Disclaimer: todo lo que reconozcan pertenece a J.K. Rowling.
«Os doy un nuevo mandamiento: que os améis los unos a los otros como yo os he amado»
(Juan 15:12)
No pasa mucho -no pasa nunca, de hecho- y es bastante raro y curioso pero, algunas veces, Sirius y Remus están de acuerdo. Y eso es algo bueno, porque es realmente importante y necesario que estén de acuerdo en ese punto, así podrán pararse uno al lado del otro delante de Dios y defender su punto.
—Con todo respeto, su excelencia, nosotros solo estábamos siguiendo vuestras órdenes, ¿va a culparnos por eso? —diría Remus, con toda esa calma y compostura suya—. ¿No nos mandó a decir usted «amaos, hijos míos, amaos los unos a los otros»?
Y toda la corte celestial y los cuatro arcángeles principales seguramente ocultaran una risita fingiendo una tos disimulada tras su mano y Dios sonreirá de lado porque ¿ese argumento? Imbatible. Y Sirius sospechara que en fondo el Señor tiene un merodeador pugnando por salir y los perdonara y se libraran del tormento eterno de las llamas del averno, porque allá abajo debe hacer un calor de puta madre y a Sirius el calor le pone malo.
No fue su culpa y Dios tendrá que comprender, porque enserio, ¿amaras a Dios sobre todas las cosas?, ¿y que pasa con los Beatles?, ¿y su moto?, ¿y Jagger?, ¿y los cabrones de sus amigos y Remus? Lo de no tomaras el nombre de Dios en vano Sirius lo respeta al pie de la letra, que conste, nunca jura por Lennon si no es de vida o muerte. ¿Honraras a tu padre y a tu madre? Que coño, está seguro de que solo por romper ese mandamiento le darán una plaza vitalicia en el puto cielo. Aunque probablemente los meritos que ganó con eso se vayan a la mierda con lo de «no cometerás actos impuros» y «no consentirás pensamientos ni deseos impuros.»
Pero eso no es culpa suya, es culpa de Remus y que le jodan -preferiblemente yo a ti, Lunático- si no se iría derechito y feliz al infierno por pecador.
—Valdría la pena, Lunático, valdría la pena.
