Rose Pvo
El sonido de la alarma me despertó a las 6:30 de la mañana, como todos los días. Suspiré resignándome y la apagué mientras me quedaba unos minutos más en la cama.
Tras ese momento de tranquilidad, me levanté y fui al baño a lavarme la cara y tratar de despertarme un poquito más. Y como era rutina, del baño a la habitación de mis dos amores que llegaron a cambiar mi vida hac años, cuando yo ni siquiera sabía de que iba la vida, a mis 17 traje al mundo a mi primer gran amor y dos años más tarde a mi segundo sol.
-Arriba los soles de mamá.- dije melosa mientras me acercaba a ambos y les hacía cariños para que se despertasen.
-Mami...-me miró Ryan, mi hijo mayor. Y el más perezoso si me preguntan.-No quiero.
-Vamos mi amor.-dije mientras levantaba a Noah, mi bebé pequeño.- tenéis que ir al cole y mamá tiene que abrir la cafetería con la tía Bella. Ya estamos a mitad de semana.-sonreí y les di un beso a ambos. Les ayudé a vestirse, les di sus desayunos y me preparé en tiempo récord para dejarlos en la puerta de la primaria a las 7:30 justas.
-Pasadlo bien ¿si? Y aprended mucho.-les besé las mejillas.- mamá os ama.
Y así me encaminé a mi trabajo.
-¡Hola chicas!-Nos saludó muy animada Leah.
-Estás de muy buen humor a pesar de que es lunes.-Comentó Bella.-¿Lo de siempre?
Leah asintió.-Samuel regresa ahora.-Dijo con una sonrisa. Para nadie era un secreto que la morena tuviera un enorme crush con su jefe.
-Y... has decidido recibirle con un buen café y ese vestido.-dije sonriendo picarona.
-¿Qué tiene de malo?-dijo asustada mirándose en el primer espejo que encontró.-¿No me queda bien?
-Estás increíble Leah.-le sonrió Bella.- no te preocupes por eso.
-Un día vas a hacer que le de un ataque.-me reí.-¿Enserio no es gay? Porque para no darse cuenta...
-¡Ay no! ¡Rose cállate! Eso sería terrible.-Se quejó.
Bella y yo nos reímos. En eso mi celular sonó y tuve que ir inmediatamente al colegio por mi pequeño Noah.
-Hey cielo.-le abracé mientras el lloraba quejicoso.-¿Que ocurre mi vida?
-Me duele la pancita mami.-dijo triste y me miró con sus grandes ojos azules llenos de lágrimas.
-Shhhhh.- lo sostuve mientras su profesora me dejaba sus cosas y lo coloqué en su silla para llevarlo al hospital.-Todo va a ir bien mi amor. Te amo.- dije cuando terminé de abrochar su silla y me montaba en el asiento del conductor.
Estaba segura que el idiota de Royce, su padre, tenía que ver algo en esto. Ayer se había llevado a ambos a un juego de béisbol y seguramente les había dado alguna porquería de comer.
Llegamos al hospital y mi bebé seguía encontrándose mal, tanto que ni quiso caminar.
-Mami...-dijo mientras escondía su carita en mi cuello.
-Ya llegamos bebé.-besé su cabellera y me senté en una de las sillas de la sala de espera, no había mucha gente gracias a Dios.
-Señora King.-Me llamó la enfermera.-Puede pasar con el Doctor Cullen.
-Vamos mi amor. Ven con mamá.-Lo llevé en brazos hasta el consultorio.
-Buenos días.-Nos saludó el doctor con una sonrisa amable en la que se le marcaban unos hoyuelos. Transmitía confianza. -Y, bien ¿qué le pasa a este amiguito?-Vio en la pantalla de la computadora. -Noah, ¿cómo te sientes?-
Mi hijo en respuesta se abrazó a mi y escondió su pequeña carita en mi cuello.
-Es un poco tímido.-Comentó mientras sonreía de lado. -¿Qué le pasa al pequeño?-Se dirigió ahora a mi prestándome por completo su atención.
-Le duele mucho el estómago y ahora se ha puesto un poco caliente. Por eso me hablaron de la escuela.-El doctor se me había quedando viendo sin decir nada. Me puse nerviosa.-Y... Ehm...¿cree, cree que sea algo grave?-Seguía en silencio.-¡Doctor Cullen!
