Naruto no me pertenece
Naruto no me pertenece
NA: ¡Hola! Jeje… ya sé que debería estar actualizando ciertos dos fics… pero fue imposible para mi no ponerme a escribir esto cuando las ideas tomaron vida en mi cabeza , ¡ya llevo tres capítulos escritos! XD
De todas formas, fue difícil decidirme a colgar el fic.
Será narrado tanto desde el punto de vista de Hinata como de el de Neji, ojala no haya distorsionado tanto sus personalidades y que mi nuevo estilo no sea tan malo XD
Eespero que les guste y entretenga.
Summary: Días de escuela, a partir de la llegada de un aspirante a profesor en su clase Hinata experimentará la veracidad del dicho: "No todo es lo que parece", y , que al desenterrar cierto secreto familiar cada vez será más prohibido aquél sentimiento que nació en su corazón.
Parejas: NejiHina, SasuSaku, LeeTen (por el momento)…¡Acepto peticiones :D!
¡Disfruten la lectura!
Makka na ito
I
Según el mito, existe un hilo rojo e invisible que une a quienes están predestinadas a estar juntos, éste a veces se cruza y enreda con otros hilos provocando que nos topemos con muchas clases de personas hasta encontrarnos con la indicada, la que fue hecha especialmente para nosotros. A veces tenemos a ese ser especial tan cerca que el hilo se afloja y no nos permite darnos cuenta de que está ahí, justo frente a nuestros ojos. Otras, en cambio, está tan lejos que nos aprieta, insistente por acortar la distancia.
Siempre me hicieron ilusión estas clases de creencias, el hecho de que en algún rincón del planeta se hallará mi otra mitad. Sin embargo, a pesar de creerlo sabía que en un mundo tan grande como éste sería prácticamente imposible encontrarlo.
Pero el día en que nuestros ojos se cruzaron un halo de esperanza creció en mí, aquél lazo se tensaba alrededor de mí ser envolviéndome de nuevas sensaciones, llevándome hacia él sin importar todas las barreras que de repente tomaron forma frente a mí. Sólo pude desear que nuestro hilo rojo fuera lo suficientemente fuerte para superarlas.
… etto..Estoy casi segura de que crees que son tonterías, pero…hoe, Neji, ¿Tú crees en el destino?
-×-×-×-
Hinata's POV
Ese lunes no era muy diferente a los demás, luego de dejar a mi hermana Hanabi en su escuela, mi padre estacionó su auto frente al instituto al que yo asistía.
Le deseé un buen día y me dirigí a mi clase, mis amigas y compañeras, Ino y Sakura, me alcanzaron en el corredor y entablaron una animada conversación relatándome lo que hicieron en su fin de semana.
Yo asentía y respondía con monosílabos cuando era necesario, me era más cómodo escucharlas que ser el centro de atención, sus vidas parecían ser más interesantes que la mía, ellas eran amantes de las salidas a lugares extravagantes mientras yo era feliz leyendo un libro en el jardín. Sin embargo, el momento de que me preguntaran sobre mi fin de semana llegó, la pregunta era simple cortesía, era conciente de que se habían memorizado la respuesta; así de predecible era mi vida.
Pero antes de que pudiera abrir la boca, apareció Sasuke-kun, novio de Sakura y compañero nuestro.
- Tenemos que hablar.- dijo mirando fijamente a Sakura.
Ella se despidió disculpándose con la mirada y se retiró junto a su novio hacia el patio del instituto.
- Esto no pinta nada bien.- murmuró Ino arrugando el ceño, una vez que los perdimos de vista.
Yo permanecí en silencio mientras continuábamos caminando, no me parecía bueno opinar sobre los asuntos de otros.
Al llegar al salón nos separamos yéndonos cada una a nuestros asientos.
Kiba-kun, quien se sentaba delante de mí, se giró y me saludo alegremente, yo le respondí con una sonrisa.
Él era uno de los pocos amigos que tenía y estaba muy agradecida por sus atenciones y amabilidad para conmigo, Kiba-kun había desarrollado una imagen de hermano protector o al menos así era como yo lo veía.
Nuestra plática también giraba en torno a su fin de semana, me habló sobre un concurso en el que inscribió a su Akamaru, su adorada mascota, pero su cachorro no logró ningún premio.
Yo lo animé diciéndole que no se rindiera, que Akamaru era muy mono y pronto alcanzarían un reconocimiento.
Kiba me dio la razón y sonrió abiertamente mostrando sus colmillos, no pude evitar devolverle la sonrisa.
En ese momento Kurenai-sensei entró pidiendo orden a la clase, Kiba-kun miró al frente y yo lo imité.
