How to Train your dragon no me pertenece.

Este fic será un conjunto de one-shot que se ubiquen en momentos después de la película. Puede decirse que es cannon, (por fin!)

No tienen una temporalidad secuenciada, así que no esperen capítulos que le den seguimiento.

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DESPUÉS DE LOS DRAGONES

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-Una nueva aventura-

Esto es "Nuevo Berk". Un lugar remoto, secreto y lleno de sorpresas.

No hay nada que se le compare a esta isla que ahora se ha convertido en nuestro hogar.

Construir fue una tarea pesada, especialmente porque no recibimos la ayuda de nuestros amigos dragones. Volvimos a las antiguas estrategias rudimentarias de construcción y aunque nos hemos tardado más, la fabricación es cien por ciento de nosotros.

Intenté volver a Berk, pero mi madre me dijo que Grimmel había extinguido todo con fuego, así que no nos quedó de otra más que olvidar lo pasado y virar hacia el futuro.

Han pasado poco más de un año desde que Toothless se fue.

Seguimos aquí, creciendo, aprendiendo y marcando historia para futuras generaciones.

La isla se acostumbró rápidamente al nuevo estilo de vida, creo que yo fui quien batalló más, extrañando los vuelos matutinos y momentos de relax mientras surcaba los cielos en compañía de mi amigo.

Pero la tranquildiad que siento ahora por haberle dado la oportunidad de regresarle algo que yo le quité me ha eliminado un peso de encima.

Sé que él es el Alfa de los dragones y que yo soy el jefe de mi isla.

Tal vez no es lo soñado, pero sí es lo mejor, ella merecen vivir en paz sin llevarnos en sus espaldas.

-¿Pensando de nuevo? –escuché la voz de Astrid, quien me rodeó con sus brazos mientras veía el horizonte.

-Algo, es decir… aún sigo pensando en cómo poner la tirolesa. –mentí algo, aunque por la mirada de ella me sentí descubierto.

-¿Y qué has decidido? –preguntó, siguiéndome el juego.

Suspiré. –Creo que ocupo tu punto de vista analítico.

Mi lady sonríe. Pone las manos en su cintura y resopla. –El viento del mar desestabilizará cualquier tirolesa. Podemos poner dos que se conecten en lugar de una larga. ¿Qué dices?

No había pensado en eso.

-Eres mejor jefa que yo. –le doy un beso en la frente.

-Hiccup, por favor. –alardea. –Soy mejor en todo.

Me rio un poco y paso mi brazo alrededor de su cintura.

El siguiente otoño después de la marcha de los dragones le propuse matrimonio a Astrid. Creo que era el momento indicado para ambos. Ella me respondió con un golpe por tardar tanto, pero me dijo que sí. Al terminar la estación, en pleno invierno nos convertimos en los jefes de Nueva Berk en medio de una gran boda que el pueblo celebró con nosotros. Han pasado cinco meses desde entonces y aunque estamos muy ocupados por las tareas de la isla, vivo rodeado de amor y felicidad por compartir mi vida al lado de la mujer más increíble que haya conocido… aunque no sepa cocinar.

Escuché un carraspeo detrás de nosotros, nos volteamos y vimos a Eret un poco ruborizado.

-Jefes, lamento interrumpir.

-¿Qué sucede? –preguntó Astrid, adelantándose a la pregunta que iba a realizar.

-Llegó este mensaje de… Berserk. –mi esposa tomó el rollo, Eret hizo una leve reverencia y se marchó de inmediato.

-Gracias. –me lo entregó a mí, en seguida lo abro y comienzo a leer.

-¿Qué dice? –le extiendo el rollo para que ella lo lea también.

-Es Dagur. Dice que hizo recorridos por el archipiélago y… que no ha visto ningún dragón.

-Tampoco hay en los defensores del Ala. –terminó mi lady.

Ambos nos miramos, sabíamos que esto sólo significaba lo que ya habíamos esperado… los dragones ya desaparecieron de la faz del mundo.

-¿Estás bien? –pregunta preocupada.

Respiro hondo y la volteo a ver.

-Claro que sí. Es sólo que nosotros mantenemos vivo el secreto, pero poco a poco se irá olvidando, y es difícil hacerse a la idea que futuras generaciones pensarán que serán sólo un mito.

Ella sonrió, mirando hacia el suelo. –Pues supongo que dependerá de nosotros compartir esas historias.

-Sí, eso supongo. –ella recarga su cabeza sobre mi hombro.

Nos quedamos un momento así, viendo el atardecer.

-Por cierto, hay algo que sí me gustaría agregar en este acantilado. –comentó con algo de emoción.

