más que loco, verla así vestida. Y si me había sobrepasado por demás en la cena , peor sería allí.

La senté en la pileta de mármol y su falda se subió más cuando abrí sus piernas para meterme entre ellas.

Me abrazó y bese despacio su cuello.

-¿Quieres más? ¿Que te toque más?

-¿Acá?

-Donde quieras.

Volví a tocar su suave piel hasta llegar a su ropa interior.

Sonreí al sentirla muy mojada - ¿te gustó cierto?

-Es que... Te he extrañado.

Sobe con fuerza sobre su vagina sin querer aún meter mi mano. - yo también.

Levanté su blusa, quería volver a ver sus senos. La última vez que nos habíamos visto, me había dejado lamerlos a gusto.

Me ayudó con su brasier y metí uno en mi boca, tan excepcionalmente dulce que no podía dejar de mamarlo.

Natsu acarició mi pelo.

Saque la mano de su vagina para apoyar mi cuerpo.

Sus piernas se abrieron un poco más y gimió al sentirlo.

Bese y lami ambos senos y se oyó la puerta golpear.

-¿Natsu? ¿te encuentras bien cielo?

Natsu carraspeó. -Si mamá, solo me quedé viendo el móvil.

-Esta bien. Ve a acostarte es tarde.

-esta bien mamá.

En toda esa conversación, yo prosegui con lo mío, Natsu sabía cómo controlar su respiración.

-Estas muy mojada. Quiero sacarte esa ropa interior de inmediato.

-Pero

-Ve a acostarte. Iré a tu habitación. Espérame.

-¿En serio vendrás? La última vez

-La última vez compartía la habitación con tu hermano. Esta vez , tu madre me ha dado otra habitación. Iré en cuanto las luces se apaguen. ¿Quieres?

Beso mis labios dulcemente y asintió.

-Quedate con esa hermosa ropa puesta. Yo mismo te la sacará.

-¿esta vez sí?

Sonreí y asentí - esta noche si mi amor. Te haré eso.

le ayude a acomodar su ropa y salimos despacio de allí.

...

...

Espere con paciencia hasta oír que sus padres subían a su habitación.

Esta vez sería más fácil, Hinata se había ido a encontrarse con otros amigos y volvería tarde.

Me excuse diciendo que estaba cansado y que dormiría temprano.

Salí de mi cuarto, tal vez medio minuto después. No tenía la virtud de la paciencia.

Llegué a su habitación que estaba en la parte de abajo.

Natsu miraba televisión, tenía sus piernas flexionadas y podía verles sus bragas blancas, esperando ser sacadas.

Se arrodilló al verme.

La abrace a los pies de la cama y en ese momento si pude besarla todo lo que quería.

Sus boca era aún poco torpe, pero sabía manejar la lengua.

Sentí un fuerte tirón en mi verga, y trate de calmarme.

Así que me acosté a su lado.

Apague la televisión y dejé prendida la luz de un pequeño velador.

La mire sonriente y ella tenía una fragilidad que estaba a punto de destruir.

Acaricie sus muslos suavemente. -Tu hermano dice, que eres muy popular.

-Solo es porque soy buena en el beisbol.

-¿Tienes muchos admiradores ?

-No lo sé.

Abrí sus piernas y volví a sentir esa ropa interior mojada. Mi dedo pulgar masajeo su clítoris haciéndola gozar.

Bese el cuello y sus mejillas, escucharla germir bajito, era lo que más disfrutaba.

Intensifique la presión de mi dedo. -¿Te tocas ahí?

-Si.

-¿Cuando?

-Cuando, ah, me escribes a la noche.

-¿y también vez mucha pornografía?

-Si, pero, ah.

-¿Pero que?

-Es para saber que te gustaría hacer.

Sonreí y dejé de mover mi dedo sin hacer acabar.

Lo lami con gusto, extrañando ese sabor que había descubierto un año atrás.

Me miró suplicante.

-¿Quieres acabar así?

