SIEMPRE EL MISMO DIA
Capitulo 1
Faltaban solo dos días para que comenzaran otra vez las clases, Quinn no quería comenzar de nuevo, las vacaciones habían sido muy buenas para ella, pero no siempre se obtiene lo que uno quiere.
Quinn decidió no pensar en el colegio y disfrutar al máximo sus últimos días de vacaciones, ya que cuando empezara el colegio no iba a tener tiempo de nada. Disfruto sus últimos dos días como lo había planeado pero llego el día de empezar otra vez con el colegio y sabía que tenía que ponerse las pilas para no desaprobar ninguna materia, ya que el año anterior había estado muy jugado con las notas.
Era lunes, hacía mucho frio y estaba lloviendo, por lo general para esa época ya estaba un poco más cálido el tiempo, pero el invierno se alargó un poco ese año. Quinn se abrigo para salir de su casa, una vez afuera comenzó a caminar hasta el auto para dirigirse hacia el colegio. Cuando llego se encontró con sus amigos y todos comenzaron a hablar sobre cómo habían pasado sus vacaciones, pero ella se distrajo de la conversación porque al lado suyo se había parado Rachel, una chica hermosa, inteligente, graciosa que ella amaba desde que tenían 7 años cuando la vio por primera vez entrar en el colegio.
Todos empezaron a caminar a sus aulas al escuchar el timbre de entrada, cada uno tomo su asiento y sacaron sus cuadernos, Quinn estaba sentada sola junto a la ventana y una dulce voz lo distrajo de sus pensamientos. Al levantar la vista vio que era Rachel quien le hablaba, estaba nerviosa hacia mucho que no hablaban y ella asintió con una dulce sonrisa en su cara.
- ¿Cómo estas Quinn? ¿Puedo sentarme con vos? - pregunto Rachel
- Estoy bien gracias. ¿Y vos como estas? - dijo Quinn con la voz un poco entrecortada mientras movía la silla para que Rachel se sentara.
- bien, feliz de haber empezado las clases de nuevo – dijo la morena con total felicidad.
La conversación continuó hasta que entro en la clase el Profesor de matemática.
-buenos días alumnos – saluda el profesor
El profesor empezó a hablar diciendo su nombre, luego comenzó a preguntar a los chicos por el suyo y que les gustaría estudiar. Uno por uno pasó al frente y comenzaban a hablar, era el turno de Rachel de hablar.
-me llamo Rachel Berry, tengo 17 años, y me gustaría estudiar medicina – dijo la morena para luego sentarse de nuevo en su lugar.
Luego fue el turno de Quinn, estaba un poco nerviosa, aunque ya conocía a todos sus compañeros desde hace varios años, pero de todas formas no se sentía muy cómoda. Se paró de su silla para dirigirse al frente de la clase.
-me llamo Quinen Fabray, tengo 17 años, y me gustaría estudiar fotografía. – dijo la rubia.
Cundo regreso a su asiento Rachel lo miro con ternura y le dijo. – no sabía que te gustara la fotografía.
La mañana transcurrió lenta, Quinn no veía la hora de irse a casa a descansar. Eran casi las 10:30 de la mañana, de pronto todos salen de la clase al escuchar el timbre del recreo. Al salir la rubia se encuentra con Noah, su mejor amigo, que le comenta que ya están las inscripciones abiertas para las clases de arte y algunas clases nuevas. Quinn se queda parada frente a las listas de clases extra-curriculares hasta que le llama la atención una en particular, la lista decía "concurso de fotografía". Quinn no lo pensó dos veces y se anotó en esa lista que solo tenía unos pocos nombres escritos.
Era la hora de irse, ya todos estaban afuera del colegio, Quinn tardo unos minutos en salir, Noah ya se había ido en su auto y solo quedaban algunos estudiantes en el estacionamiento. La rubia salió y ya no quedaban autos, lo cual fue más fácil encontrar el suyo. Cuando salió del estacionamiento, enfrente del colegio estaba Rachel esperando el colectivo, ella se acercó despacio con el auto para no mojarla ya que todavía seguía lloviendo y había charcos de agua en las calles.
-¿Quieres que te lleve a tu casa? – le dijo ella amablemente.
-no está bien, vivo muy lejos de acá – contesto Rachel tiritando de frio.
- vamos subí que está haciendo mucho frio y te vas a enfermar ahí – dijo la rubia abriendo la puerta del auto.
Una vez dentro del auto Quinn encendió la calefacción para que Rachel se calentara las manos. Ella le pregunto dónde vivía y como tenía que llegar a su casa. La morena le explico y Quinn comenzó a conducir hasta llegar al acceso más cercano para así poder salir a la ruta que llegaba a la casa de la morena. Durante todo el camino fueron hablando del colegio. Ambas se pusieron a cantar cuando escucharon la música que provenía de la radio, era su canción favorita. Cuando la canción termino las dos comenzaron a reír al ver que les gustaba la misma música, y que no les importaba desafinar ni hacer el ridículo cantando a los gritos la melodía.