- A partir de hoy nos acompañaran tres practicantes.- anunció.
Nuestra maestra nos explicó que eran estudiantes aspirantes a ser profesores y que, estando a punto de graduarse, serían evaluados poniendo en práctica lo aprendido en nuestra clase.
- En resumen… tendremos tres profesores más.- dijo un compañero, Shikamaru-kun, con un tono extremadamente desganado.- Que problemático.
- ¡No puede ser!- se quejó otro, Naruto-kun, agarrándose la cabeza con las manos.- Si con uno solo suspendo…
Todos reímos ante su comentario, pero al mirar a Naruto me percaté de la presencia de Sasuke, quien se sentaba a su lado, él ya había llegado mientras que el asiento de Sakura estaba vacío.
La profesora pidió orden nuevamente y todos callamos esperando conocer a nuestros nuevos senseis.
Esperaba no tener ninguna dificultad con ellos y que nuestra conducta no les complicara mucho su trabajo.
Pronto entraron tres personas al aula, una muchacha y dos jóvenes. Y, a pedido de la maestra, prosiguieron a presentarse.
- Mi nombre es Tenten, tengo 24 años y curso profesorado de Historia.- comenzó la chica del grupo, una sonrisa cordial acompañaba sus palabras. Ella era un poco más alta que yo y de tez trigueña, su cabello era castaño y se lo recogía en dos chonguitos, y sus ojos eran marrones almendrados.
- ¡¡Yo soy Rock Lee, tengo 24 y curso Literatura!! – gritó el siguiente, alto y de tez trigueña también, sus cabello al igual que sus ojos eran negros azabaches; tenía un corte en forma de casco y vestía totalmente de verde.
Parecía ser muy eufórico.
- Amegumo Neji, tengo 24 años y estudio profesorado de Cálculo.- el último se presentó educadamente y con voz monótona. Era alto y su piel tenía un poco más de color que la mía- yo poseo piel albina.- sus cabellos eran largos y castaños, y sus ojos eran de color verde esmeralda.
Pero su mirada, sus ojos tenían algo más que en ese momento no me supe explicar, eran fríos pero a la vez profundos y enigmáticos.
Cuando él terminó de presentarse escuché muchos suspiros por parte de mis compañeras. Sin querer me fijé en Ino y ella al mirarme me guiñó un ojo y movió los labios para que yo los leyera.
« Que guapo»
Repetí mientras leía los movimientos, sólo al terminar la frase me di cuenta de su significado y me sonrojé rogando porque nadie me hubiera escuchado. Tuve suerte y al parecer fue así.
La profesora inició su clase de Literatura, así que el único que podía participar era el practicante Rock Lee.
A muchos les era cómico la manera tan ''intensa'' en que él recitaba los poemas para la clase, en cambio, a mi me dificultaba un poco seguir el sentido del poema, pero eso no es culpa del joven practicante si no más bien porque mis ojos se movían involuntariamente hacia donde se encontraba Amegumo-sensei.
Aunque me costó, pude fijarme en algo más que el par de esmeraldas en sus ojos, y así descubrí el peligroso parecido que aquél practicante tenía con mi padre y, su hermano gemelo, mi difunto tío Hizashi.
Estaba convencida, sus facciones, su semblante serio e inexpresivo y su cabello, lo llevaba de la misma forma que mis tradicionales parientes.
Claro, también estaban los detalles que despejaban esta teoría, el más evidente: Sus ojos.
En lo que a genética se refiere mi familia posee gen dominante, es casi imposible que un descendiente no heredara los ojos blancos que nos caracteriza.
Eso me convenció, pero no pude desechar la idea por completo. Amegumo Neji físicamente parecía tan igual y a la vez tan distinto a mi padre/tío.
Cuando decidí prestar verdadera atención a la clase noté que los versos habían sido interrumpidos.
Sakura por fin había entrado a clases, tenía la cabeza gacha y los ojos hinchados y colorados. Había estado llorando.
Mi compañera cruzó unas palabras con Kurenai-sensei y se ubicó en su lugar. Pronto comenzó a llorar silenciosamente.
Vi a Ino moverse inquieta en su asiento y escuché a Sasuke-kun soltar un bufido exasperado.
En cambio, la profesora miraba atentamente a los tres practicantes. Supuse que situaciones como ésas los ponían a prueba.
Parecía que la sensei Tenten iba a tomar cartas en el asunto, pero Lee-sensei fue más rápido y ya estaba inclinado frente a Sakura recitando palabras de ánimo sin preocuparse por bajar la voz.
En mi opinión, ese era un gesto muy gentil y supe que sería un buen profesor.