-Si. No es lo mismo. Me gusta más cuando tú lo haces Nobu-san

-Tendremos una larga noche.

-¿Si?

-Si.

Quería hacerla acabar con mis manos, mi boca y por último mi verga. Que no me olvidara.

-Natsu, si sabes que esto, solo puedes hacerlo conmigo ¿No?

-No quiero hacerlo con nadie más.

-Buena niña. -bese su mejilla - te quiero.

-Nobu-san...nunca me lo habías dicho.

-Te quiero. Y después de esta noche, quiero que seas mi novia. Solo conmigo deberás hace esto, prometo serte fiel, como hasta ahora.

-Creia...que tenias novia.

-¿Eh?

-Porque solo me escribas y...

-No linda, hace un año que estoy solo. Desde la última vez que estuve acá. Es decir, no solo, contigo.

Natsu me sonrió ampliamente.

Bese sus labios mientras me abría lss piernas para seguir, estaba vez metí mi mano por debajo de su ropa interior, y busque su clítoris.

Lo sobe y acaricie con fuerza pero delicadamente, estaba tan húmedo que era muy facil.

Gimió algo fuerte y dejo de besarme para caer sobre sus almohadas.

Lami cada uno de mis dedos, por demás satisfecho.

Levanté su blusa y su brasier ya no estaba.

Así que mientras se recuperaba del primer orgasmo, jugué con ambos senos. Estaban más grandes que la última vez, pero seguían entrando igual de bien a mi boca.

Natsu relajo un poco y sentí sus caricias, mientras me encargaba de eso.

-¿Tienes que ir a Tokio ?

-Si.

-¿Cuando vuelves?

Deposite ambas manos ahí e hice movimientos circulares. -Pronto. No te lo he dicho. Estoy por conseguir trabajo aquí.

-¿En serio?

-Si. Tendré mi propia casa. Y espero verte ahí todos los días.

Sus ojos brillaron -¿Todos?

-Eres mi novia. Te quiero ahí todos los días. Me gusta decirte estas cosas de frente. Por eso no te lo había comentado por mensajes. Pero me seguirás escribiendo ¿No?

-Si, Nobu-san.

Volví a meter sus senos en mi boca mientras desprendía el cinturón. Mi verga palpitaba dentro, creí que estallaría.

Tantos meses sin sexo. Solo masturbarme pensando en esa niña.

A Natsu siempre le gustaba que tocará sus senos, y yo me quedaba varios minutos, embobados con ellos hasta dejarlos colorados y saciar mi hambre.

Los dejé rojos y sus pezones estaban más que duros.

Me arrodille entre sus piernas y saque despacio sus bragas.

Eran muy bonitas. Y sensuales. Me gustaba que se vistiera así para mí.

Su falda se subió más y me quedé observando su pequeña vagina. También estaba roja y el clítoris estaba hacia afuera.

Y me gustaba que no tuviera vergüenza conmigo, a pesar del tiempo que había pasado.

Acaricie mi pene por encima del pantalón. Aún no lo sacaría.

-¿como era eso que habías visto? ¿Lo hacían con ropa?

-Si... Me gustó mucho.

-Lo haremos. ¿El hombre tenía ropa ?

-Si.

-Vale... Pero la próxima sin ropa. Aún si... Planeo devestirte para dormir.

-¿Dormirás acá?

-No te preocupes. Me iré antes que amanezca a mí cuarto. Ahora, dejemos de hablar. Quiero cogerte antes que nos interrumpan.

-Nobu-san...se gentil.

-Claro mi amor.

Flexione sus piernas y metí mi rostro en su vagina. El olor era fuerte y embriagador.

Pase la lengua por cada rincón húmedo. Abriendo sus labios y mordiendo despacio su clítoris.

Escuchaba a Natsu gemir, pero no importaba, sus padres estaban lejos.

Me tomé fuerte de sus muslos, y lami sus orificios, también el ano. Imaginando que tan bien se sentiría, en algun momento, que me dejase culiarla. Tal vez en mi casa. Esa noche solo su vagina.

