Nota del Autor:

Saludos, chicos y chicas... Hace unos meses me decidí a ver Gravity Falls y quedé encantado. Para cuando terminé de ver todos los episodios que quedaban, solamente faltaba el Final. Aproveché el tiempo que quedaba antes del 15 de febrero para leerme otros Fanfics mientras esperaba lo inevitable y ver si podía, aunque sea, aliviar mi adicción al show. Unos cuantos Fics y un Final espectacular después sigo igual de... Necesitado.

Y un tanto después de leer otros Fics más al final decidí que tenía que hacer uno yo mismo. Ya tengo experiencia previa escribiendo ficción, pero ninguna a la hora de publicarla, especialmente en un sitio como este. Espero que nos llevemos bien.

¡En relación al fic!, mi objetivo con este será explorar (literalmente) varios de los AUs (Alternate Universes) que el fandom ha hecho basándose en la serie. Haré lo posible para darles una historia que se pare sobre sí misma y que a la vez haga alegoría a esos AUs de la mejor manera posible. Por motivos de seguridad y por la naturaleza de varios AUs, la clasificación será T. Por más divertido que suene poner a menores en orgías de sangre y sexo explícito, cuando mucho haré referencia a que pasó algo feo, o mostraré algo un poco feo, si la situación lo demanda... Eso sí, las cosas pueden y van a ponerse macabras.

Este fic toma lugar 9 meses después del Final, con los gemelos regreso a Gravity Falls. Los niños que estaremos siguiendo serán los de la dimensión Default, y se apegarán lo más posible al Gravity Falls que nosotros conocemos y amamos, aunque puede que me vaya un poco OoC (Out of Character) con algunas líneas. Es bajo esa misma advertencia que, a pesar de lo turbulento o emocional que se puedan poner las cosas, el fic será en sus bases Aventura y Comedia.

Con esto explicado y conmigo viendo carabelas al fondo esperando zarpar, me toca hablar del Shipping... Eso prefiero dejarlo como misterio al lector. Me duele tener que hacerles esto, pero revelar cosas de esa naturaleza en un escrito que trata de Multiversos puede revelar detalles futuros que preferiría mantener ocultos. Habrá romance, pero no será ni por asomo el foco de la trama.

Como última advertencia, los nombres de los personajes están puestos en formato de doblaje latino. Pero, a diferencia del Shipping, esto si es totalmente negociable. De hecho, me haría la vida muchísimo más fácil tener que escribir Waddles y ya en vez de recordar a cada momento que en latino se llama Pato.

If for whatever reason you are reading this, I'm planning on releasing this Fanfiction in English too, but my top priority is finishing this thing in Spanish, so I can't make any promises. However, if you liked this FF and want to colaborate with a close-enough translation, you're very very welcome (Double Very intended).

Ya sin más nada que decir que preferirías saltarte, aquí está: La Caza de la Lana Extradimensional.


Capítulo 1 - Tiempo, espacio, reencuentros, cambios y tonterías.

El sol lentamente se asomó por el horizonte bañando la copa del bosque de pinos con luces doradas. Oculta en medio del bosque, una torre de agua se alza marcada con el nombre del poblado de Gravity Falls. Sólo el conductor de un autobús que recorre la carretera que divide el bosque en dos es testigo de este amanecer, sus tres únicos pasajeros, dos niños y un cerdo con un ojo moteado que en circunstancias normales no debería estar en el bus; duermen después de haber pasado varias horas de la madrugada recostados uno al lado del otro.

El interminable paisaje del océano dividido de pinos por fin varía al acercarse a su parada. A un costado de la carretera, un hombre gordo y mal afeitado vestido de traje y un fez, observa con expectativa cómo la venida del autobús y se levanta del banco en el que estaba sentado a medida que se acerca el transporte. Dentro del autobús, el conductor hizo chirriar un par de veces el claxon para despertar a sus ocupantes.

Mabel, una chica vestida con un suéter y una barba improvisada con su propio largo y esponjoso cabello castaño, se levantó con un grito, aventando sus brazos en direcciones al azar intentando defenderse de un enemigo imaginario; Dipper, su hermano, también se levanto gritando, pero sus gritos fueron interrumpidos por un manotazo en el rostro.

—¡Agh, mi nariz! —Se quejó Dipper sacudiendo la mano de Mabel de su cara. La chica se disculpó en silencio con una mirada de pena, a lo que Dipper solo respondió viéndola de vuelta con desaprobación, a la vez que acomodaba su gorro de leñador para que se amoldara de nuevo a su cabeza. Pato, el cerdo, se limitó a gruñir un par de veces olfateando con su húmeda nariz el rostro de Dipper.

