Un día como otro cualquiera en el gremio de Fairy Tail...

Freed observaba irritado a sus compañeros, que desde hace un par de semanas le parecíanespecialmente molestos y ruidosos. "¿Qué me pasa últimamente? Tengo que controlarme e intentar encontrar que está alterando mi ying-yang interior…."

La voz carrasposa del maestro Makarov irrumpió sus pensamientos desde su asiento en labarra del bar. "Escuchadme todos! Nos vamos a una misión! A continuación diré los nombres de los que la llevarán a cabo y una vez que lleguemos os explicaré que tenéis que hacer cada uno…:" "¡Vaya! Espero estar incluído, necesito salir de esta rutina o acabaré volviéndome loco" Freed observaba al que una vez fue el miembro más poderoso de Fairy Tail mientras recitaba los nombres.

"Gajeel, Levy, Bickslow, Mirajane, Laxus y Freed... Por vuestro bien espero que lo hagáis con los menos daños posibles ¿entendido Gajeel y Laxus?"

"¿¡Queeeeee!?" ladró Gajeel, mientras Laxus se limitaba a mirar con cara de pocos amigos su abuelo.

"¿Qué te pasa Freed? Llevas unos días anclado en tu propio mundo. ¿Estás bien?" Evergreen sacó a Freed de su trance. Era muy observadora y no se le escapaba ningún comportamiento inusual de sus compañeros de aventuras, sobre todo si esa anomalía pertenecía al joven mago experto en runas, ya que se caracterizaba por tener una personalidad de hierro y una vida muy organizada y meditada.

"No lo sé Ever, aún estoy intentando saber la razón por la que me encuentro así. Puede que esta misión me saque de la rutina y me despeje las ideas, llevamos algún tiempo fuera de la acción!" Freed observó a su amiga y compañera con una expresión de malestar consigo mismo que la hermosa mujer de pelo verde encontró preocupante.

"No hace falta que te diga que si necesitas un hombro en el que llorar o una amiga con la que desahogarte aquí me tienes ¿verdad? Ten mucho cuidado en la misión y cuida de nuestro Laxus!" Ever le cogió la mano cariñosamente y Freed la sonrió deslizando uno de sus delicados dedos por su mejilla. "Gracias Ever, sé que siempre estás ahí" Y después de un breve abrazo se despidieron. Freed se desvaneció por la puerta principal del gremio para preparar el equipaje necesario de la misteriosa misión de la que nada sabía aún.

El atractivo mago de cabello verde sedoso observaba a la gente que se amontonaba en el andén del tren en el que viajarían. Niños llorando o jugando, amantes, amigos y familiares reencontrándose entre abrazos y besos… y de repente un dolor en el estómago y una leve ira se apoderaron de él al observar que los dos integrantes del grupo que faltaban por aparecer llegaban juntos. Las risitas y bromas de sus compañeros no ayudaron a calmar esa sensación extraña, y la intriga por saber si esas bromas eran realidad le carcomían. "Solo es curiosidad, no debo alarmarme. Si Laxus es feliz con ella no tengo que preocuparme. Mirajane es la chica más dulce del gremio, le cuidará bien. Aunque yo le daría todo lo que se merece."

Aquella última afirmación que su subconsciente le había transmitido le sobresaltó y rebotaba en su cabeza una y otra vez sin entender muy bien que significaba, suspiró para intentar hacer desaparecer esos pensamientos y se dispuso a entrar en el tren.

Se sentó al lado de su ídolo como era costumbre en sus viajes y observó de reojo embobado mientras el rubio dragon slayer se estiraba y acomodada en su asiento. Sus poderosos músculos se distinguían perfectamente gracias a la camiseta morada tan ajustada que vestía y Freed pudo deleitarse mientras pensaba en las numerosas veces que se había masturbado fantaseando con recorrer con su lengua cada rincón de ese cuerpo, demostrando a su dios cuanto ansiaba darle lo que nadie más podría conseguir, entregándose completamente a la voluntad y deseo de su deidad más preciada. Pero el maestro de las runas temía por su karma y siempre que acababa se arrepentía de esos pensamientos impuros sobre la persona que él consideraba que era la más perfecta y poderosa que caminaba sobre la faz de la tierra. A pesar de su timidez la imaginación de Freed era muy calenturienta, y desde que se dio cuenta de que su deseo y miradas estaban dirigidos hacia las personas de su mismo sexo no pudo evitar pensar en Laxus de la manera en que lo hacía, al fin y al cabo tiene el cuerpo más perfecto que Freed haya visto jamás. Devoción acérrima y deseo físico, eso sentía por su dios del trueno, o eso creía él.

"Freed, ¿por qué estás tan callado? No es normal que en un viaje de más de dos horas no abras la boca. Sabes que si me distraigo el mareo es más llevadero"

Sabía que Laxus se preocupaba por él y era evidente a ojos de todo el mundo que trataba aFreed de una manera especial a pesar de lo empalagoso y posesivo que era el joven mago ya que era el único que podía tener esta actitud hacia él sin acabar en el hospital.

"No lo sé Laxus, algo me inquieta y me preocupa pero no logro poner en orden mis pensamientos" Sacó valor al ver a Laxus tan cercano y dispuestos a hablar y mirando como jugueteaban sus propios dedos de forma nerviosa se atrevió a preguntarle "¿E-Es cierto que ti-tienes una relación con Mira?"