Metí un par de dedos hasta llegar al tope de su virginidad.

Natsu se quejó. Claro que le dolería, pero lo haría con mi verga no con los dedos.

Volví a masajear su clítoris mientras jugaba con la entrada de su ano. ¿Cuanto tiempo me podría llevar hacerle tener sexo anal? Su cadera y culo eran bastante pequeños, incluso llenaría bastante su vagina y vientre cuando metiera mi verga. Pero quería hacerlo.

Que me pidiera y se acostumbrada hacer cogida por ambos lados.

Solo metí despacio mi dedo pequeño en su ano, y estaba tan cerrado, Natsu se quejó un poco hasta que hice movimientos suaves dentro de él y lo empezó a disfrutar.

Así que seguí lamiento cada parte de su vagina, en especial el clítoris y poniendo el dedo en el ano, a ver cuánto tardaba en acabar.

La vi masajear sus pechos mientras lamia con algo más de fuerza.

Hasta que sus piernas se extiraron y lanzo un suspiro fuerte.

Había acabado por segunda vez.

Lami un poco más , y jugue con su ano.

-¿te gusta ?

-Si.

-Tambien tendremos sexo ahí.

-¿eh? ¿Ahora?

-No, cuando vayas a casa, te prepararé bien. Te va a gustar.

-He visto... Cosas de eso también.

Sonreí mientras sacaba mi cinturon. -¿En serio? ¿Y te gustó?

-Si... También quiero hacerlo.

-Lo haremos. Pero ahora solo me ocuparé de esto - susurré tocando descaradamente toda su vagina. -

...

Natsu me explico como era la fantasía que tenia. Así que como no tenía sillón, me senté al borde de la cama y ella arriba mío.

Saque mi verga y se la quedó viendo cómo hacia siempre. Solía masturbarme frente a ella cuando teníamos un tiempo.

-Es tan grande - susurro pasando un par de dedos que me hacían temblar .

-Es toda tuya. Antes de hacerlo, ¿Puedes lamerla? Solo pasa tu lengua.

Nunca antes se lo había pedido, solo quería sentir su lengua, tendría más oportunidades de dejar que me mamara. Ahora quería cogerla.

Asintió y se arrodilló. Su pequeña boca me hizo delirar. La lamió un par de veces mientras lo tocaba suavemente.

La lavente enseguida - otro día lo hacemos mejor - susurré.

Natsu se sento sobre mi verga y era la primera vez que experimentaba sentir su vagina así. La tomé de las caderas y la movi suavemente.

Sus senos se movían al compás y me encantaba ese tipo de masturbación.

La sobe con fuerza, que sintiera lo caliente.

-Ah... Takanobu...

-¿Quieres hacerlo?

-Si.

Busque en el bolsillo trasero el preservativo.

-¿Segura que quieres así? ¿O acostada ?

-¿a ti cómo te gusta?

-Obviamente así, te ves muy caliente sentada en mis piernas. Y podría comerte ambos senos mientras te lo hago.

Su cara se sonrojo y se elevo para dejarme ponérsela adentro.

Con mucho cuidado la fui sentando sobre mi verga, definitivamente la próxima vez tendría que ser sin condon. Tenia que sentir mejor su interior.

Natsu se aferró a mis hombros cuando habíamos llegado al límite.

Acaricie su rostro una milésima de segundos y bese sus labios- tranquila mi amor.

Asintió más roja aún.

Tome sus caderas y las hundí despacio, haciendo fuerza, hasta sentir como se rompía.

Gimió fuerte y me abrazó.

La abrace también y me quedé un momento quieto, disfrutando de aquello.

La llene de besos y caricias hasta que el dolor pasará.

Mis manos bajaron hasta su falda y tome ambas nalgas.

Natsu se movió suavemente.

-¿ya?

-Si Nobu-san.

Levanté sus nalgas y la senté a modo de embestida.

Gimió despacio.

Se distanció de mi abrazo y me dejó ver su rostro.