—¡Ultima parada para Gravity Falls, Oregón! —Gritó el conductor al ver que sus pasajeros ya estaban despiertos.

Apenas se dieron cuenta de lo que anunció el conductor, los chicos volvieron a gritar, esta vez de emoción. Saltaron de sus asientos y corrieron por el estrecho pasillo de asientos hasta cruzar al final a la derecha, donde los esperaba Soos con los brazos abiertos. Al verlo, ambos saltaron sobre él tumbándolo al suelo en un abrazo grupal.

—¡Chicos! ¡Qué bueno verlos de nuevo! —Rió Soos en el suelo, volviendo el abrazo a los gemelos. Los chicos ayudaron a su amigo a levantarse ayudándolo cada uno con una mano. Pato se iba a limitar a olfatear la rodilla del hombre, pero esta por alguna razón tenía un olor bastante similar a barbacoa y le provocó lamer en vez de oler. Soos continuó riendo pero esta vez de cosquillas, hasta que levantó al puerco y lo sostuvo entre ambas manos. Se sorprendió al darse cuenta de lo pesado que era en comparación a la última vez que lo vio. —Wow, Pato ha crecido un montón, ¡un poco más y tendré mi propio hermano!

Ya con Soos de pie, el autobús abandonó la parada al tiempo que los chicos saboreaban su regreso, aderezado por el olor de los pinos que no había visto tres estaciones atrás.

—¿Y qué tal las cosas en Piedmont? —Preguntó Soos —¿Cómo recibieron tus padres a Pato?

—De muy mala gana. —Sonrió Mabel.

—Tuvimos que convencerlos para que nos dejaran conservarlo como mascota y no como comida —Explicó Dipper—Yo traté de explicarles la parte lógica y racional del asunto mientras... Bueno, Mabel gritaba a todo pulmón.

—Rompí un par de ventanas. —Agregó Mabel entre risitas.

—Al final nos dejaron conservarlo. —Continuó Dipper—Pero tenemos que hacernos cargo de todas y cada una de sus necesidades... Todas y cada una de ellas...

Mabel arrugó la cara, especialmente la nariz —Quién diría que un cerdito pudiera hacer tanto "abono"... ¡Pero vale la pena! ¡Todo por mi querido, bonito, monito, chiquito Patito! —Mabel saltó al lado del cerdo para darle una cariñosa y enérgica sobada en ambos costados. Pato respondió lamiendo la cara de la niña, con plácidos gruñidos. —¿Quién es un cerdo hermoso y glotón? ¡Tú lo eres! ¡Sí, tú lo eres!

—¡Jája! ¡Me alegro! —Soos parecía encantado por la noticia, aunque estaba más que todo contento por tener a los gemelos de vuelta con él después de tantos meses. No podía esperar para mostrarles la Cabaña del Misterio.—¿Y qué tal ustedes? ¿Cómo han estado las cosas en Piedmont?

—Bueno... —Empezó a explicar Dipper —Por mi parte todo ha estado bien, aún se burlan de mi en la escuela, pero puedo defenderme por mi cuenta. —Dijo alzando su pecho con orgullo—Y a diferencia de la última vez que vine, ahora al menos ahora tengo un amigo en Piedmont con quién hablar, aunque habla demasiado de videojuegos para mi gusto... Eso, y huele permanentemente a Doritos viejos. Pero cuando lo conoces él es cool, y es el único que no piensa que estoy loco por decir que cosas como "Pie—grande existe".

—¿Te refieres a Rick? ¿A "Globo Terráqueo" Richard? —preguntó Mabel con curiosidad, mientras se desataba la barba de cabello. —Pensé que ese tipo se había molestado contigo cuando le dijiste que las Hadas Vomitaescarcha de Miami eran un mito o algo así.

—No, no. Fue un malentendido. —Aclaró— Le dije que el clima era demasiado árido como para las hadas y que era más probable que estuvieran en la parte norte del continente. Además, necesitan un hábitat que les permita una dieta rica en minerales para mantener el brillo característico de su vómito. Tardé un par de semanas en convencerlo que no quise decir que no eran reales, pero al final pude razonar con él ayer por Internet antes de tomar el autobús.

—Wow... El mundo es un lugar amplio y misterioso... —Tomando esa explicación, Soos reflexionó unos segundos mientras miraba hacia el horizonte, meditativo e iluminado por las palabras de Dipper... Antes de regresar su vista a Mabel, quien había empezado a hablar.

