Esta historia va un poco extraña, como dice la descripción es Levi x Reader(lectora, si con A) el fic en general es de un sueño que tuve (debo de dejar de soñar cosas extrañas) y se me ocurrió escribirlo de este modo, es primera vez que lo hago, y también primera vez que escribió del genero hentai (si creo que si califica en ese género) en fin, los dejo con la historia.
Ojala les guste.
Los personajes de Shingeki No Kyojin no me pertenecen.
Capítulo 1 – La milicia.
Toda tu vida había sido normal, nada extraordinario. Como todos, trabajabas para poder comprar un poco de comida y seguir subsistiendo, rogando a Dios (si es que había uno) que al rey no se le antojase subir más los impuestos. Hasta ese día en que decidiste entrar en la milicia. Hace un par de meses atrás habías cumplido los 18 años, aun así las personas siempre te han dicho que te ves más joven, fácilmente podrías pasar por alguien de 15 o 14 años, la edad ideal para entrar a la milicia. Esa idea te hizo sonreír, siempre habías querido pertenecer a la legión de reconocimiento, aunque fueras a arriesgar tu vida constantemente la simple idea de salir de las murallas siempre te había seducido. Estaba decidido. Empacaste las pocas cosas que tenías y fuiste a enlistarte.
Al llegar, cuando estabas en la formación, notaste como la mayoría realmente eran menores, seguiste buscando con la mirada y había uno que otro aspirante mayor, pero muchos fueron rechazados, al llegar tu turno, te acobardas a decir tu verdadera edad.
-Nombre completo, ciudadano- te pide un soldado de la policía militar, un poco mal encarado.
-¡[Nombre y apellido] señor! - contestas un poco rígida.
-¿Edad?-
-14- mentiste
-¿Lugar de nacimiento?-
-Shingashina-
El militar levanto la vista, te vio un momento y te dio un papel- Aprobada- dijo, tomaste el pedazo de papel y luego te alejaste lo más rápido que pudiste.
3 años más tarde, te graduaste como la 3ra mejor de tu escuadrón. La mayoría te llamo loca, pero desde antes de enlistarte tú ya habías decidido a que división querías ir, así que solo ignoraste los comentarios negativos de tus compañeros de escuadrón.
La siguiente noche a la graduación, el comandante Erwin Smith se presentó ante todos y dio un discurso de felicitaciones a todos los graduados, luego explico cómo eran las cosas en la legión de reconocimiento y finalizó con un -Los que se nos quieran unir, por favor quédense, el resto puede marcharse-
Viste como muchos de tus compañeros se fueron, y como algunos otros se quedaron. Por supuesto los otros 9 primeros lugares se fueron a la división de la policía militar, solo tú y 4 más se quedaron en el lugar, dando a entender que se unían oficialmente a la legión de reconocimiento.
Unos días después, ya estabas de servicio, el comandante Smith, muy amablemente te presento con todos los miembros de la legión de reconocimiento, y tus ojos no pudieron evitar posarse en un castaño de ojos aguamarina, conocidos por algunos como "la esperanza de la humanidad". No pudiste apartar tus orbes [color de ojos] del joven, provocando que una chica de rasgos asiáticos se molestara un poco. Por suerte para ti, La teniente Hanji Zoe, se dio cuenta de la situación e intervino junto con una peliroja de ojos ámbar, Petra.
-¡Ay! ¡Esta pequeña se ha quedado deslumbrada antes nosotros!... Ven… ehh… como dijiste que te llamabas?- Pregunto la de lentes.
-[Nombre Completo]- respondiste un poco tímida.
-Oh! Bueno Bienvenida [Nombre]- contesto muy animada la castaña. –Te mostrare tu cuarto- término jalándote del brazo y sacándote de la habitación, seguidas de cerca por la pelirroja.
Cuando estuvieron dentro de tu habitación, la castaña soltó un suspiro de alivio. -Eso estuvo cerca –
-Si- dijo la ojiambar ocultando su sonrisa tras su mano -Mikasa a veces es muy posesiva-
-¡¿Ah?!... - preguntaste sin entender.