Cuando llegaron a la casa de Rachel, Quinn bajo del auto para abrirle la puerta y colocar el paraguas sobre ella para que no se mojara. Cuando estaban dentro de la casa, la madre de la morena saludo a Quinn y la invito a que se quede a comer, ya que era tarde y no iba a llegar a su casa a comer, la rubia acepto la invitación y Rachel le hace señas para que se siente en el sillón mientras esta la comida. Ella se acomoda en el sillón y le avisa a su madre que no iba a ir a comer a casa.
Al cabo de un rato la madre de Rachel les avisa que la comida ya estaba lista, las tres mujeres se sientan en la mesa dispuestas a comer.
-¿quiere que la ayude con algo? – pregunta la rubia con una sonrisa.
-no está bien Quinn, y por favor no me trates de usted, podes tutearme si quieres. – dice la señora Berry haciéndole una seña a su hija de que pasara los platos.
Durante la comida las tres hablaron del colegio y de cómo les había ido en el primer día de clases. Terminaron de comer y la madre de Rachel comenzó a levantar la mesa, Quinn hizo lo mismo y empezó a ayudarla.
-no hacía falta que me ayudaras, pero gracias igual. Rachel hija, me tengo que ir a la ciudad, tengo cosas que hacer voy a volver tarde.- la señora Berry tomo su abrigo y las llaves del auto y se dirigió hacia la puerta, desde allí saludo a su hija. – nos vemos más tarde amor, un gusto verte de nuevo Quinn. – dijo y le estrecho la mano a la joven.
-el gusto fue mío. – dice Quinn con una sonrisa.
Quinn le dijo a Rachel que también debía irse porque tenía que estudiar inglés y no entendía mucho, así que tenía que esforzarse más. La morena le comento que ella entendía muy bien el inglés y no le costaba mucho, asique le ofreció su ayuda con la materia y la rubia acepto sin dudarlo.
Estuvieron toda la tarde estudiando, luego se tomaron un descanso del estudio y comenzaron a hablar de sus vidas y Quinn le dijo a Rachel que le fascinaba la fotografía y el dibujo. La morena se levantó del escritorio y abrió el placard para sacar un álbum bastante grande y viejo que ella guardaba allí.
-¿Qué es esto? – pregunto la rubia al ver que la rubia no le explicaba nada.
-no es obvio, es un álbum de fotos – contesto Rachel irónicamente.
-que graciosa, ya sé que es, pero para que me enseñas estas fotos – dijo Quinn con sarcasmo.
-son fotos de los concursos en los que he participado – dijo mostrándole una foto de ella y una amiga, un poco vieja y de tonos grises.
-son muy hermosas rach. ¿Hace cuánto que te gusta la fotografía?
-siempre me ha gustado la fotografía, lo que más me gusta es poder captar el alma, el sentimiento y la esencia de las persona o del objeto que fotografío. Tus ojos son perfectos para fotografiarlos.
-Por qué?
-Porque son hermosos y muy expresivos.- dijo la morena un poco avergonzada.
La rubia intento no darle importancia para no ponerse más nerviosa de lo que ya estaba, estuvo un rato admirando las fotografías y observando cada detalle de la imagen. Todas eran alucinantes, una mejor que la otra. Rachel siguió contándole a Quinn todas las historias de sus concursos y el porqué de cada fotografía.
Ya se había hecho tarde y Quinn debía volver a su casa. Afuera seguía lloviendo y el frio no había cesado. Ella le hizo acordar a Rachel que mañana entraban a las 9 hs al colegio.
-mañana te paso a buscar a las 7 hs para llevarte al colegio.
-¿Qué?, no Quinn, no hace falta vivo demasiado lejos y te vas a tener que levantar muy temprano para llegar hasta acá. – dijo la morena un poco preocupada por el ofrecimiento.
-no importa, de alguna forma tengo que agradecerte por haberme ayudado con el estudio, y aparte hace mucho frio para que te vengas en autobús. Dejame aunque sea una vez llevarte al colegio, ¿sí?.
-bueno está bien, pero como agradecimiento de mi ayuda quiero que me invites a tu exposición de fotos. Me encantaría ver tu trabajo. – le dijo Rachel riendo.
Las chicas se despidieron en la puerta con un beso que estuvo cerca de quedar en los labios de ambas chicas. Las dos estaban rojas de la vergüenza pero decidieron alejarse antes de poder hacer alguna estupidez. Quinn se subió a su auto y se alejó de la casa de Rachel lo más rápido posible.
NOTA DE AUTOR:
Espero que les guste la historia, es la primera y tengo escritos varios capítulos y espero poder cumplir sus expectativas.
Dejen comentarios y depende de ustedes que siga con la historia.
MUCHAS GRACIAS!