Pero por la cara de Tenten-sensei creo que ella no lo consideraba así, los miraba entrecerrando los ojos con ¿Enojo?
Ella no hizo mucho por disimular cuando jaló de la ropa de su compañero para sacarlo del lugar donde estaba, me sorprendió mucho la facilidad con que Tente-sensei cambiaba de animo, a Sakura la miraba con paciencia y comprensión en los ojos y a Lee-sensei lo fulminaba con la mirada haciendo que a éste le recorrieran sucesivos escalofríos.
Luego de una breve conversación en voz baja, ambas se levantaron. La practicante pidió autorización para salir del aula y Kurenai-sensei se la dio, pero antes habló.
- Hinata, acompáñalas.
Yo la miré confundida y luego dirigí una fugaz mirada a Ino. Ella era su mejor amiga, era la más indicada para acompañar a Sakura.
Sabía que Ino se moría por hablar con su protegida amiga, pero, a pesar de eso, me sonrió alentándome aunque la preocupación seguía presente en sus ojos celestes.
Me apresuré a obedecer la orden pero, con mi torpeza, mis pies se enredaron con la mochila de un compañero que estaba en el suelo.
Caí, pero pude amortiguar la caída poniendo todo mi peso en mi mano y rodilla izquierda; rápidamente Kiba-kun se levantó y me ayudó a ponerme de pie.
- Tienes que ser más cuidadosa, Hinata.- me regañó con una sonrisa.
- Gra-gracias Kiba-kun.- le agradecí y sentí mis mejillas arder, supe que mi cara debía ser la envidia de un tomate.
Caminé cabizbaja hacia donde me esperaban mi compañera y la practicante, pero al pasar al lado del joven Amegumo me permití mirarle de reojo. Grave error.
El me estaba mirando y cuando sus hipnotizantes ojos verdes atraparon mi pálida mirada pude percibir el desconcierto y escepticismo que rompían su inexpresiva máscara.
Deseé retenerle la mirada y saber en qué estaba pensando, pero la timidez y la vergüenza me pudieron más y aparté el rostro ruborizándome de nuevo.
Al estar frente a la joven practicante traté de sonar natural y me presenté con una leve inclinación.
- Hyuga Hinata, mu-mucho gusto.
-×-×-×-
Neji's POV
- Rock Lee.
- ¡Presente!
- Tenten.
- Aquí.
- Amegumo Neji.
Asentí quedamente, aún sin entender porque Gai sensei pasaba lista cuando nos tenía a los tres en frente.
- ¿Estáis listos chicos? ¡Mirad que depende de vosotros mantener encendida la llama de la juventud de aquellos estudiantes!
- Genial… - murmuró Tenten en un intento de sonar sarcástica pero su voz se quebró y reveló su nerviosismo.
- ¡Lo estoy! ¡Sí que lo estoy! – Lee respondió eufóricamente y se tiró al suelo para hacer lagartijas. ¿Para qué? No lo sé.
- No Lee, no es momento de calentar.- le regañó Gai-sensei.- Ya casi es hora.
Yo solté un bufido, no encontraba el porqué a tanto drama, si se supone que esto es lo haremos, durante mucho tiempo, una vez que nos graduemos.
Resoplé nuevamente. Debo admitir que una parte de mí estaba ansiosa por empezar ya.
Luego de cuatro años de profesorado hoy debíamos poner en práctica lo aprendido, como practicantes en una escuela secundaria y bajo la tutela de los profesores titulares.
Con esto podría saber si verdaderamente tenía aptitudes para ser un buen profesor o, de lo contrario, si estos cuatro años habían sido una perdida de tiempo.
La campana avisó la hora de entrada, nos quedaba esperar a que todos los alumnos hayan entrado a sus aulas.
Me recosté contra la pared y cerré los ojos para meditar, no podía permitirme demostrar estar afectado, aunque lo estaba. No dudaba de mis conocimientos, volcar mis saberes a los pocos desarrollados cerebros de los críos que nos esperaban me tenía sin cuidado; lo que verdaderamente me preocupaba era mi tacto con ellos.
Sacudí la cabeza desechando esos pensamientos, si era apto, más que apto. Esto era lo que quería y estaba a un paso de conseguirlo.
- ¡Vamos Tenten! – la voz de Lee captó mi atención, animaba a Tenten, que repasaba una y otra vez sus apuntes. – Recuerda que estaremos juntos ¡Si hace falta yo te quemaré con mi fuego de la juventud! – repitió su monólogo y comenzó a trotar en su lugar.
- No, gracias.
- Eh, Gai.- Una mujer de cabellera desordenada color azabache se acercó a nuestro maestro.- Venid, que ya pueden empezar.