Las dos mujeres mayores rieron.
-El chico que te quedaste viendo, se llama Eren y su hermana, Mikasa, es bastante posesiva con el- explico la mayor de lentes.
-Oh... - exclamaste calladamente sonrojándote por lo obvia que fuiste.
-No te preocupes- comenzó la pelirroja colocando su mano en tu hombro a modo reconfortante -No creo que pase a mayores- termino sonriéndote cálidamente.
Te sonrójate levemente ante la linda sonrisa de la joven y asentiste.
-Bueno ya que estamos acá, te ayudaremos a desempacar- comenzó animadamente la de lentes -Después de todo, ahorita eres la niña pequeña de la legión - termino despeinando tus cabellos [color del cabello].
No tardaste mucho en acomodar tus cosas, después de todo, tampoco tenías muchas pertenencias o ropa. Tardaron más fue conversando, 3 mujeres en una habitación, wow, si hubiesen tenido algo de té y galletas, habría sido la conversación más asombrosa de tu vida, pero así estaba bien, las dos mujeres eran muy agradables y era muy fácil mantener la plática.
-Y cambiando de tema- comenzó la castaña -Dinos [Nombre]... ¿Te gusta mucho Eren? - termino viéndote divertida. Tú te sorprendiste un poco, mientras que Petra rio por lo bajo.
-No... - dijiste inmediatamente ganándote que las mayores te miraran fijamente exigiendo una explicación -¡En serio! No voy a negar que si me deslumbraron sus ojos, pero... No es como si pudiese decir que me gusta, al menos no por el momento - terminaste encogida en tu posición debido a las insistentes miradas.
-Yo le creo - dijo la pelirroja riendo.
-Creo que yo también - rio la ojimarron.
Continuaron hablando, hasta que oscureció, aun así ni cuenta se dieron, hasta que tocaron la puerta de la habitación y la persona sin esperar confirmación, abrió la puerta de golpe.
-Ustedes… ¿qué creen que hacen pequeñas mierdas? Hoy les toca hacer la cena- escupió un hombre no muy alto de cabellos negros y ojos filosos como cuchillas.
-¡Capitán! - exclamaron las mujeres mayores, mientras que tú te quedaste estática ante el comentario del hombre.
-Lo sentimos capitán - se disculpó la de lentes con un dejo de burla en su voz -Iremos en seguida - termino ganándose una mirada del pelinegro y luego este sin decir nada se marchó.
-El capitán siempre es así- dijo la pelirroja -El en realidad se preocupa mucho por todos-
-Sí, Levi en realidad es un buen tipo, ya te acostumbras a él- dijo la castaña y las mayores se levantaron.
-¿A-adónde van? - preguntaste.
-A hacer la cena- respondió la de lentes.
-Nos acaban de castigar- completo la pelirroja.
-Entonces voy con ustedes, también fue mi culpa - dijiste levantándote y sonriendo a las mayores.
-waaaha! Haremos una excelente comida- exclamó la castaña mientras las 3 salían de la habitación.
A medida que iban caminando hacia la cocina, te mostraban las partes del cuartel que no habías visto antes. Al llegar a la cocina Petra y Hanji se quitaron las chaquetas del uniforme para ponerse los delantales y luego cuando te pasaron el tuyo, las imitaste.
Se pusieron manos a la obra, te sorprendiste un poco cuando viste las enormes ollas, pero al analizarlo un poco te diste cuenta, que cuando llegaste al menos viste 30 personas en los escasos minutos que estuviste fuera de la habitación. Al terminar la cena y hacer el llamado al comedor, le pediste permiso a las mayores para sentarte con tus compañeros de escuadrón.
-Vaya... Pero miren quien apareció - dijo uno de tu compañeros, un chico de cabellos castaño oscuro.
-¡Pero si es [Nombre]!- saludó otro de cabello negro.
-¿En dónde te habías metido? - dijo otro de cabello marrón claro.