-¿Qué cosa?

-¿Recuerdas que en Berk había un acantilado parecido, pero con un corral que delimitaba la orilla? –señaló el lugar donde debería estar la parte del corral de ovejas.

-Sí, ¿crees que debamos instalar uno aquí? Esta es nuestra área de observación. Las ovejas no vendrán a estas áreas.–me pongo detrás de ella y coloco mi barbilla en el hueco de su hombro y su cuello.

-No me refiero a las ovejas, babe. Es sólo que… me parece un lugar donde el aire te puede impulsar para mantener cierto equilibrio. –me dijo con una sonrisa encantadora.

-¿Equilibrio? –pregunto alzando una ceja. –¿Harás bromas sobre mi balanceo al caminar otra vez?

Ella se rio a carcajadas. –No de momento. Pero sí tiene que ver con caminar.

Sin soltar el abrazo trato de encararla, no entiendo el sentido de la plática. -¿Astrid?

Ella se voltea y con una sonrisa radiante me toma de las manos. –Hiccup, sólo espero que de la misma manera en la que le enseñaste a un dragón a volar por sí solo, puedas enseñarle a alguien a caminar, aunque te falte una pierna. –el chiste de la pierna no podía faltar al parecer.

Mi esposa se me quedó con la mirada fija en mis reacciones, esperando que le dijera algo.

-¿Será un área de rehabilitación para personas con protesis? –pregunté sin entender, no parecía mala idea.

Ella me soltó las manos y me dio un golpe en uno de mis brazos.

-¡Ouch!

-¡Pedazo de troll! –me gritó, exasperada, pero sonriendo, ¿porqué sonríe?

Se llevó las manos a la boca y me acunó mi rostro entre sus palmas.

-Cuando nuestros amigos dragones se fueron tú le dijiste a Berk que la aventura con ellos había terminado, pero que nosotros como pueblo tendríamos un nuevo desafío, que la aventura sería descubrir lo que debíamos hacer. –recordó mis palabras. –Hiccup, mi amor. Es hora de nuestra nueva aventura. –me dijo con voz entrecortada.

Tal vez le parecí tonto, y no fue hasta que ella tomó mi mano y la colocó sobre su vientre.

-Una nueva aventura. –deja mi mano en el lugar sin moverla.

Todo empieza a ser más claro.

-¿Estás…? –abro mis ojos, soy incapaz de decir la palabra.

Ella asiente con la misma emoción que el día de nuestra boda cuando nos colocaron el lazo. –Embarazada, sí. Desde hace unas semanas. –me explica rápidamente. –No estaba segura, por eso no te había dicho nada, pero, ahora sí lo estoy. –sus manos las reposa encima de las mías. –Seremos padres.

Padres.

Ella será mamá.

Yo seré padre…

¿Estará orgulloso de mí?

¿Será niña o niño?

¿A quién se parecerá?

¿Qué le gustará hacer?

¿Querrá ser el jefe o jefa de Berk?

Miles de preguntas atiborran mi mente. Astrid espera una reacción de mi parte.

Pero esas preguntas las hago a un lado. No tengo respuestas a nada de eso, y la verdad no me importan.

Parte de la aventura es descubrir algo nuevo, y mi lady y yo iniciaremos este viaje.

La abrazo fuertemente y la sostengo de su cintura. Le doy vueltas sobre nuestro eje.

-Gracias mi lady. –logro decirle cuando la pongo de nuevo en el suelo. -¿Cuánto…?

-Como poco más de un mes. –me dice con los ojos llorosos.

-¿Quién…?

-Sólo tú, y Gothi porque fui con ella. Aunque creo que tu mamá sospecha. –me confiesa.

Sigo sin procesar todo, pero ella tiene razón. Es una nueva aventura.

Le doy un beso en la frente y después besos sus labios sin mover mi mano de su abdomen.

-Me das más felicidad de la que un hombre e incluso un jefe puede imaginar. Te amo.

-Yo también te amo. –me susurra, dejando la mime unos momentos, unos momentos tan nuestros como la vida que crece dentro de ella. Un bebé que fue formado gracias a nuestro amor y que ya esperamos con ansias.

Nuestros amigos dragones se fueron.

Esa aventura terminó.

Pero cada proceso de la vida es una aventura en sí misma.

Y viene la mejor de todas.

-Seré papá.

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Notas de la autora:

Se me ocurrió este fic hoy por la tarde.

Feliz día del padre!

Gracias por leer

**Amai do**

-Escribe con el corazón-

Publicado: 16 de junio de 2019