-Ah si...-Volvió en sí.-Dolor de estómago y fiebre.-Apuntó.-Hay que examinarlo.-Se levantó del escritorio y me di cuenta de lo enorme que era este sujeto. Seguro llegaba a los dos metros.
Yo también me puse de pie y llevé a Noah hasta la camilla, pero él no quería bajarse de mis brazos.
-Vamos, cielo. Deja que el doctor te revise, mi amor.-Luego de unos minutos mi pequeño obedeció.
-Así son los hijos únicos.-Comentó el doctor con una sonrisa.
-No es único.-Respondí.
-¿Ah no?-Preguntó sorprendido.
-No.- sonreí.- ¿quieres contarle tú al Doctor Cullen cielo?-me miró por un rato y asintió.
-Tengo un hermano mayor. Se llama Ryan y me saca estos.- le enseñó dos dedos.
-Vaya.-el doctor parecía sorprendido.-No parece grave.- me miró y pude respirar.- parece que este campeón tiene una intoxicación alimentaria leve. Nada que con muchos cariños y un remedio no pueda solucionar.
-Seguro que fue por lo que su padre les dio ayer en el estadio.-comenté algo enfadada.
-¿Qué comiste?-Le preguntó curioso a mi hijo.
-Nachos, palomitas, helado, maní y pizza.
Puse los ojos como platos.- ¿Por qué no me habías dicho, cielo? Voy a matar a Royce.-Murmuré en voz baja.
-No quería que te enfadaras con papá.-Me dijo con la cabeza gacha.
-Mi amor.- suspiré.- Papá tiene que entender que tiene una responsabilidad con vosotros y que no puede darles todo eso ¿entiendes?-dije dándole un beso en la frente y el asintió.
-Bueno.- sonrió el Doctor Cullen des tensando el ambiente.- Esto es lo que debes comprarle en la farmacia a ese pequeñín.- sonriendo lo ayudó a bajarse de la camilla. Y me dio una piruleta para cuando estuviera mejor.- Adiós Noah.- mi bebé le saludó tímido con una pequeña sonrisa en su rostro. Nos despedimos y monté a Noah en su asiento, se había hecho tarde y tenía que ir a recoger a Ryan al colegio para llevarlo a la cafetería. Normalmente nos íbamos directo a casa, pero después de estar todo este rato fuera del trabajo, estaría bien pasar por allí a ver cómo iba todo, simplemente a echar un vistazo ya que Noah requería descansar.
Emmett Pov
Había llegado la hora de almuerzo y me encontraba con mis amigos y colegas, Edward y Garret charlando sobre nuestro día.
-Estás algo pensativo Emm.-me dijo Garret.-¿Ha pasado algo?
-No que va.- dije restándole importancia. Pero en verdad no podía dejar de pensar en la madre del pequeño Noah.
-¡Oh vamos! Te conocemos desde hace más de 10 años, Emmett.-Así que suéltalo.-Insistió Edward.
-Está bien.-Dejé escapar el aire.-Creo que estoy enamorado.
Tanto Edward como Garret estallaron en una carcajada.
-¿Por qué eres tan enamoradizo, Emmett?-Dijo Garret con una sonrisa burlona.-No llevas ni una semana en este hospital y ¿ya te enamoraste?
-Vamos, ¿cuéntanos de quién?
-Apuesto que es de la enfermera Victoria.
-Ufff ella es muy buena en la cama.-Comentó Edward con una sonrisa de lado.
-¿Ya te acostaste con ella?-Levanté una ceja.
Garret intervino.-Como si no lo conocieras, Emmett.-Dijo como algo obvio.-Edward ha estado involucrado con medio hospital.-Rodó los ojos.
-Pero no estamos hablando sobre mis conquistas.-Dijo Edward con una sonrisa traviesa.-Sino de el grandulón. A ver, ¡cuéntanos de una vez! ¿Es del hospital?
-No exactamente. Más bien es una paciente.-Me encogí de hombros.
Ambos levantaron una ceja.-¿De una paciente?
-¡No! Quiero decir, de la mamá de uno de mis pacientes que llegó esta mañana
-Y...¿entonces? Cuéntanos ya que pasó.- dijo Edward impaciente.