—¡Yo me uní al club de Artes Plásticas en la escuela y ahora soy la presidenta! —Grito con los puños al cielo —Y no es por presumir, pero ahora soy todo un imán de chicos... A ellos les encantan las artistas y las chicas con estatus... ¿Y esta chica de aquí qué es? ¡Ambas! —Dijo señalándose orgullosa con ambos pulgares.

—¡Bien! ¡Chócala! —Soos levantó la palma abierta hacia Mabel, quien se estiró para darle los cinco. Dipper se limitó a cruzar los brazos y apartar los ojos.

—¿Todo bien, amigo? —Preguntó Soos al ver la reacción del chico.

—No te preocupes por él, sólo está celoso porque sigue sin tener una cita. —Le respondió Mabel. Dipper se limitó a soltar un bufido para sí mismo sin regresar la mirada al grupo, no hasta que Soos puso su mano sobre el hombro de muchacho.

—Hey, no desesperes. —Soos se había agachado para poder ver a Dipper al rostro—¡Sólo mírame!, si yo pude conseguir el amor hay esperanza para ti, sólo mantente firme y se tú mismo.

—Gracias Soos... —El consejo no alivió en lo más mínimo ni el dolor ni la incertidumbre del chico, pero al menos sus palabras le habían dado algo de esperanza. Él había ayudado a Soos a conocer a Melody (aunque al final no hizo nada, pues Soos lo hizo todo él sólo) y era hora para que le ayudaran a él. Además, él tenía razón, él nunca hubiese esperado ver a Soos en una cita, y mucho menos con una novia, pero se alinearon las estrellas correctas y el destino le había traído a Melody. Si Soos podía tener esa suerte, tal vez había posibilidades para él en el futuro.

—¡Ya no más caras largas, Dipperino! —Mabel saltó a su lado abrazando su cuello con un brazo, a la vez que abría su otra palma para mostrarle un infinito imaginario—¡Estamos de vuelta en Gravity Falls! ¡Nos espera la aventura, el misterio, y tal vez un romance de verano!

Dipper no hizo más nada si no reír. Sí, la soledad amorosa duele, pero él no se sentía sólo, mucho menos estando de vuelta en Gravity Falls. Sus nuevos amigos estaban allí esperando su regreso, y sabía que podía contar con ellos.

Se prometió que no les pondría caras largas.

Con este pensamiento colgando en su mente, pudo ver por fin a lo lejos la Cabaña del Misterio.

Cerca de la entrada de la cabaña había una estatua muy rústica que, entrecerrando los ojos, parecía ser el Tío Stan. Las sospechas de Dipper se hicieron certeza al ver que en la base de la estatua estaba escrita de manera muy cruda la palabra "Fnnd dur", que leído de manera inteligible debía significar "Fundador". Algo que también le llamó la atención fue que la "S" de "Shack" estaba de vuelta en su sitio, Soos debió de ponerla de vuelta en su sitio un día fuera de temporada que no estuviese ocupado. Por lo demás, la cabaña estaba exactamente igual a como la habían visto la última vez. El tótem, las mesas de pícnic, e incluso los anuncios para llamar la atención de los turistas estaban en el mismo sitio. Aunque sólo hubieran sido hace unos meses, esa vista golpeó a los gemelos con un fuerte sentimiento de nostalgia.

Ambos corrieron a la cabaña aventajando a un no-tan-ágil Soos, que se quedó atrás a pesar del equipaje que llevaban los hermanos sobre sus brazos y hombros. Al entrar a la cabaña contemplaron que la estructura era más o menos igual, pero los souvenirs había cambiado un poco. Además de las camiseta que habían antes, como las de motivos animales y las de signo de interrogación, también habían diseños nuevos con algunas de las atracciones de la cabaña, como el jackalope, el Pie—grande falso disecado con calzoncillos, entre otros. Además de eso, también habían algunas atracciones nuevas que los gemelos no supieron reconocer a primera vista. También vieron unos muñecos cabezones de Soos en los estantes. Mabel no pudo resistir tocar uno, y la cabeza que tocó se bamboleó de lado a lado, divirtiéndola.

—¡Hey chicos! —Detrás de ellos, en la mesa de la caja registradora, les saludó Melody. Tenía su cabello rubio medio en una cola de caballo y llevaba un delantal rosado muy pálido encima de su ropa casual. Estaba limpiando la mesa cuando los saludó.

—¡Melody! —Se volteó Mabel con emoción.—¿Cómo has estado?

—¡De maravilla!, Soos y yo nos preparamos para las vacaciones de Verano... Que para nosotros son los días de trabajo. Ustedes saben cómo es. Pero tenemos las vacaciones más largas. —Melody les guiñó un ojo junto con ese comentario.