-Estaba con la teniente Hanji y Petra - Dijiste mientras te sentabas en la mesa - Yo ayude a hacer lo que se están comiendo - terminaste sonriendo.
-¿Y te lavaste bien las manos? - te pregunto el de cabello negro con cara de desagrado.
-¡No seas tonto! - le reprochaste inmediatamente -Si no tienes hambre no te lo comas- terminaste molesta.
-No le hagas caso [Nombre]... Sabes que él siempre es así-
-Jum! - bufaste y luego continuaste con tu cena.
-A propósito... Que suerte la de [Nombre] ya conoce a una teniente –
-Sí, que injusto, seguro ahora tendrá preferencias - Dijo uno de cabello castaño un poco molesto.
-Por supuesto que no!- exclamaste algo molesta.
-Ya... Ya... Vale! No aguantas una broma - te respondió.
-Bueno, nosotros conocimos al soldado más fuerte de la humanidad - alardeo uno de rubia cabellera.
- ¿y cómo es? - preguntaste enseguida.
-Se llama Levi- comenzó a explicar pero lo interrumpiste.
-¡Levi! – exclamaste.
-Si... - te afirmo el rubio y espero a que continuaras.
-Yo también lo conocí... - afirmaste.
-¡¿Que?! - exclamaron los 4 chicos.
-Parece que alguien tuvo una tarde realmente ocupada -soltó el pelinegro.
-Bueno... - comenzaste algo apenada -Él fue el que nos castigó y nos puso a hacer la cena-
-En serio tuviste una tarde ocupada- exclamó el rubio forzando una sonrisa.
Luego de eso continuaron conversando mientras terminaban su cena.
Al día siguiente, tus compañeros y tú conocieron los entrenamientos de la legión de reconocimiento y se les aviso la siguiente salida para explorar terreno. Durante esos días, recibieron el entrenamiento y clases teóricas donde les explicaron las estrategias usadas. Al momento de la salida el comandante Erwin hizo las divisiones de los flancos, tus compañeros y tú quedaron en el flanco derecho, todo iba bien e incluso avanzaron mucho, pero lamentablemente debido a un desnivel en el terreno, tu flanco que ya estaba un poco dividido, por el mismo relieve se encontró con 17 titanes, la mayoría de 15 metros, y estando en terreno abierto tenían mucha desventaja.
Hicieron todo lo que pudieron, lanzaron las bengalas de aviso, pero nadie llego. Estabas junto a tus compañeros, y viste como uno a uno fueron devorados por esos titanes, entraste en pánico y te resignaste.
-La próxima seré yo, en un momento los acompañare chicos- te dijiste a ti misma, mientras lanzabas tus cuchillas al suelo y te aproximabas a uno de los titanes. Sin embargo en ese momento alguien te empujo y fuiste a dar a un par de brazos desconocidos y en los siguientes segundos pudiste sentir el viento en tu cara.
Caíste en cuenta que habías viajado en caballo cuando ya llegaron al cuartel y te toco bajarte.
-¿Estas bien?- escuchaste que te preguntaron mientras te tomaban de las manos y te jalaban suavemente. Como saliendo de un trance te volteaste a ver de quien se trataba, era ese chico de hermosos ojos aguamarina, Eren.
- Si... - respondiste quedadamente, colocaste tus manos sobre la silla de montar y bajaste, falseaste el pie al llegar al suelo y el castaño te sostuvo, le agradeciste con una sonrisa forzada y él te devolvió una tranquilizadora.
-¿¡Eres idiota!?- escuchaste gritar -¿Cómo se te ocurre quedarte así frente a un titán? - era el capitán Levi quien se había acercado, se movió tan rápido que no lo viste venir, solo sentiste como tu cara se movía de lado y luego un ardor en tu mejilla izquierda -La próxima vez que quieras morir, asegúrate de que yo no te escuche- escupió el mayor molesto y se retiró.
El ojiagumarina coloco sus manos en tus hombros, y en ese momento se acercaron una pelinegra y un rubio.
