Título: Escondites.

Nota de la autora: Escribí esto un mediodía antes de la clase de Gimnasia, después de haber leído demasiados poemas de O. Girondo. No sé de dónde vino la idea de esto; simplemente salió. Y me daba vergüenza postearlo acá. Pero bueno. Espero que les guste. Ah, otra cosa: yo no miro 24, pero según Dai, la amiga a la que le dedico esto, podría encajar con los episodios 4 y 18 de la temporada dos (Día 2).


Michelle ya no sabe qué hacer.

Ella tiene algo que esconder.

Pero no se puede meter en el bolsillo interno del saco,

ni patear debajo del sillón,

ni barrer debajo de la alfombra,

ni poner detrás de la espalda,

ni guardar en una caja

(con cerradura.)

Michelle tiene algo que no puede esconder.

Ella ya no sabe qué hacer

con lo que siente cuando lo ve.

No es un archivo que se puede quemar,

o un Papelera de Reciclaje que se puede vaciar.

No es un papel viejo que se arruga

y se tira en un tacho de basura.

Es algo peor -

algo más complicado pero mucho mejor

(si sale bien).

Algo que significa pena,

y algo que significa dolor.

Michelle tiene éste problema.

Un amor que no debería ser.

Un amor que se debe esconder.

Un amor que no se puede esconder

ni debajo de la alfombra,

ni detrás de la espalda,

ni en el bolsillo interno del saco,

ni tampoco en una caja

(aunque tenga cerradura.)

Michelle tiene éste problema

y no lo puede resolver

ni hoy ni mañana.

Está en manos de alguien más.

Alguien – oh, casualidad-

objeto de su querer.