Su compañero de viaje le miró sobresaltado y soltó unas de sus típicas carcajadas "Jajajajajajajajaja ¿en serio, Freed? ¿Tú también? Pensé que eras la persona que mejor me conocía"

Freed se limitó a mirarle con cara de sorpresa sin saber muy bien que contestar ni que conclusiones sacar de lo que le había respondido.

"No entiendo que es tan gracioso. Últimamente pasáis mucho tiempo juntos.P- Perdona si te he ofendido o algo…"

"¿De verdad parece eso?"

"No lo sé Laxus, quizás me he dejado influenciar por las opiniones que los demás tienen sobre vuestra relación. Olvida lo que he dicho."

El resto del viaje lo dedicaron a hablar sobre lo que podía ser la misión ya que no teníanninguna pista de lo que iban a hacer, el hombrecillo que tenían como maestro a veces era demasiado misterioso con sus "hijos".

Por fin llegaron al hotel y soltaron las maletas acomodándose en unos sillones que adornaban la entrada principal al lado de la recepción mientras el anciano maestro se dirigía a pedir las llaves. Levy intentaba buscar algo de beber mientras los chicos esperaban.

"¡Qué bien Gajeel!" Bickslow jugaba con sus "babys" mientras provocaba al dragon slayer de hierro y de rayos, consciente del peligro que ello conllevaba "como Laxus está saliendo con Mira…. ¡tu novia puede compartir habitación contigo!, ¿no es genial?" "novia, novia" coreaban los totems con alma que lo acompañaban a todas partes "Freed, nos quedamos tú y yo solos, sabes que siempre soy bueno contigo, no te haré gritar demasiado-baby".

"¡PERO QUE DICES CHALADO!, la enana no es novia mía. Lo siento por Laxus pero sería poco delicado compartir habitación con ella"

"¿Lo sientes por mí? ¿Por qué motivo exactamente? ¿¡Hemos admitido Mirajane y yo en algún momento que estamos saliendo!? Dejad de ser tan escandalosos y dejad que me relaje un poco. A ver cuándo maduráis de una vez…"

"¡No molestéis a Laxus! Necesita descansar del viaje. Callaos de una vez…" Como siempre Freed defendía a su líder intentando que estuviera siempre cómodo.

"Tienes razón Laxus, creo que Mira no es la mujer para ti. Quizás deberías declararte ya a tu ídolo, Freed, al fin y al cabo tú eres la esposa perfecta para él, siempre tan sumiso y fiel… A alguien con la personalidad de Laxus le gusta este tipo de amante, ¿Verdad rayitos?"

La reacción de Laxus no fue la que todos se esperaban. Se limitó a mirarle con su cara de indiferencia a la vez que le lanzaba una mirada de reojo a Freed, que estaba siendo sujetado por Bickslow para que no se lanzara a la yugular de Gajeel mientras soltaba toda clase de insultos dirigidos al dragón slayer de hierro.

Mirajane miraba la escena con una de sus sonrisas mientras observaba pensativa la reacción del rubio el cual no parecía especialmente molesto

En ese momento de caos apareció el pequeño anciano con las llaves de las habitaciones. "Aquí tenéis las llaves, repartiros como queráis. Mañana a primera hora os quiero a todos aquí y desayunados. Sed buenos"

"Bickslow, no creo que Laxus quiera compartir habitación conmigo, y yo tampoco tengo interés en ello así que vas a compartir habitación con el dragon slayer más poderoso, ¡yo elijo cama Gijii!"

"¡No alucines! El dragon slayer más poderoso es Laxus, ¿verdad babys?" "Laxus, Laxus" corearon sus totems. "Freed, se bueno con tu marido, esposa sumisa…jijijijijiji" Y se alejó corriendo detrás de su compañero de habitación.

"¡¿QUÉ ES LO QUE HAS DICHO!? "

"Freed, ¿vas a estar todo el día aquí discutiendo, o podemos irnos a descansar de una vez a la habitación?" Laxus estaba perdiendo su paciencia con la actitud de todos sus compañeros aquella tarde.

"Claro Laxus, lo que quieras" Laxus siempre apreciaba compartir habitación con el capitán de los raijinshuu, el cual siempre tenía una actitud calmada y tranquila, justo lo que necesitaba para poder descansar después de los días estresantes que pasaban haciendo misiones. Sus estancias en los hoteles y moteles eran agradables ya que cada uno se dedicaba a relajarse a su manera, el dragon slayer escuchando música y el mago de runas leyendo alguno de sus libros. Pero ese día Freed no estaba leyendo, sino meditando sobre la alteración de su ying-yang a la vez que miraba por la ventana el hermoso lago que había al lado del hotel. Pensaba en la actitud que se apoderó de él desde hace dos semanas y en cómo estaba afectando a sus relaciones con sus compañeros. "Estoy muy irritable, me arrepiento de haber gritado así delante de todo el mundo, estoy acostumbrado a sus bromas y a como me..."

"Freed, en serio, como sigas así voy a tener que sacar tus problemas a puñetazos"

"Lo siento Laxus, intento encontrar lo que me afecta de esta manera, pero no lo consi…"

"Vamos a dar una vuelta, a lo mejor te despeja las ideas"

"Está bien, gracias. Hay un lago precioso aquí al lado"

Mientras se dirigían al lago Freed contempló el rostro de Laxus bañado por la luz de la luna y como sus ojos naranjas brillaban con un brillo especial, olvidándose sin darse cuenta de lo que le carcomía por dentro….."Ahora más que nunca parece un verdadero dios…."