-¿Que le sucede? - pregunto el rubio llegando y examinando tu cara un momento para luego ver al moreno.
-¿Acaso se cayó de cara al suelo? - pregunto la pelinegro.
-El capitán Levi acaba de abofetearla- les explico el ojiagumarina con pesadez.
Como si de un balde de agua fría se tratara caíste en cuenta de lo que había sucedido. Sentiste tu mejilla arder aún más, y las lágrimas comenzaron a salir solas, empujaste al rubio sin una real intención solo para salir rápido de ese lugar, no paraste de correr hasta llegar a tu habitación. Sabías que lo lamentarías después, no estabas en posición de hacer drama, aun así te preocuparías de eso más tarde, por ahora solo querías llorar.
Mientras tanto los líderes de escuadrón, estaban reunidos con el comandante Erwin Smith, ya habían pasado la lista y confirmado las muertes.
-Vaya...- comenzó la teniente Hanji -El flanco derecho fue bastante dañado... Oh! [Nombre] está viva... Owww debe estar devastada, sus 4 compañeros de escuadrón murieron- término cerrando la carpeta y devolviéndola al rubio.
Esa noche no fuiste a comer y la mañana siguiente tampoco apareciste para desayunar, Sasha estaba contenta, pues podría comer doble ración de nuevo, aunque esta vez, se estaba disputando el plato con Connie. Pero cuando Sasha ya había ganado el plato, la soldado Petra se los arrebato.
-Con permiso- dijo agarrando el plato y sonriendo -Me llevo esto - y salió del comedor con prisa. Cuando la pelirroja estuvo frente a tu habitación el pelinegro que la había seguido, puso con fuerza su mano sobre la puerta para que no la abriera, provocando que la ojiambar brincara un poco asustada.
-¡Capitán!- medio grito la joven sorprendida.
-¿Que carajos se supone que haces? - pregunto arrastrando las palabras con enojo.
-Capitán... Bueno... Yo- comenzó la joven un poco nerviosa -Solo viene a traerle el desayuno a la soldado [Apellido]-
-¿Por qué?, no tengo información de ningún mutilado después de la expedición-
-Es una nueva recluta señor... Me entere por la teniente Hanji, que sus compañeros de escuadrón murieron... Debe estar devastada - explico la joven con un pequeño temblor en la voz.
El pelinegro toco la puerta con fuerza dos veces y luego la abrió de golpe. Tú te encontrabas sentada en la cama, arropada hasta la mitad. No pudiste evitar sorprenderte por la repentina intromisión.
-Tu... Mierdecilla ¿qué piensas que haces? - intentaste decir algo pero el mayor no te dejo -No puedes echarte a morir cada vez que tengas una pérdida, si mueres estúpidamente, el sacrificio de tu compañeros habrá sido en vano- termino y salió de la habitación cerrando la puerta. Te quedaste viendo unos segundos la puerta cerrada y luego viste a la ojiambar, su cara estaba sorprendida y un poco sonrojada.
-Buenos días Petra- saludaste a la joven sacándola de su trance.
-Bu-buenos días [Nombre]- respondió acercándose a ti con la bandeja de comida -¿Cómo te encuentras? - termino sentándose a un lado en la cama frente a ti.
-Estoy bien... -respondiste a penada -Lo siento...-
-No te disculpes- dijo la mayor -Mejor come algo, y luego te bañas para que te sientas mejor, por cierto... ¿Cómo te hiciste eso? - pregunto señalando tu mejilla derecha.
Te llevaste la mano por reflejo a tu mejilla, mientras la mayor te exigía una explicación con la mirada.
-Fue… fue el capitán Levi…- respondiste bajando la mirada –Me lo gane por hacer estupideces- hiciste una pausa – Yo… yo fui uno de los 10 mejores reclutas, sin embargo ayer no pude hacer nada por mis compañeros- terminaste llorando amargamente a lo que la pelirroja solo opto por abrazarte para consolarte. Estuviste llorando por algunos minutos en el hombro de la mayor.