—Sí, supongo... Por cierto ¿Y Wendy? —Preguntó Dipper, ignorando la risita contenida de Mabel.—¿Sigue trabajando aquí?

—Sí, pero solo en fecha de temporada. Por cierto, está detrás tuyo.

—¿¡Qué!? ¿¡DondACK!? —El chico no tuvo tiempo de voltearse. Una adolescente con una espesa melena pelirroja vestida a cuadros rojos le había hecho una llave al cuello al tiempo que lo levantaba por las piernas. Wendy giró al chico sobre sus hombros antes de lanzarse a sí misma de espaldas contra el piso, aterrizando sobre el estómago de Dipper como si se tratara de un cojín, aplastando al chico contra su equipaje. Ya en el suelo, la chica lo mantuvo sujeto con sus brazos y su cabeza. Su pobre victima sólo tuvo tiempo gritar y golpear su palma al suelo en señal de rendición.

Satisfecha, la chica se levantó y le ofreció su mano a Dipper.—Hola socio, ¿me extrañaste? —Dijo Wendy ajustando la gorra que llevaba. La prenda estaba muy gastada, pero igual la reconoció: Era la misma gorra que había llevado él durante su último verano y que, antes de irse, Wendy intercambió por su gorro de leñador. Por el estado en el que vio la gorra, supuso que había llevado desde que se la cambió y los elementos no tuvieron piedad de ella. Él aceptó la ayuda con una sonrisa tímida.

Ya de pie y quitándose el polvo del encima, Dipper pudo ver cómo Mabel le saltaba encima a Wendy en un abrazo. Aún pasado el tiempo, seguía sin poder olvidar cómo se sentía cerca de la pelirroja. Había superado su obsesión con ella, pero sus sentimientos seguían saliendo a luz por más que intentara enterrarlos en el fondo de su corazón. A estas alturas, ella tiene 16 mientras que él tiene 13... Incluso si ella llegase a tener 23 y el 20, probablemente seguiría viéndolo como a un hermano menor y no como material de novio. Tenía que recordarse eso cada vez que pensara en ella para no hacer algo que podría lamentar. Trató de prepararse mentalmente para este encuentro, pero no le valió de nada.

No estaba enamorado, pero sin duda le seguía gustando.

El chico estaba apunto de preguntarle a Wendy sobre ella y el pueblo cuando escuchó del bolsillo de la pelirroja una canción de Rock que Dipper estaba seguro había oído al menos un par de veces en la radio. La adolescente sacó su bolsillo trasero un teléfono inteligente que miró como si le hubiese vomitado dentro de los pantalones. —¡Ugh, en serio! ¡Son las 6:30 a.m.! ¿¡Quién me necesita a esta hora!? —Wendy le espetó al teléfono antes de mirar a Dipper con una sonrisa apenada.—Lo siento socio... ¿Me permites un segundo?. —Dipper se limitó a asentir un poco decepcionado de lo fugaz que fue su encuentro con la pelirroja. Pudo oírla quejarse mientras se iba a la trastienda, pero no pudo oír nada de la conversación.

Derrepente sintió su espalda ligera y vió que Soos había tomado su mochila y su maleta. También tenía en sus manos las cosas de Mabel. —Vamos amigos, al ático a dejar su equipaje.


Pasaron cerca de una hora arreglando la habitación para que cada lado estuviese al gusto de los gemelos: Del lado de Mabel, fundas rosas y posters de bandas de chicos adornaron la pared, mientras que el lado de Dipper tenía una pizarra con pines que mantenía arreglada dentro de su equipaje. Junto con eso, un puñado de plumas fuente, una cámara digital y un cuaderno de cuero fueron puestos en una cómoda de su lado. Él había perdido los diarios del Tío Ford en el Raromagedón, pero no por eso quizo de llevar sin registro sus encuentros, así que decidió llevar consigo su propio diario. A diferencia de Ford, el diario de Dipper tenía fotografías en vez de ilustraciones. Su fuerte no era el arte y pedirle a Mabel que ilustrara todos y cada uno de sus encuentros con lo desconocido no le atraía en lo más mínimo. Prefirió llevar una cámara en todo momento para asegurarse de estar preparado para lo que encontrara. Este era el segundo diario que él llevaba, no porque estuviese lleno, sino porque Mabel decidió "documentar" también en el primero. Dipper decidió un diario aparte para estudios más científicos, y otro para llenarlo en compañía de su hermana.