Sus pezones estaban duros y mientras la movia con sus caderas , metí uno en mi boca.

Natsu aún era inexperta para moverse en aquella posición , así que la levanté despacio sin sacar mi verga de adentro.

La alce y la lleve contra la pared.

Me abrazó y la penetre con fuerza .

El dolor ya había pasado. Ahora quería satisfacerme.

Mi verga ya entraba y salía fácilmente.

Natsu gemía fuerte ante cada embestida.

Y me parecía irreal que al final podía cogermela.

Tenía razón, se veia tan caliente con esa ropa tan linda.

Su blusa sobre sus senos y la falda casi llegando a su vientre, moviéndose al compás de mi verga.

Los gemidos se estaban volviendo gritos de goce y antes de ser descubiertos, la seguí penetrando mientras la besaba.

Me gustaba oírla gemir.

Una vez instalados en mi casa, que gritara como quisiera.

Dejé de penetrarla y la lleve hasta su escritorio. -esta es mi posición favorita. - susurré.

La apoye de cara a la mesa y levanté su cola. Movi su falda y metí mi verga, dándole de lleno contra el escritorio.

Natsu se sostuvo fuerte de la mesa y no podía dejar de imaginar que también se sentiría mejor si el sexo fuese anal.

Levanté su falda y abrí sus nalgas para ver su ano.

Era tan pequeño. Así que mientras la seguia cogiendo, metí mi dedo índice.

Jugué solo un momento a penetrarla con mi dedo , porque debía callar sus gemidos. Así que seguí moviendome mientras tapaba su boca.

Tenía tantas ganas de acabar pero aún quería un poco más. Disfrutarla más.

Dejé de embestirla para tirarme sobre ella y acariciarla.

-Ven vamos a la cama.

-¿ya terminó?

Rei al notar esa falta de experiencia. - no mi amor. Un poco más , hasta que vuelvas acabar.

La devesti completamente y observé ese cuerpo tan blanco y para nada plano. Sus senos crecerían, más aún con mi futuro trabajo sobre ellos, y su cola también lo haría, si le dedicaba el tiempo necesaria.

Me devesti también, obteniendo caricias tiernas en mi pecho.

Bese cada una de sus manos y la acosté.

La luz se apagó. Y prosegui a penetrarla bajo los sábanas.

Metí la verga sin problema y sentí que llenaba todo su vientre.

Me hundí en su cuello y le di duramente apretando todo su cuerpo contra el mio.

Natsu me gemía al oído y sus manos recorrían mi espalda.

Baje una de mis manos y estimule su clítoris para que pudiera acabar.

Mi nena respiraba de forma tan agitada hasta que lo logré.

Sus brazos cayeron a ambos lados y me ergui para poder terminar.

Levanté cada pierna a mis hombros y la embesti con fuerza y rapidez, y por ser la primera vez, me vine en su vagina.

Me di cuenta que estaba respirando demasiado fuerte, y a decir verdad, tuvimos suerte que no se nos escuchara.

Natsu bajo sus piernas lentamente y se quedó tratando de normalizarse.

Por mi parte me saque el condón antes de querer dormirme con ella.

-¿Te gustó ?

-Nobu-san...

-¿Que ?

Me abrazó con fuerza y la sentí sollozar - te amo tanto.

-oh mi linda niña. También te amo.

Pase mis manos por detrás , y aferrandola a mí, la hice dormir en mi pecho.

...

Olvidé por completo poner el despertador.

Pero no lo necesite.

Antes de irme a mi habitación en la mañana de aquel domingo, lo hicimos despacio una vez más. Bajo las sábanas y complemente desnudos. Aún con el olor del sexo de la noche anterior.

El cuerpo frágil de mi hermosa nena, quedó cansado y supe por su hermano que había faltado a clases al día siguiente. Claramente me sentí imponente. Y recibí de su parte más mensajes que de costumbre.

Me había llevado lo más importante de ella, una relación, un futuro y una declaración de lo más hermosa.

Era mia completamente

Esa niña me pertenecía por siempre.