Disclaimer: Nada de lo que aquí puedan reconocer me pertenece. Ni personajes ni lugares georgráficos. Solo las palabras son mias, creadas en base a la historia de GRRM.
Susurros de Invierno
Le llegó como un susurro. Le llegó volando con el viento, envuelto en las hojas y oculto en el silencio de la noche. Suave, casi inaudible. Se mezcló con el rio que golpea las piedras de Aguasdulces. Se coló por la ventana y la envolvió por completo. Ella sintió como se le erizaba cada vello del brazo, como se le congelaban los pulmones y como de repente, sin aviso previo, el mundo se detenía.
"¿Jeyne?"
Lo supo antes de saberlo. Lo supo en la boca del estómago, lo supo en las puntas de los dedos. Lo supo con cada latido de su corazón.
Era su voz llamándola. Era su voz quebrándose a la distancia, pidiendo por ella. Lo sabía, lo sabía en el fondo de su alma.
"¿Jeyne?"
Era él, yéndose y llevándose con él su futuro.
Ya no iría a Invernalia. Ya no tendría pequeños Eddards, Brans y Rickons. Las manos de él, esas manos callosas, endurecidas por la guerra, ya no le acariciarían las mejillas al despertar. Jamás podría verlo sonreír cuando enseñara a usar la espada a sus hijos. No envejecerían juntos. No morirían en la misma cama. Ya no. Lo sabía.
"¿Jeyne?"
Cerró los ojos y pudo verlo. Llevaba el cabello suelto, despeinado, ¡ella amaba tanto su cabellera pelirroja! Extendió la mano para acariciarlo, para quitarle la sombra de los ojos, para quitarle el peso de la vida. De su joven, joven vida.
Él le sonrió. Tomó su mano y se la besó por última vez.
"¡Robb!"
Cuando volvió a abrir los ojos, dejó de sentirlo. Ya no estaba cerca, ya no estaba lejos. Ya no estaba más.
La ventana estaba abierta y ella miró al cielo. "¿Por qué?" preguntó con la voz llena de lágrimas "Debían cuidarlo, ¿por qué dejaron que me dejara?". Pero ninguno de sus Dioses le respondió, ni siquiera la compasiva Madre se atrevió a consolarla.
"¡Robb!"
Lloró toda la noche. Lloró hasta quedarse sin lágrimas dentro. Lloró por su amor perdido, por su futuro robado. La mañana la encontró tiritando de frio, mirando por la ventana, con la mirada perdida. La claridad del alba iluminó su habitación y allí, sobre la chimenea estaba su corona.
Lentamente se incorporó y con pasos trémulos se acercó a la chimenea. Tomó la corona entre sus manos, la besó como quien besa a un amante que no volverá a ver jamás y se la colocó en la cabeza.
"Robb me amaba. Yo era su reina y él me amaba."
N/A:Hace mucho tiempo que no escribía nada relacionado al mundo de fanfiction, pensé que me había alejado hasta que apareció la "Robb Stark Week" en tumblr y mi amor hacia Robb pudo más y de repente tenía esto en la computadora (vale aclarar que lo escribí una medianoche después de haberme pasado el día rindiendo exámenes y estudiando)
Vuelvo a decir que está escrito con motivo de la semana de Robb Stark de tumblr.
Gracias por leer, y ¿review?, ¿algo?