Una vez instalados, ambos bajaron de regreso a la tienda de regalos de la cabaña. En el camino se encontraron a Wendy sentada en el suelo al lado del sofá, donde la Abuelita de Soos veía lo que parecía ser T.V. Local. Dipper pudo notar que la adolescente llevaba audífonos y asentía de vez en cuando con el teléfono en la mano sin prestarle mucha atención al televisor. Quien quiera que fuese el que llamó, o llamó de nuevo, o llevaba una hora hablando con ella por el manos-libres. No quiso interrumpirla, así que continuaron su camino normal hacia la tienda de regalos, al menos ese era el plan hasta que vieron a Wendy levantarse y saludarlos a la vez que guardaba el teléfono en el bolsillo sin quitarse los audífonos.

—Oigan, voy de salida al pueblo a hacer unos mandados. —Les dijo la pelirroja al llegar donde estaban —¿Quieren aprovechar para que les de aventón?

—¡Quiero ver a Grenda y a Candy! —Gritó Mabel al instante. Dipper fue un poco más sutil y se limitó a asentir tímidamente.

—Ustedes mandan. —Chistó un par de veces y con un gesto amplio sobre su cabeza les indicó que la siguieran.


Wendy dio una vuelta alrededor de la ciudad con los hermanos Pines en una camioneta verde moho que, con orgullo, la pelirroja declaró como suya. La ciudad se veía bastante bien, más o menos igual que la última vez, quizá un poco más limpia de lo que recordaba. Costaba creer que ese fue el mismo lugar donde Bill Cifra había desatado el caos el verano pasado.

En el camino se encontraron con Grenda y Candy de paseo a la tienda de dulces. Wendy tocó la corneta del auto un par de veces llamando la atención de las chicas, que voltearon para ver a la hija del leñador saludarlas con el brazo en alto.

—¡Hey chicas! ¡Tengo algo para ustedes! —Dijo Wendy mientras se quitaba el cinturón y buscaba algo detrás del auto. Las muchachas se vieron entre ellas, preguntándose qué podía ser. Ambas gritaron de emoción cuando vieron que la adolescente sacaba a Mabel por la ventana, levantándola de las axilas como si fuera un gato. Estaba por poner a la gemela en el piso pero sus amigas se apresuraron a bajarla y abrazarse entre brincos.

—Bueno, yo me llevo a tu hermano de paseo, ¡diviertanse! —Wendy dijo abrochandose de nuevo el cinturón. Arrancó dejando a Mabel con sus amigas sin esperar una respuesta. Estaba claro que no la iba a necesitar.

Tres cuadras más adelante se dejó de oír los grito del trío, salvo por Grenda, que todavía podía oírse en la quinta. Dipper se sentía muy a gusto, por fin estaba a solas con la Wendy

Al menos lo estaba, hasta que realmente se dio cuenta de que estaba a solas con Wendy.

¿Qué podía decirle? ¿Había algo que pudiera decirle? Por supuesto que podía decirle casi todo, ¿No habían sobrevivido el Raromagedón con ella? ¿Porqué a estas alturas le importaba parecer un tonto? ¿Todavía podía parecer un tonto? ¿Estaba sudando? Pues claro que estaba sudando, se estaba de los nervios y su tren de pensamiento iba derecho al abis-

—Hey socio, ¿te sientes bien? —Wendy le dijo con una palma al hombro, tratando de calmarlo. Seguía nervioso, pero al menos estaba viendo hacia ella y no a los demonios de su propia cabeza.— Relájate, estás en Gravity Falls, nadie va a hacerte nada... No, espera... Déjame decirlo mejor... Uhmm...

—Está bien, lo entiendo... —Respondió Dipper con una media sonrisa.—Es sólo que... Se que mi hogar está en Piedmont y todo, pero... —Iba a decir más, pero se vio interrumpido por una mano que le revolvió la cabeza quitándole sin querer el gorro de leñador.

—Yo también te extrañé. —La chica lo miró un segundo antes de poner la vista de vuelta al volante. Dipper intentó reflexionar un poco sobre lo que acababa de pasar, pero Wendy toció un par de veces antes de mirarlo de soslayo.—¡Oye socio! ¿Adivina qué?

—¿Qué? —Dipper miró intrigado a Wendy. Estaba intentando acomodarse el poco peinado que tenía y el gorro.

—OK OK, checa esto... —Le dijo Wendy con emoción. —Sabes que Gravity Falls es el condado de lo raro y todo eso, y después de lo que pasó con ya-sabes-quién, no podemos hablar de ya-sabes-qué, porque si no ¡Bzzzztztz! y esas cosas, ¿no?

—Ajah...

—Bien, en otras ocaciones nosotros hubiésemos olvidado por completo todo eso, por la Sociedad del Ojo Ciego, pero ahora...