-¿Esta mejor?- Pregunto cuando dejaste de llorar, tu solo asentiste y ella te acaricio la mejilla golpeada que ya tenia colores cercanos al morado –El capitán realmente tiene la mano pesada- dijo acariciándote muy suave la mejilla golpeada -Pero no lo odies… hace rato estaba animándote- termino sonriendo ampliamente.
-¿Te gusta el capitán?... eh?- Preguntaste curiosa, ese hombre de ninguna forma podría estarle dando animos ¿un golpe y un regaño? ¿Que estaba pasando por la cabeza de la mayor?.
-Eeehhh!- Exclamó muy sonrojada y poniendo sus manos sobre su rostro –No, para nada! ¿Qué cosas dices [nombre]?-
-Es que hablas tan bien de ese malhumorado-
-Umm… eso es porque confío mucho en el capitán y con el tiempo he llegado a conocerlo un poco- argumento la mayor.
-Entonces es un amor platónico…- lanzaste algo juguetona provocando que la ojiambar se sonrojara de nuevo.
-Claro que no! Ay! Si te escucha Mi Auruo se pondrá celoso!-
-¿Auruo?- preguntaste, a penas llevas unas pocas semanas en la legión de reconocimiento así que no conocías a todos. Sin embargo tu pregunta puso a la mayor roja como tomate.
-¿Qué?- se hizo la desentendida.
-¿Quién es Auruo?- preguntaste.
-¿De dónde sacaste ese nombre?-
-Tú lo acabas de decir-
-¡¿EH?!- soltó sorprendida -Emm… pues… veras…- Comenzó jugando con sus dedos un poco nerviosa –Auruo es mi prometido- termino
-¡wow! ¿En serio?... y él sabe que te gusta Levi?- preguntaste en tono de burla y luego reíste.
-¡Por lo visto ya estás mejor!- dijo con falso enojo.
-Lo siento… lo siento…- hiciste una pausa y agarraste algo de aire –Si, gracias a ti, ya me siento mejor- hiciste otra pausa y se escuchó gruñir tu estomago –Y también siento hambre- terminaste para luego acomodarte mejor y comenzar a comer.
Luego de comer y tomar un baño, te encontraste con la teniente Hanji, que te informo que el comandante te estaba buscando, y te escolto hacia su oficina, no sin antes despedirte de Petra y esta se señaló disimuladamente quien era su prometido, para luego irse hacia él con algo de prisa. Al entrar a la oficina del comandante, hiciste el saludo militar y luego te acercaste a su escritorio, en esa habitación también se encontraba el capitán Levi, estaba sentado en un mueble, tomando una taza de té negro, y aunque le estabas dando la espalda, podías sentir su pesada mirada sobre ti, y eso te tenia nerviosa.
El rubio rio un poco –Relájate [Apellido], No te he llamado para nada malo, simplemente escuche que habías estado bastante cerca a unos titanes y me gustaría que hicieras un reporte sobre eso- termino el comandante.
-¡Sí, Señor!- respondiste.
-Deberías ponerte algo en esa herida- acoto el ojiazul señalando sutilmente tu cara –Hanji encárgate, bueno eso era todo, Pueden retirarse- termino
-¡Si!- respondieron las 2 al mismo tiempo y salieron de allí de la oficina. Una vez tuvieron una distancia prudente la mayor decidió hablar.
-Escuche decir a Eren que el enanin te había abofeteado, veo que es cierto- rio un poco.
-Me lo tenia merecido, hice estupideces en batalla, merecía esto y más, debí haber muerto junto a mis compañeros- respondiste bajando la mirada.
-No seas tan dura contigo misma, a veces pasan cosas que no podemos controlar - hizo una pausa pues ya habían llegado a la enfermería, te hizo una seña para que tomaras asiento y se puso a buscar la crema para el golpe -Si mueres ahora, nadie los recordará, en cambio sí continuas con vida, ellos seguirán vivos en tus recuerdos- termino la de lentes sonriendo y acercándose a ti para colocarte la crema en la mejilla.
