Disclaimer: Como todo el mundo sabra, "Host" no me pertenece, le pertenece a Stephenie Meyer.


Cuando salió de aquel extraño trance, cuando pudo salir de su propia mente y que sacaran a ese insecto de su cabeza, se sintió completamente feliz.

Feliz de poder estirar los dedos y mover sus músculos a su propia voluntad.

Feliz de decir lo que quisiera y no enfrente de aquellas "almas", no, enfrente de aquellos últimos humanos que le salvaron la vida.

Feliz de poder hacer lo que quisiera y no mirar como ese "gusano" usaba su cuerpo…el cuerpo que desde hacía tanto había luchado.

Porque era suyo y de nadie más.


Notas inutiles de la autora: Esto salió en un raro momento de inspiración hacía bastante tiempo (tres meses, casi), pero no lo había publicado por que lo había olvidado xD.

Sin nada más interesante que decir:

Matta nee!