—¡...Ya no hay Sociedad del Ojo Ciego! —Dipper concluyó —Pero, sin la Sociedad, ¿cómo se las arreglan para no volverse locos? ¡Creí que ese era el punto de los del Ojo Ciego!

—Tú lo dijiste, "era". —Le confirmó Wendy —Ahora en vez de espantarnos por cada cosa rara que vemos, tratamos de vivir nuestra vida lo mejor que podemos al lado de lo raro. Lo malo es que lo raro recibe el mismo trato que el ya-sabes-qué: Nunca pasó, y si insistes en preguntar...

—¡Bzzzzpptt! —Dipper escupió imitando un zumbido. Ambos rieron un poco por el gesto. Entonces, el chico preguntó.—Pero no todo lo que está por ahí puedes no más ignorarlo y ya, ¿cómo hacen con cosas como los hombrestauros, fantasmas, grifos y esas cosas?

—¡Ahí es donde se pone bueno...! —Se le acercó Wendy, casi pegando su cara con la suya. La cercanía lo puso nervioso por el hecho de que estaba lo bastante cerca para poder oler hasta el cabello de Wendy. Eso, y no estaba mirando en lo más mínimo el camino.—Verás, al pueblo no le importan las cosas raras, lo que les importa es que no se los coman por los piés mientras duermen, por eso hace como tres meses, el alcalde mandó a montar la Brigada de Ayuda Civil para Asistencia Lacustres, Auxílio y Orden... O como le decirmos nosotros: BACALAO.

—¿BACALAO? —Dipper miró de vuelta a Wendy con incredulidad. Wendy se limitó a encoger los hombros, pero sin dejar de sonreír de oreja a oreja.

—¡El nombre no importa! —Continuó Wendy.—El punto es que se trata de un grupo voluntario para mantener la actividad paranormal más peligrosa a raya.

—¿¡En serio!? —Dipper no pudo evitar sino fantasear sobre cómo debía ser. Imaginó a algunos de los pueblerinos haciendo operaciones peligrosas como atrapar fantasmas (con uniforme beige y techno-mochilas obligatorios para esta clase de fantasías), gente domando grifos y a Varonil Dan aplastando a un hombre lobo con un movimiento de lucha libre. —¡Wow...! Suena excelente. Sería divertido verlos en acción alguna vez.

—Oye, sabes que puedes hacer más que eso, ¿verdad? —Wendy lo miró un momento tratando de aguantarse la risa. En parte porque sólo podía adivinar qué estaba imaginando Dipper en ese segundo que su cerebro abandonó la realidad.

—¿A qué te refieres?

—Socio, "grupo voluntario", ¿recuerdas? ¡Mientras quieras entrar y respetar las normas, puede entrar quién sea! Normalmente no dejan entrar a niños, pero... ¡Eres Dipper por todos los cielos! ¡A estas alturas TODOS te conocen en Gravity Falls!

—¿¡En serio!? ¡Genial! —Dipper no pudo evitar saltar en su asiento de emoción. Iba a poder participar en misiones de control de actividad paranormal y en el proceso estaría ayudando a la ciudad a mantenerse segura. ¡Era un sueño hecho realidad!

—Sólo déjame advertirte... Es un trabajo emocionante y todo, pero no todo es diversión... ¿Crees estar listo para semejante responsabilidad?

—¡Claro que sí! —Respondió Dipper al instante.—Además, sobreviví al fin del mundo, ¿qué es lo peor que podría pasarme?


—Que alguien me mate, por favor... —Dijo Dipper para si mismo con ambas manos en el rostro. Había pasado últimas dos horas de la mañana en la vieja Mansión Noroeste escuchando al señor Preston hablar de protocolo, estadísticas, planes de acciones que, en opinión de Dipper, eran totalmente inútiles; ratings, donaciones, aprobación de los residentes, porcentajes de éxito, y un montón de cosas más que al chico no le importaban.

Aunque tuvo que darle crédito al señor Noroeste por dos cosas: La primera es que al menos reconoció que su ayuda en BACALAO sería de gran ayuda para futuras misiones, aunque lo hiciera de muy mala gana. La segunda es que ahora tenía una perspectiva decente de cómo iban las cosas en Gravity Falls: Al principio la gente no estaba muy conforme con lo de tener que vivir recordando las cosas que pasaban en su día a día, pero llegaron a la conclusión que era suficiente con saber que estaban a salvo, por lo que se fundó la Brigada. También aprendió que McGucket no sólo se había hecho aún más rico de lo que era, sino que se había asociado con el señor Noroeste y ahora era su asistente de negocios, cosa que al parecer enfurecía al antiguo dueño de la mansión por tener que andar guiando a un hombre así de chiflado. No ayudaba que al parecer pasaba mucho tiempo jugando ajedrez chino con el ex-presidente Quentin Trembley. No estaba seguro si quería saber qué juego era ese, pero era evidente que los dos se hicieron buenos amigos y eso le dificultaba al señor Noroeste en sus asesorías, porque su amigo era "demasiado bobo y carente de sentido".

