Título: Ambos.
Fandom: Twilight.
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, la trama sí.
Claim: Jacob/Bella/Edward.
Rated: T
Advertencias: Al raiting me remito.
Summary: Ella los quiere a ambos para ella (y no está dispuesta a compartirlos).
Notas: Para el reto Palabras para el recuerdo, del Foro LOL. (Palabra clave: Triángulo).
Dedicado a: Rox :DDD
Ambos.
Momentos como este, en los que Bella está sola (sin Edward, sin Jacob) se da cuenta de lo egoísta que es todo el tiempo. Y quiere sonreír, porque encontró a dos hombres maravillosos que enloquecen por ella, pero sabe que no es correcto (que sería pensar únicamente en su felicidad).
Sin embargo, lo hace. (Ella sonríe, labios rosados estirándose de manera instantánea porque aunque no debería está feliz). Ella nunca ha sido una persona normal, que reaccione de manera normal; prueba de ello es que no está tan agobiada por la situación como debería estarlo.
Es decir, ambos la aman. Ambos la quieren para sí, para vivir una vida (o, en el caso de Edward, una eternidad) a su lado. Ambos la necesitan, ambos sufrirían si no son elegidos.
Pero ella no quiere elegir. Ella los quiere a ambos para ella, que nadie más pueda atreverse a besar los labios de alguno.
(Si ella se decide, si elige, ella quiere que el no elegido la siga amando. Maldito egoísmo). Es una perra, no puede negarlo; se regocija en el dolor de aquellos a quienes (tal vez no) ama.
Y ella podría tomar una decisión. Joder, sería tan fácil. Sólo tendría que pensar un poco, no sería tanto problema; si la obligaran, pudiera hacerlo en ese mismo momento (sin levantarse de su cama, sin pensarlo más de diez minutos)…
…Pero ella no quiere perder la devoción de ninguno de los dos. Ambos, los quiere a ambos. (Y esa frase se repite, sin cansancio, en su mente. «Ambos, ambos, ambos» y ella, ciertamente, tampoco tiene ganas de detenerlo).
Jacob es su Sol personal. Es cálido, brillante, lleno de energía y risueño; es fuerte, sí, pero adorable. Jake es su puerto seguro, aquel con quien siempre podría contar (Siempre). Él es su manera de alocarse un poco, de bromear y hacer cosas estúpidas. Él es calor, pasión, ardor y deseo. Ardiente.
Edward, por su parte, es el amor de su existencia. Caballeroso, amable, protector, celoso, hermoso…lo que siempre había imaginado como su hombre ideal. Su manera de hablar, su tono de voz, su devastadora sonrisa torcida, sus gustos musicales, su delicadeza. Su capacidad de poder convertirla en alguien perfecta (joder, quería con todas sus fuerzas ser vampiro y poder verse tan hermosa como Alice o Esme (nunca como Rosalie, ya que es insoportablemente espectacular la muy desgraciada con suerte).
Hay cosas en uno que el otro no puede ofrecerle. Ella no quiere renunciar a nada de eso, ella quiere el paquete completo. Ella quiere poder bromear y escuchar Debussy al mismo tiempo. Quiere la lujuria que Jacob desborda y la delicadeza de Edward.
(Ambos, ambos, ambos. Para ella).
No quiere decidir nunca, aún cuando sabe que debe (tiene que) hacerlo. Ella quiere que el triángulo nunca tenga fin, que siempre vuelva al punto de inicio, que se mantenga enfocado en el punto principal (ella, sólo ella).
Ella desea con fervor que ambos la amaran por toda su existencia, que nunca la olviden. Ella quiere que consagren su vida y sus sueños al simple hecho de tenerla a su lado.
Bella sabe que eso no es posible, que su ego le está pidiendo demasiado…
(Que no será así, que alguno se cansaría tarde o temprano, que Jacob imprimaría o Edward se apartaría del camino por voluntad propia).
…Pero eso no evita que lo desee.
(Ambos, para ella, por siempre).
