N/A: Dígamos que para escribir esto me salté un trozo del epílogo y algunas de las muertes más famosas del 7º libro (pero es que para mí, Moony no está muerto, diga lo que diga JK)

Disclaimer: Los personajes son de JK ROWLING, yo solo los uso un ratito por diversión.

Decisión

Todo está preparado. La Madriguera está más hermosa que nunca para la celebración de tu matrimonio. Una boda largo tiempo esperada que se supone es la culminación de un amor que nació cuando ambos erais niños. Se supone que tu sonrisa debe ser la más resplandeciente de todas pero no estás feliz, no pareces feliz.

Y todos se dan cuenta de ello, todos menos Ron. Tu ausencia de entusiasmo por el que debería ser el día más feliz de tu vida es como una losa en el ánimo de todo el mundo, incluido el de Harry, quien dividido entre su papel de padrino y de mejor amigo de la novia te mira como si estuviera esperando (y deseando, también) que echaras a correr lejos de este sitio. Él sabe lo importante que es esta boda para Ron pero también se preocupa por ti, y tu cara lo único que le está diciendo es que no quieres casarte. En el fondo sabes que eso no es verdad, claro que quieres casarte. Pero no con Ron.

Todo el mundo te mira cuando empieza a sonar la música. Captas la mirada de Lupin quien, al igual que Harry, parece estar esperando a que huyas.

Los demás ya no te miran, Victoire y Teddy acaban de empezar a caminar hacia el altar llevando las flores y los anillos, que ahora mismo más que un símbolo de amor constituyen para ti una cadena. Comienzas a andar tú también aunque tienes miedo, tanto como tenías el día de la última batalla. Tras siete años de paz interior, vuelves a estar asustada. Pero ahora es peor porque eres consciente de que hagas lo que hagas alguien va a terminar herido.

Finalmente llegas junto a Ron, que te mira con cara de absoluta felicidad y tú no puedes hacer otra cosa que aguantar las lágrimas que empiezan a escapar de tus ojos. Él te mira con amor absoluto y te ofrece su pañuelo mientras te sonríe con condescendencia. De seguro piensa que tus lágrimas son por los nervios de la boda.

La ceremonia es preciosa, tanto que piensas que no es justo que sea tuya. Deberían estarse casando Harry y Ginny, que son quienes lo han tenido claro desde el principio y no ustedes dos. Ellos deberían estar aquí declarando su amor al mundo y no tú, que ahora mismo te arrepientes del momento en que aceptaste formar parte de esta locura.

Es tu momento de jurar tu amor por Ron y notas que las piernas te tiemblan. Oyes un ruido a tu espalda, y ves a Draco montado en su vieja Nimbus 2001 al otro lado del pasillo. Tu mente deja de funcionar durante algunos instantes, para luego trabajar a una velocidad superior a la normal.

Pese a ello, la pregunta es fácil: ¿Ron o Draco? De repente escuchas en tu mente las palabras que tu madre te decía de niña: "intenta ser feliz" y echas a correr. Le das el ramo y el velo a Ginny y huyes a toda velocidad. Te agarras a Draco que con una patada en el suelo y una sonrisa en su rostro da una patada al suelo que os aleja del mundo.

Ahora es que caes en la cuenta de que es la primera vez que sonríes de verdad en cinco años.