Supuestamente, no estaban presentes todos los miembros de BACALAO en esa reunión, y era un alivio, porque sólo estaban presentes el mismo Preston, Quentin, McGucket, Wendy y Varonil Dan (que se había dormido de pié en la primera media hora). Se había preguntado al ver a Preston si Pacífica era parte de la Brigada, pero las últimas dos horas le hicieron descartar esa idea. Eso, y la obsesión que tenía el hombre con mantener cualquier cosa paranormal alejada de su casa.

Después de salir de salir de la mansión con el cerebro entumido, Dipper se encontró sentó de vuelta en la camioneta de Wendy. Ella llegó un poco después con un rostro que sólo tiene alguien que odia la vida, aunque se suavizó un poco su expresión al ver al chico.

—Hey Dipper, ¿listo para un primer encargo? —Dijo mientras se acostaba al lado de Dipper a un costado de su camioneta.

—¡Oh, sí! ¡Por fin! ¿Qué será primero? ¿Gnomos? ¿Hombres lobos? ¿Fantasmas? ¿Demonios?

—Calma Dip, no es como si hubieran emergencias las 24/7... La mayoría del tiempo sólo estar pendiente del teléfono y dar vueltas a la ciudad esperando a que algo pase. Sin embargo... —Wendy se agachó a la altura de Dipper poniendo sus brazos sobre sus hombres, con una expresión muy seria—Hay una misión muy importante que tenemos que hacer y no se me ocurre persona más indicada para esta labor... Dipper Pines, experto en lo sobrenatural, ¿estás listo para tomar esta misión de suma importancia para todos nosotros?

—...Estoy listo. —Dipper acomodó su gorro de leñador, con una expresión de determinación.

—Bien, socio... Tu misión será... —En ese momento, Wendy desechó todo rastro de seriedad.—Hacerle compañía a Pacífica.

—Espera, ¿qué?

—Pacífica, ya sabes... ¿Pelo rubio, mala actitud, ex-millonaria...?

—¡Claro que se quién es Pacífica! —Respondió casi arrancándose las patillas.—Lo que no entiendo es porqué es tan importante que yo lo haga... ¿Por qué eso es importante de todas maneras?

—Dipper, si tengo que oír aunque sea un segundo más a Preston por teléfono, te juro que le arrancaré ese maldito artefacto y se lo meteré por el—

—¡OK, OK! ¡Entiendo! —Dipper se apresuró a censurar a Wendy. Podía entender porqué era importante que él hiciera ese trabajo, pero todavía había algo que no entendía.—¿Pero por qué yo? ¿No hay más nadie más apto para esa clase de trabajo?

—Míralo así: Eres el único de nosotros que, no solo tiene experiencia con lo paranormal, sino que tiene la misma edad que ella. Eres, literalmente, nuestra última esperanza. —Wendy le dijo desesperada, sacudiendo al chico por ambos brazos.

Dipper no pudo evitar sentirse mal, no solo por Wendy, sino por el resto de la Brigada. Llevaba sólo dos horas escuchando a Preston y ya le parecía insufrible, no quería saber cómo sería que lo acosaran por teléfono constantemente.

—Bien, lo haré. —El chica golpeó ligeramente su pecho levantándolo en alto. Wendy parecía muy complacida de que él aceptara.

—Gracias Dipper... Te daré yo misma el aventón. —Acto seguido, ambos se pusieron en marcha a la nueva residencia Noroeste. —Así Pacífica y tú tendrán a alguien más con quién pasar el rato y Preston no nos molestará tan seguido. ¡Todos ganamos! Además, estoy segura que te ella te recibirá con los brazos abiertos.


Dipper se quedó un momento admirando la residencia Noroeste antes de decidirse a bajar. No podía comprarse ni por asomo a la actual Mansión McGucket, pero no por eso no era lujosa: Oculta detrás de una amplio muro de ladrillo, se escondía una amplia y lujosa casa con casi todas sus paredes frontales cubiertas de vidrio reflejante en medio de un patio sin muchas decoraciones. Pese a la falta de adornos, el área verde era en extremo espacioso y lleno de frondosos árboles. Podría haber jurado ver una piscina asomarse en el patio trasero, pero desde donde estaba no podía ver bien.

