¡Hola!
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Con una toalla envuelta alrededor de su cuerpo y su larga cabellera que aún se encontraba mojada, se acercó a la cama, donde se encontraba un papel que ella no había dejado ahí o al menos no recordaba haberlo echo.
Era una carta.
Una carta que debía llegar a las manos de Jason. En letras negras y cursivas decía claramente:
Dick Grayson.
¿Por qué le sonaba tan familiar el nombre? La princesa de Tamaran tenía vagos recuerdos, y estaba segura de que ese tal 'Dick' tenía que ver con ellos, pero por más que lo intentaba no sabía cómo encajaba él en el asunto.
¿Podría ser aquel ser humano que estuvo con ella la primera vez que estuvo en la tierra?
No estaba segura.
No podía hacer que el rostro de la persona que recordaba encajara con el nombre que estaba leyendo y la curiosidad era cada vez más grande. ¿Debía quedarse con ella y leerla?
La tamaraniana lo había dicho una y otra vez.
Su gente no vivía en el pasado.
Ellos vivían en el aquí y el ahora. Pero aún así…
Ahora tenía una vida 'Plena', tenía dos amigos que daban la vida por ella si era necesario, ¿Qué pasaría si el chico de la carta era el mismo que el de sus recuerdos?
Lentamente se dirigió a un viejo baúl, donde sacó un saco azul marino y, como si de un ramo de rosas se tratara, lo olfateó. Tenía un olor fuerte, varonil. Agradable. Lo alejó un poco, y luego acercó a la nariz el sobre que tenía en las manos, olían exactamente igual.
-¿Kori, que haces?-preguntó el peli-rojo sobresaltando a la princesa que se encontraba con la carta y el saco en las manos.
-¡ROY!-gritó al verlo recargado en el marco de la puerta con los brazos cruzados. -¿Desde hace cuanto estas ahí parado?-preguntó en un vano intento de esconder tras de sí el saco junto con la carta.
-Kori, Kori, mi pequeña gatita—Dijo cabeceando de forma negativa. -Tú eres la que siempre nos está gritando que debemos respetar tus cosas y mírate…fisgoneando en las cosas de los otros…-ignoró la pregunta de Koriand'r.
-No la he abierto…Además, cuando llegué estaba aquí, llegó por error…-dijo, uno de los fuertes de la princesa tamaraniana, no era mentir, y Roy lo sabía, ella no mentía.
-¿Me pregunto cómo llegó una carta hasta aquí?-dijo él mientras veía la ventana con sospecha para ver si se podía ver a algún intruso nadando por la zona.
-De la misma manera que llego el repartidor de pizza a nuestra antigua base, lo que nos obligó a cambiarla…-
Roy rió por lo bajo ante el comentario, y al ver que los dedos de la princesa se movían hacia donde estaba el sello de la carta para abrirla, ahí fue cuando Arsenal, notó el nombre que estaba escrito en la carta. -Deja eso, hay cosas que tal vez no debas saber…-dijo dirigiéndose a ella para quitarle la carta.
-¡Hey!-le dijo ella.
-Se la daré a Jason después, tu arréglate, que saldremos a pasear, necesitamos distraernos-dijo mientras metía el sobre en uno de sus bolsillos para salir de la recamara y darle un poco de privacidad.
Si el tal 'Dick Grayson' era el mismo de sus recuerdos o no, se dio cuenta de que tal vez ya no importaba mucho, el probablemente fue su pasado, pero ella tenía un presente con Jason y Roy.
Los tres eran grandes amigos y Roy había demostrado que era un buen amante, ¿Qué más necesitaba? Seguramente No un chico misterioso del pasado atormentando su presente.
Necesitaba vivir el aquí y el ahora, dejar el pasado atrás y no preocuparse por nada más.
¡Gracias por leer!