Él asintió y se giró a mirarnos, tenía la mandíbula apretada intentando contener sus lágrimas, sin éxito aparente.
-¡Gai-sensei, daremos lo mejor de nosotros! – escuché exclamar a Lee mientras me adelantaba, sabía que llorarían juntos mientras se fundían en un afectivo abrazo.
En seguida Tenten me acompañó, negando con la cabeza.
- Sólo son niños, sólo son niños.- se mentalizaba mi compañera cuando estuvimos frente a la puerta del aula de clases.
- Niños de último año.- le recordé con serenidad.
- ¡Ay, Neji! – me reprendió, había destruido toda su preparación psicológica. Iba a seguir regañándome pero al mirarme desechó la idea.- Eh…
- ¿Qué? – pregunté tranquilamente.
- Tu lentilla izquierda,- dijo mientras buscaba algo en su bolso.- acomódatela.- indicó pasándome un espejo de mano.
Mierda, eso era embarazoso, mientras colocaba nuevamente la lentilla verde en su lugar rogué porque Gai-sensei y Lee hubieran prolongado un poco más su momento emotivo.
- Unos azules te quedarían bien.- observó Tenten sonriendo cuando le devolví su espejo.- Pero, ¿Porqué verdes?
- Los de mi madre lo eran.- contesté secamente esperando que no continuase preguntando.
- Al igual que tu apellido…- susurró para sí misma, decidí dejarlo correr, ahora no me apetecía aconsejarle lo de meterse en sus propios asuntos.
- Muy bien chicos, entren.- nuestro tutor apareció detrás nuestro junto a Lee, mientras nos brindaba una sonrisa ridículamente luminosa.
Cuando entramos al salón de clases nos percatamos de las miradas expectantes de los alumnos, la profesora, Kurenai dijo se que se llamaba, nos instó a presentarnos y luego de eso dio paso a su clase de Literatura.
No hicimos la gran cosa, como era el campo de Lee sólo él podía participar, mientras Tenten y yo tomábamos nota y observábamos la conducta de los alumnos.
En ésas me encontraba cuando me fijé en uno de los primeros asientos, estaba vacío.
Me estaba preguntando por el ocupante de dicho puesto cuando una muchacha pelirrosa ingresó al lugar, dio una rápida disculpa a la profesora y se dirigió a su asiento.
Sus ojos estaban rojizos e hinchados, de tanto llorar seguramente. Ya me había olvidado lo melodramáticas que pueden ser las adolescentes…
La chica se tapó la cara con las manos retomando su llanto, pude notar la vista de la sensei sobre nosotros incitándonos a hacer algo, rápidamente miré a Tenten y ella asintió.
Habíamos acordado que lo más conveniente sería que ella hablara con la joven pero antes de que nos diéramos cuenta Lee se encontraba tratando de consolarla.
Le hablaba animadamente, como siempre, de la juventud y la rosada lo miraba confundida, al menos había dejado de llorar.
Lee sonrió triunfal cuando le sacó una sonrisa a la estudiante, aunque aún se encontraba inestable.
Tenten quería participar y de paso, también, hacer gala de sus celos alejando a Lee de la estudiante con su sutil tacto.- nótese el sarcasmo.-
Le ofreció a la muchacha la posibilidad de marcharse temprano a su casa pero la alumna se negaba, finalmente consiguió convencerla de salir a tomar un poco de aire y despejarse.
Entonces Kurenai-sensei llamó a otra alumna para que también las acompañara.
- Hinata, acompáñalas.
Una figura menudita salió de la fila del centro, intentó apurar el paso pero tropezó con una mochila que se encontraba en el piso, de inmediato otro alumno de mejillas tatuadas la ayudó a incorporarse.
- Gra-gracias Kiba-kun.- de sus labios salió una voz suave y melodiosa provocando que un extraño ardor se alojara en mi pecho al momento de escucharla.
Siguió caminando, esta vez con la cabeza gacha y sus mejillas sonrojadas.
Al pasar a mi lado me percaté de algo que me dejó helado, en una pequeña fracción de segundo ella me había mirado de soslayo y al sentirse descubierta por mi mirada apartó la suya completamente avergonzada, pero eso me bastó para ver el color de sus ojos.
Blancos.
- Hyuga Hinata, mu-mucho gusto. - la escuché presentarse.
Ella tenía los ojos que yo debía ocultar y llevaba el apellido que me fue negado.
Aclaración: El apellido de Neji, Amegumo, significa: Nube de lluvia.
Tomates? ¡Toda opinión cuenta!
¿Se imaginan a Neji con ojos verdes? O.o
Si quieren fotos de él, déjenme un review ;D