Para cuando Dipper terminó de ver con detenimiento el frente de la casa, ya la cerca se había abierto para dejar pasar las visitas. Wendy hizo una señal para acercarse a la residencia y ambos caminaron por el medio del camino de gravilla y piedra lisa.

Dipper estaba nervioso. Por un lado, sabía que la chica Noroeste no era tan desagradable como su familiar, de hecho era agradable si llegabas a conocerla; pero ya ha pasado demasiado tiempo desde la última vez que intercambió palabras con ella, y tampoco tenía cómo comunicarse con ella... Dipper y su hermana tenían que ser los únicos chicos del planeta que en pleno siglo XXI sin su propio celular, por no mencionar que sus padres eran un tanto quisquillosos en cuanto tiempo pasaban hablando por teléfono, por lo que estaban limitados a llamadas relativamente cortas a la cabaña. Mabel repetidas veces intentó extenderse llamando a Candy o a Grenda, pero su padre amenazó con servir a Pato en el desayuno si eso seguía, y no le quedó otra sino aceptar. No importa qué tan sólida fuese su escusa, él sabía que a Pacífica no debió de hacerle gracia semejante abandono. O tal vez no, en ese momento estaba a la expectativa.

Ya en la puerta principal, Wendy se vio tentada a golpear la puerta doble de caoba con el puño cerrado, pero se contuvo al recordar que la puerta tenía timbre. Al tocarlo, en vez de oír una campana, ambos escucharon lo que parecían ser Preston y Priscilla Noroeste susurrando por lo alto "Ding Dong". La pelirroja no estaba para nada impresionada. Dipper, en cambio, cuestionaba la salud mental de los padres de la chica.

Unos segundos después la puerta se separó crujiendo, a duras penas revelando la cara malhumorada de Pacífica. Su aspecto parecía bastante igual al de la última vez. De hecho, hasta seguía llevando la misma cantidad de maquillaje. La chica se limitó a ver fijamente a Wendy como si le estorbara la vista al cielo.

—¿...Qué quieres, Wendy? Ya sabes que no puedes entrar después de la última vez. Mi papá todavía no te perdona por lo del baño.

Wendy rió para si misma, viendo dentro de su propia imaginación el recuerdo de su última visita. —Esa fiesta fue increíble... No, no voy a entrar, el que entra es él. —Dijo señalando con su palma abierta a Dipper.

En ese momento, Pacífica se petrificó con ojos muy abiertos. El chico no sabía que pensar de esa mirada. De hecho, estaba seguro que ni la misma Pacífica sabía qué estaba pasando por su cabeza. Con la expresión helada en su sitio, levantó el dedo, pidió un minuto y cerró con un estruendoso portazo.

Los visitantes se vieron entre sí arqueando las cejas. Esperaron un momento mientras oían lo que parecía ser alguien levantando una barricada en el fondo de la casa. Estaban a punto de irse cuando oyeron pisadas apresuradas que se acercaban a la puerta. Pacífica les abrió tratando de recuperar el aliento.

Aún cuando el cansancio le quitó toda su elegancia, ellos tenían que admitir que aún así se veía deslumbrante: Su cabello rubio era incluso más espeso que el verano pasado, llevaba un conjunto rosa con medias negras, chaqueta violeta y botas de piel que esperaban no fuesen de un animal de verdad (Conociendo a los Noroeste, lo más probable es que sí). Para el agrado de Dipper, se las ingenió para verse muy bien usando la mitad del maquillaje que usualmente llevaba. Todavía llevaba demasiado para su gusto, pero era un cambio.

—Aahmm... Hola Pacíf¡WOAH! —El chico no tuvo tiempo ni de gritar. Con la rapidez de un sapo que atrapa una mosca, Pacífica tomó de la mano de Dipper y lo tiró al interior de la casa, cerrando de nuevo con un portazo justo en la cara de Wendy.

— Woah... Eso funcionó mejor de lo que esperaba... —La adolescente se quedó un segundo procesando lo que acababa de pasar, antes de encogerse de hombros y silbar con las manos en los bolsillos, de regreso por donde vino.


JLRNLDD KZS YUTN IXMIRB NMI R KOFFF, OHM'E UZT SMTTR?


Y con eso comienza la introducción de este regreso a Gravity Falls... Se extendió mucho más de lo que tenía en mente, así que puede que tome un par de capítulos hacer el primer salto dimensional. Con o sin saltos, espero que lo hayan disfrutado. Espero con ansias sus reviews.