Colores Complementarios

Fandom: Bleach

Género: Drama / Romance / Humor

Personajes: Ishida Uryuu, Inoue Orihime, Kurosaki Ichigo, Kuchiki Rukia.

Pareja: IshiHime

Capítulos: ? (En Proceso)

Palabras: ¿?

Summary: El azul y el naranja son colores llamados complementarios. Pero al mismo tiempo, pueden ser tan lejanos, completamente opuestos… El chico de ojos azules quería a la chica de cabello naranja, pero ella no podía ver lo que él sentía. IshiHime. Probablemente Lemon n_nU

Disclaimer: Bleach no me pertenece, solamente me inspiro en ello para crear historias raras, je je. El propietario y creador es Tite Kubo-sensei. ^^

Bueno, como podrán observar por medio del summary, este es un fic IshiHime (fuera el IchiHime XD) digo, es un fic que ya traía en la mente, pero un día que se me ocurrió leer en la Wikipedia salió de repente la analogía de los colores que puse en el summary. Hace mucho que no estoy tan al día con el manga, así que espero que no me queden muy OoC… En fin, empecemos con esto, que supuestamente iba a ser one-shot, pero como que van a salir más capítulos XD. A ver si me inspiro y escribo un lemon dentro de esto n_n ja ja ja.

En cuanto al tiempo que se desarrolla la historia, pensaba situarlo en un intermedio entre lo ocurrido en la soul society y la guerra del hueco mundo… pero no creo que tenga mucho sentido, así que tendrá que ser después de la guerra, suponiendo que Rukia sigue en Karakura y que Ichigo no ha perdido sus poderes u_u (Lo dicho, no tiene lógica). La historia la empecé antes del arco de los fullbringers en el manga, por tanto los hechos y personajes de ese arco, así como el arco actual de los Quincy no serán tomados en cuenta.

Este fic va dedicado a La Kalaka, que es super fan de esta pareja. Además que mucha inspiración la saqué de sus hermosos dibujos. ¡Gracias!


Capítulo 1. Sin elección

—¡Ishida-kun! —exclamaba Inoue al tiempo que corría detrás de Uryuu

—¿Qué pasa Inoue-san?

—Olvidaste tu costurero —La pelirroja trataba de tomar aire al tiempo que le extendía sus pertenencias para que las tomara.

—Ehm… gracias. —El chico se acomodó sus gafas al tiempo que sintió como se estaba sonrojando sin poder hacer nada para evitarlo. No se hubiera esperado tal gesto por parte de ella.

—¿Qué tienes, Ishida-kun?

—¿Por qué lo preguntas?

—Es que te pusiste rojo, ¿Acaso te enojaste conmigo?

—No es eso, probablemente es por el calor —el chico tragó saliva para aligerar la carga que tenía después de ser pillado por Orihime sonrojándose delante de ella.

—Ok… bueno… entonces te veo mañana Ishida-kun. Que descanses.

—Nos vemos Inoue-san…

Y era así todos los días, ni siquiera por ser compañeros en el taller de manualidades hablaban de algo profundo o diferente, a menos que saliera a la plática algo referente a los shinigamis, hollows y demás cosas extrañas que habían conocido. A la salida siempre la veía alejarse, todo porque él no había tenido el valor de proponerle que la acompañaba a casa, siendo que era algo que le hubiera gustado mucho hacer… Pero tal vez ni siquiera valía la pena hacer el intento. Ella estaba muy enamorada de otro chico, el cual ni siquiera lo imaginaba. Lentamente, el ojiazul se encaminaba para el supermercado, al tiempo que veía alejarse a la pelirroja, añorando el momento en el que tendría el valor de acompañarla.

El Quincy iba pensando muchas cosas en el camino. Al final de cuentas el vivir solo le daba un poco mas de espacio. Podía, en parte, hacer lo que quisiera sin preocuparse por los regaños que le hubiera podido dar su padre. Compró lo necesario para hacer la comida del día y después de dar vueltas por el pueblo terminó llegando a su departamento. Cerró la puerta y se recargó de inmediato sobre ella. Mirando hacia el techo formuló una pregunta en voz alta, pero que seguramente nadie contestaría.

—¿Qué estará haciendo Inoue-san ahora? —el Quincy agachó la cabeza segundos después de haber dicho eso. Incluso recordó como era su actitud meses antes: prácticamente no importaban los demás. Lo único importante en la vida era eliminar Hollows, y vengarse de los shinigamis, aquellos repugnantes seres que habían dejado morir a su abuelo. Quién pensaría que se haría amigo de un shinigami sustituto y de su compañera, la extraña shinigami que cedió sus poderes. Pero gracias a ello vivió muchas aventuras junto con algunos de sus conocidos, y se estrecharían sus lazos de amistad. Pero lo curioso, fue que en una de esas tantas aventuras tuvo que convivir con una compañera del taller de manualidades, que a pesar de verla seguido, no había entablado una conversación ajena a la escuela.