-Pues eso.- me reí.- llegó con su pequeño de más o menos unos 6 y tenía dolor de estómago. Al parecer según su madre la culpa es de su padre que los llevó a comer chatarra sin control a un partido de béisbol...y la verdad...no debería estar contándoos esto.-dije de repente.
-¿Ah?-dijo Garret.
-Se llama confidencialidad médico-paciente.-dije como algo obvio.
-Estás poniéndolo en común con colegas eso no cuenta.-dijo molesto Edward.- sigue contando.
Garret y yo reímos por su impaciencia.
-Pues qué puedo decir.-Me encogí de hombros.-Era despampanante y su voz suave, delicada.
-Ya, ¿pero cómo era? Alta, pequeña, rubia, morena, castaña, gorda, delgada, con buen trasero...-Edward empezó a enumerar toda una serie de atributos.
-Era alta, delgada, rubia y no me fijé en su trasero.-dije bebiendo de mi cerveza mientras reía. Obviamente si le había dado una mirada pero no entraría en detalles.
-Eres un nenaza.-dijo riendo.- ¿Edad? Estás diciendo que tiene dos hijos ¿no?
-Eres un cotilla sin remedio, Ed.- dijo Garret negando con la cabeza.
-Lucía muy joven para tener 2 hijos.-Comenté.
-Dices ¿rubia, alta, delgada y joven?
-Si.-Dije como algo obvio.
-¿Mamá de Ryan y Noah King?
-Si, ¿la conoces?
-Es Rosalie. ¿Cómo olvidarla? si es todo un bombón.-Dijo Garret con una mirada soñadora.-Y si para tu información Edward, tiene un culo de infarto.-Dijo con una sonrisa pícara y yo fruncí el ceño.
-Voy a obviar eso que has dicho.- le miré enfadado.- y me voy a quedar con la parte en la que dices conocerla.
-Mira que estás desesperado hombre.- sonrió.-Tampoco la conozco mucho, solo de las consultas de sus hijos.
-Sé qué sabes más de ella.-Entrecerré los ojos.
-Te digo que es lo único que sé.-Dijo levantando las manos con una sonrisa divertida.
-Demonios sí está buena-Murmuró en voz baja.- ¿Es ella?-Preguntó Edward mostrándome la pantalla de su celular.
-Sí, ¿cómo la encontraste?
-Parece que es muy popular en instagram.-Se encogió de hombros.
-Y está casada con Royce King.-Dijo Garret viendo la pantalla de su celular.-Mira esto.- me pasó el teléfono. En la cuenta de ese sujeto había fotos de Rosalie&Royce abrazados y con los niños.
-No hay caso.-dije algo desanimado.
-Hey, hombre, espera.- Ed me pasó el suyo.- en la cuenta de Rosalie hay mil fotos con sus hijos pero ninguna con Royce... tal vez y tienes alguna oportunidad.- me guiñó.-Además no recuerdo haber visto que llevara sortija.-Dije pensativo.
-¡Mira!-Dijo Edward.-Parece que trabaja en este lugar.-Me mostró una foto de un local vintage. Era una cafeteria.-¿Por qué no vas e intentas conversar con ella?
-No lo sé.-Dije inseguro.
-Mejor olvídalo Emmett. Su esposo acaba de salir de prisión.-Dijo Garret con una mirada preocupado. -¿De prisión?-dijo Ed sorprendido y con una sonrisa graciosa a la vez.- al parecer a Rosalie le gustan los malotes. Tú no le pegas Emm, eres un buenazo.
-Oh cállate.- dije dándole una colleja.
-Auch.-me miró molesto.- eso dolió.
-¿Ves?-le sonreí.
-Y...¿cuantos años decías que tenía inspector Garret?-dijo Edward.
-No llega a los 30, de eso estoy seguro.
-Uhhhhh...-suspiró Edward.-entra totalmente en mi lista de MILF.
-Que te calles.- le dije enfadado.- yo la vi primero.
-Parecen dos críos.- dijo Garret riendo -No se les olvide qué por quién están discutiendo está casada con un criminal.-Señaló.
La verdad es que el tipo tenía mala pinta. Sus brazos estaban cubiertos por tatuajes y también tenía un par de perforaciones. ¿Cómo puede estar ella con alguien como él? Quiero decir, eran 2 polos completamente opuestos. Ella todo un ángel y él parecía un vago.
