La verdad estoy muy apenada porque en verdad quería escribir historias decentes para la KiriAsu week, pero solo me llegaban pequeñas ideas que no tenía idea de cómo desarrollar. Así que para no quedarme sin hacer nada voy a subir una pequeña historia para cada día de la semana.
Cada una será diferente y no estará unida con otra de cualquier forma, además de que serán sus propios AUs.
Sin más preámbulos espero disfruten la primera historia!
Desde que escuchó de la existencia del NerveGear Asuna estuvo maravillada. Era el siguiente gran paso para la tecnología de realidad virtual. Un dispositivo que mediante señales al cerebro te inmersa en un mundo de infinitas posibilidades, un mundo dónde podías ser quien tú quisieras y podías aspirar hasta dónde los límites te llevaran. Parecía un sueño.
Y aunque era claro que sus padres jamás la dejarían usar semejante dispositivo, tan pronto su hermano dejó descuidado el suyo tras irse a un inesperado viaje de negocios Asuna no dudó en probarlo por su cuenta. Sería solo por un par de horas para ver si funcionaba, lo suficiente para al menos tener una pequeña probada de ese mundo tan increíble. Al menos, ese había sido su plan.
Inmediatamente Asuna se enamoró de Aincrad. Cómo soñaba con presenciar tan hermosos paisajes y ciudades, de ver tantas personas, y de poder iniciar de nuevo como ella quisiera. Era un sueño hecho realidad. Pero el sueño rápidamente se tornó en pesadilla cuando ella y otros 10,000 jugadores quedaron atrapados.
Agobiada por el terror y la desesperanza Asuna se sintió perdida. Por dónde viera había pánico, confusión y desdicha, y el sentimiento lúgubre de perdición inundó a los jugadores. Pero no podía terminar ahí, no después de haberse sentido tan viva por primera vez en años. Asuna iba a sobrevivir, iba a luchar por continuar y por regresar a su hogar.
Y Asuna continuó viviendo. Vivió 2 años enteros en el mundo de Sword Art Online, donde se volvió la segunda mejor jugadora, la subcomandante del gremio más poderoso y un símbolo de liderazgo y esperanza para los demás jugadores. Pero sobre todo en esos 2 años Asuna encontró el amor con Kirito. Se casaron, compraron una cabaña solo para ellos dos en el piso 22, y hasta adoptaron un dulce AI como hija.
Lentamente la pesadilla se volvió en el más grande sueño cumplido de Asuna.
Pero incluso después de esos 2 años Asuna no logró recobrar su libertad. Aunque Sword Art Online llegó a su fin y los jugadores que sobrevivieron regresaron al mundo real, un pequeño porcentaje incluyéndola a ella, seguían sin poder escapar. Y no fue fácil, pero Kirito impulsado por la desesperación y el anhelo de ver a Asuna abrir los ojos la liberó de esa prisión. Le prometió ir a verla al hospital y compartir con ella sus primeros momentos de vuelta al mundo real.
La imagen de Kirito frente a ella desapareció, y Asuna tomó un suspiró tan pronto el NerveGear en su cabeza al fin se apagó. Su cuerpo se sentía ligero, débil y tieso, pero forzó que sus brazos se levantaran, y con sus manos temblorosas logró quitarse el NerveGear para ponerlo a un lado suyo de la cama.
Se sujetó lo más firme que pudo de la cama e intentó sentarse, sorprendida ante la poca fuerza que su cuerpo podía ejercer. Le tomó un par de intentos encontrar el equilibrio, pero finalmente Asuna pudo sentarse.
Jadeó cansada ante el esfuerzo que su cuerpo no había hecho en años tras estar acostado tanto tiempo, y mientras ella recuperaba el aliento aprovechó esos minutos para poder ajustarse de nuevo a su propia realidad.
Asuna guio sus manos hacia su cabello, deslizando sus dedos hacia abajo para sentir qué tanto había crecido. Sus largos mechones caían tras su espalda hasta llegar a su cintura, recordando vagamente que antes de adentrarse a SAO le llegaba a la altura de los codos.
Movió su mano hacia sus brazos, sintiendo ligeramente alarmada lo delgado y huesudos que estaban. Tocó sus piernas que estaban escondidas bajo la sábana y Asuna frunció el ceño preocupada al sentir que estaban en el mismo estado que sus brazos.