Nunca hubiera podido imaginar que existiera una persona con tanta dulzura e inocencia como ella. A pesar de estar en peligro, ella siempre se preocupaba por los demás, incluso si eran enemigos o si ello implicaba arriesgarse.

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Ishida-kun, ¿Crees que a Kurosaki-kun le agrade esto? —refiriéndose a una playera ajustada que pensaba regalarle al chico del ceño fruncido.

Probablemente —dijo el Quincy con poco interés sobre cualquier cosa que tuviera que ver con Ichigo.

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Necesito tu consejo, Ishida-kun

Te escucho

¿Será muy atrevido que una chica le confiese sus sentimientos al chico que le gusta?

No creo que sea buena idea —dijo Tatsuki al tiempo que interrumpía la plática y se llevaba lejos a Orihime mientras lo veía fijamente. Por lo visto Tatsuki sospechaba de los sentimientos de él.

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Recuerdos dolorosos empezaban a atormentarlo, todas aquellas veces en las cuales el había sido relegado a ser sólo un consejero, paño de lágrimas y confidente.

—Sólo me ve como un amigo… —el chico agachó la cabeza y resbaló de espaldas sobre la puerta, lentamente hasta llegar al suelo.

Desde aquella ocasión en la que estuvo decidido a luchar con tal de salvarla, aunque ello implicara que perdiera sus poderes, se dio cuenta de algo irremediable: estaba enamorado de ella. En ninguna otra ocasión había sentido ese deseo tan ferviente de su corazón para salvar a alguien, ni tampoco en otro momento le había importado tan poco si perdía la vida, con tal de acabar con el enemigo, debían explorarse todas las posibilidades.

Ya había perdido a alguien muy querido por culpa de ese capitán loco, lo importante en ese instante era proteger a toda costa a esa chica. Fue una decisión obligada, no podía abandonarla. Pero verla segura le arrancó una sonrisa de satisfacción, y al mismo tiempo de melancolía. —Tal vez tú ni lo recuerdes…

Estando absorto en sus pensamientos no se percató que parte de abajo de la bolsa de papel que tenía en sus brazos se rompió y todo lo que había comprado estaba tirado en el suelo.

—Si Ryuuken me viera, ya se estaría burlando de mí. —el chico se incorporó, recogió todo el desorden y lo puso sobre la barra de la cocina.

—Tal vez aún no sea tarde para rendirse… en una lucha que ya tenía perdida desde el principio... —El quincy aguantó las lágrimas de impotencia que amenazaban con escapar de sus ojos, al tiempo que caminaba hacia su sala dando pasos lentos. Se dejó caer sin ninguna delicadeza en el sofá, quedando boca arriba y dejando fluir sus pensamientos mientras miraba el aburrido techo de su departamento.

Sincerándose consigo mismo, a Ishida le pareció ridículo tratar de competir con el sustituto. Ichigo era fuerte, mucho más que él, tenía una familia genial con un padre que a pesar de sus golpes siempre se preocupaba por él y lo animaba a seguir. Todos en la escuela lo respetaban e incluso en la Sociedad de Almas, a pesar de no ser un shinigami normal, lo tomaban en cuenta para las batallas. Incluso los había salvado de Aizen Sousuke y los Arrancar.

¿Cómo esperaba un chico como él poder competir contra alguien así? Era imposible que un chico casi normal, a excepción de tener los poderes Quincy, inútiles comparados con el nivel de sus oponentes, pudiera competir ante un monstruo como Ichigo, que parecía tenerlo todo.

Además Orihime le profesaba un gran amor al shinigami sustituto desde mucho antes de que él la conociera. ¿Cómo competir contra eso? Las únicas cualidades que el ojiazul consideraba que tenía eran la costura y su inteligencia. Pero eso no era tan atrayente para las chicas.

Una traicionera lágrima resbaló por la mejilla de Uryuu, quien la retiró con rabia para después incorporarse bruscamente e ir a la cocina. Tomó un vaso con agua, acomodó sus compras y después se fue a dormir, tanto pensar lo había cansado demasiado.

—Creo que aún estoy a tiempo para retirarme con dignidad de esta batalla…


Notas de la autora: Si, ya sé que este (soliloquio) capítulo no aportó mucho, y que ciertamente Ishida esta OoC, sólo sabemos que existe (la obsesión enferma) el amor de Ishida hacia Orihime y que Uryuu a diario debe lidiar con sus propias inseguridades, je je je. Más que nada fue recapitulación de los hechos que ocurrieron en la historia real y un poco de mi cosecha, en el próximo capítulo habrá un poco más de interacción entre ellos, espero XD

Este es el 4to fic que escribo pero es el primero que constara de varios capítulos y que me atreveré a publicar. Tal vez algún día saque del olvido los fics pendientes que nunca terminé XD Pero mientras toda mi atención estará en éste.

Gracias por leer y dejen Reviews por favor T.T Si no lo hacen, esconderé los demás capítulos (de hecho no, pero las criticas siempre serán bienvenidas n_n)

Bye! :)