Una gran boda blanca, el sueño de toda mujer desde que es una niña ¿cierto? La respuesta es no. La gran boda es el capricho de la madre que quiere vivir a través de su hija y el orgullo del padre que espera que su hija sea respetada ante la sociedad por el hombre que la folla. Es la ocasión en la que sus primos fingen alegrarse por su felicidad aunque en realidad su interés se centra en la bebida y la comida, es la oportunidad para ver a sus hermosas primas usando hermosos vestidos y escuchar lo perfectas que son sus vidas.

No es que Lucy no ame a su familia, claro que sí lo hace (obviamente no en el sentido romántico por el que alguna vez amo a Albus). El problema radica en ella misma, Lucy no es tan inteligente ni estudió medicina como su hermana Molly, no es tan divertida como James, Fred o Lily, ni tiene la facilidad de hacer amigos de Hugo o Louis, no tiene una belleza sobrehumana como Victoire, Dominique o Roxanne, ni es tan fuerte y decidida como Rose. Lucy odia tomar decisiones por si misma, tal vez fue por eso que fue tan sencillo enamorarse de Theo y aceptar ser su esclava.

-Pequeña ¿te ayudo con la maleta? - preguntó Theo levantando una ceja

Lucy despertó del trance en el que estaba y lo miró por varios segundos sin decir nada

- ¿Tan mala es tu familia?

- Los peores, pero no te preocupes. Todavía no nace la persona que no sonría como idiota cuando hablas - respondió Lucy sonrojada

- Mientras tenga a mi perrita a mi lado no me interesa quien sonríe cuando hablo pequeña - susurro Theo en el oído de Lucy, haciendo que ésta se sonroje aún mas.

- ¡Tórtolos! Si no se apuran voy a enojarme mucho - exclamó Alissa tomada del brazo de su esposo, Peter

- Aparte de que nos obligan a venir a su boda, tenemos que aguantarlos dándose arrumacos como una pareja vainilla - murmuró Albus mientras Deke y Peter reían.

- El chófer que contrató Scorpius debe estar afuera, andando parejita feliz - bromeó Celine tomando de la mano a Albus

- Vale, vale. Pero al menos finjan estar felices por nosotros. Se supone que es el día mas feliz de sus mejores amigos y bla, bla, bla - respondió Theo tomando las maletas mientras caminaba hacía la salida del aeropuerto.

Lucy vio como Albus caminaba tomado de la mano de Celine, mientras Alissa y Peter discutían sobre algo relacionado con el color de la corbata y el vestido que usarían en la boda, y Deke los picaba haciendo comentarios sobre los horribles colores que habían elegido. A lo lejos divisó la rubia cabellera de Scorpius Malfoy, el mejor amigo de Theo.

Una vez dentro de la limusina Lucy volvió a perderse en sus pensamientos. No había visto a su familia en años, desde que decidió mudarse para ser artista. Sus padres tenían razón, ella no tenía trabajo, estudios universitarios, ni ambiciones... pero al menos ahora llegaría de la mano de un empresario multimillonario que la amaba, se dibujó una sonrisa en su rostro al imaginar la cara de sus primas cuando vieran a Theo, quien aparte de tener más dinero que toda su familia junta, tenía el físico, la seguridad y carisma que hacen envidiar a cualquier hombre y voltear a cualquier mujer.

- Lucy, deja de morderte las uñas que me pones nerviosa - murmuró Alissa mientras los demás reían y Lucy ocultaba sus manos.

- Descuida Lucy, de seguro tus padres comenzaran a llamar "hijo" a Theo el momento en el que vean su billetera - bromeó Deke haciendo que los demás lancen carcajadas - Además, ya me enteré que ustedes Weasleys son fanáticos del deporte o no se reproducirían como conejos, así que si el ambiente se pone un poco tenso podemos organizar algo un poco agresivo para aligerar la tensión.

- De seguro ésta así por Molly la perfecta doctora - añadió Theo mientras el grupo reía - Tranquila pequeña, si tu hermana se pone pesada estoy seguro que Deke o Scorpius estarían encantados de darle unos azotes.

- Molly tiene de sumisa lo que yo de morena - exclamó Lucy señalando su cabellera pelinaranja - Y no creo que ninguna de mis primas quiera recibir azotes de unos desconocidos... amo - añadió al ver que Theo levantaba una ceja.

- Más te vale tener amigas interesantes zanahoria, y que tus padres hayan pagado un lugar decente para que nos quedemos ya que insistieron tanto en eso de conocer a tu nuevo medio - dijo Scorpius con el ceño fruncido.

- Nos quedaremos en la casa de los abuelos de Lucy, así que si hay algo sucio, viejo o desordenado no quiero ningún comentario - respondió Theo - Además estamos olvidando que tenemos al gran Albus Potter entre nosotros, el puede darnos todos los detalles sobre las amiguitas de Lucy que estarán en la boda.

Albus quien hasta ese entonce no había abierto la boca dibujo una sonrisa, Lucy sabía que era una sonrisa falsa ya que de seguro Albus tenía menos ganas de ver a la familia Weasley que ella misma.

-¿Quieren la verdad?

- Así al menos sabremos que tenemos que organizar una fiesta privada entre nosotros, o vivir de pajas durante una semana - respondió Deke con cara de circunstancias.

- La verdad es que Lucy no tiene amiguitas, así que todas las invitadas de la boda serán mis primas o sus amigas. La mayoría están felizmente casadas y seguramente esperando al octavo hijo. Las que fueron lo demasiado inteligentes para no embarazarse de un adolescente hormonal son demasiado estrechas que aburrirían al mas perseverante de los hombres, o tan creídas que piensan que sus pezones son de sabores y que nadie es lo suficientemente digno para verles la raja - escupió Albus lanzando una mirada desafiante a quien lance algún comentario.

El silencio inundó la limusina y todos se perdieron en sus pensamientos. Lucy no pudo evitar dibujar una sonrisa ante la manera tan creativa y acertada que tuvo Albus para describir al sector femenino del clan Weasley.

A lo lejos pudo divisar la enorme casa de los abuelos Weasley, La Madriguera como la llamaban sus tíos. Y todo rastro de tranquilidad desapareció en un segundo, sus manos comenzaron a sudar y sintió su corazón latir con tanta fuerza que podía salirse de su pecho. Su familia estaba loca, eso era un hecho, por eso Albus escapó cuando pudo y luego huyó ella.

Seguramente Theo se enamoraría de una de sus primas, todas (a excepción de su hermana Molly) eran más guapas que ella, o tal vez Hugo decidiera contar la vez que encontró su diario y lo leyó en voz alta frente a todo el internado, James y Fred tenían un sinfín de maneras para humillarla, ¡demonios! incluso el tranquilo Louis podría escupir frente a todos sobre la vez que la encontró masturbándose con los calzoncillos de Albus.

O tal vez sus padres descubrirían el estilo de vida que ahora llevaba. Una decepción más, pero una aún más grande. Después de todo no es lo mismo enterarse que tu hija decidió ser artista en lugar de doctora, a enterarse que tu hija decidió ser la esclava de un dominante millonario que organiza fiestas de intercambio y que ya te compartió con todos sus amigos.