15. a place shaped like the girl you love.
Hoenn dejó de ser suficiente.
Estaba la Liga Pokemon, desde luego, pero Steven estaba harto de pasarse los días muertos allí encerrado, esperando a nuevos entrenadores que se iban a casa con las manos vacías. Los miembros del Alto Mando bromeaban diciéndole que, si no conseguía ser vencido, era de esperar que siguiese allí atrapado. Steven se reía, pero la alegría no llegaba a sus ojos.
Estaba la empresa de su padre en Ciudad Férrica. De vez en cuando hacía alguna visita a su progenitor, que siempre lo esperaba con los brazos abiertos. Charlaban, tomaban café y Steven se despedía de nuevo. Volverían a pasar meses hasta que volviese a visitarlo.
Estaban las ciudades y los rincones secretos que solo conocía él. La gente le saludaba, hablaban con él, combatían. Steven sonreía, pero pronto se cansó. Necesitaba algo nuevo.
Y entonces llegó ella.
Hoenn volvió a tomar color, como si fuese un mundo nuevo entero por conocer. Todo gracias a May.
"Steven", dice sonriendo mientras le coge de la mano. Un mechón de pelo la acaricia la mejilla, y suavemente se lo recoge detrás de la oreja.
Es entonces cuando Steven lo entiende. Está en casa.