"Bajé mucho de peso." Asuna murmuró, pero su propia voz se distorsionó en al aire y solo llegó como distantes ruidos a sus oídos.
No solo estaba anormalmente delgada, pero tampoco podía escuchar bien. Por un breve momento Asuna sintió pena del tan solo pensar que Kirito la vería por primera vez en ese estado, pero conociéndolo seguramente ni le pondría atención. Asuna sonrió; así era él.
Escuchó como la puerta a su habitación se abrió, seguido por el movimiento de una cortina.
"Asuna."
Asuna volteó en la dirección de la familiar suave voz masculina y sonrió.
"Kirito."
Asuna extendió su mano añorante, y sintió una sensación cálida nacer en su pecho cuando Kirito entrelazó sus dedos con los de ella.
Se subió en la cama con ella para sujetarla suavemente, casi temiendo que la fuera a romper, y la abrazó contra su pecho.
Siempre se sentía segura cuando estaba en sus brazos. Era cálido, suave y acogedor, y se sentía completamente diferente comparado con el mundo virtual. Era reconfortante, y Asuna podía sentir el gentil palpitar de su corazón.
Kirito la alejó de él para ver su rostro, pero tan pronto la miró detenidamente la sonrisa que tenía en los labios se desvaneció.
Asuna sonrió tristemente al sentir el cuerpo de Kirito ponerse tenso. Ya se había dado cuenta.
"Sé que debía decírtelo, pero no pude." Asuna susurró apenada. "Perdóname."
Kirito postró su frente contra la de ella, mirando fijamente a ese par de ojos perdidos detrás de una cortina blanca y nebulosa.
"No tienes por qué disculparte." Kirito le murmuró.
Asuna rio, lágrimas formándose en sus ojos.
"No puedo escucharte bien. Pero sé lo que dijiste." Sollozó suavemente. "Siempre lo supe. Sabía que no te importaría, porque siempre has sido así conmigo… tan dulce y tierno."
La tristeza lo invadió cuando lágrimas comenzaron a deslizarse por las mejillas de Asuna. Se acercó nuevamente a ella y la volvió a abrazar, permitiendo que ella escondiera su rostro en su cuello mientras quebraba en llanto y él postraba su mentón sobre su hombro.
"No siempre fui así… cuando era niña estaba bien. Pero cuando crecí…"
Asuna no pudo continuar, su voz se quebraba entre sus lágrimas y sollozos, y solo pudo continuar llorando mientras Kirito acariciaba su cabeza gentilmente.
El NerveGear proyectaba el mundo virtual a los jugadores a través de señales al cerebro. Desde ahí podía manipular todos los sentidos para que uno viera, escuchara, sintiera, oliera e incluso saboreara lo que sea que el juego quisiera. Si por cualquier razón las señales que se mandaban al cerebro a través de los nervios de alguien no lograban enviarse, el NerveGear podía sobrepasar ese obstáculo mandando las señales directamente al cerebro, haciendo que alguien discapacitado pudiera recobrar ese sentido en el mundo virtual.
En ese mundo virtual hasta un ciego podría volver a ver.
"¿Sabes que eso no me importa verdad?" Kirito dijo contra el oído de Asuna para que ella pudiera escucharlo claramente. "Yo te amo, y eso nunca va a cambiar."
Asuna levantó sus brazos y rodeó la espalda de Kirito lo más fuerte que pudo para traerlo más cerca hacia ella.
"Yo también te amo."
Plot twist! Todo fue exactamente lo mismo excepto que Asuna era ciega. Me gustó mucho esta idea y hasta tuve que investigar un poco en el tema.
Dato curioso: Hay ceguedad que ocurre por daño en los ojos, y hay ceguedad que ocurre por las interconexiones hacia el cerebro. Si Asuna hubiera sido ciega por los ojos no hubiera podido ver nada en el NerveGear de todos modos.
También hice que ella naciera con la vista normal y se volviera ciega después, porque si hubiera nacido ciega definitivamente habría estado muy desorientada la primera vez que entrara a SAO.
Bueno pues espero les haya gustado! Haré mini historias de todos los colores y sabores para que no se preocupen que sólo haré angst. Feliz inicio de la KiriAsu week a todos!
